jueves, 28 de mayo de 2009

HOY..VERE TU LUZ EN LA OSCURIDAD

“y una luz resplandeció en la cárcel” Hechos 12:7.
Dios es Luz. Donde está Dios no hay tinieblas. Su luz disipa las sombras más tenebrosas que puedan venir sobre nosotros.Me sentía apesadumbrado y en medio de la noche más oscura un rayo de luz viono sobre mi.Si, a veces en el ministerio nos sentimos como en una cárcel y sin un rayo de luz cerca de nosotros. Pero si hemos mantenido una vida devocional activa en cualquier momento la luz resplandecerá por nosotros o a favor de otros.Una época me sentí sin luz, como si una sombra se hubiese puesto sobre mi. Perdí en esos días el deseo de orar y de buscar el resplandor de su gloria mientras la tristeza me rodeaba. Le dije a mi esposa que tenía como cinco días sin ánimo de orar, lo seguía haciendo pero sin fervor y no quería sentirme así. Como al sexto día entre en mi oficina en Panamá para orar pero con el mismo sentir y mientras oraba sin animo y deseo, de pronto sentí que la sombra se rompió y casi literalmente sentí como un rayo de luz que entró e iluminó mi mente y la tristeza desapareció y volví a sentir el anhelo y la alegría. Salí de la oficina y le dije a mi esposa: “Se acaba de romper lo que por seis días he sentido”. Al día siguiente mi esposa y yo fuimos a la ciudad de Colón a ministrar allí y mientras mi esposa ministraba yo salí a caminar un poco y el pastor Adolfo Hudson, quién ahora está con el Señor, detuvo su carro y me saludo y me dijo: Hermanos hace unos seis días Dios me ha puesto una inquietud dentro de mi corazón de orar por usted. No se que ha pasado, pero déjeme decirle que he estado gimiendo por usted. Le conté lo que había experimentado y juntos dimos gracias a Dios. Dios movió a otro líder a interceder por mi y un rayo de luz llegó a la cárcel. Vale la pena renovarnos cada día en la vida devocional.No importa las sombras que puedan llegar sobre mi hoy, la oración es el recurso dejado por Dios para pedir que su luz venga así como el verso de Hechos 12:7 narra que luz vino en la cárcel donde Pedro se encontraba , La Iglesia oraba y Dios en respuesta envió Luz.Señor, Este es un gran día para ver tu luz en mi, sobre mi y alrededor de mío.
Gracias por dejarme la oración como el maravilloso medio para recurrir a ti en medio de la más oscura noche. Hoy confieso que veré tu luz. Amén.

SONRIE

Sonríe… lo haces muy bien. Sonríe. Que a través de ella se caen los muros de la timidez.
Sonríe… lo haces muy bien. Que al sonreir se levanta el cálido susurro del cántico de la amistad.
Sonríe… lo haces muy bien. Cuando te lo propones se desata en ti lo especial que eres.
Sonríe… lo haces muy bien. Al sonreir llegan los hermosos colores del saludo fraternal.
Sonríe… lo haces muy bien. Al mirarte en tu propia sonrisa ves los detalles del amor en su mágico esplendor.
Sonríe… lo haces muy bien. Porque te acaricias el alma cada vez que te muestras contento.
Sonríe… lo haces muy bien. Es el reflejo de tu ser que se evidencia cuando enseñas lo mejor de tí.
Sonríe… lo haces bien. El brillo de tus ojos acompaña a tu sonrisa para explotar como estrellas brillantes en la oscuridad nocturna.
Sonríe… lo haces muy bien. Ya que al mostrar tu sonrisa se suaviza el momento del coraje que pasastes ayer.
Sonríe… lo haces muy bien. Es que tu sonrisa se proyecta hacia el cielo y perfuma el ambiente con gratos olores que suenan a libertad.
Sonríe… lo haces muy bien. Sonido de ternura que arropa los sentidos, los cuales se saborean los barriles de miel que hasta ellos llega cuando tú los dejas oir.
Sonríe… lo haces muy bien. Al hacerlo logras conquistar al mundo. Porqué ¿quién puede resistirse a tu hermosa, graciosa y dulce sonrisa?
Sonríe… lo haces muy bien. Es tu carta de presentación. Sonríe… lo haces muy bien. Ella nos deja ver al niño travieso que llevas por dentro.
Sonríe… lo haces muy bien. Dios se ha placido en regalártela por lo tanto es tuya y debes reciprocar el gesto a aquellos que a tu alrededor están.
Sonríe… lo haces muy bien. Esta te conduce a ser amigo, amado, estimado, apreciado, valorizado, esperado, invitado, distinguido, recordado. Y a disfrutar de los agradables, gustosos, placenteros, ricos, abundantes y plácidos instantes que te regala la vida.
Sonríe… lo haces muy bien. Es el paso de agradecimiento a tu Creador por dejarte vivir hoy, por que el ayer ya pasó.
Sonríe… lo haces muy bien. Es el peldaño que te sube por los tramos del deseo de vivir, de gozar, de soñar, de volver a sonreir. Es tu derechoante la vida… tu obligación al mundo y ante ti mismo.
Y lo haces muy bien…Y los que te rodean lo necesitan también.
Annie Ortiz
La sonrisa es la demostración física de la alegría del alma.

Pondrá de nuevo risas en tu boca,y gritos de alegría en tus labios. Job 8:21
Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría,alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en abundancia.Salmo 4:7
Por eso mi corazón se alegra,y se regocijan mis entrañas; todo mi ser se llena de confianza.
Salmo 16:9

¿ESTAMOS ESCUCHANDO?

Lectura: Salmo 119:41-48.
"Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos" Santiago 1:22
Una fascinante película realizada en los años 50, La Siguiente voz que escuches, cuenta la historia de una familia con una cantidad normal de pruebas y tensiones. Luego, una noche, la voz de Dios habla por la radio. Pero no sólo en la radio de esta familia: la voz de Dios se escucha en todo el mundo en cada radio, diciendo lo mismo al mismo tiempo. Al principio las personas reaccionan con incredulidad, luego, con temor. Sin embargo, después de varios días de escuchar a "La Voz", las actitudes, las acciones y las prioridades de las personas comienzan a cambiar. El impacto de lo que Dios estaba diciendo afectó directamente la manera en que vivían sus vidas. He escuchado a personas decir: "¡Si tan sólo Dios me hablara! Si tan sólo me dijera lo que tengo que hacer, lo haría". Pero la realidad más sencilla es que Dios ya nos ha hablado por medio de Su Palabra, la Biblia. ¿Le escuchamos cuando habla?. El salmista deseaba obedecer la Palabra de Dios "para siempre y eternamente" (119:44). Y Santiago advirtió acerca de ignorarla cuando dijo: "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos" (Santiago 1:22). ¿Cómo responderías si Dios comenzara a hablarte en tu radio? Podemos estar agradecidos de que Dios sí nos habla -no en la radio sino en las Escrituras. Seamos lo suficientemente sabios como para escuchar y obedecer.
En las obras de Dios vemos Su mano;
en Su palabra escuchamos Su corazón