martes, 12 de octubre de 2010

EN LA DIRECCION DE DIOS

Mientras el tren 8017 cruzaba Salerno, Italia, el 2 de marzo de 1944, no daba señales del desastre que se aproximaba. El tren con sus resoplidos no chocó contra nada esa tarde lluviosa. Tampoco se descarriló ni se incendió. Poco después de la una de la mañana, el tren cargado con seiscientos pasajeros se movía con pesadez por la Galleria delle Armi.

Cuando las dos locomotoras que tiraban del tren llegaron al centro del túnel, las ruedas comenzaron a patinar. Arrojaron arena sobre las vías, pero fue en vano. Las ruedas perdieron tracción y el tren se detuvo. Todo lo que sigue es pura especulación ya que los dos maquinistas fallecieron. El monóxido de carbono cobró la vida de casi quinientas personas.

Cuando los investigadores analizaron los restos, descubrieron que la locomotora guía no tenía frenos, sus controles estaban en marcha atrás, pero su acelerador estaba colocado a toda máquina.

Las dos locomotoras halaron y empujaron la una contra la otra, ¡era obvio que para su desgracia los maquinistas tuvieron diferentes ideas sobre lo que había que hacer!

Algunos han especulado que no hubiera habido pérdidas humanas si los maquinistas solo se hubieran puesto de acuerdo en la dirección a seguir.

Haga una decisión hoy con su cónyuge de que los dos se moverán a través de la vida en la misma dirección de Dios, luego manténgase cerca de los controles de la mente.

La dirección de su concepto de la vida puede determinar el curso de su matrimonio.

Por sobre todas las cosas cuida tu corazón porque de él mana la vida. Proverbios 4:23

DETALLES, DETALLES

Lectura: Filemón 1:4-16.
"Dad gracias en todo" 1 Tesalonicenses 5:18
Los detalles marcan la diferencia. Si no, pregúntale al alemán que había planeado visitar a su prometida para Navidad, pero que terminó en la nevada Sydney, en Montana, en vez de en la soleada Sydney, en Australia.
Las preposiciones parecen detalles insignificantes en nuestro idioma, pero pueden marcar una gran diferencia. Tomemos las palabras «en» y «por», por ejemplo.
El apóstol Pablo escribió: «Dad gracias en todo» (1 Tesalonicenses 5:18). Eso no significa que tengamos que estar agradecidos por todo. No tenemos que estar agradecidos por las malas elecciones que alguien hace, pero podemos estar agradecidos en cualquier circunstancia, porque el Señor puede usar para bien las dificultades que resultan de ellas.
La carta a Filemón ilustra esta idea. Pablo estaba encarcelado junto con Onésimo, un esclavo fugitivo. Ciertamente, él no tenía que dar las gracias por su mala situación. Sin embargo, esta carta está llena de gratitud, porque el apóstol sabía que Dios estaba usando dicha adversidad para bien. Onésimo había llegado a ser algo más que un esclavo; ahora era un amado hermano en el Señor (v.16).
Saber que Dios puede usar todas las cosas para bien es razón más que suficiente para dar gracias en todo. Dar gracias en circunstancias difíciles es un pequeño detalle que marca una gran diferencia.
Dios dice que habrá tormentas en la vida, pero nos protegerá mientras pasamos por ellas.