viernes, 16 de julio de 2010

OBRAS MAESTRAS DE DIOS


Lectura: Efesios 2:1-10.
"...somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" Efesios 2:100
El Museo de Arte de Grand Rapids tiene más de 5000 obras, que incluyen 3500 impresiones, dibujos y fotografías; 1000 obras de diseño; y 700 pinturas y esculturas. Al leer acerca del nuevo museo y proyectar visitarlo, no pude evitar pensar en el "museo" de Dios.
Dios es un artista y Su creación es magnífica más allá de todo calificativo. ¡Pero esta no es Su obra más grandiosa!. La obra maestra de Dios es habernos redimido. Cuando aún estábamos muertos en nuestros pecados, Él nos dio vida por medio de Su hijo Jesucristo (Efesios 2:1,5). Pablo les recordó a los efesios que ellos eran "hechura" o poiema de Dios (v. 10), término griego que significa "poema" y "obra de arte". El museo de arte de Dios es la Iglesia, llena de millones de obras maravillosas: Su pueblo.
Pablo dijo que ser la obra de arte de Dios debe generar algo en nosotros. La idea es que no nos quedemos inmóviles y en silencio en el museo de la comunión, sino más bien, que mostremos el amor de Dios en forma práctica por medio de las buenas obras. Jesús dijo que estas buenas obras glorifican a nuestro Padre celestial (Mateo 5:16).
Dios no nos creó de nuevo en Su Hijo para que fuéramos piezas de museo. Nos redimió para que nuestras buenas obras exhibieran el fulgor de Su redención y gracia, y llevaran a un mundo en tinieblas hacia la luz de Su amor.
El mejor testimonio lo dan los que testifican con sus vidas.

NECESITO ALGUIEN

Necesito de Alguien….
• Que me mire a los ojos cuando hablo.
• Que escuche mis tristezas y angustias con paciencia y aún cuando no comprenda, respete mis sentimientos.
• Necesito de alguien que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
• Alguien lo suficientemente amigo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme.
• Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en cosas misteriosas, desacreditadas, casi imposibles como laamistad, la democracia, la justicia, la sinceridad, la familia, el amor y Dios.
• Que se obstine en ser leal, simple y justo.
• Que no se vaya si algún día pierdo mi oro y no pueda ser más la sensación de la fiesta.
• Necesito de un amigo que reciba con gratitud mi auxilio, me mano extendida, aún cuando eso sea muy poco para sus necesidades.
• No pude elegir a quienes me trajeron al mundo, pero puedo elegir mi amigo.
• En esta búsqueda empeño mi propia alma, pues son una amistad verdadera, la vida se torna más feliz, más rica y más bella.
Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Job 22:21
Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios. Salmo 55:14
El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo. Proverbios 17:9

DETRAS DEL EDIFICIO

Lectura: 1 Pedro 4:8-11.
"Estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano" 1 Corintios 15:58
El lugar donde trabajábamos era caluroso, sucio y olía mal. Habíamos viajado miles de kilómetros para hacer algunos proyectos de trabajo, y aquel día estábamos pintando la parte trasera de un edificio de aulas en una escuela para sordos. Las únicas personas que alguna vez verían esta parte del edificio serían el encargado de cortar el césped y cualquier otro infeliz que tuviera que trabajar en la fosa séptica.
Sin embargo, mientras los jóvenes adultos pintaban diligentemente, una de las muchachas puso este hecho en perspectiva al decir: «Nadie vendrá jamás hasta aquí atrás para ver esto, pero Dios lo verá. Así que,vamos a dejarlo bonito». Y lo hicimos.
Algunas veces nos sentamos en nuestro escritorio y pensamos que nadie ve nuestro trabajo. O estamos ante una línea de ensamblaje montando pieza tras pieza de manera interminable. Tal vez cuidamos a bebés que lloran en la guardería de la iglesia. O vivimos la mejor vida cristiana que podemos, sin que nadie lo note.
A menudo, nuestro trabajo se encuentra «detrás del edificio». Pero, si hemos sido llamados por Dios para hacer eso, tenemos que realizar nuestro trabajo con todo nuestro corazón. Como parte de nuestro llamado a amar a los demás profundamente (1 Pedro 4:8), ofrecer hospitalidad (v.9) y usar nuestros dones para servir a los demás (v.10), nuestra tarea es realizar el trabajo con la fortaleza de Dios para traer alabanza y gloria a Él, no a nosotros mismos. Lo importante es que a Dios le guste lo que vea.
Ningún servicio para Cristo le pasa desapercibido a Él.