sábado, 31 de mayo de 2008

ESTOY AQUI SIEMPRE CONTIGO

¿Me necesitas? Estoy aquí contigo.
No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver
No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.
No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos.
Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos.
Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.
No soy una visión extraña. No soy un misterio.
Sólo en silencio absoluto, más allá del "yo" que aparentas ser puedes conocerme, y entonces sólo como un sentimiento y como Fe.
Todavía estoy aquí contigo, Todavía te oigo.
Todavía te contesto
.Aunque me niegues, estoy contigo.
En los momentos en que más sola crees encontrarte, Yo estoy contigo.
Aún en tus temores, estoy contigo.
Aún en tu dolor, estoy contigo.
Estoy contigo cuando oras y cuando no oras.
Estoy en ti y tu estas en Mí.
Sólo en tu mente puedes sentirte separada de Mí, pues sólo en tu mente están las brumas de "lo tuyo" y "lo mío".
Sin embargo tan solo con tu mente puedes conocerme y sentirme.
Vacía tu corazón de temores ignorantes.
Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo.
De ti misma no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo.
Yo estoy en todo.
Aunque no puedas ver bien, el bien está allí, pues Yo estoy allí.
Sólo en Mí el mundo tiene significado; sólo de Mí toma el mundo forma;
Sólo por Mí el mundo sigue adelante
Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas y el crecimiento de toda célula viva.
Soy el amor que es el cumplimiento de la ley.Soy seguridad, Soy pazSoy unificación, Soy la ley por la cual vives.
Soy el amor en el que puedes confiar.
Soy tu seguridad.Soy tu paz,
Soy uno contigo, YO SOY.
Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte.
Aunque tu fe en Mi es insegura.
Mi fe en ti nunca flaqueaPorque te conozco, porque te amo.
Mi bien amada, estoy aquí, contigo.

TODAVIA ES PERTINENTE

Lectura: Salmo 19:7-11
Pues habéis nacido de nuevo . . . mediante la palabra de Dios que vive y permanece. --1 Pedro 1:23.
Se estima que cada año se publican unos 300.000 libros nuevos en todo el mundo. ¡Qué torrente de impresiones! Sin embargo, hay un volumen que se destaca por encima de todos los demás: la Biblia.
¿Cómo explicamos el atractivo de este antiguo libro? La respuesta es sencilla. Es la Palabra de Dios, dada en lenguaje humano, y nos habla acerca de nuestro Creador y sus propósitos para el mundo. Pero también nos da la más precisa comprensión de la perpleja naturaleza de la humanidad y por qué nos comportamos como lo hacemos.
Robert Coles, profesor de la Universidad de Harvard, ha entrevistado a cientos de personas en muchas sociedades distintas. Cuando se le preguntó qué ha aprendido de su investigación sobre la naturaleza humana, el doctor Coles señaló a la Biblia que tenía en su escritorio y dijo: «Nada de lo que he descubierto en la constitución de la naturaleza humana contradice de ninguna forma lo que he aprendido de los profetas hebreos. . . y de Jesús y las vidas que Él tocó.»
Los escritos de otros y nuestra propia experiencia nos pueden enseñar mucho acerca de por qué nos comportamos como lo hacemos. Pero sólo la Biblia nos dice que nuestro corazón pecaminoso es el meollo del problema, y que podemos ser cambiados desde adentro si confiamos en Jesús.
Sí, la Biblia todavía es pertinente. ¿Está creciendo tu amor por este antiguo libro?
LA BIBLIA ES UN ESPEJO QUE NOS DEJA VERNOS A NOSOTROS MISMOS TAL COMO DIOS NOS VE.

viernes, 30 de mayo de 2008

COMPROMETIDA A SERVIR

Lectura: Rut 1:1-18
. . . adonde tú vayas, iré yo. . . . Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. --Rut 1:16.
Las palabras más conocidas de Rut se escuchan con más frecuencia en las bodas, a pesar de que fueron dichas por una afligida viuda joven a Noemí, su suegra. Rut dijo: «Adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios» (Rut 1:16).
Rut no tenía ninguna responsabilidad legal ni cultural con Noemí, quien también era viuda y no tenía medios para mantenerse. Nadie hubiera culpado a Rut por quedarse con su propio pueblo en Moab adonde las oportunidades de volverse a casar eran mayores.
Noemí incluso apremió a Rut para que se quedara, pero Rut estaba decidida a ir con ella a Judá y a seguir a su Dios. La abnegada devoción de Rut fue considerada digna de alabanza. Booz, el futuro esposo de Rut, le dijo: «Todo lo que has hecho por tu suegra después de la muerte de tu esposo me ha sido informado en detalle . . . que el Señor recompense tu obra» (2:11-12).
Las promesas que se hacen en una boda están llenas de esperanza y significado, pero las palabras de Rut han sobrevivido a través de los siglos debido a su inmutable compromiso con Dios y con una persona en necesidad. Ella nos señala el valor que tiene un sacrificio de amor hecho para el Señor, y Sus ricas bendiciones para todos los que se entregan abnegadamente a los demás.
UNA VIDA LLENA DE AMOR AL SE"OR Y A LOS DEMÁS ES UNA VIDA QUE LLENA.

jueves, 29 de mayo de 2008

EL DIA EN QUE JESUS GUARDO SILENCIO

Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estabá en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear…
En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré en aquel inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones.
Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado: “Muchachas que me hangustado”. Lo abrí descuidadamente y empece a pasar las fichas. Tuve que detenerme por la impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: ¡se trataba de las muchachas que a mí me habían gustado!
Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.
Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.
Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga, empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.
Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para ver si alguien me observaba.
El archivo “Amigos” estaba al lado de “Amigos que traicioné” y “Amigos que abandoné cuando más me necesitaban”.
Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. “Libros que he leído”, “Mentiras que he dicho”, “Consuelo que he dado”, “Chistes que conté”, otros títulos eran: “Asuntos por los que he peleado con mis hermanos”, “Cosas hechas cuando estaba molesto”, “Murmuraciones cuando mamá me reprendía de niño”, “Videos que he visto”…
No dejaba de sorprenderme de los títulos.En algunos ficheros habían muchas mas tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de lo que yo pensaba.Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.
¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. Cada una escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.
Cuando vi el archivo “Canciones que he escuchado” quedé atónito al descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.
Cuando llegué al archivo: “Pensamientos lujuriosos” un escalofrío recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros.. Me avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que “ese” momento, escondido en la oscuridad, había quedado registrado… No necesitaba ver más…
Un instinto animal afloró en mí. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie debe de ver estas tarjetas jamás. Nadie debe entrar jamás a este salón..¡Tengo que destruirlo!.
En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón. Me desesperé y trate de tirar con mas fuerza, sólo para descubrir que eran mas duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.
Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar.Apoyando micabeza al interminable archivo, testigo invensible de mis miserias, y empecé a llorar. En eso, el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación:
“Personas a las que les he compartido del amor de Jesús”. La manija brillaba, al abrirlo encontré menos de 10 tarjetas. Las lagrimas volvieron a brotar de mis ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar. Caí de rodillas al suelo llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.
Y mientras me limpiaba las lagrimas, lo vi. ¡Oh no!, ¡por favor no!, ¡El no!, ¡cualquiera menos Jesús!. Impotente vi como Jesús abría los cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.
Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. ¿Por qué tiene que leerlos todos? Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. El, se acerco, puso sus manos en mis hombros.
Pudo haber dicho muchas cosas. Pero el no dijo una sola palabra. Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio… y lloró conmigo.
Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. ¡No!, le grité corriendo hacia El.
Lo único que atiné a decir fue solo ¡no!, ¡no!, ¡no! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía por que estar en esas fichas. No eran sus culpas, ¡eran las mías! Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubrió el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.
No entiendo como lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo:
Consumado es, está terminado, yo he cargado con tu vergüenza y culpa.
En eso salimos juntos del Salón… Salón que aún permanece abierto…. Porque todavía faltán más tarjetas que escribir…
Aún no se si fue un sueño, una visión, o una realidad… Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará más fichas de que alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.
Romanos 10:13-15 (Nueva Versión Internacional)
13 porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!

ARREPENTIMIENTO Y REGOCIJO

Lectura: Salmo 51
La Biblia En Un Año:
Daniel 7-9
Abandone el impío su camino . . . y vuélvase al Señor, que tendrá de él compasión. . . . --Isaías 55:7.

Una mujer cristiana preguntó a otro creyente cómo estaba. Con una amplia sonrisa contestó: «¡Arrepintiéndome y regocijándome, hermana!»
Creo que este hombre andaba en un espíritu de arrepentimiento: confesando a diario y volviéndose de sus pecados, al tiempo que se regocijaba en el perdón de Dios.
Puesto que el arrepentimiento honesto implica tristeza, podemos olvidar que el arrepentimiento conduce al regocijo. Cuando nos arrepentimos por primera vez y nos hacemos creyentes experimentamos un gran gozo. Pero si luego optamos por vivir con pecado no confesado, ese gozo se pierde.
David creía que su gozo podía restaurarse. Después de derrramar su oración de arrepentimiento a Dios hizo esta humilde súplica: «Restitúyeme el gozo de tu salvación» (Salmo 51:12). Cuando David se volvió al Señor recuperó su sentido de propósito: «Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti» (v.13). Por medio de su fe en un Dios perdonador y misericordioso, David comenzó a regocijarse de nuevo en su salvación (vv.14-15).
¿Pierdes a veces el gozo de tu salvación por no lidiar con tus pecados? Si los confiesas, Dios te perdonará (1 Juan 1:9). Él restaurará tu gozo y te ayudará a vencer el pecado que te atormenta. Eso es lo que significa ser un cristiano que «se arrepiente y se regocija».
LA CONVICCIÓN NOS PONE TRISTES. LA CONFESIÓN NOS DA ALEGRÍA.

miércoles, 28 de mayo de 2008

EL LABRADOR Y SU HIJO (UNIDAD)

Un labrador anciano tenía varios hijos jóvenes que se llevaban mal entre sí, peleaban contantemente.
Un día les congregó a todos y mando traer unas cuántas varas, las colocó todas juntas e hizo un haz con ellas, les preguntó cuál de ellos se atrevía a romperlo.
Uno tras otro todos se esforzaron para lograrlo, pero ninguno pudo conseguirlo.
Entonces el padre desató el haz y tomando las varas una a una les mostró cuán fácilmente se partían, y enseguida les dijo:
-De esta manera, hijos míos, si estáis todos unidos nadie podrá venceros; pero si estáis divididos y enemistados el primero que quiera haceros mal os perderá.

Efesios 4:3
Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz
.4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza;
5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo;
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.

LA VERDAD LIBERA

Lectura: Juan 8:28-36
Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. --Juan 8:32.
Un amigo mío cristiano compartió conmigo varios problemas en una conversación telefónica. Particularmente le preocupaban su frustración y su ira. Pero aparentemente, le ayudaba conversar con alguien. Al día siguiente me envió este mensaje electrónico: «Después de hablar contigo leí las notas que tengo en mi Biblia y encontré varias páginas que me hablaban personalmente. Sin embargo, lo que más me ayudó fue darme cuenta de que el cristianismo es realmente la verdad. Supongo que para un cristiano, esto debería ser obvio. Pero para mí fue un fresco recordatorio de que Jesús es en verdad el Hijo de Dios y que me ama.»
El escritor Os Guinnes cuenta de un cristiano joven e inquisidor que exclamó: «Siempre supe que la fe cristiana era verdad, pero nunca me dí cuenta ¡de que era tan verdad!»
Mientras estos creyentes buscaban entender mejor el evangelio descubrieron de nuevo lo que Jesús prometió: «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:32).
¿Necesitas darte cuenta de nuevo de lo que es la verdad en tu vida? Entonces pasa tiempo escudriñando las Escrituras (la verdad escrita), y busca fervientemente a Jesucristo (la verdad viva). Al poco tiempo, la vieja y conocida verdad de Jesús y su amor se volverán refrescantemente nuevas para ti y te harán verdaderamente libres.
EL ÚNICO CAMINO A LA LIBERTAD ES LA VERDAD DE CRISTO.

martes, 27 de mayo de 2008

COMO LOS ARBOLES DE CALIFONIA REDWOODDS

Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los “Redwoods”, me han comentado que son espectaculares. Algunos llegan a tener hasta 100 metros de altura.
Raramente, estos grandes árboles tienen unos sistemas de raíces inusualmente cortas que solo se encuentran debajo de la superficie del suelo para obtener toda la humedad de la superficie posible. Y esta es su vulnerabilidad.
Sin embargo, muy pocas veces se verá uno de estos gigantes derribado por tormentas porque ellos crecen en rocas y sus raíces enredadizas proveen sosten el uno para el otro en tiempo de vientos recios.
Cuando estamos juntos, ya sea como familia iglesia o amigos, proveemos esta misma clase de sostén.El dolor y el sufrimiento nos llega a todos. Pero, así como estos gigantes árboles Sequoia, podemos ser sostenidos en esos tiempos díficiles por el toque de las vidas de otros. El saber que tenemos a alguien; que no estamos solos; que hay alguien que está dispuesto a tocarnos, sostenernos, guardarnos de ser destruidos.

Gálatas 6:2 “Sobrellevad los unos las cargas de los otros;
”Romanos 12:15 “Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran.
”1 Corintios 12:26-27 “Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.

APRENDE A DAR

Lectura: Lucas 19:1-10
Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres. . . . --Lucas 19:8.
Muchas personas que viven en países ricos han llegado a sentir una carga por la acumulación de bienes materiales que ya no necesitan ni usan. Pero les cuesta mucho deshacerse de cosas que obstruyen sus casas y sus negocios. Después de mudarse cinco veces en cuatro años, una mujer dijo: «¿Sabes cuántas cosas traje a cada una de las casas? Me he dicho a mí misma: "¿Dónde tenías la cabeza cuando mudaste todo esto?"» Entonces contrató a un organizador profesional para que la ayudara a aprender a deshacerse de cosas.
La gente se aferra a sus posesiones por muchas razones diferentes. Parece que Zaqueo tenía ese problema porque era avaro (Lucas 19:1-10). Pero la historia de este acaudalado cobrador de impuestos que se subió a un árbol para ver a Jesús culminó en un cambio total de corazón cuando Zaqueo dijo: «He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres» (v.8). Luego prometió: «Si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado.» Jesús respondió diciendo: «Hoy ha venido la salvación a esta casa» (v.9).
La nueva libertad espiritual que Zaqueo encontró se pudo observar cuando él pasó de recibir a dar. El hecho de que ya no fuera tan avaro reveló un corazón renovado.
¿Sucede lo mismo con nosotros?
NO HABREMOS APRENDIDO A VIVIR HASTA QUE NO HAYAMOS APRENDIDO A DAR.

MEDICO, CURATE A TI MISMO

Todo estaba preparado para la operación. Y todo obedecía las más rigurosas reglas de higiene y asepsia. Las enfermeras estaban listas. El equipo quirúrgico estaba listo. Y aunque no era una operación difícil, la corrección de una hernia, era una circunstancia especial. El cirujano sería el doctor Coronel Truta, de setenta años de edad, de Bucarest, Rumania.
Se administró anestesia local profunda. Luego el doctor empuño el bisturí y abrió el vientre. Prosiguió con la destreza de un veterano cirujano y rectificó el daño. Pero lo raro de esta operación era que Truta se la estaba haciendo a sí mismo. Se trataba de una autocirugía.

«Lo hago -explicó el doctor Truta- para demostrar que es posible, y para que vean que lo que enseño, lo practico, hasta en mí mismo.»

No podemos menos que admirar a este cirajano que, con su propia mano aplicada a sí mismo, dio prueba que estaba dispuesto a demostrar en carne propia que él practicaba lo que enseñaba. Pero el doctor Truta ilustró algo más. Ilustró un dicho antiguo que, en cierta ocasión, citó el Señor Jesucristo mismo: «¡Médico, cúrate a ti mismo!" (Lucas 4:23). Y en efecto, Cristo realizó en sí mismo la cura radical de los pecados de toda la humanidad cuando dio su vida en la cruz del
Calvario. Ampliando la lección, ¡qué fácil nos es demandar de otros lo que nosotros mismos no queremos hacer! El ejemplo clásico es el del padre que le dice al hijo qué cosas debe y no debe hacer, pero su propio comportamiento es todo lo contrario. Ante esto hay que decir: «Médico,
cúrate a ti mismo.»
¿Y qué de la autoridad civil, política o militar que le aplica a sus ciudadanos la fuerza de la ley cuando ellos mismos viven al margen de sus propias demandas? Aquí, también, hay que decir: «Médico, cúrate a ti mismo.»
Tenemos, también, al esposo para quien la absoluta fidelidad matrimonial no existe, y sin embargo si su esposa hace lo mismo, la mata. «Médico, cúrate a ti mismo.»
¿Y qué del líder religioso que exige de sus feligreses que lleven una vida de santidad y pureza, y él mismo anda adulterando no sólo su vida, sino también los principios sanos que él mismo predica? «Médico, cúrate a ti mismo.»
Seamos sinceros. Aconsejemos con nuestra vida y no sólo con los labios. Así lo hizo nuestro Maestro, el Señor Jesucristo.

MEJOR PEDER UN PIE QUE PERDER LA VIDA

Con un seco y sonoro ¡clic! se cerró la trampa. Era una trampa de acero, silenciosa y traicionera, oculta en la nieve por hojas de pino. Serge Cherblinko, cazador de osos en los bosques de Siberia, andaba de cacería. Sin darse cuenta, pisó donde no debió hacerlo, y la trampa clavó en él sus dientes de acero.
Serge sabía que por sí solo le sería imposible librarse de la trampa. El dolor era intenso, y la noche se aproximaba, con sus fríos, sus lobos y sus osos. Ahí mismo, solo y en medio del bosque, tomó una decisión drástica. Con su cuchillo de monte, se amputó el pié, y renqueando y arrastrándose como pudo, regando sangre por el camino, cubrió los dos kilómetros hasta llegar al refugio. Perdió un pié, pero se salvó la vida.

La noticia en la prensa internacional, aunque muy triste, nos deja una tremenda y clara lección. Es mucho mejor perder un miembro del cuerpo que perder toda la vida. Si la opción es perder un pié, o un ojo, o un miembro cualquiera del cuerpo, o perder la vida, cualquiera cedería uno de sus miembros antes que entregarse a la muerte.
¡Cuántas no han sido la veces que el cirujano se acerca a la cama del paciente y le dice: «Para salvarle la vida tenemos que amputarle la pierna»! Y como más vale la vida que una pierna, el paciente se somete. La vida misma siempre vale más que cualquier miembro del cuerpo.
Asmismo sucede con la vida espiritual, la vida eterna. Jesucristo conocía el incalculable valor de la vida eterna, así que un día, al predicarles a las multitudes, dijo: «...si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno» (Mateo 5:29-30).

Si la vida física vale más que cualquier miembro de nuestro cuerpo, la vida espiritual, que es eterna, vale más que cualquier cosa en esta vida. Y sin embargo, ¡qué fácil nos es apegarnos a nuestros antojos injustos e inmorales aunque así perdamos la vida eterna! Jesús lo expresó con una claridad diáfana al decir que si ganamos el mundo entero, pero perdemos nuestra alma, lo hemos perdido todo. No cedamos lo eterno por lo efímero. Ni cedamos la gloria celestial por la vanagloria de este mundo. Al contrario, pidámosle a Cristo que sea el Señor y Dueño de nuestra vida.

MAÑANA PUDE SER TARDE

¿Ayer?... ¡Eso hace tiempo!...
¿Mañana?... No nos es permitido saber...
Mañana puede ser muy tarde...
Para decir que amas,
Para decir que perdonas,
Para decir que disculpas,
Para decir que quieres intentar nuevamente...
Mañana puede ser muy tarde...
Para pedir perdón,
Para decir: ¡Discúlpame, el error fue mío...!

Tu amor, mañana, puede ser inútil;
Tu perdón, mañana, puede no ser preciso;
Tu regreso, mañana, puede que no sea esperado;
Tu carta, mañana, puede no ser leída;
Tu cariño, mañana, puede no ser más necesario;
Tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos...

Porque mañana puede ser muy... ¡muy tarde!

No dejes para mañana para decir: ¡Te amo!
¡Te extraño!
¡Perdóname!
¡Discúlpame!
¡Esta flor es para ti!
¡Te encuentras muy bien...!

No dejes para mañana
Tu sonrisa,
Tu abrazo,
Tu cariño,
Tu trabajo,
Tu sueño,
Tu ayuda...

No dejes para mañana para preguntar:
¿ Puedo ayudarte ?
¿ Por qué estás triste?
¿ Qué te pasa
¡Oye!...Ven aquí, vamos conversar...
¿ Dónde está tu sonrisa ?
¿ Aún me das la oportunidad ?...
¿ Percibiste que existo?
¿Por qué no empezamos nuevamente ?
Estoy contigo.¿ Sabes que puedes contar conmigo?
¿ Dónde están tus sueños?
Recuerda : ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde!
¡Busca!
¡Pide!
¡Insiste! ¡Intenta una vez más!
¡Solamente el "hoy" es definitivo!
¡Mañana puede ser tarde... muy tarde ..!

Simplemente...tu día es hoy

LA OTRA MUJER

Después de 21 años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.
-Tú sabes que la amas me dijo un día, tomándome por sorpresa-. La vida es demasiado corta debes dedicar tiempo.
-Pero yo te amo a ti- protesté.
-Lo sé. Pero también la amas a ella.
La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, quien era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente. Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine. ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? me preguntó, mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche, o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.
-Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo -le respondí- Los dos solos.
Reflexionó sobre ello un momento.
-Me agradaría muchísimo.-dijo.
Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba algo nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... y ¡por Dios Cuando llegué a su casa, advertí que ella también estaba muy emocionada con nuestra cita. Me esperaba en la puerta con su abrigo puesto, se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último aniversario de boda Su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel. Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas -me comentó mientras subía a mi auto-. No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada.

Fuimos a un restaurante no muy elegante pero sí acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera "La primera dama". Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos solo veían
grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaban en los labios. Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño - me dijo. Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor -respondí.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, solo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine. Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar - dijo mi madre cuando la llevé a casa. Asentí.
-¿Cómo estuvo tu cita? - quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.
-Muy agradable...mucho más de lo que imaginé..- Contesté.
Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía: " La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué 2 platos uno para ti y el otro para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. Te amo".

En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo: TE AMO y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales_tiempo, porque ellos no pueden esperar

LAS MANOS DE DIOS

Cuando observo el campo sin arar, cuando los aperos de labranza están olvidados, cuando la tierra esta quebrada y abandonada me pregunto:
- ¿Dónde están las manos de Dios?
Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil.
Cuando veo al prepotente y pedante, enriquecerse del ignorante y del pobre, del obrero y del campesino carente de recursos para defender sus derechos, me pregunto:
- ¿Dónde están las manos de Dios?
Cuando contemplo a esa anciana olvidada, cuando su mirada es nostálgica y balbucea aún palabras de amor por el hijo que la abandonó, me pregunto:
- ¿Dónde están las manos de Dios?
Cuando miro a ese joven, antes fuerte y decidido, ahora embrutecido por la droga y el alcohol. Cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y ahora con harapos, sin rumbo, sin destino; me pregunto:
- ¿Dónde están las manos de Dios?
Cuando esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar la existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo; me pregunto:
- ¿Dónde están las manos de Dios?
ando aquél pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico o su miserable cajita de dulces sin vender. Cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán o debajo de algún puente titiritando de frío, con unos cuantos periódicos que cubren su frágil cuerpecito. Cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo veo sin esperanza vagar con la única compañía de un perro callejero, me pregunto:
- ¿Dónde están las manos de Dios?
Y me enfrento a él y le pregunto:
- ¿Dónde están tus manos Señor?, para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados. Después de un largo silencio, escuché su voz que me reclamó:
- ¿No te has dado cuenta que TÚ eres mis manos?. ¡Atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar las estrellas!
Y entonces comprendí que las manos de Dios somos TÚ y YO. Nosotros somos los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y más justo, aquellos cuyos ideales sean más altos que no puedan acudir a la llamada del destino, aquellos que desafiando el dolor, la crítica, la blasfemia, se reten a sí mismos para ser las manos de Dios.
Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están sin llenar, que no han dado lo que deberían dar. Te pido perdón por el amor que me diste y que no he sabido compartir. Sé que las debo usar para amar y conquistar la grandeza de la creación. El mundo necesita esas manos llenas de ideales y estrellas, cuya obra magna sea contribuir día a día a forjar una civilización.
Unas manos que busquen valores superiores, que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado y puedan al final llegar vacías al cielo porque entregaron todo el amor para el que fueron creadas.
Y entonces Dios seguramente dirá:
- Estas, ¡son mis manos!

LA MURALLA DE NIEVE

Cuando el año 1814 empezó, tropas de suecos, cosacos, alemanes y rusos estaban a media hora de marcha de la ciudad de Sleswick.
noticias terribles del comportamiento de los soldados venían desde el campo cada día. Se pensaba que el ataque final llegaría la medianoche del 5 de enero, que se acercaba.
En las afueras de la ciudad, en el lado por donde venían los enemigos, había una casa solitaria, y en ella había una anciana creyente, que estaba orando seriamente con las palabras de un antiguo himno, para que Dios levantase una muralla alrededor de ellos, para que el enemigo no pudiera atacarles. En esa misma casa vivían su hija, viuda, y su nieto, un joven de 20 años. Él oyó la oración de su abuela, y no pudo evitar decir que no comprendía cómo ella podía pedir algo tan imposible como que un muro se construyera alrededor de la casa para librarlos del enemigo. La anciana añadió:
- "Sin embargo, ¿piensas que si fuera la voluntad de Dios construir una muralla alrededor de nosotros, sería imposible para Él?
Llegó la terrible noche del 5 de enero y a la medianoche los soldados empezaron a entrar en todos lados. La casa de la que hablábamos estaba cerca de la carretera, y era mayor que las casas que estaban cerca, que eran solo casas muy pequeñas. Sus habitantes miraban con ansioso temor cómo los soldados entraban en una y otra casa para pedir lo que quisieran; pero todos pasaron de largo de su casa.
Durante todo el día había habido una terrible nevada (la primera del invierno) y hacia la noche la tormenta se hizo tan violenta que apenas se reconocía con otros años.
Al final cuatro partidas de cosacos llegaron, porque la nieve no los dejara entrar antes en la ciudad por otro camino. Esta parte de las afueras estaba un poco lejos de la ciudad misma. Las casas cercanas a donde vivía la anciana se vieron así llenas con 50 o 60 de estos hombres salvajes. Fue una noche terrible para los que vivían en esa parte de la ciudad, llena a rebosar con tropas enemigas. Pero ni un solo soldado entró en la casa de la abuela; y en medio de los gritos de alrededor ni siquiera se oyó un golpe en la puerta para asombro de la familia.
A la mañana siguiente, cuando salió el sol, vieron la causa. La tormenta había descargado una cantidad tal de nieve entre la carretera y la casa que no se podía llegar allí.
- "¿Ves ahora, hijo mío," -dijo la anciana- "que fue posible para Dios levantar una muralla alrededor de nosotros?".

LA MUÑECA DE LA ROSA BLANCA

De prisa, entre en la tienda por departamentos a comprar unos regalos de Navidad a ultima hora.
Miré a mi alrededor toda la gente que allí había y me moleste un poco. "Estaré aquí una eternidad; con tanto que tengo que hacer", pensé. La Navidad se había convertido ya casi en una molestia. Estaba deseando dormirme por todo el tiempo que durara la Navidad. Pero me apresuré lo mas que pude por entre la gente en la tienda.
Entre en el departamento de juguetes. Otra vez más, me encontré murmurando para mi misma, sobre los precios de aquellos juguetes. Me pregunté si mis nietos jugarían realmente con ellos. De pronto, me encontré en la sección de muñecas. En una esquina, me encontré un niñito, como de 5 años, sosteniendo una preciosa muñeca; estaba tocándole el cabello y la sostenía muy tiernamente. No me pude aguantar; me quede mirándolo fijamente y preguntándome para quien sería la muñeca que sostenía, cuando de pronto se le acerco una mujer, a la cual el llamo tía.
El niño le pregunto: "Estás segura que no tengo dinero suficiente?" Y la mujer le contesto, con un tono impaciente: "Tu sabes que no tienes suficiente dinero para comprarla". La mujer le dijo al niño que se quedara allí donde estaba mientras ella buscaba otras cosas que le faltaban. El niño continuó sosteniendo la muñeca.
Después de un ratito, me acerqué y le pregunté al niño para quién era la muñeca. El me contesto: "Esta muñeca es la que mi hermanita deseaba con tanto anhelo para Navidad. Ella estaba segura que Santa Claus se la iba a traer." Yo le dije que lo mas seguro era que Santa Claus se la traería. Pero el me contesto: "No, Santa no puede ir a donde mi hermanita esta. Yo le tengo que dar la muñeca a mi mamá para que ella se la lleve a mi hermanita", Yo le pregunte donde estaba su hermana y el niño, con una cara muy triste me contesto: "Ella se ha ido con JESÚS, mi papa dice que mamá se va a ir con ella también".
Mi corazón casi deja de latir. Volví a mirar al niño una y otra vez. El continuó: "Le dije a Papá que le dijera a Mamá que no se fuera todavía. Le dije que le dijera a ella que esperara un poco hasta que yo regresara de la tienda." El niño me pregunto si quería ver su foto y le dije que me encantaría, entonces, el saco unas fotografías que tenia en su bolsillo y que había tomado al frente de la tienda y me dijo: "Le dije a Papá que le llevara estas fotos a mi Mamá para que ella nunca se olvide de mi. Quiero mucho a mi Mamá y no quisiera que ella se fuera. Pero Papá dice que ella se tiene que ir con mi hermanita".
Me di cuenta que el niño había bajado la cabeza y se había quedado muy callado. Mientras el no miraba, metí la mano en mi cartera y saqué unos billetes. Le dije al niño que contáramos el dinero otra vez. El niño se entusiasmo mucho y comento: "Yo se que es suficiente." Y comenzó a contar el dinero otra vez. El dinero ahora era suficiente para pagar la muñeca. El niño, en una voz muy suave, comento: "Gracias JESÚS por darme suficiente dinero". El niño entonces comento: "Yo le acabo de pedir a JESÚS que me diera suficiente dinero para comprar esta muñeca, para que así mi Mama se la pueda llevar a mi hermanita. Y El oyó mi Oración. yo le quería pedir dinero suficiente para comprarle a mi Mamá una Rosa Blanca también, pero no lo hice. Pero El me acaba de dar suficiente para comprar la muñeca y la Rosa para mi Mamá. A ella le gustan mucho las Rosas, le gustan mucho las Rosas Blancas."
En unos minutos la tía regreso y yo, desapercibidamente, me fui. Mientras terminaba mis compras, con un espíritu muy diferente al que tenia al comenzar las compras, no podía dejar de pensar en el niño. Seguí pensando en una historia que había leído en el periódico unos días antes, acerca de un accidente causado por un conductor ebrio, el cual había causado un accidente donde había perecido una niñita y su Mamá estaba en estado de gravedad. La familia estaba deliberando en si mantener o no a la mujer con vida artificial y máquinas. Me di cuenta de inmediato que este niño pertenecía a esa familia.
Dos días mas tarde leí en el periódico que la mujer del accidente había sido apartada de la maquinaria que la mantenía viva y había muerto. No me podía quitar de la mente al niño.
Mas tarde ese día, fui y compré un ramo de Rosas Blancas y las lleve a la funeraria donde estaba el cuerpo de la mujer. Y allí estaba, la mujer del periódico, con una Rosa Blanca en su mano, una hermosa muñeca, y la foto del niño en la tienda. Me fui llorando... mi vida había cambiado para siempre. El amor de aquel niño por su madre y su hermanita era enorme. En un segundo, un conductor ebrio le había destrozado la vida en pedazos a aquel niñito.
Ahora tu tienes la opción, tu puedes cambiar de actitud y ser mas sensible ante la necesidad de los demas, pudiendo convertirte en Instrumento de DIOS para ayudar a otros con tu actitud...

LA INMESIDAD DEL UNIVERSO

(Dios) cuelga la Tierra sobre nada...
Su espíritu adornó los cielos...

He aquí, estas cosas son sólo los bordes de sus caminos.
Job 26:7, 13-14

El huesped de un profesor de literatura consideraba el cristianismo como anticuado. Cierta vez dijo, sonriendo a su anfitrión, a quien conocía como creyente:
-El concepto del mundo tal como nos lo proporciona la Ciencia hace que la vieja fe cristiana sea un simple disparate. ¿Puede Dios -si efectivamente existe
- interesarse por seres vivientes tan pequeños como nosotros, que andamos por un planeta tan insignificante? Esto es un invento de la gente que cree que la Tierra es un disco y que las estrellas se hallan a pocos kilómetros de ella.

-¿Quién creyó esto?
- Quiso saber el profesor.

-Todos esos personajes del cristianismo primitivo, de los cuales usted me habla a menudo
- Contestó el huésped
El profesor, tomando un libro, preguntó a su interlocutor:
-¿Conoce usted esta obra?

-Si
-dijo éste-, es de Ptolomeo, el astrónomo alejandrino del siglo II, en el cual se basó la astronomía de la Edad Media.

-Por favor, lea este pasaje -le pidió el profesor. Su invitado leyó:

"En comparación con la distancia a la cual se hallan las estrellas fijas, la tierra no tiene un tamaño digno de mención y debe ser considerada como un punto.
"
Hubo una pausa.
-¿Lo sabían en aquel tiempo? -preguntó el sorprendido huésped-, entonces, ¿por qué no lo mencionan las enciclopedias modernas?
Pese a la grandeza del universo y la insignificancia de la Tierra y de sus moradores, el Señor Jesús quiso venir a este mundo.

ESTOY SIEMPRE CONTIGO

¿Me necesitas? Estoy aquí contigo.
No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver.
No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.
No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos.
Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos.
Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.
No soy una visión extraña. No soy un misterio.
Sólo en silencio absoluto, más allá del "yo" que aparentas ser puedes conocerme, y entonces sólo como un sentimiento y como Fe.
Todavía estoy aquí contigo, Todavía te oigo.
Todavía te contesto.
Aunque me niegues, estoy contigo.
En los momentos en que más solo crees encontrarte, Yo estoy contigo.
Aún en tus temores, estoy contigo.
Aún en tu dolor, estoy contigo.
Estoy contigo cuando oras y cuando no oras.
Estoy en ti y tu estas en Mí.
Sólo en tu mente puedes sentirte separado de Mí, pues solo en tu mente están las brumas de "lo tuyo" y "lo mío".
Sin embargo tan solo con tu mente puedes conocerme y sentirme.
Vacía tu corazón de temores ignorantes.
Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo.
De ti mismo no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo.
Yo estoy en todo.
Aunque no puedas ver bien, el bien está allí, pues Yo estoy allí.
Sólo en Mí el mundo tiene significado; sólo de Mí toma el mundo forma;
Sólo por Mí el mundo sigue adelante.
Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas y el crecimiento de toda célula viva.
Soy el amor que es el cumplimiento de la ley.
Soy seguridad, Soy paz, Soy unificación, Soy la ley por la cual vives.
Soy el amor en el que puedes confiar. Soy tu seguridad.
Soy tu paz, Soy uno contigo, YO SOY.
Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte.
Aunque tu fe en Mi es insegura. Mi fe en ti nunca flaquea porque te conozco, porque te amo.
Mi bien amado, estoy aquí, contigo.
Jesús

¿EN MANOS DE QUIEN?

Una pelota de baloncesto en mis manos vale unos $19.
Una pelota de baloncesto en las manos de Michael Jordan vale alrededor de $33.000.000.

Todo depende de: en manos de quién está el asunto.

Una raqueta de tenis en mis manos, no sirve para nada.
Una raqueta de tenis en manos de Pete Sampras, significa el Campeonato en Wimbledon.

Todo depende de: en manos de quién está el asunto.

Una honda en mis manos es un juego de niños.
Una honda en manos de David es el arma de la victoria del Pueblo de Dios.

Todo depende de: en manos de quién está el asunto.

Dos panes y cinco peces en mis manos son un par de sandwiches de pescado.
Dos panes y cinco pesos en manos de Jesús son el alimento para miles.

Todo depende de: en manos de quién está el asunto.

Unos clavos en mis manos pueden servir para construir una pajarera.
Unos clavos en las manos de Jescuristo producen la salvación de toda la humanidad.

Todo depende de: en manos de quién está el asunto.

Como has visto, todo depende de: en manos de quién está el asunto.

Pon tus proyectos, tus preocupaciones, tus miedos, tus deseos, tus sueños, tu familia y tus relaciones en manos de Dios.

Todo depende de: en manos de quién está el asunto...

lunes, 26 de mayo de 2008

EL HOMBRE QUE TENIA MUCHO

Una vez había una familia que no era ni rica ni pobre. Vivían en una pequeña casa de campo de Ohio. Una noche se sentaron juntos para cenar y alguien tocó la puerta. El padre se acercó a abrir.
Ahí estaba un hombre viejo con ropa desgarrada, pantalones rotos y sin botones. Cargaba una canasta llena de verduras. Le preguntó a la familia si querían comprarle algunas. Ellos aceptaron porque querían que se fuera rápido.
Con el paso del tiempo, la familia y el hombre viejo se hicieron amigos. El hombre le traía verduras cada semana a la familia. Pronto se enteraron de que él era ciego y que tenía cataratas en los ojos. Pero era tan amigable que aprendieron a esperar ansiosamente sus visitas y a disfrutar de su compañía.
Un día, mientras entregaba las verduras, dijo:
- ¡Ayer tuve la más grande bendición! Encontré una canasta de ropa afuera de mi casa que alguien me dejó.
La familia, sabiendo que él necesitaba ropa, dijo:
-¡Qué maravilloso!
El hombre viejo y ciego, dijo:
- La parte más maravillosa es que encontré una familia que verdaderamente necesitaba esa ropa.
Recuerda, la felicidad no depende de lo que eres o lo que tienes.

Juan 10:10yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

UN MAL HABITO

Un mal hábito
Lectura:
Éxodo 17:1-7
. . . tentaron al Señor, diciendo: ¿Está el Señor entre nosotros o no? --Éxodo 17:7.
La mayoría de la gente tiene uno o dos malos hábitos. Algunos hábitos son simplemente irritantes, como cuando la persona habla demasiado o muy rápidamente. Otros son mucho más graves.
Considera, por ejemplo, el mal hábito que tenía el pueblo de la antigua Israel. Acababan de ser librados de la esclavitud (Éxodo 14:30), y tenían que haber estado agradecidos. Pero en lugar de ello empezaron a quejarse a Moisés y a Aarón: «Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en la tierra de Egipto» (16:3).
En Éxodo 17 leemos que sus quejas aumentaron y llegaron a ser riña. En realidad, sus quejas eran contra Dios, pero pelearon con Moisés porque él era el líder. Dijeron: «¿Por qué nos has hecho subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?» (v.3). El pueblo hasta comenzó a cuestionar si Dios en realidad estaba con ellos (v.7). Sin embargo, Él siempre suplió sus necesidades.
Si somos honestos tendríamos que admitir que a veces nos quejamos cuando Dios no nos responde de la forma en que queremos. Lo acusamos de estar ausente o de no estar interesado. Pero cuando nuestro corazón está preocupado por los propósitos de Dios y no por los nuestros, tendremos paciencia y confiaremos en que Él va a proporcionar todo lo que necesitamos. Así no desarrollaremos el mal hábito de quejarnos.
SI QUIERES VENCER EL HÁBITO DE QUEJARTE CUENTA TUS BENDICIONES.

domingo, 25 de mayo de 2008

FIRME SU OBRA CON EXCELENCIA

Ya sea que tenga dinero en el banco
O negocie a futuro en Wall Street…
Venda hamburguesas en un puesto de playa

O prepare platos de pasta en un restaurante de cinco estrellas…
Corte árboles gigantescos en el noroeste

O recoja leña y la distribuya…
Entrene a un equipo

O pastoree una congregación…
Publique libros de éxito

O distribuya periódicos bien temprano en la mañana…
Sea estrella de sus propios programas de televisión

O repare videocaseteras…
Administre muchas hectáreas de granja

O corte césped y los arbustos en el vecindario…
Salga a vender computadoras

O conduzca un camión cargado de maquinaria…
Construya casas

O limpie piscinas…
Discuta casos delante de un juez

O se encargue de disputas familiares como consejero
Hágalo lo mejor que pueda
No hay tareas inferiores. Solamente las personas que las ven como tales se vuelven inferiores al realizarlas.
Toda tarea es un autorretrato de la persona que la ejecuta. Firme su obra con excelencia.
Daniel 6:3Pero este mismo Daniel sobresalía entre los funcionarios y sátrapas porque había en él un espíritu extraordinario.

¿ ESTAS AGOTADO ?

Lectura: 2 Corintios 4:1-10
Por tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia, no desfallecemos. --2 Corintios 4:1.
Leí una historia acerca de un pastor de una pequeña iglesia rural en Escocia. Los ancianos de esa iglesia lo habían obligado a irse, pues decían que no veían fruto en su ministerio. La villa en la cual trabajaba era un lugar difícil. Los corazones de la gente eran fríos y hostiles a la verdad. Durante el tiempo que el pastor trabajó allí, no hubo conversiones ni bautizos. Pero él recordaba una respuesta positiva a su predicación.
Cuando pasaban el plato para recoger las ofrendas, un niño colocaba el plato en el piso, se ponían de pie y se metía dentro. Cuando le pidieron que explicara por qué lo hacía contestó que la vida del ministro lo había conmovido profundamente, y que aunque no tenía dinero para dar, quería darse a sí mismo completamente a Dios.
El niño que se metió dentro del plato era Bobby Moffat, quien en 1817 se convirtió en misionero pionero en Sudáfrica. Dios lo usó grandemente para tocar muchas vidas. Y todo comenzó con aquella pequeña iglesia y la obra fiel de aquel pastor a quien no apreciaban.
Tal vez no veas fruto en la obra que haces para el Señor. ¡Sigue siendo fiel! No te desanimes, sino pide a Dios que te fortalezca con Su poder (2 Corintios 4:1,7). En su tiempo y a su manera, Él va a producir cosecha si no te das por vencido (Gálatas 6:9).
UNA COSECHA FRUCTÍFERA REQUIERE UN SERVICIO FIEL.

sábado, 24 de mayo de 2008

BUSCANDO CENTAVOS

Un día un muchachito estaba caminando cuando descubrió un centavo de cobre brillando en el polvo. Lo recogió y lo sostuvo con entusiasmo. ¡El centavo era suyo y no le había costado nada!
Desde ese día, dondequiera que caminaba, mantenía gacha la cabeza, sus ojos inspeccionando atentamente el suelo en busca de más centavos, y quizá otros tesoros aun mayores. Durante su vida, por supuesto, encontró más dinero.
En realidad, recogió 302 centavos, 24 monedas de cinco centavos, 41 de diez centavos, 8 de veinticinco centavos, 3 monedas de medio dólar y un gastado dólar de papel… un total de $12.82. Mantuvo en lugar seguro su tesoro, protegiéndolo como una “herencia gratis” de riqueza. Se gozaba con el hecho de que ese dinero no le había costado nada.
¿O sí le había costado? Durante la búsqueda de su tesoro perdió de ver la plena belleza de 35 127 puestas de sol, el esplendor de 327 arco iris, la hermosura de blancas nubes flotando por encima de su cabeza en un cielo de cristal azul, pájaros volando a gran altura, ardillas saltando en los árboles de rama en rama por encima de los senderos que transitaba y el brillo de las hojas de otoño danzando contra un fondo de sol otoñal.
Lo que obtuvo, $12.82, no fue con seguridad igual a lo que perdió.
Los hombres, mientras buscan sus sustento, se olvidan de vivir.

Salmo 127:2 Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a su amado aun mientras duerme.
Tomado de: El libro devocionario de Dios para los hombres.

LA RECONPESA DEL SUFRIMIENTO

Lectura: Romanos 5:1-5
. . . también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia. --Romanos 5:3.
Un joven cristiano se acercó a un creyente mayor y le preguntó: «¿Puede orar para que yo sea más paciente?» Así que se arrodillaron juntos y el hombre empezó a orar: «Señor, envíale tribulación a este joven en la mañana; envíale tribulación en la tarde; envíale. . .» Justo entonces, el joven creyente exclamó: «¡No, tribulación no! Yo le pedí paciencia.» «Ya lo sé --dijo el sabio cristiano--, pero es a través de la tribulación que aprendemos a ser pacientes.»
La palabra «paciencia» en la Escritura para hoy puede significar la capacidad de permanecer firme en medio de las dificultades sin ceder. John A. Witmer escribió: «Sólo un creyente que haya pasado por angustia puede desarrollar la constancia. Eso, a su vez, desarrolla el carácter.»
Cuando el apóstol Pablo dijo a los cristianos de Roma que «la tribulación produce paciencia» (Romanos 5:3), estaba hablando por experiencia personal. Él había sufrido azotes, latigazos, apedreamiento, naufragio y persecución. Sin embargo, seguía constante en su fe y no evadió su responsabilidad de predicar el evangelio.
Si estás pasando por una prueba difícil, ¡alabado sea Dios! Bajo su sabio control, todo lo que nos sucede, ya sea agradable o doloroso, está diseñado para desarrollar un carácter cristiano. Es por eso que nos podemos gloriar en la tribulación.
EL QUE ESPERA EN EL SEÑOR NO SERÁ ABATIDO POR EL PESO DE LA ADVERSIDAD.

viernes, 23 de mayo de 2008

UNA BUENA REPUTACION

Rogelio era un buen empleado, nada espectacular, pero confiable, puntual, de temperamento equilibrado y siempre dispuesto a hacer un poco más.
Bernardo también hacía un buen trabajo, pero no le importaba ir por un atajo para terminar un trabajo, ni retirarse unos minutos antes para atender sus necesidades personales.
Cuando el señor Jones su supervisor, anunció que iban a promover a uno, Rogelio contó con su historial y su reputación para ganar el puesto.
Bernardo hizo tenazmente un trabajo de pasillo al contar a varios de sus compañeros de trabajo que Rogelio se había apropiado de sus ideas para la reducción de costos, había hecho malversación de fondos y que era conocida su costumbre de extralimitarse en su hora de almuerzo.
Tuvo cuidado, no obstante, de comenzar todas sus observaciones diciendo: “Esto queda entre nosotros dos…”
Cuando a la semana siguiente el señor Jones anunció que el ascenso había sido para Rogelio, este recibió un fuerte aplauso de sus compañeros de trabajo.
Ninguno se sorprendió, salvo Bernardo. Después de todo, la reputación de Rogelio lo había precedido.
Lo mismo pasó con la de Bernardo.
El hombre que no teme a la verdad no tiene nada que temer de las mentiras.
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.”Colosenses 3:23
Y Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para El Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23.

DIOS NO COMETE ERRORES

No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal. --Romanos 12:21.
Unos cuantos días después de llegar al campus de la Universidad A&M de Tejas en 1984, a Bruce Goodrich lo despertaron a las 2:00 a.m. Unos compañeros de clases que estaban allí antes que él lo sacaron de la cama para iniciarlo en el Cuerpo de Cadetes, un programa de adiestramiento estilo militar.
A Bruce lo obligaron a hacer ejercicio y a correr varios kilómetros en condiciones calurosas y húmedas. Cuando por fin se derrumbó, le dijeron que se levantara y que siguiera. Se derrumbó otra vez, cayó en coma y murió más tarde ese mismo día.
Poco tiempo después de la tragedia, el padre de Bruce escribió una carta a la administración, el profesorado y el cuerpo de estudiantes. Dijo: «Deseo aprovechar esta oportunidad para expresar el agradecimiento de mi familia por la gran demostración de preocupación y solidaridad de parte de la Universidad A&M de Tejas y de la comunidad por la pérdida de nuestro hijo Bruce. . . . Espero que les sirva de algún consuelo saber que no abrigamos mala voluntad alguna por el asunto. Sabemos que nuestro Dios no comete errores. Bruce tenía una cita con su Señor y ahora está seguro en su hogar celestial. Cuando se hace la pregunta «¿por qué sucedió esto?», una respuesta tal vez sea: «Para que muchos consideren dónde van a pasar la eternidad.»
La confianza en la soberanía de Dios puede convertir el escándalo en compasión y el odio en preocupación.
NO HAY TRAGEDIA QUE ESTÉ POR ENCIMA DE LA SOBERANÍA DE DIOS.

jueves, 22 de mayo de 2008

EMPUJA LA VAQUILLA

Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vió a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:
- En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aqui?
El señor calmadamente respondió:
- Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los dias. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.
El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fué. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:
- Busca la vaquita, llévala al precipicio de alli en frente y empújala al barranco.
El joven espantado vió al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vió morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un bello día el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Asi lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fué recibido por un señor muy simpático, el joven preguntó por la familia que vivía ahí hace unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo ahí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor:
- ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?
El señor entusiasmado le respondió:
- Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.

Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina, nos hace dependientes, el mundo casi se reduce a lo que la vaquita nos produce.
Descubre cual es tu vaquita para empujarla por el precipicio.

EL PARALITICO

Un predicador había estado dando conferencias en Hampshire, en un lugar alejado de la zona donde solía evangelizar. Al volver a su casa, pasó frente au pequeño grupo de casas que estaba oculto enre unas colinas y árboles. Una de las casas era una choza, desolada en extremo, y con muestras evidentes no solo de pobreza, sino también de descuido. El techo se caía a trozos, con agujeros por donde penetraba la luz del sol de día o la de las estrellas de noche. Cuando llovía, el agua encontraba un camino fácil por en medio de las goteras, y la nieve también se debía colar con facilidad. Había dos ventanas, una sobre otra, porque la casa era de un piso; pero había trozos de madera y paja rellenando los huecos en las paredes.
El pastor traspasó el humbral de aquella casa de miseria y encontró al ocupante de la casa. Éste tenía como 29 años de edad, y su aspecto era patético por lo desproporcionado de sus formas, producto de una crianza dolorosa por una madre borracha ¡Pobre Wiliam, sufrió mucho en su niñez! La influencia de esa madre malvada aún pesaba sobre él, y era ella quien remendaba las paredes. Tan repugnante era el estado de la casa, que el predicador estuvo a punto de marcharse, y dejar solo al pobre joven, que estaba sentado en u taburete bajo entre la mesa sucia y una silla rota. No había nada más en la habitación, excepto un libro abierto entre las piernas del pobre lisiado, que él estaba leyendo atentamente. El pastor le preguntó:
-¿Qué haces? ¿Qué lees?
-El nuevo testamento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo -fue la respuesta.
El predicador decidió que antes de presentarse y dar a conocer su oficio, intentaría conocer el verdadero carácter del hombre. Por lo tanto...
-¿Encuentras, como dicen muchas personas religiosas, que se deriva mucho bien de leer ese libro? ¿Crees que me haría mejor?
El joven miró con expresión de solemnidad y seriedad, lleno de significado y mostrando que ese cuerpo deformado era morada de un alma viva, dijo:
-Si el mismo Espiritu que movió a los santos hombres de antaño a escribirlo abre tu corazón, entonces te hará bien, sino no; porque "el hombre natural no recibe las cosas del Espíritu de Dios; porque le son locura; ni las puede conocer, porque se deben discernir espiritualmente.
Este lenguaje era maravilloso para un hombre como aquel y en un lugar como ese. El pastor se olvidó entonces de las circunstancias, de la casa horrible y del aspecto externo de Wiliam, y se dio cuenta de que hablaba con uno que era de la generación escogida, real sacerdocio. El era un hermano amado; y al momento sintió los lazos de esa bendita comunión. Pero fiel a su plan original, decidió poner a prueba estas palabras, y le dijo:
-¿Cómo puedes saber eso? ¿Cómo llegaste a saberlo? Tú no eres un hombre de estudios...
El joven miró seriamente al predicador, como intentando descubrir su alma, y añadió:
-No sé quién es usted, señor, ni qué le ha traído aquí; pero este libro me dice que esté presto para dar a todo hombre que me lo pida la razón de la esperanza que hay en mí; y le pido a Dios que lo pueda hacer con humildad y temor. Usted ve, señor, que soy un lisiado, pero usted no sabe cuán gran pecador soy.
-¿Cómo es eso? No puedes emborracharte, apostar como otros hacen... ¿Cómo has pecado?
-Soy uno de los mayores pecadores del mundo. Yo pensé que porquye Dios me hizo un hombre lisiado y pobre, y me castigaba por nada, yo pensé que podría tener libertad para pecar; porque yo decía que Él no sería tan duro como para castigarme después de crearme paralítico. Y como era el pecado más fácil para mí, me dediquñe a jurar y a blasfemar horriblemente. Sin embargo, hace tres años, y bendito sea Dios por ello, un día cuando iba con las muletas a la puerta, me cogió muy fuertemente la luz del sol, y me doló, y clamé y caí al suelo. Entonces me vino un pensamiento: "¿Qué bien he hecho en toda mi vida? Ninguno. ¿Cómo pretendo ir al cielo? No iré allí, iré a otro lugar." Como ve no sabía de otra manera de ir al cielo que por mis buenas obras.
Bien -insistió el pastor- ¿hay otra manera aparte de las buenas obras para ganar el favor de Dios?
La cara del joven lisiado se iluminó mientras respondía:
Por las obras de la Ley nadie será justificado; porque por la Ley es el conocimiento del pecado; no por obras de justicia que hayamos hecho, sino según a su misericordia Él nos salvó por el lavamiento de la regeneración del Espíritu Santo, que Él derramó en nosotros abundantemente por Cristo Jesús nuestro Salvador. Pero en esta situación de desamparo, yo oré; y fueron oraciones muy extrañas, supongo, las más raras que usted haya oído en su vida. Pero Dios oyó mis oraciones. De alguna manera le agradaron. Orar es justo decirle a Dios lo que queremos de Él. Entonces me dediqué a leer el Nuevo Testamento que teníamos en casa. Al principio no encontré nada sino lo que me condenaba, palabras terribles: "serpientes y generación de víboras, ¿cómo escaparéis a la condenación del infierno? Entonces lo leí una y otra vez, y cuando llegué al bendito capítulo primero de la Primera Epístola de Juan, y leí esas preciosas palabras: "la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado", entonces sentí que su preciosa sangre me limpió, y me pareció estar en un mundo nuevo. Ahora podía arrepentirme, ahora podía creer, ahora podía amar a Dios; y si tuviera mil vidas, las habría entregado a Cristo.
-Bien -preguntó el pastor- ¿ya no has vuelto a pecar desde entonces?
Movió su cabeza con una sonrisa triste y contestó:
-Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
-Pero si ibas a pecar después de todo eso, ¿no será mejor seguir en ignorancia?
La rápida respuesta fue:
-Teniendo confianza que Él ha empezado la buena obra en nosotros, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; si algún hombre peca, tenemos abogado con el Padre, Jesucristo el justo, y Él es la propiciación por nuestros pecados.
Este pobre paralítico, que nunca había leído otro libro salvo la Bibloia, nunco ayó un sermón, ni cruzó el umbral de una casa de oración, estaba, no obstante, por la enseñanza del Espíritu de Dios, aplicándose su Palabra, evidentemente haciéndose así sabio para salvación, rico en fe, un hijo de Dios y un heredero de su Reino. Él poseíabelleza espiritual, a pesar de su deformidad corporal; y aunque vestido de harapos, estaba cubierto con los gloriosos ropajes de justicia del Redentor.
Para probar a Wiliam en otra dirección, su desconocido amigo le preguntó:
-¿Piensas entonces que no te importa que peques, o como vivas, ahora que Él es tu Salvador?
Con santa indignación en su cara, exclamó:
-¡Dios lo prohiba! ¿Cómo nosotros que estamos muertos al pecado viviremos más en él? Porque el amor de Cristo nos constriñe; pensando esto, que si uno murió por todos, entonces todos murieron; y para que los que vivimos no vivamos para nosotros mismos sino para aquel que murió por nosotros, y resucitó.
Mientras decía esto con un espíritu muy serio, observó en la cara del predicador, y vió una lágrima. El pobre joven inmediatamente exclamó con gozo irreprensible:
-¡Estoy seguro de que usted no es lo que parece! Decidme ¿quién es usted?, y ¿por qué vino a verme?
La respuesta estaba madura ahora:
-Mi querido hermano cristiano, soy un pobre pecador que ha sido guiado como tú por el Espíritu Santo a confiar en que Jesús murió por los impíos. Acabo de decir a tus vecinos que "la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro".
El efecto de esta declaración sobre William fue inmediata. Se levantó como pudo de su asiento, cogió las manos del predicador, y cayendo sobre sus rodillas, exclamó una profunda y alegre acción de gracias:
-Oh, mi Dios te doy gracias. Has oído mi oración. Oré para que pudiera ver y hablar con uno de tu pueblo antes de morir.
Luego siguió una alegre charla sobre el Evangelio y los asuntos de Dios, y oraron y alabaron a Dios. Se volvió a visitar a William, que al poco eimpo, durmió en Jesús.

EL NOBLE Y EL CAMPESINO

Fleming era un agricultor pobre de Inglaterra. Un día, mientras trataba de ganarse la vida para proporcionar sustento a su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente, soltó sus herramientas y corrió hacia la ciénaga. Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando, luchando con todas sus fuerzas por intentar liberarse del fango. El agricultor, sin pensárselo dos veces, salvó al niño de lo que pudo haber supuesto una lenta y agónica muerte.

Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor inglés. Un noble inglés, elegantemente vestido, descendió del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
- Yo quiero recompensarle, dijo el noble inglés. Usted salvó la vida de mi hijo.
- No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, respondió el campesino, rechazando la oferta. En ese momento, el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la humilde casa familiar.
- ¿Es ése su hijo? preguntó el noble.
- Sí, respondió el agricultor lleno de orgullo.
- Le voy a proponer un trato: deje que me lleve a su hijo y le ofrezca una buena educación. Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso.
El modesto labrador, agradecido, aceptó la propuesta.

Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming, el agricultor, se graduó en la escuela de Medicina de St. Mary's Hospital en Londres y se convirtió en un personaje conocido en todo el mundo, el distinguido Sir Alexander Fleming, descubridor de la penicilina. Algunos años después, el hijo del noble inglés cayó enfermo de pulmonía. ¿Qué fue lo que le salvó? La penicilina. ¿El nombre del noble inglés? Randolph Churchill. ¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill, quien fuera primer ministro de Inglaterra.

Alguien dijo una vez: Siempre recibimos a cambio lo mismo que ofrecemos.
Trabaja como si no necesitaras el dinero.
Sonríe como si nunca te hubieran herido.
Ama como si nunca nadie te hubiese defraudado.

EL ARBOL CONFUNDIDO

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.
Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era."
Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves que fácil es?"
No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves que bellas son?"
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:
-No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tu
mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior."
Y dicho esto, el búho desapareció.
¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió... Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:
"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión "Cúmplela".
Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.
Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente felíz.

Yo me pregunto al ver a mí alrededor, ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?
¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?
¿Cuántos naranjos que no saben florecer?
En la vida, todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar...

EL AMOR Y LA LOCURA

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los
hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:

* ¿Vamos a jugar a las escondidas? La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó:

* ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?

* Es un juego - explicó la LOCURA- en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA, la ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si al final siempre la
hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse...

* Uno, dos, tres... comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO,que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que sí ¿un lago cristalino? Ideal para la BELLEZA. Que sí la ¿hendija de un árbol? Perfecto para la TIMIDEZ. Que sí el vuelo de la mariposa? Lo mejor para la VOLUPTOSIDAD. Que sí ¿una ráfaga de viento? Magnífico para la LIBERTAD.Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.

El EGOISMO, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes.

El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante. Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

* Un millón - contó la LOCURA- y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA solo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología y la PASION y el DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.En un descuido encontró a la ENVIDIA y claro, así pudo deducir donde estaba el TRIUNFO.

Al EGOISMO no tuvo ni que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA y con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos, el TALENTO entre la hierba fresca; a la ANGUSTIA, en una oscura cueva; a la MENTIRA detrás del arco iris...(mentira, si ella estaba en el fondo del océano), y hasta el OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando a las escondidas, pero sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio.

La LOCURA buscó detrás de cada árbol bajo, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR; la LOCURA no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez
se jugó a las escondidas en la Tierra:

¡¡¡ EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA !!!

PROTECCION

Al observar una película documental sobre la vida de los tiburones, un buzo descendía a las profundidades del mar, protegido por una jaula de barrotes de acero. Después de arrojar un cebo especial a las aguas, toda la zona se llenó de voraces tiburones que comenzaron a atacarlo.
Las escenas que siguieron evidenciaron la crueldad y fuerza de los escualos. Con gran violencia intentaban cercenar el cuerpo del hombre rana, y en su furia mordían los barrotes, perdiendo dientes en el intento. Entre el buzo y la muerte sólo estaban los barrotes de la jaula.
El Señor me mostró con claridad que debemos estar siempre revestidos de la armadura divina. Así nos ataca el enemigo: con furia y fuerza. Si nos cubrimos con la armadura de Cristo, se romperá los dientes sin conseguir tocarnos.
Salmos 3:3Mas tú, Dios, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.Salmos 18:2Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y la fuerza de mi salvacion mi refugio.Salmos 91:4Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.

EL ASUNTO NO ES SER AMABBLE

Lectura: Romanos 3:21-28
Siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús. --Romanos 3:24.
Tus dos vecinos más cercanos son Ernestina Discusión y Jorge Sonrisa. Ernestina tiene una lengua mordaz y te informa rápidamente cuando la pelota de fútbol de tus hijos cae en su patio. Jorge, el hombre más amable que hayas podido conocer, siempre es amigable. Le encanta jugar pelota con los muchachos. Te regala verduras de su hortaliza y te ayuda siempre que lo necesitas.
¿No sería bueno que la señora Discusión se hiciera creyente en Cristo? Si Dios obrara en su vida podría llegar a ser tan amable como el señor Sonrisa. Es evidente que ella necesita al Señor, así que oras por ella. Nunca se te ocurre orar por el señor Sonrisa también.
Pero, ¿podría ser que no entendiéramos algo aquí? Jesús no murió en la cruz solamente para convertir a la gente difícil en gente amable. Toda persona, difícil o amable, necesita salvación. Él vino a pagar la pena por nuestros pecados con su muerte sacrificatoria (Romanos 5:6-8). Ofrece perdón a todos los que ponen su confianza en Él (3:28). Una vez que la persona nace de nuevo debe llegar a ser alguien más amable. Pero ese no es el propósito primordial del Señor cuando nos salva.
Tanto la señora Discusión como el señor Sonrisa necesitan a Dios. Sin Él están perdidos y necesitan Su salvación (tal como tú y yo). Fue por eso que vino Jesús, a ofrecernos nueva vida de arriba. TODOS NECESITAMOS SALVACIÓN, SEAMOS AMABLES O NO.

miércoles, 21 de mayo de 2008

ESTRELLAS

Hay personas Estrella y hay personas Cometa.
Los Cometa pasan. Apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven.
Los Estrella, en cambio, permanecen.
Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida apenas por instantes; no cautiva a nadie, y nadie la cautiva. Es gente sin amigos, que pasa por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia.
Así son muchos artistas. Brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida.
Y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen.Así son muchos reyes y reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. También entran los hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la mayor facilidad.
Así son las personas que viven en una misma familia y pasan al lado de otro sin ser presencia, sin existir.
Lo importante es ser Estrella. Hacer sentir nuestra presencia, ser luz, calor, vida. Los amigos sonEstrella. Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero en nuestros corazones quedan sus marcas.
Ser Cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones.
Es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo.La soledad es el resultado de una vida Cometa.Nadie permanece, todos pasan.Y nosotros también pasamos por los otros.
Es necesario crear un mundo de personas Estrella, verlas y sentirlas todos los días, contar con ellas siempre, ver su luz y sentir su calor. Así son los Amigos: estrellas en nuestras vidas.
Se puede contar con los amigos. Ellos son refugio en los instantes de tensión, luz en los momentos oscuros, pan en los períodos de debilidad, seguridad en los pasajes de desánimo.
Al mirar a las personas Cometa es bueno no sentirnos como ellas, ni desear el agarrarnos de su cola. Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella, dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia, vivir y construir una historia personal.
Es bueno sentir que somos luz para muchos amigos y que ellos nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó.
Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas.

Lucas 8:16Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz.
Juan 1:5La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Juan 8:12Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo;el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.