sábado, 17 de enero de 2009

HOY..LE AMO A EL...PORQUE EL ME AMO PRIMERO

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” I Juan 4:19
Si yo le preguntara a usted por qué Dios lo creó a usted, que respondería? Por qué nació usted? Creo que tanto usted como yo fuimos creados por Dios solo por amor, primero porque él nos amó y en segundo lugar para que nosotros podamos responder a su amor, porque él es amor y por que amor es su naturaleza, él nos hizo objeto de su amor. Por eso el creó al hombre ay a la mujer. A usted y a mi.
Cómo expresa Dios su amor? De muchas maneras, pero hoy quiero recordar algunas. Dios expresa su amor mediante la creación - - los árboles, las flores lindas, las montañas espléndidas, las estrellas nítidas, la luna en todas sus etapas - estas son las expresiones tangibles de Su amor.
Dios expresa Su amor en darnos la libertad para escoger. Y aunque suene extraño, Dios no nos hizo estrecho en nuestra libertad para escoger, su amor es tan grande que nos ha dado la suficiente libertad para que ninguno diga que se siente como un robot. La grandeza de ese amor es demostrado cuando una persona la escoge a usted para amar.
Dios se entusiasma cuando yo decido en ese libre albedrío que me ha dado, amarlo a él con todo mi corazón. Cuando Dios le dio a Adán y Eva la libertad de escoger entre obedecerlo a él o al pecado, él les mostró la dimensión de su amor.- El ama los pecadores tal como son. Dios expresa Su amor por ponernos en una familia. Usted y Yo somos parte de una familia grande. - Dios es el Padre, Jesús es nuestro Hermano más mayor, el Espíritu Santo es nuestro Consolador. Además nos ha dado el Cuerpo de Cristo compuesto por hermanos y hermanas. Piense de la seguridad, la protección, y la camaradería que encontramos en la familia de Dios.
Dios expresa Su amor por diseñar nuestras circunstancias para su gloria. Romanos 8:28 es uno de grandes versículos que nos hablan del amor de Dios manifestado a través de las circunstancias. Pablo dice: A los que aman de Dios todas las cosas les ayudan a bien. Casi todos los cristianos podemos citar ese verso, pero pocos realmente retienen la gran verdad de que el nos ama lo suficiente para hacer que todas las cosas trabajen para bien. Dios se interesa vitalmente en todos los intereses que a mi me involucran.
Dios expresa Su amor hacia nosotros en involucrarse intensamente en nuestras vidas. Dios expresa Su amor hacia nosotros por proveer para nosotros un lugar en el cielo. Nosotros no hemos tenido absolutamente nada que hacer para ello. Su Hijo Jesús está todavía ocupado preparando un lugar para nosotros, y nosotros conseguimos eso por la gracia de Dios.Señor, Gracias por las múltiples maneras que has tenido de demostrarme tu amor, hoy quiero darte por todas esas maneras especiales de tu amor. Solo tu amor me transforma. Amén.

COMPARTE EL DOLOR

De la forma en que los amigos de Job trataron de consolarlo aprendemos un principio básico sobre lo que es consolar a los demás cuando sufren: la capacidad de ayudar de un consolador no está tanto en su talento para usar las palabras, sino en su capacidad de ser solidario. Esa es la comprensión que Job anhelaba cuando sus amigos trataron de corregirlo.
El Dr. Paul Brand ha expresado esta verdad hermosamente en su libro La obra maestra de Dios. Él escribe: Cuando pregunto a mis pacientes “¿quién le ayudó en su sufrimiento?”, escucho una respuesta extraña e imprecisa. La persona descrita raras veces tiene respuestas suaves y una personalidad alegre y efervescente. Es una persona callada, comprensiva, que escucha más de lo que habla, que no juzga y ni siquiera ofrece mucho consejo. “La sensación de paciencia.” “Alguien que estaba presente cuando lo necesité.” Una mano que tomar. Un abrazo comprensivo y perplejo. Un nudo en la garganta compartido.”
A veces, al esforzarnos tanto para decir lo correcto olvidamos que el lenguaje de los sentimientos habla mucho más alto que nuestras palabras. Hay momentos en que lo mejor que podemos hacer es «llorar con los que lloran» (Romanos 12:15).
El primer paso para ayudar a otros en sus angustias es compartir su dolor (2 Corintios 1:3-4).

Romanos 12:15.. . . llorad con los que lloran.

PROTOCOLO

Lectura: Santiago 1:1-8
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento. —Santiago 1:6
Si te invitaran a una reunión en la Casa Blanca con el Presidente de los Estados Unidos, sin importar la opinión que tuvieras de él, probablemente irías. Al entrar a la Casa Blanca, un funcionario de protocolo se te acercaría y te daría un resumen de los procedimientos apropiados para presentarte ante el presidente. Baste decir que sería inaceptable dar rienda suelta a un arranque de familiaridad o a una crítica negativa indecorosos en el momento de estrecharle la mano.
Así que no debe sorprendernos que la Palabra de Dios ponga en claro que existe un protocolo para entrar en la presencia de Dios. Hebreos 11:6 nos ofrece un aspecto de interacción apropiada: «Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan». Dios quiere que le seamos totalmente devotos —y se lo toma como algo personal cuando nuestros corazones están llenos de crítica, incredulidad y duda.
Santiago nos dice que, cuando Le pedimos sabiduría a Dios, la clave para Su respuesta es si estamos pidiendo «con fe» o no (1:6). A Dios Le agrada cuando nos acercamos a Él con fe inquebrantable.
Así que deja tus dudas en la puerta y sigue el protocolo: Acércate a Dios con un corazón de fe, y a Él Le agradará proveerte de toda la sabiduría que necesitas.
Cambia la insatisfacción de la duda por el cumplimiento de la fe en Dios.