lunes, 8 de septiembre de 2008

HOY.. DEBO SER UN SIRVO DE HECHO Y NO DE PALABRA

“He aquí dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi Señor Esaú y he aquí el viene tras nosotros” Genèsis 32:18.
Hoy necesito preguntarme si soy un siervo de palabra o de hecho. Estoy imitando a Jacob quien se llamó a si mismo siervo de su hermano Esaú, pero en realidad se llamó siervo solo por temor, por lo tanto solo uso el título, pero en realidad de corazón no estaba sintiendo ni siendo un siervo.
Debo hoy ser cuidadoso de no llamarme a mi mismo un siervo, sino más bien ser un siervo. Jacob se llamó así mismo siervo por temor a Esau, pero no fue sino hasta que tuvo su experiencia de luchar con Dios que vino realmente a ser siervo, un siervo verdadero. Si necesito una experiencia como la tuvo Jacob para llegar a ser realmente un siervo, necesito estar dispuesto.
Hoy debo ser muy cuidadoso en no ponerme títulos pero en lugar de eso dar los contenidos de los títulos. Hoy hay muchos que quieren tener el oficio de siervo sin la función de siervo. Peor aun hay muchos que se llaman así mismos siervos pero se comportan y andan en la vida como Señores.
No quiero hoy ser uno que trata de impresionar con títulos, cargos y oficios, sino entender que hoy el mundo no necesita títulos sino acciones. El mundo está lleno de señores pero hacen falta siervos y hoy quiero ser un siervo. Hay solo un camino para llegar a ser un siervo y ese camino es el de la renuncia.
Un esclavo no tiene derechos y hoy vivimos en un mundo de solo derechos, cada uno reclama sus derechos pero pocos cumplen con sus deberes.
El único camino para ser un siervo es la renuncia. Un esclavo no tiene derechos..no tiene propiedades y está completamente controlado por su maestro. En el momento que yo pretendo ser alguien o reclamar algo yo dejo de ser un siervo y me convierto en un señor.
No puedo llegar a ser un siervo aceptable hasta que yo haya experimentado la autonegación de Filipenses 2:5-8 y no puedo experimentar eso hasta que no siga al único quien se negó a si mismo para darse por nosotros. Jesús. Si mantengo mi mirada en el Maestro divino encontraré en él el mejor ejemplo de humildad y servicio y eso es precisamente lo que quiero hacer hoy.
“Señor. Gracias por darme el ejemplo del verdadero servicio y la verdadero entrega. Confieso que muchos veces me he llamado siervo pero me he comportado como un señor.
Que vano ha sido mi caminar, por eso en este día llego ante tu presencia para decirte que me canse de actuar como señor y vengo ante tu altar para aprender de ti y ser un genuino y real siervo. Siervo tuyo y después de otros.

TODOS LOS DETALLES

Aquel sábado, Andrea no estaba de ánimo para tolerar las payasadas mañaneras de su hijo de 6 años. Mientras Steven discutía con sus amigos por un juego de video, ella sentía la presión de un montón de asuntos, que requerían de su inmediata atención.
Los productos alimenticios recién comprados para la cena del próximo día, ocupaban todo el espacio disponible sobre el desayunador de la cocina. Debajo de ellos, la lección de Escuela Dominical que debía preparar. La ropa de toda una semana, aún por lavar, yacía amontonada entre el cuarto de lavandería y la cocina. Y para colmo, la desconcertante carta de un amigo lejano que se encontraba en gran necesidad, se balanceaba al borde del fregadero.
En medio de este alboroto, la maestra de Escuela Dominical de Steven, llamó por teléfono:
-¿Irá Steven a la Fiesta con nosotros esta tarde?
- No mencionó nada al respecto.
- Bueno, pensamos partir cerca del mediodía. Si no llevó consigo a casa la nota solicitando el permiso de los padres, puedes escribir la información acostumbrada en un pedazo de papel y lo envías con él.
En cuanto Andrea notificó a Steven acerca de su paseo, su disposición cambio y durante las próximas dos horas su comportamiento fue el de un “chico modelo”.
Andrea estaba sacando un pastel del horno, cuando sonó el timbre de la puerta, seguido por un terrible disturbio. Corrió hacia la sala y allí encontró dos niñas, que agitaban papeles rosados, frente a su hijo que lloraba.
-¡No podré ir! -lamentó el chico-. ¡No tengo uno de esos papeles rosados!.
Por supuesto que sí, la única diferencia es que el tuyo es blanco, dijo ella mientras secaba sus lágrimas. Luego puso el papel en el bolsillo y lo despidió.
Al regresar a la cocina, Andrea se preguntó: ¿Y por qué no vino a mí y me pidió el papel? ¿ Acaso no ha sido mi hijo el tiempo suficiente, como para saber que yo tendría la solución?
De pronto, una leve sonrisa se vislumbró en su rostro al observar el caos a su alrededor y casi pudo escuchar a su Padre celestial decir: ¿Acaso no has sido mi hija el tiempo suficiente, como para saber que tengo TODAS las cosas bajo control?

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. Juan 14:1

PRENTACIÓN


También fue presentado a Dios el hijo de Javier y su esposa.

BAUTISMOS

Estos diez hermanos y dos mas que no pudieron estar el domingo por causas de trabajo, este pasado sábado recibieron el bautismo.
Y un versículo en la palabra que nos dice:
Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.
Colosenses 2:12

NO DEBO DESOBEDECER A MI MAESTRA

Con mala ortografía y torpe letra el chico comenzó a escribir. Evidentemente el muchacho era rebelde e indisciplinado. Como castigo, la maestra le había asignado una tarea especial. Debía escribir, 300 veces, la frase: «No debo desobedecer a mi maestra.»

Se trataba de Jorge Licea, de origen mexicano. Estaba asistiendo a una escuela pública en la ciudad de Los Ángeles, California. Jorge escribió, y escribió, hasta el fin de la clase. Al día siguiente Jorge llegó temprano a la escuela, pero no se juntó con sus amigos. Estaba como confundido y melancólico.

Quieto y sombrío, se detuvo en la puerta de su aula y comenzó a llorar. Luego, ante el espanto de sus compañeros, sacó de su bolsillo un revólver, se lo puso a la sien y apretó el gatillo. Jorge Licea tenía diez años de edad.

Este caso conmovió a la gran ciudad. Terminada la investigación, se halló que la causa de la tragedia no era la tarea que la maestra le había dado. El castigo sólo hizo estallar una causa que era mucho más profunda que una simple tarea.

La causa, que procedía de la vida del muchacho, tenía que ver con su hogar. Allí estaba evidenciada la fórmula de siempre: pobreza, violencia, drogas, alcohol y maltrato. El niño vivía en un infierno. Con apenas diez años de edad, ya había aguantado todo lo que un ser humano es capaz de aguantar. Y como no vio salida alguna, optó por quitarse la vida.

Así es la vida de muchos niños y niñas en este mundo perdido y desviado en que vivimos. Quizá usted, mi querido joven, se encuentra en una situación parecida. Quizá la vida suya también sea un infierno. ¿Será eso todo lo que este mundo ofrece? La respuesta, positiva y categórica, es: «¡No!»

En cierta ocasión Jesucristo dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos» (Lucas 18:16). Cristo, el autor de la vida, tiene una compasión muy especial por todos los que sufren injustamente.

Permítanme una palabra a ustedes, padres. ¿Será el ambiente de su hogar uno que podría dar lugar a la confusión y al deterioro moral de sus hijos? Su hogar es el único albergue que ellos tienen, y la vida presente y futura de ellos será una copia exacta de lo que es el hogar suyo.

Invitemos a Cristo, queridos padres, a ser el Señor de nuestro hogar. Cuando él reina en el hogar, hay serenidad y madurez y juicio y paz. Sólo Cristo produce cordura y armonía. Él quiere salvar nuestro hogar. Permitámosle entrar.

DIOS PERMITIÓ QUE TE EQUIVOCARAS

Tu historia personal, desde su COMIENZO al PRESENTE; y del PRESENTE hacia su FINAL, no ha estado ni estará a la deriva, aunque por momentos tu asi lo hayas sentido…

A lo largo de tu caminar por esta vida, Dios ha estado pendiente de todos tus pasos… Es cierto que hubo momentos que diste pasos tan errados, que tuviste que enfrentar consecuencias de tristeza, dolor y frustración. Pero eso no indica que Dios estaba desentendido de ellos.

Dios sabia perfectamente lo que decidías y la acción que eso conllevaba de tu parte; pero te dejo actuar aun en aquellas decisiones que no eran las correctas. Dios permitió que te equivocaras, para que te dieses cuenta de lo importante que es tomarle en cuenta a El en cada paso que des, por muy pequeño e insignificante que parezca…

Dios ha mostrado en su Palabra, cuales son las PAUTAS claras y precisas que hemos de tomar en cuenta en nuestras decisiones por la vida.

Las decisiones no se toman por lo que TU PIENSAS que asi es; no se toman por los SENTIMIENTOS que dominan tu corazón; ni tampoco por los DESEOS que tienes. Las verdaderas decisiones se toman teniendo como ÚNICA BASE las pautas doctrinales, éticas y morales que nuestro Señor Jesucristo ha dejado establecidas en forma clara en su Palabra… Si tomas otra BASE, vas por mal camino.

Ahhh!!! Si yo en el pasado hubiese decidido y actuado conforme a esas pautas, cuantos dolores me habría evitado; pero lo importante es que un día llegue a comprender que para tener el RESPALDO DE DIOS en todo lo que emprendiera, debía de tomar en cuenta NO solamente mis puntos de vista… Sino los de EL.

Asi que no te olvides de tomar en cuenta a Dios en todos tus proyectos para que todo te salga bien; es mas, el en su soberanía sabia y perfecta es quien TE HA SACADO de donde estabas, para traerte allí donde justamente estas hoy, pero también para CONDUCIRTE EN SU VOLUNTAD hacia donde el lo tiene preparado hasta cuando llegue el momento de tu paso final por este mundo…

Si Dios permitió que te equivocaras, fue para ENSEÑARTE que eres libre; pero esa libertad te trae CONSECUENCIAS de mal o bien; de mal si vives en POSICIÓN CONTRARIA al punto de vista de Dios; pero de bien si vives de acuerdo los lineamientos que el ha dejado establecidos en su Palabra…

Recuerda lo: Pese a tus errores pasados, Dios te ha traído a este punto tal, para que aprendas a caminar de su mano y EN SU VOLUNTAD a través de los áridos, espinosos y engañosos caminos del mundo…

“Y EN EL DESIERTO HAS VISTO QUE EL SEÑOR TU DIOS, TE HA TRAIDO, COMO TRAE EL HOMBRE A SU HIJO, POR TODO EL CAMINO QUE HABEIS ANDADO, HASTA LLEGAR A ESTE LUGAR” Deuteronomio 1:31

CONOCIDO POR DIOS

Lectura: Salmo 77:1-15
¿Ha olvidado Dios tener piedad, o ha retirado con su ira su compasión? --Salmo 77:9.
Mientras visitaba en Francia un cementerio militar de la Primera Guerra Mundial, me asombré al ver la cantidad de lápidas que sólo tenían las siguientes palabras:
Un soldado de la Gran Guerra
Conocido por Dios
El cementerio estaba rodeado por tres lados de paneles de piedra que llevaban los nombres de 20.000 soldados que cayeron en batallas cercanas. Fue abrumador imaginar la soledad de los hombres que murieron en la guerra y la angustia de las familias sufriendo en casa.
Puede que haya momentos en la vida en que nos sintamos olvidados y solos. Igual que el salmista clamamos: "¿Rechazará el Señor para siempre, y no mostrará más su favor? ¿Ha olvidado Dios tener piedad, o ha retirado con su ira su compasión?" (Salmo 77:7,9).
La respuesta del salmista a su percepción de abandonado llegó al recordar todo lo que Dios había hecho en el pasado, meditar en su maravillosa obra y hablar de ella a otros (vv.11-12).
En nuestros momentos más oscuros podemos recordar las palabras de Jesús: "¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos (Lucas 12:6-7).
Dios nunca nos olvida.
EN TODO DESIERTO DE PRUEBA, DIOS TIENE UN OASIS DE CONSUELO.

DIOS NUNCA TE ABANDONA

Tenemos que pasar por la obscuridad para luego ver la luz … Y es que a veces creemos que cuando atravesamos momentos difíciles - una enfermedad, la pérdida de un ser querido, un problema económico, una desilusión amorosa, etc. - que Dios nos ha abandonado, que no nos ama, que nos ha olvidado, y un sin fin de cosas, y experimentamos sentimientos de angustia, tristeza y hasta rebeldía, llegando incluso en casos extremos a renegar de la existencia de Dios.

Pues déjame decirte que, precisamente en aquellos momentos de mayor tribulación y desesperación Dios está contigo, ¡sí! Dios está a tu lado. Que cuando sientes que tu cruz es demasiado pesada y ya no puedes más, Él te tomará en sus brazos y te dará la tibieza de su regazo y de su amor infinito, porque Dios nunca nos abandona, solo nos pone a prueba para conocer que tan grande es nuestra fe, nuestra convicción y nuestra confianza … Él es nuestro Padre Celestial y como tal cuida de sus hijos con amor incomparable. Si cuida de las aves, los peces y de toda la hermosa creación …¡Cómo no ha de cuidar de sus hijos predilectos! Somos nosotros los que nos olvidamos de Él, los que lo abandonamos y buscamos sólo cuando lo necesitamos, cuando estamos en momentos de gran dificultad.

Si ese es tu caso, y en este mismo instante estas pasando por uno de los momentos más críticos de tu vida, no lo pienses más y aférrate a Dios con todas las fuerzas de tu ser, aférrate a Él y entrégale todos tus problemas y tus necesidades … Pero sobre todo, entrégale tu corazón, abandónate en sus santas manos y deja que Él actúe, deja que obre de acuerdo a su voluntad … No lo presiones, ni le dirijas una oración angustiada, como diciéndole lo que tiene que hacer … Sólo ábrele las puertas de tu corazón y deja que Él entre en tu vida y tome posesión de ella y te conduzca de su mano por los caminos que Él ha señalado para tí, porque Él sabe que es lo mejor para tu vida.

Si de algo te sirven mis palabras, habla con Dios a través de la oración, y haz de este medio maravilloso de comunicación la vía infalible para tener un lazo, un contacto permanente con Él.

No dejes que el dolor, por grande que este sea, te acaben y te conviertan en una persona incrédula, irritable y desconfiada … Tú tienes la decisión en tus manos, piensa que Dios te envía pruebas muy duras, no para alejarte de Él, sino todo lo contrario, para acercarte más a Él, y que a partir de ese momento lo hagas tu amigo inseparable, un amigo como no hay otro, que está dispuesto a escucharte y abrirte sus brazos las 24 horas del día … un amigo al que puedes acudir sin temor ni recelo alguno, porque Dios es Amor, y ÉL quiere compartir ese amor contigo para siempre … ¡Recuérdalo ! la decisión está en tus manos.