domingo, 7 de diciembre de 2008
JULIO CESAR
El hermano Julio Cesar a predicado hoy domingo,
Julio Cesar es el marido de Keiner que esta en la foto
junto a Javier y Jesús.
JAVIER, JESÚS BLANQUITA Y KEINER
BODA DE CAMILO Y JESENIA
ALCANZA TUS SUEÑOS
El señor Benítez, dueño de una ferretería, buscaba un empleado. Varios jóvenes respondieron al aviso, pero él finalmente circunscribió su decisión a tres personas: Pablo, Juan y Diego.
Entonces creó un sistema de selección definitivo. Le dio a cada uno de los muchachos un destornillador nuevo de diseño innovador y les dijo que se lo entregaran a C.M. Henríquez, en la calle Los Aromos 314.
Al cabo de un rato Pablo llamó al negocio para confirmar si la altura de la calle era 413 en vez de 314, y más tarde regresó con la noticia de que no había ninguna vivienda en esa dirección.
Cuando Juan regresó, informó que en los Aromos 314 había una funeraria, y que el señor Henríquez había vivido en el segundo piso de la propiedad, pero que se había mudado.
Diego demoró más que los otros muchachos. Al igual que Juan, averiguó que el señor Henríquez se había mudado, pero además consiguió la nueva dirección fue allí. El hombre no recordaba haber encargado un destornillador , mas cuando Diego le describió las exclusivas características de la herramienta y le dijo el precio, el señor Henríquez lo compró y lo pagó en el acto.
¿Cuál de estos jóvenes obtuvo el puesto? Diego, por supuesto. Le habían encargado una tarea y la llevó a cabo. Un líder no permite que ningún obstáculo le impida alcanzar las metas. La persistencia y la paciencia producen beneficios.
Proverbios 22:29¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie.
Entonces creó un sistema de selección definitivo. Le dio a cada uno de los muchachos un destornillador nuevo de diseño innovador y les dijo que se lo entregaran a C.M. Henríquez, en la calle Los Aromos 314.
Al cabo de un rato Pablo llamó al negocio para confirmar si la altura de la calle era 413 en vez de 314, y más tarde regresó con la noticia de que no había ninguna vivienda en esa dirección.
Cuando Juan regresó, informó que en los Aromos 314 había una funeraria, y que el señor Henríquez había vivido en el segundo piso de la propiedad, pero que se había mudado.
Diego demoró más que los otros muchachos. Al igual que Juan, averiguó que el señor Henríquez se había mudado, pero además consiguió la nueva dirección fue allí. El hombre no recordaba haber encargado un destornillador , mas cuando Diego le describió las exclusivas características de la herramienta y le dijo el precio, el señor Henríquez lo compró y lo pagó en el acto.
¿Cuál de estos jóvenes obtuvo el puesto? Diego, por supuesto. Le habían encargado una tarea y la llevó a cabo. Un líder no permite que ningún obstáculo le impida alcanzar las metas. La persistencia y la paciencia producen beneficios.
Proverbios 22:29¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie.
¿QUIEN SOSTIENE LA COPA ?
Lectura: Mateo 26:36-46
La copa que el Padre Me ha dado, ¿no la he de beber? -Juan 18:11
¿Estás siendo llamado a probar alguna copa amarga de dolor o pérdida? ¿Estás siendo tentado a alejarla de ti? Puede que te estés preguntando: ¿Está Dios presente en esta situación? Si es así, recuerda la oscura y angustiante experiencia de Jesús y Su ejemplo en aquella noche en que fue traicionado.
Nunca debemos olvidar que Jesús era Dios hecho hombre, teniendo tanto la naturaleza divina como humana. Por lo tanto, Él retrocedió ante la perspectiva de la agonizante crucifixión y la dura prueba de llevar amontonado el pecado del mundo sobre Su alma sin pecado. Y lo peor de todo, Él se estremeció ante la idea de ser abandonado por Su Padre. Así que suplicó: «Si es posible, pase de Mí esta copa» (Mt. 26:39). Sin embargo, después dijo en confiada sumisión: «La copa que el Padre Me ha dado, ¿no la he de beber?» (Jn. 18:11). Él sabía que la mano que sostendría la copa para llevarla a Sus labios por nuestra redención, no sería la mano de Judas, Caifás o Pilato. Sería la mano de Su amoroso Padre que estaba decidido a redimir a nuestra perdida raza humana.
Perplejos ante el misterio de semejante amor, adoptamos nuestra posición en el Calvario y creemos que cualquier copa que tomamos es llevada a nuestros labios por el Padre de amor y sabiduría inimaginables. La nuestra es una oración de confiada sumisión porque creemos que incluso la copa más amarga de la vida la sostiene la mano del Padre.
La copa que el Padre Me ha dado, ¿no la he de beber? -Juan 18:11
¿Estás siendo llamado a probar alguna copa amarga de dolor o pérdida? ¿Estás siendo tentado a alejarla de ti? Puede que te estés preguntando: ¿Está Dios presente en esta situación? Si es así, recuerda la oscura y angustiante experiencia de Jesús y Su ejemplo en aquella noche en que fue traicionado.
Nunca debemos olvidar que Jesús era Dios hecho hombre, teniendo tanto la naturaleza divina como humana. Por lo tanto, Él retrocedió ante la perspectiva de la agonizante crucifixión y la dura prueba de llevar amontonado el pecado del mundo sobre Su alma sin pecado. Y lo peor de todo, Él se estremeció ante la idea de ser abandonado por Su Padre. Así que suplicó: «Si es posible, pase de Mí esta copa» (Mt. 26:39). Sin embargo, después dijo en confiada sumisión: «La copa que el Padre Me ha dado, ¿no la he de beber?» (Jn. 18:11). Él sabía que la mano que sostendría la copa para llevarla a Sus labios por nuestra redención, no sería la mano de Judas, Caifás o Pilato. Sería la mano de Su amoroso Padre que estaba decidido a redimir a nuestra perdida raza humana.
Perplejos ante el misterio de semejante amor, adoptamos nuestra posición en el Calvario y creemos que cualquier copa que tomamos es llevada a nuestros labios por el Padre de amor y sabiduría inimaginables. La nuestra es una oración de confiada sumisión porque creemos que incluso la copa más amarga de la vida la sostiene la mano del Padre.
Aprendemos la lección de la confianza en la escuela de la prueba.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)