sábado, 29 de diciembre de 2012


TIEMPO DE REFLEXION

El último mes del año trae consigo la paradójica necesidad de reflexionar en medio del caos de las actividades que finalizan, el apuro por terminar lo que queda pendiente, las reuniones, los festejos, etc.

La mirada retrospectiva nos muestra cuán distantes o cercanos hemos quedado de lo que habíamos pensado o planificado para este año.

Vemos lo que hemos transitado: lo difícil de algunas situaciones nos asombra y visto más tarde nos parece increíble… También los momentos de felicidad y plenitud, algunos acontecimientos especiales nos llenan el pecho de calidez y la sonrisa se dibuja automática en nuestro rostro…

Las pruebas y las bendiciones, todo sale de la mano de nuestro Dios y nada escapa a Él. Aquello que nos da forma y transforma y aquello que por gra cia nos es dado.

Y la huella de nuestro Señor se hace patente al lado de nuestros pasos dados… Su mano sosteniendo nuestro cuerpo cansado; sus caricias que llenaron de paz nuestra mente cuando la lógica y los porqués sin respuesta inundaban el pensamiento; sus palabras que dieron sentido a nuestra vida.

“Nuestra alma espera en Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por lo tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. ¡Sea tu misericordia, Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti! “. (Salmo 33:20)


¡Llenemos de gozo de saber a Dios en nuestra vida! ¡Llenemos de gozo y alegrémonos al contemplar la misericordia de nuestro Padre!

¿Sabemos de Dios en nuestras vidas o hemos olvidado que caminamos su camino?, ¿acaso hemos trazado un camino paralelo al que nos ha preparado según lo que nosotros esperamos de nosotros mismos?

Miremos otra vez lo transit ado. Reconozcamos Su Presencia a pesar nuestro y alegrémonos de su misericordia.

Y en este nuevo año, caminemos por las huellas que Jesús ya trazó. Esperemos en Dios con la convicción de que Él hará.
Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
www.iglesialatina.org
meryrueda

sábado, 22 de diciembre de 2012

DIOS NO SE OLVIODA DE TI

 
Sientes que tu clamor no ha sido escuchado y que ya es demasiado tarde para remediar la
situación que ahora enfrentas; has orado y nada; la respuesta no viene y aparentemente las
esperanzas están totalmente perdidas. Pero una vez más, Dios te recuerda que a lo largo de
tu vida, es Él quien te ha venido abriendo caminos donde tu creías que ya no había posibilidades;
y que así como lo hizo en el pasado, también lo puede hacer actualmente, no porque
lo merezcas sino por su pura misericordia.
Dios es capaz de mover circunstancias naturales o personales, aunque en este momento no
entiendas por qué suceden; es capaz de hacer cambios radicales y favorables que te permitan
avanzar en contra de toda especulación. Es Dios quien te abre caminos donde no los hay.
Todo lo que está sucediendo hoy es para que aprendas a depender de Él, aunque las esperanzas
estén totalmente perdidas, aunque haya expirado el plazo que te diste para la solución
de tu problema; mientras tanto no reniegues, no temas ante lo que pueda venir, pues
al final comprenderás que todo es para tu bien.
Ignora las voces de todos aquellos que quieren desmotivarte, que quieren destruir tu fe,
que te aseguran hoy que todo está perdido, que ya no hay nada más que hacer.
Pon en las manos de Dios todas las áreas de tu vida, si lo haces, las adversidades no te afectarán,
porque Su presencia continua estará velando y obrando a tu favor. Nada sucederá
por casualidad, todo tendrá un propósito. Dios tiene una forma de actuar, muy distinta a la
nuestra, como así también tiene su propio tiempo, Su poder es capaz de operar profundas
transformaciones aún más allá de nuestra lógica.
Así es, aunque todo parezca terminar contigo y por el momento no vislumbres ninguna
perspectiva, espera y soporta todo aquello que parezca demoledor para tus ilusiones. Tu
situación cambiará, no como la imaginaste, sino mucho mejor.
Para Dios, el tiempo es imprescindible para que puedas desarrollar: fe, templanza, paciencia
y capacidades, para que tengas la firme convicción de que sin Él no podrás ir a ninguna
parte, ni hacer absolutamente nada. Nunca es tarde, aún cuando veas que el tiempo pasa y
no hay respuesta.
«Descansa en Dios y en Sus promesas, hoy tu vida puede ser un calvario, pero muy pronto vas
a sonreír y verás que el ayer fue necesario para disfrutar el presente, porque Dios no se olvida
de ti»

jueves, 20 de diciembre de 2012

«SALÓN DE VÍBORAS»

Ocurrió en el club nocturno llamado «Salón de víboras» en la calle Sunset, es decir, «Puesta de sol», de Hollywood, California. Era una de esas fiestas donde abundan el alcohol, el tabaco, la música rock y bellas muchachas.
Al ritmo de la música y en medio de bamboleos y contorsiones, las muchachas se iban quitando poco a poco la ropa. Entre los asistentes a la fiesta se hallaba River Phoenix, un promisorio joven actor de cine.
De pronto, como herido por un rayo, River cayó al suelo en convulsiones incontrolables. Siendo la estrella de la fiesta, muchos lo rodearon tratando de ver qué hacían por él, pero los espasmos eran muy fuertes y, en cuestión de minutos, River quedó como muerto. Al llegar el auxilio médico se comprobó que, en efecto, River había pasado de esta vida. En el «Salón de víboras» de la calle «Puesta de sol», River halló el ocaso de su vida.
El suceso conmovió a toda la comunidad artística de Hollywood. River Phoenix había hecho ya cuatro películas. Iba subiendo rápidamente la escalera del éxito. Pero frecuentaba clubes nocturnos de fama cuestionable, y se sabía que usaba drogas. A eso se atribuyó su muerte.
Los nombres aquí son simbólicos. El nombre del club, «Salón de víboras», es una fiel descripción de las ondulaciones del humo del tabaco y del sumo del alcohol y de las drogas que llenaban el oscuro ambiente del lugar. Y la calle donde está situado, Sunset, resultó ser, cuando menos para River Phoenix, la puesta literal y terminante del sol de él.
Lo triste es que son miles los jóvenes que sucumben diariamente al llamado de esa vida. Estos jóvenes creen que están disfrutando de la plenitud de su juventud y hacen gala de su libertad, pero están bailando la danza de la muerte con víboras. Creyendo estar en el amanecer de su vida, están más bien acercándose a su ocaso. ¡Qué lástima que se tenga que desperdiciar la gloria y el porvenir de la juventud en muchachos que todavía no han aprendido a vivir!
Cristo le ofrece a todo joven una vida mejor. Él no le ofrece un «Salón de víboras». Él le ofrece una vida íntegra, recta, justa y feliz, una vida que el mundo no puede dar porque no la conoce.
Y Cristo no ofrece ningún ocaso. Él ofrece una mañana gloriosa, llena de luz y esperanza. Permitamos que Cristo sea el Señor de nuestra vida. Con Él estaremos libres de víboras y de puestas del sol. Con Él seremos eternamente felices.

Hermano Pablo

martes, 18 de diciembre de 2012

jueves, 13 de diciembre de 2012

¿CON QUIEN ME CASARÉ? O ¿CON QUIEN ME CASÉ?

Cuando vemos la cantidad de divorcios incluso en el ámbito cristiano nos preguntamos, ¿qué falló y dónde nos equivocamos para haber caído en esta situación?

Cuando escuchamos la cantidad de problemas generados en el círculo de la pareja y cómo estos escalan hasta convertirlos de dos verdaderos amantes en dos claros enemigos que lo único que desean es destruir, (así lo describe de forma muy interesante el la fuente del matrimonio inspirado por el poema de Hans Sachs, en Nürnberg.

Nos preguntamos de nuevo¿en qué falló, qué pudo haber hecho esto?

Veamos lo que dice la Biblia.

Génesis: 2:18 :“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.“

Ayuda idónea: Adecuado y apropiado, o sea cuand o usted piensa en esa persona, no la que usted quiere sino la que Dios le hizo, está tiene que ser alguien apropiado y adecuado para usted.

Hay una persona que Dios ha preparado para usted, y si fuera que no llegó o no llegará es porque Dios le ha preparado a Usted para otra cosa y usted tendrá que casarse con el Señor.

Para determinar la ayuda idónea debe primero saber que es lo que usted es para luego saber que es lo que a usted le va a complementar.

Cuando usted mira una mujer tiene que mirar y descubrir no que es un bombón o que el hombre es una agente 007 sino que esa persona es para usted, la va a complementar, va traerle alegrías, bendición, satisfacción, la belleza de ese ser humano se manifestará de una forma que se llama AMOR y lo describe Proverbios así:

Proverbios 18:22. Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el SEÑOR.

Me llama la atención lo que dice la palabra en el v erso siguiente:

Génesis: 2:25 Tanto el hombre como su mujer andaban desnudos, pero no sentían vergüenza de andar así

Esa persona era adecuada para Adan tanto así que andaban Desnudos y no tenían vergüenza esto quiere decir que ellos estaban unidos en todo.


Le voy a decir algo que usted tiene que meditar.

Su vida está unida a Dios, usted ha tomado un camino de arrepentimiento y ha decidido ser un discípulo de Cristo y obedecer a sus mandamientos viviendo una vida que agrade a Dios primeramente, entonces “usted no puede compartir su corazón con alguien que no se lo ha compartido de la mismo forma que usted a Dios”. NO va a funcionar, mire lo que dice la Biblia.

2 Corintios:6:14. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas.

La Biblia le dice aquí como es usted, le está marcando u na cosa: usted pertenece a Dios y si alguien se une con usted que no pertenece a Dios va a tener un conflicto con Usted y digame: ¿usted se va a casar para tener conflictos? NO.

Si tuviéramos que hacer un anuncio de búsqueda de pareja como Cristianos debería ser algo así.

Soy Cristiano y amo a Dios sobre todas las cosas, se que el tiene una persona preparada para mi y la estoy tratando de descubrir.

En el ambiente Cristiano es el lugar más adecuado para encontrarlo, aunque a veces esto demore un poco se que allí está, no me cabe dudas y si no ha llegado se debe a que todavía no es el tiempo, Dios no esta demorado en nada.

Si usted pone a Dios como la causa de su unión y el motor de su elección, usted va a estar unido a esa persona siempre.
Usted la eligió porque Dios se la preparó y la eligió para usted.

¿Conoce usted la historia de Rebeca y Isaac?

Esta en Génesis 24: 12 en adelante.

El Siervo de Abraham va a buscar esposa para Isaac hijo de Abraham y resulta que para saber cual era ora y le dice a Dios y Dios le responde tal cual el oró y fijesé que cuando el llegó con esa mujer para Isaac que ni la conocía dice que cuando se vieron quedaron flechados.

SI usted ya se casó y se preguntará ahora que hago ¿lo cambio? NOOO espere la palabra de Dios tiene la ayuda para toda circunstancia.

La Biblia primero dice: NO SE SEPARE
1 Cor 7:10-11 A los casados les doy la siguiente orden (no yo sino el Señor): que la mujer no se separe de su esposo. Sin embargo, si se separa, que no se vuelva a casar; de lo contrario, que se reconcilie con su esposo. Así mismo, que el hombre no se divorcie de su esposa.

Este primer paso le asegura unidad a pesar de cualquier situación que pueda estar pasando. El divorcio no tiene que ser una opción en la relación sino que no se debe optar por esto. Lo que Dios unió no lo separa el hombre. No hay camino de vuelta.A no ser que haya violencia, abuso familiar o algún tipo de maltrato en tal caso hay que buscar ayuda profesional.

Aunque usted no este unido por la Iglesia lo esta por la ley y si no lo esta por la ley lo esta por la carne o sea de cualquier manera usted está unido a su esposa/o.

Segundo: No negarse el uno al otro. 1 Cor 7:3-5 El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo. La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa. 5 No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio.

Este segundo paso Biblico le va a mantener a usted unido en aquellas cosas que son causa de infidelidades. Al no negars e usted a su esposo esta usted permitiendo que nadie se menta en la relación. Esta usted cumpliendo el mandato de Genesis que dice serán una sola carne.

Dios puede cambiar la situación de su matrimonio, cualquiera sea, pero para eso se necesita que usted pueda decidirse a mantenerse firme.

La pregunta inicial que nos hicimos fue: ¿en que falló, que pudo haber hecho esto?

Fallamos nosotros, si y esto debemos asumirlo que realmente cuando nuestro matrimonio no funciona, cuando los noviazgos que tenemos no prosperan, es porque nosotros estamos fallando.

Déjenme decirles que darle la culpa a otro no sirve y tratar de justificarnos tampoco ayuda en nada.

Tenemos que trabajar en las relaciones, reconocer primeramente que es lo que Dios nos manda a hacer, que es lo que me conviene, que es lo que Dios ha preparado para mi y entonces.

Fallamos porque somos idealistas, si estuvimos esperando que nuestra relaciones fueran como las novelas y las películas y creemos en soluciones fáciles y sencillas. No estamos dispuestos a veces a trabajar en la relación, a pensar en el otro y a cumplir los mandatos de Dios.

Fallamos porque somos egoístas en todo, queremos solo lo nuestro y no atendemos al otro.

Fallamos porque no estamos dispuestos a mantener el pacto matrimonial, es decir sabemos prometer muy rápidamente pero al final no estamos dispuestos a sostener lo que decimos.
Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
www.iglesialatina.org

Lic. José Luis Malnis
ElPastor

ATRAVESADO POR SIETE VARILLAS DE HIERRO

John White, obrero de construcción, de veinticinco años de edad, cayó de un andamio en su trabajo en Charleston, Carolina del Norte, Estados Unidos. La caída en sí, de más de quince metros, era suficiente para que muriera, pero lo que empeoró la situación fue que cayó sobre varillas de hierro que estaban de punta. Un cuñado suyo, trabajando a su lado, lo vio caer y sólo tuvo tiempo de clamar: «¡Dios mío, no lo dejes morir!»
Siete varillas le atravesaron el cuerpo. Dos de ellas debieran haber sido mortales. Una le entró por la clavícula, rozando el corazón. Otra le entró por la ingle, rozando la arteria femoral. Las otras cinco ofrecían menos peligro, pero hubo que cortarlas todas con acetileno para librar a John y llevarlo al hospital. Tras cuatro horas de cirugía quedó fuera de peligro.
Como tantas historias de accidentes, esta también tenía sus antecedentes sombríos. John White estaba enemistado con Virginia, su esposa. Había amenazas de divorcio. Sus dos hijos, Miguelito de siete, y Rut de tres, tenían que aguantar la constante lucha de sus padres. Miguelito ya estaba diciendo que no quería seguir viviendo. Tras esta horrible situación hogareña se produjo el accidente.
No se sabe si fue el clamor del cuñado: «¡Dios mío, no lo dejes morir!», o el trauma mismo del accidente, pero algo bueno comenzó a ocurrir. Al ver Virginia la condición de John, no cesaba de estar a su lado. Y al ver John la atención de Virginia, no podía menos que derretírsele el corazón. Como quiera, John se reconcilió con su esposa y se unió otra vez a la familia.
Dos años después John consiguió un buen empleo, Virginia volvió a quedar embarazada, y su hogar se había convertido en todo un remanso de paz.
¿Tuvo este hombre que ser atravesado por siete varillas de hierro para recomponer su vida? La respuesta es clara. Uno no tiene que ser traspasado de problemas para poder recapacitar y enmendar sentimientos y caminos. En cualquier momento, en plena paz, el hombre puede reconocer que no está andando bien, y volver sobre sus pasos.
Tal vez necesitemos hacer un examen de conciencia. ¿Estamos peleando con nuestra esposa? ¿Nos extrañan nuestros hijos? ¿O representamos más bien al hijo que ha abandonado el hogar? ¿Acaso habremos hecho algo en contra de la justicia? No esperemos a que ocurra un accidente. Quizá no salgamos con vida. Busquemos hoy mismo a Jesucristo. Él vendrá en nuestro auxilio. Él quiere darnos su paz.

Hermano Pablo

lunes, 10 de diciembre de 2012

11 ANIVERSARIO























FAMILIA SAMANIEGO


Se despidio a la famila Samiego porque se marcho para su pais. Estuvo orando los Apostoles y toda la iglesia bendiciendo su estada y su ida y que Dios cubra sus vidas. Es una familia que queremos mucho.

viernes, 7 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD


«LA VIDA NO TIENE SENTIDO»

Andy Reader preparó su cámara de video. Era un nuevo modelo, recién comprado. La acomodó cuidadosamente sobre el trípode en una parte alta de su garaje, apuntándola hacia su automóvil, y la puso en marcha. La cámara había de funcionar automáticamente, y había de recoger tanto imagen como sonido.
Después, Andy, de treinta y ocho años de edad, de Dartmoor, Inglaterra, se encerró en su auto y encendió el motor. ¿Qué se proponía? Filmar su propio suicidio. Hallaron su cuerpo inerte varias horas después, víctima del monóxido de carbono. Pero el acto de suicidio, junto con sus últimas palabras, quedó registrado en su cámara para siempre. El mensaje era claro. Andy lo había repetido varias veces: «La vida no tiene sentido.... La vida no tiene sentido...»
En efecto, para miles de personas la vida no tiene sentido. Cuando el único significado de la vida gira alrededor de uno mismo —posesiones, caprichos, gustos y placeres—, la chispa de la vida muy pronto se apaga. Cuando lo único que vale es el disfrute de cosas materiales y nada más, muy rápidamente el entusiasmo, la pasión y la razón de vivir se desvanecen, y se termina diciendo: «La vida no tiene sentido...»
Sin embargo, la vida humana sí tiene sentido. Tiene un sentido inmenso, universal, divino. Tiene todo el sentido que Dios le dio cuando creó al hombre y lo puso en el jardín del Edén. Ese sentido es, por cierto, la razón de la creación. La vida del hombre tiene, incluso, un sentido eterno.
Cuando pensamos sólo en términos humanos, la vida nos parece confusa e incoherente. Pero cuando levantamos la vista y contemplamos el cuadro mayor de la existencia —nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestros valores y nuestro Dios—, comenzamos a ver en la vida un propósito y un designio. Es cierto que sin moralidad la vida no es vida, pero cuando reconocemos que Dios nos tiene aquí con un propósito definido, nos damos cuenta de que la vida sí tiene sentido.
Es Dios quien le da a nuestra vida sentido. Él es quien establece los valores morales para el buen vivir. Él es quien nos ayuda a aceptar todo lo incomprensible de nuestra vida.
Cristo nos da nuestra razón de ser. Él da sentido en medio de la locura. Busquemos en Él el porqué de nuestra existencia. No nos permitamos, por nada en la vida, ser presa de esa gran mentira: «La vida no tiene sentido». Porque Cristo quiere darle sentido a nuestra vida. Él quiere darle belleza a nuestro existir.

Hermano Pablo

lunes, 3 de diciembre de 2012

UNA PEQUEÑA FE EN DIOS

Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará…. Mateo 17:20.
Fe: todos deseamos tener más, especialmente cuando tenemos problemas gigantescos. Sin embargo, la mayoría de nosotros practicamos mucho la fe. Nos sentamos en sillas sin probarlas antes; usamos hornos sin analizar cómo funcionan, entramos llaves en las puertas y esperamos que abran. No solemos ir por ahí quejándonos y diciendo: “¡Cómo me gustaría tener más fe en las sillas, los hornos y las llaves!” Dependemos de estos objetos porque los consideramos confiables, no porque hayamos desarrollado grandes sentimientos de confianza.
Jesús no dijo a sus discípulos: “Tened más fe en Dios.” Sencillamente dijo: “Tened fe en Dios” (Mr. 11:22).
El maestro bíblico Stuart Briscoe escribe: “La fe sólo es tan válida como el objeto de ella. Usted puede tener una fe tremenda en una delgada capa de hielo y ahogarse…. Y podría tener muy poca fe en una capa de hielo muy gruesa y estar perfectamente a salvo.”
Muchos cristianos tienen fe en su fe y no fe en Dios. Cuando pasan por pruebas agonizan para alcanzar una fe gigantesca. Pero Jesús enseñó que una fe del tamaño de un grano de mostaza es suficiente, si se siembra en el terreno de la grandeza de Dios.
¿Cuál es tu montaña hoy? Tan pronto siembres tu grano de mostaza de fe en Dios, tu montaña se convertirá en Su responsabilidadÉ y podrás descansar en Su fidelidad. –JEY
Ten fe en Dios, no fe en la fe.

martes, 27 de noviembre de 2012

lunes, 26 de noviembre de 2012

DOS CLASES DE DEMENCIA

El matrimonio de John y Jenny Colomer, de Aspendale, Australia, estaba colmado de felicidad. Los cuatro hijos que les llegaron en rápida sucesión intensificaron aún más esa felicidad. Pero a los ocho años de matrimonio, comenzó una pesadilla. Jenny empezó a tener problemas mentales, y éstos se fueron agravando mes tras mes hasta llegar a ser insoportables.
Un día Jenny, presa de una furia descontrolada, castigaba brutalmente a sus hijos sin ningún motivo. Otro día, la emprendía contra su esposo. Así transcurrieron ocho años de locura, hasta el día en que Jenny atacó y golpeó a su esposo John. Éste la sujetó del cuello y, bajo una ola de locura propia, apretó demasiado fuerte y Jenny murió estrangulada. El juzgado, comprendiendo su tragedia, lo declaró inocente.
Una de las peores pesadillas que quebranta el corazón y destruye la paz ocurre cuando algún miembro de la familia padece perturbaciones mentales, sobre todo si se trata del padre o de la madre. Pero hay una demencia que, a pesar de la aparente contradicción de vocablos, no es mental sino espiritual. Ésa es la que padece el hombre o la mujer, que por más que desea y que busca la paz interna —esa paz del corazón que llega hasta lo profundo del alma—, no la halla. Tiene inteligencia, bienes materiales, buena familia, una posición reconocida y todo lo que el mundo estima valioso, pero no tiene paz. Daría cualquier cosa por tener tranquilidad en el alma, satisfacción, contentamiento y paz, pero nada de eso tiene. Esa es la demencia del corazón, y muchas personas padecen de ella.
Para la demencia mental, hay tratamientos psicológicos y drogas fuertes. Pero, ¿qué hay para la demencia del corazón? ¿Hay alivio para el alma atribulada y para el corazón confundido? ¡Sí lo hay!
Un joven que buscaba la paz se acercó a Jesucristo y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?» El Señor, en resumen, le contestó: «Si me sigues de cerca, encontrarás la paz que estás buscando. Y mientras lo hagas, experimentarás paz, gozo y libertad. Pero tienes que dejarlo todo y seguirme» (Lucas 18:18-22).
Esta es la gran verdad: para la demencia espiritual la solución es rendirnos a Cristo y seguir sus pasos. En Él hay verdadera paz

Hermano Pablo

LAS PRIORIDADES

¿Cómo valoramos lo que es urgente, lo que es importante y lo que es necesario?

Muchas veces al realizar una valoración de los hechos recientes de nuestras vidas, llegamos a la conclusión que actividades que anhelábamos hacer, no han podido llevarse a cabo, lo cual, por lo general trae aparejado un sentimiento de insatisfacción y a veces también, de culpa.

Entonces, lo urgente, no nos permite ver lo que es importante y/o necesario.

Ante todo, debemos tener en claro, que esta distribución de actividades en nuestro tiempo, está íntimamente relacionada al orden. Es imprescindible recordar, que nuestro Padre, es un Dios de orden y lo vemos reflejado tapa a tapa en Su Palabra, y a modo de ejemplo cito Eclesiastés 3:1 al 15.

Debemos valorar los tiempos de trabajo, de descanso, de estudio, de recreación, etc; y esto no se mantiene ajeno a la enseñanza bíblica.

¿Qué nos enseña Dios acerca de estos momentos?


• Tiempo de descanso:

o Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero. Éxodo 23:12.
o Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña. Levítico 25:4.
o Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu. Eclesiastés 4:6.
o El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Marcos 6:31.

• Tiempo de trabajo:

o Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:19.
o Seis días se trabajará, mas el sé ptimo día será de reposo. Levítico 23:3.
o Cuando comieres el trabajo de tus manos. Bienaventurado serás, y te irá bien. Salmos 128:2.
o ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición. Proverbios 22:29.
o No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Eclesiastés 2:24.

• Tiempo de familia:

o Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24.
o Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello. Proverbios 1:8.
o Corona de los viejos son los nietos. Y la honra de los hijos, sus padres. Proverbios 17:6.
o El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son com o cerrojos de alcázar. Proverbios 18:19.

• Tiempo de pareja:

o El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. Proverbios 18:22.
o Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;a para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 1º Pedro 3:1
o Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor. 1º Tesalonicenses 4:4.

• Tiempo de amigos:

o En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbios 17:17.
o El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano. Proverbios 18:24
o Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. 1º Pedro 3:8 y 9.

• Tiempo de iglesia:

o Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:23 al 25.
o Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, a y todos miembros los unos de los otros. Romanos 12: 4.


• . Tiempo personal:

o Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Hageo 1:7.
o Me acordé de los días antiguos; Meditaba en todas tus obras; Reflexionaba en las obras de tus manos. Salmos 143:5.
o Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas. Salmos 119: 27.
o Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1: 8 y 9.


Es importante destacar:

 Si estos tiempos NO están en equilibrio, corro el riesgo de ESTANCARME en alguna área de mi vida.
CADA COSA es IMPORTANTEy por lo tanto NECESARIOdedicarse a pleno.

Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Salmos 37:3 al 5.
Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
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noeliaescalzo

miércoles, 21 de noviembre de 2012

lunes, 19 de noviembre de 2012

TODA INFRACCIÓN INDIGESTA

Era un pequeño restaurante, uno de esos que llaman «de comida rápida». El hombre, de treinta y ocho años de edad, entró a comer un sándwich de pavo. Comió bien, pero luego, además de no pagar, asaltó al cajero y le sacó ocho dólares.
El plan le salió tan bien que Guillermo Molina siguió haciendo lo mismo por tres meses. Comía comidas suaves y lo hacía rápidamente. Luego asaltaba al cajero, extrayendo el dinero que hubiera en caja, y se iba lo más campante.
Cuando lo arrestaron, el juez lo condenó a veinticinco años de prisión: un año por cada comida rápida que consumió y no pagó. De ahí en adelante, durante veinticinco años consecutivos, tendría comida, si no buena y abundante, por lo menos gratis: comida de cárcel.
¡Cuántas personas hay que comen cosas que parecen ser agradables, sin saber que se están indigestando! El hombre y la mujer que hacen el mal tienen la tendencia a encubrir sus faltas, y buscan justificar todo lo que hacen. Se juzgan a sí mismos y se declaran inocentes. Y siguen haciendo el mal hasta que la conciencia, cansada de acusar, deja de insistir.
Hay personas que viven en adulterio por años. Piensan que es una comida agradable. Hasta se sienten satisfechos de hacerlo, pensando que son triunfadores. No obstante, es comida que indigesta matrimonio, relaciones, vida y alma.
Tarde o temprano, la consecuencia de esa comida producirá tal indigestión que desearán morir. Cuando familiares, especialmente hijos, les den la espalda, querrán borrar para siempre esa mancha. Pero una vez hecha, queda para siempre. Toda infracción indigesta. Todo pecado hace mal. Toda maldad, en una forma u otra, mata.
¿Qué debemos hacer, una vez que hemos caído? ¿Qué esperanza nos queda, una vez que nuestro pasado ha quedado manchado? ¿Cómo podemos limpiar esa mancha?
El primer paso es reconocer que hemos caído. Cuando reconocemos nuestro error y deseamos levantarnos, ese deseo es el comienzo de nuestra restauración: toca el corazón de aquellos a quienes hemos herido, y despierta en ellos el deseo recíproco de mostrarnos amor y aceptación.
Además de eso, el arrepentimiento sincero toca también el corazón de Dios. Cuando Él ve en nosotros una humildad genuina, entra a nuestra vida con su gracia salvadora y nos cambia por completo. Cristo sana, limpia, justifica y regenera. Permitámosle que lo haga. Él nos dará una nueva vida.

Hermano Pablo

sábado, 17 de noviembre de 2012