lunes, 22 de junio de 2009

LOS ANGELES L.A.

Hay personas, ciudades o lugares que tienen nombres los cuales se tornan comunes en el diario vivir, pero que en realidad el origen del mismo es impresionante o a veces enigmático.
La ciudad de Los Ángeles en el Estado de California es uno de esos casos. El nombre real de esa ciudad es: Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles de la Porciúncula.
El 2 Agosto de 1796, exploradores españoles y sacerdotes franciscanos llegaron a un río de Nuestra Señora de los Ángeles de la Porciúncula. Para la orden de los franciscanos el 2 agosto es la fiesta del perdón.
Comenzó esta fiesta celebrándose ese día en una capilla de Asís (Italia) llamada “Porziuncula” que en italiano significa: “pequeña porción”.
Con el tiempo se la denominó también fiesta de la porciúncula y como el 2 Agosto los exploradores llegaron a lo que es hoy Los Ángeles, por eso le pusieron “ de la Porciúncula al final de tan largo nombre.
Los Ángeles se fundó el 4 de Septiembre de 1781, y tomó el nombre de su río. Como es un nombre largo, se abrevió a Los Ángeles; y si hay prisa solo se le dice: L.A.
Para Dios los nombres tienen también profundo significado, no por lo que quieren decir sino por quién lo lleva. Él te conoce por tu nombre y día a día te llama por nombre aunque tú no lo escuches.
Sus planes personales para ti llevan incluido tu nombre y un día dice la Biblia te dará un nombre nuevo.
Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. Génesis 35:10
Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste.Isaías 45:4
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. Apocalipsis 2:17

SIN NEGAR

Lectura: Filipenses 2:12-18.
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas” Filipenses 2:14
Durante mi primera semana en el seminario bíblico, tuvimos varios días de orientación en los que se nos dio un libro de reglas para estudiar. Varios días después, durante una reunión para tratar dichas reglas, un estudiante se levantó y preguntó: «¿Qué es ‘no negar’? ¿y por qué está prohibido?»Se refería a una declaración en el libro de reglas que él había leído mal. En vez de «negar» decía «renegar» -quejarse o refunfuñar.Una regla prohibiendo renegar es perfectamente comprensible. El cáncer de un espíritu de queja puede minar la salud espiritual y emocional de una persona y puede infectar a todo un grupo. Esto puede dar como resultado el descontento, la frustración e incluso la rebelión.Moisés escuchó al pueblo de Dios renegar tan sólo a tres días de haber comenzado a guiarlo de la esclavitud a la libertad (Éxodo 15:24). Siglos después, Samuel sintió el peso de las quejas cuando buscó representar a Dios ante su generación (1 Samuel 8:4-9).Un espíritu de queja también puede destruir la efectividad de una iglesia. Pablo le escribió a la iglesia en Filipos: «Haced todo sin murmuraciones y contiendas» (Filipenses 2:14).Tenemos que evitar un espíritu de queja cuando servimos a Cristo. En vez de ello, ¡regocijémonos y agradezcámosle a Dios por todo lo que ha hecho! No se permite renegar. Cuando sientas ganas de renegar, comienza a contar tus bendiciones.