domingo, 27 de julio de 2008

EL BROCHAZO

Una vez un artista estaba pintando la bóveda de un templo, y con frecuencia daba unos pasos hacia atrás en el andamio, para contemplar su obra. Se encontraba tan absorto contemplando su trabajo, que no se había dado cuenta de que iba a caer en el pavimento que estaba a gran distancia del andamio.
Otro pintor, hermano de aquel, viéndolo en peligro y comprendiendo que una palabra podría apresurar su caída, arrojó una brocha sobre el cuadro que contemplaba el artista que estaba en peligro. Este pintor, sorprendido y enojado, violentamente se dirigió hacia adelante: así se salvó de una caída que hubiera sido mortal. Así también, Dios algunas veces destruye las halagadoras esperanzas de nuestro corazón, para advertirnos el grave peligro en que estamos por causa del pecado, y para salvar nuestras almas.—Peloubet. Lerı́n, A. 500 ilustraciones
Muchas veces no entendemos que por estar tan absortos en nuestros propios logros, exitos y ambiciones damos pasos en falsos que podrían destruir nuestras propias vidas y Dios en su misericordia interviene para despertar nuestra conciencia dormida. A veces él lanza su brocha contra el cuadro de nuestra vanidad para demostrarnos que nos ama y que más que estar interesado en nuestros éxitos , él está interesado en nosotros como sus hijos.
La proxima vez que su brocha manche tu cuadro, dale gracias a Dios, porque quiza te libró de caerte del andamio.

Génesis 32:10 Menor soy que todas las misericordias, y que toda la
verdad que has usado para con tu siervo; que con mi bordón pasé
este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.
Exodo 33:19 Y respondióle: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu
rostro, y proclamaré el nombre del Señor delante de ti; y tendré
misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con
el que seré clemente.
Números 14:18 El Señor, tardo de ira y grande en misericordia, que
perdona la iniquidad y la rebelión, y absolviendo no absolverá al
culpado; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta
los terceros y hasta los cuartos.

¡ASOMBROSO!

Lectura: Marcos 2:1-12
. . . todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios. . . --Marcos 2:12.
Cuando Jesús sanó a un paralítico como prueba de que tenía autoridad para perdonar los pecados de los hombres, la gente que presenció el acontecimiento se quedó asombrada y "glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante" (Marcos 2:12). En el Evangelio de Marcos leemos más de una docena de veces relatos de personas que reaccionan de manera similar a las palabras y obras de Jesús.
La palabra que se traduce "asombrados" o "pasmados" conlleva el significado de "caer en estado de sorpresa o temor, o ambos". Puede que algunas veces nos sintamos así cuando tenemos en encuentro con Jesucristo mientras leemos la Palabra de Dios. Igual que los discípulos, tal vez nos asombremos al leer que Jesús dijo: "¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!" (10:23). A menudo pensamos que tener mucho dinero resolvería todos nuestros problemas.
Los que vieron a un hombre ser librado de una legión de demonios reaccionaron con asombro (v.20). Pero ¿por qué? ¿Acaso pensaron que estaba más allá del poder de Dios para salvar? ¿Pensamos igual cuando Dios salva a ciertas personas?
Jesús no está atado a nuestras limitaciones ni expectativas. Él habla y actúa con autoridad y sabiduría mucho mayores que las nuestras. Con reverencia y asombro, escuchemos las palabras de Jesús y busquemos el toque transformador de su mano poderosa.
NUNCA MIDAS EL PODER ILIMITADO DE DIOS POR TUS LIMITADAS EXPECTATIVAS.