jueves, 15 de mayo de 2014

DEJANDO HULLAS EN LAS PERSONAS

La Huella de Dios: Que sepan    
  1. La huella de la Fe.Loida y Eunice . 2° Timoteo 1:5 . El traspaso de una huella espiritual y real a los que me rodean. ¿qué ven ellos acerca de mi fe? ¿Qué saben acerca de lo que creo?
  2. La huella de la Integridad. Hebreos 11:23-25. La vida de Moisés-
  3. 3.La huella de la Fidelidad. Filipenses 3:7-15. 2° Tm. 4:5-7. La vida de Pablo.
  4. 4.La huella de las Prioridades. Hebreos 11:17-19. La vida de Abraham.
  5. 5.La huella del tiempo dedicado. Todo puede esperar, menos las personas.
.- Dios y la salvación
.- La Palabra de Dios
Marcos 12:30 como una bandera bajo la cual todos puedan identificarme.
Para meditar: ¿A quiénes ha hablado de mi fe? Mira a tu alrededor, eres madre, hermana, hija, vecina, trabajadora, jefa, esposa, novia, compañera de curso, de universidad, etc… que saben los que te rodean acerca de tu fe, acerca de tu Señor? ¿Les has marcado con la huella de la fe?
La huella de mi carácter: Que vean
Conforme a lo que la Escritura señala, la raíz de nuestra conducta viene de nuestro carácter. Hay algunos que piensan que nuestro carácter se define por nuestros hábitos, es decir nuestras costumbres de pensamiento y lo que hacemos acostumbradamente. También, nuestro carácter está formado por nuestros valores y nuestros principios. Nuestros valores y nuestros principios deben de venir de la Palabra de Dios. Es así que ayudaremos a evitar la corrupción moral en nuestras vidas. Las Escrituras son nuestra defensa (Salmos 19:11).
“integridad”     : Aquello a que no falta ninguna de sus partes. Persona recta, intachable. Sinónimos: austero, casto, puro, honesto, recto, limpio, de una sola línea. Integridad en el sentido de que se mantenía fiel a sus valores no importaba que situación pudiera estar confrontando. Como mujeres que queremos dejar huellas en otros, debemos mantenernos fieles a los principios que sabemos verdaderos, y si en algún momento nos salimos de esos principios, en vez de justificar nuestras acciones, nuestra integridad deberá alinearnos con lo que es agradable a Dios.
Fiel: compromiso de confianza y obediencia a Dios mantenido a través del tiempo. Una vida fiel a través del tiempo. Podemos comenzar bien… pero… ¿terminaré bien? ¿Será la marca de mi fidelidad lo que impacte la vida de los que me rodean? Ver canción: “Fuimos Fieles” en power.
La palabra prioridad hace referencia a la anterioridad de algo respecto de otra cosa, ya que sea en tiempo o en orden. Aquel o aquello que tiene prioridad se encuentra primero en comparación con otras personas o cosas.
Para meditar: ¿Qué o quién ocupa el primer lugar en mi vida? Marcaré la vida de otros y dejaré huellas profundas viviendo una vida donde mi prioridad sea siempre Dios.
La huella de mi entrega a otros: que experimenten
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.   Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.” Mateo 5:14-15
Como luz debemos dedicar tiempo a las personas, nuestras vidas deben dejar huellas, la luz se pone sobre el candelero para que alumbre y no se la guarda, implica tiempo y permanencia para cumplir su función en otros
:
  • La luz alumbra en silencio: No hace ruido…simplemente brilla. Es como un faro en una costa escarpada. Mientras gira lo único que hace es brillar atrayendo a otros a ella.
  • La luz da dirección: No necesita decir palabras ni pronunciar sermones. Jesús dice que otros “vean” nuestras acciones, pero no dice nada de que sean oídas.
  • La luz llama la atención: Cuando se enciende en un cuarto oscuro….inmediatamente capta la atención de todos.
  1. 6.La huella del amor. El ejemplo de Pablo.
“ Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por    amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.” 2°Co.12:15
A veces damos amor, y esperamos que a cambio nos amen. Pero, ¿cuándo madura el amor? Cuando estoy dispuesto a gastar todo lo mío, y aún yo mismo estoy dispuesto a gastarme. El amor encuentra su placer en amar incondicionalmente. 1° Corintios 13

SÓLIDO COMO LA PIEDRA

Katsusaburo Miyamoto, japonés residente en Argentina, contempló largo rato a su esposa Carmelina. La contempló como sólo puede contemplar a su esposa un hombre muy enamorado de ella. Pero Carmelina no podía contemplarlo ya más a él. Estaba muerta.
Katsusaburo no quería perder a su esposa, así que la embalsamó él mismo, aplicando sus conocimientos científicos como investigador del frigorífico Swift, y la dejó en una sala de su casa. Ni siquiera denunció su muerte. Para él, ella no había muerto. Carmelina aún vivía.
Cuarenta y cinco años después, ya anciano y vuelto a su país natal para morir allí, Katsusaburo dio órdenes de que llevaran el cuerpo de Carmelina, ya petrificado, al Museo de la Facultad de Medicina de Rosario. Allí permanecerá, hasta el fin de todas las cosas.
La Biblia contiene una poderosa descripción del amor conyugal. Dice así: «Fuerte es el amor, como la muerte... Como llama divina es el fuego ardiente del amor» (Cantares 8:6). Para aquel científico japonés, de nombre extraño y ciencia larga, su matrimonio no podía, no tenía que terminar con la muerte. Él debía de alguna manera conservar a su esposa.
Así que la embalsamó. Lo hizo con un procedimiento propio, y conservó el cuerpo en su casa. Renunció a toda otra mujer y se mantuvo fiel a su amada. No le importó que ella fuera de otra raza, otra cultura y otra religión, pues para él, el amor no contempla barreras.
Pocos matrimonios hay como ese, sólidos como la piedra misma en que se convirtió el cuerpo de Carmelina. Otros matrimonios parecen hechos de barro, de arcilla, de loza o de vidrio. Se trizan al primer golpe y se hacen añicos.
¿Qué hay que hacer para tener un matrimonio sólido y estable, que perdure como el granito? ¿Qué hay que hacer para resistir los golpes y las pruebas, las malas rachas de la vida y los vendavales que a veces atacan el matrimonio?
El amor es fundamental. Pero también vale, y vale mucho, la fe religiosa y el sentido del matrimonio que nos inculca. Cuando consideramos al matrimonio algo sagrado, instituido por Dios, que tiene carácter de permanente, entonces hay cimientos para construirlo de modo que sea perdurable.
Hagamos de Cristo nuestro Salvador y nuestro Señor. Entreguémonos a Él de todo corazón y sometamos nuestra vida conyugal a su dirección divina. Esa es la fórmula para el éxito de nuestro matrimonio.
Hermano Pablo