sábado, 11 de abril de 2009

HOY..VERE MI TRABAJO COMO UNA OPORTUNIDAD

“Empleados, obedeced a vuestros patronos terrenales con respeto y honor, con sencillez de vuestro corazón; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad del Señor, sirviendo de buena voluntad como al Señor y no a los hombres” Efesios 6:5-7
El trabajo es una bendición de Dios. Muchas veces lo he visto como una carga y por ello pierdo de vista la gran oportunidad que tengo allí de servir al Señor. Hoy quiero ver mi trabajo como un lugar y una oportunidad para servir al Señor. Por eso cuando en este día entre en mi lugar de trabajo,quiero llevar conmigo la presencia de Dios. Hoy quiero hablar la paz del Señor y compartir su gracia y su perfecto orden en la atmósfera de mi trabajo.
Hoy reconozco el señorío del Señor sobre todo lo que hable, todo lo que piense,todo lo que decida y todo lo que realice dentro de las paredes de mi lugar de trabajo.
Hoy quiero agradecerle al Señor por todos los dones que él ha depositado en mi. No tomo ligeramente esos dones, sino que me comprometo a usarlos responsablemente y usarlos bien. Dios me ha dado un abastecimiento fresco de la verdad y la belleza para hacer lo mejor y productivo en mi trabajo. Dios me ha dado creatividad, ideas y energía para impactar ese lugar donde desempeño mis labores y esa creatividad y esas ideas quiero usarlas responsablemente.
Hoy quiero que el Señor sea mi guía en mi trabajo cuando este confundido y me de energía cuando este cansado. Que él me de luz cuando la necesite y esperanza cuando ya sienta que desmayo.
Qué hoy pueda en mi trabajo traer esperanza, vida y ánimo a los que conmigo laboran y que pueda transmitir eso en la manera como hago lo que hago. Que pueda traer agua fresca en medio del ambiene tenso y los que esten a mi lado puedan descansar. Que en mi sonrisa se refleje la sonrisa del Señor y en mi mirada se exprese la ternura de él. Qué con mi compañia, el solitario se sienta reanimado y el triste vuelva a sonreir.
Se que oiré noticias no muy agradables en mi trabajo, pero no quiero ser el mensajero de esas malas noticias. Lo que anhelo es estar satisfecho con lo que hago para transmitir esa satisfacción a los demás-
Hoy quiero en mi trabajo expresar lo mismo que dijo el Salmista en el Salmo 36 versos 7-9. “Cuán preciosa es tu bondad oh Dios. Por lo tanto los hijos de los hombres ponen su confianza bajo la sombra de tus alas.
Ellos están abundantemente satisfechos en tu casa y tu les das a ellos de beber del rio de tus placeres. Tú eres la fuente de la vida y en tu luz yo veo la luz. Amén

ALABANZA MATUTINA

Una joven profesional se fue de su hogar a la ciudad de New York. Le alquiló un cuarto a una anciana de Suecia que había emigrado a los Estados Unidos años antes. La propietaria le ofreció una habitación limpia, baño común y, además, podía utilizar la cocina, todo a un precio razonable.
La pequeña mujer sueca de pelo blanco, estableció con claridad las reglas de la casa. Nada de bebidas o cigarros, ni comida en los cuartos, etc. Haciendo una pausa a mitad de su declaración, la señora preguntó:
-¿Canta usted? ¿Toca algún instrumento? ¡La música es buena! Yo solía tocar el piano en la iglesia, pero ya no lo hago. Estoy muy vieja. Mi oído ya no es tan bueno, pero amo alabar a Dios con la melodía. Él ama la música.
Después de un día completo de ajetreo en el nuevo cuarto, la joven durmió profundamente hasta las cinco y treinta de la mañana. Despertó por horribles ruidos provenientes del piso inferior. Bajó las escaleras y siguiendo el sonido llegó hasta la puerta de la cocina. Allí estaba la señora, frente al fogón, acicalada para ese nuevo día, ¡cantando con júbilo a todo lo que daban sus pulmones!
La joven nunca había escuchado una voz tan horrible. No obstante, era preciosa para Dios, y la escuchó repetidamente cada amanecer, mientras vivió en la habitación alquilada, ubicada justo sobre la cocina.
La dama sueca falleció pocos años después. La joven siguió su camino, se casó y tuvo su propia familia. Ahora se encuentra sola, y su sentido del oído se ha deteriorado un poco. Sin embargo, cada mañana se le puede ver frente al fogón cantando, fuera de tono y en voz alta, ¡pero llena de gozo, alabando al Señor!
¡Una forma gloriosa de comenzar el día!
Salmo 100:2Venid ante Él con cánticos de júbilo.

HAZ CASO CUANDO TE INDUCE

Lectura: Hechos 16:6-10.
"Y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió" Hechos 16:7
El viernes, mi día de descanso como pastor, el Espíritu Santo me indujo a llamar a una joven madre soltera de nuestra comunidad de fe para ver si había logrado reparar su automóvil. Tuve algunas reservas en cuanto a llamarla, pero obedecí.No sabía que mi obediencia ayudaría a salvarle la vida. Más tarde ella dijo: "El viernes en el trabajo estaba planteando quitarme la vida, pero creo que Dios estuvo allí para ayudarme en mi hora de necesidad. Hizo que el Pastor Williams me llamara, y con tan sólo el sonido de su voz, me hizo saber que Él me amaba".El apóstol Pablo debió haber tenido reservas cuando el Espíritu Santo le indujo a él y a su equipo a no ir a las provincias de Asia y Bitinia. En vez de ello, sintieron el llamado del Espíritu para ir a Macedonia y predicar las buenas nuevas. En cada situación, obedecieron cuando el Espíritu les inducía. Como resultado de ello, Pablo y su equipo fueron el instrumento para el nacimiento de una nueva comunidad de fe en Filipos (Hechos 16:11-15).Como creyentes en Cristo en quienes mora el Espíritu Santo (Efésios 2:22), nuestro deseo debe ser agradarle a Él. No contristemos al Espíritu Santo (Efésios 4:30) ignorando cuando nos induce suavemente. Cuando le obedecemos, podríamos ser usados por Dios para guiar a alguien a Cristo, para discipular a nuevos creyentes -o incluso para ayudar a salvar la vida de alguien.
Haz la elección correcta: Obedece a la voz del Espírtu.