miércoles, 19 de agosto de 2009

DIVERSIÓN VIOLENTA

Comenzó temprano en la mañana, cuando los niños se disponían a desayunar. A media mañana, cuando la madre y los abuelos pretendían estar en los quehaceres del hogar, la actividad continuaba. Siguió a lo largo del día, agudizándose cuando los pequeños regresaron de la escuela. Así continuó hasta las diez de la noche cuando, por fin, la familia se acostó.

¿Cuál era esta actividad que hipnotizaba a todos en el hogar? Eran actos de violencia. Actos de violencia provistos a todo color y con efectos de sonido por ese extraordinario aparato, imprescindible en la vida actual, llamado televisor.

En un solo día y en una sola ciudad se registraron, de acuerdo con una encuesta oficial, 1.846 actos de violencia en la pantalla mágica. Y toda esa violencia fue absorbida por la psiquis de miles de niños y de adolescentes.

¿Cómo se define la violencia? Es cualquier acto deliberado que implica fuerza física o el uso de un arma a fin de alcanzar algún objetivo, promover alguna causa, actuar en un impulso de ira, intimidar a otros o defenderse de un ataque. Eso es violencia, y casi nunca sirve un fin justo.

La violencia que diariamente se ve en la televisión, y que comienza en los dibujos animados que los padres desaprensivamente dejan ver a sus pequeños, llega a ser parte de la vida diaria del niño. De esos casi dos mil actos de violencia registrados, nada menos que 471 provenían de los dibujos animados infantiles. Y además de actos de violencia, la televisión provee actos de perfidia, de adulterio, de mentira, de estafa, de infidelidad y de traición.

El apóstol Pablo nos dejó un tesoro escrito de incalculable valor: «... consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio» (Filipenses 4:8). Nuestra mente absorbe, como esponja, todo lo que le introducimos, y tarde o temprano llegamos a ser lo que ha entrado en ella. Por eso San Pablo les exhortó a los romanos a que fueran transformados mediante la renovación de su mente.

Cada uno de nosotros está construyendo vidas. En primer lugar, construimos la vida nuestra; luego, la de nuestros hijos. Ellos no serán lo que les digamos que sean sino lo que nosotros, con el ejemplo, les mostramos. Por eso nos urge adoptar como nuestra norma de vida las enseñanzas de Cristo. Y esto solamente lo conseguimos cuando Cristo mismo es nuestro Señor y Dios. Seamos, pues, verdaderos seguidores de Cristo.

Hermano Pablo

BAUTISMOS







Mas fotos de los que bajaron a las aguas y tambien los Pastores Elena y Falín y el hermano Julio.

BAUTISMOS






Este pasado sábado se celebraron en Arbucias unos bautismos de mienbros de la iglesia la paz .
fotos enviadas por: Estela Maris .

HOY..RENUNCIARE A LO QUE DESAGRADA AL SEÑOR

“Seis cosas aborrece el Señor y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre los hermanos” Prov 6:16-19.
Si yo quiero ser hoy, un discípulo fructífero debo entender y respetar tanto lo que le agrada a Dios, como aquello que le desagrada. La Biblia continuamente nos presenta las cosas que le agradan a Dios y las cosas que le desagradan.
La Biblia lo expresa ahora en este pasaje de Proverbios cuando menciona las siete cosas que Dios aborrece. Hoy decido no ceder a ninguna de estas siete cosas que surgen de un corazón desprovisto del toque personal de Dios Los ojos altivos, demuestran el orgullo que se convierte en la madre de todos los pecados.
La lengua mentirosa, la cual se rebela a vivir en el mundo hermoso de la luz y la verdad.
Las manos derramadoras de sangre inocente, que se levantan para quitar la vida de que aún no ha nacido o del que ya vive alegremente en la tierra de los vivientes.
El corazón que maquina pensamientos inicuos, el cual incuba los más horrendos sentimientos nacidos de un espíritu torcido.
Los pies presurosos para correr al mal, los cuales corren por el camino de su propia destrucción, el testigo falso que habla mentiras, quien cerrando su puño y su corazón expresa su propia vanidad y el que siembra discordia entre los hermanos, el cual no amando la paz la cercena con un corazón sin sentimientos. Y hoy no quiero ninguna de estas siete cosas las cuales Dios aborrece y que pueden amargar mi vida en este día.
Que mi corazón hoy, pueda andar tras los caminos que agradan al Señor los cuales son los senderos de la humildad, la verdad, el compartir vida a otros, el corazón que esta llena de buenos y sanos pensamientos, los pies que transitan los caminos del bien, el testigo que proclama la verdad de Dios y aquel que siembre la paz y la unida entre los hermanos. En esos senderos hoy quiero transitar.
Señor. Caminar por caminar no tiene sentido para mí en este día…Más quiero caminar con propósito sabiendo que al caminar con propósito siempre buscaré lo que te agrada. Si camino sin propósito y marcho por la vida solo por caminar. Terminaré haciendo precisamente aquello que no te agrada. Es más, todo aquellos que tú aborreces. Gracias por que hoy me das esta oportunidad de caminar por el sendero de tu agrado. Amén.

NESTRA PRIMERA FIESTA DE FRACASOS

El fracaso es demora pero no derrota.
Es desvío transitorio, no un callejón sin salida.

William Arthur Ward

Cuando necesito ayuda para ser una buena madre, recuerdo a mi mamá y a mi abuela, mujeres que sembraron semillas de sabiduría en mi alma, como un jardín secreto, para que florecieran incluso en el mas crudo invierno. Un día especialmente difícil llegue a casa para encontrar un segundo aviso no tan amable en la cuenta del gas, y mis tres hijos desolados. Tommy, de once años, sufría por su corte de cabello. “Mi profesor se llevo mi gorra porque dice que los caballeros no usan sombreros en los edificios”. Había soportado comentarios como “calvito” y “cabeza rapada” todo el día, me dijo, mientras ocultaba su cabeza entre sus manos. Lisa había llegado a las finales del concurso de ortografía de su curso, pero había perdido por la palabra temeroso. No se me escapó la ironía. Jenni, estaba en primer grado, había sido castigada por su risa nerviosa cuando tuvo que leer, y luego se habían burlado de ella por tartamudear en una frase. “Bueno chicos, lo que tenemos aquí es una serie de fracasos. ¡Celebremos!” La sorpresa los saco de su melancolía y me observaban atónitos. Continúe hablandoles: ‘Mi abuela Towse solía decir, “Aprendamos más de nuestras fallas que de nuestros éxitos. Cuanto más curtida una persona por sus problemas, más lejos llegara’. Vamos a comer pizza para celebrar nuestra primer fiesta de fracasos”. Esto condujo a muchas fiestas de fracasos, y aprendimos a buscar en nuestras tragedias algo que pudiéramos celebrar en lugar de padecer por lo que habíamos sufrido. Espero haber sembrado semillas en el alma de mis hijos, recogidas de la sabiduría de las mujeres que me antecedieron, para que las rieguen en sus propios jardines algún día. Fuente: Judith Towse-Roberts, Sopa de Pollo para El Alma de la Madre. Salmos 51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

UNA PEQUEÑA ELECCION

Lectura: Josué 24:15-24.
“Escogeos hoy a quién sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué 24:15
Cuando era niño, mi padre a menudo tocaba el violín en la orquesta sinfónica local. Su joven talento en ciernes continuó mejorando hasta la secundaria.
Luego un día decidió unirse a sus amigos en una travesura inofensiva. Mientras corrían por los corredores de la escuela, salieron por una puerta y mi papá se apresuró a seguirles. La puerta se cerró justo cuando él llegó a ella. Su mano izquierda destrozó el vidrio de la puerta cortándole los tendones de tres dedos. Todo lo que los doctores pudieron hacer fue anudar los tendones, con lo cual los dedos de mi padre quedaron inutilizados y el violín quedó fuera de su vida para siempre.
Me pregunto cómo habría podido ser la vida de mi papá distinta si no hubiese hecho esa pequeña elección. Los «qué-hubiese-pasado-si» tienen una utilidad dudosa: siempre podemos cuestionarnos a posteriori. Pero no podemos subestimar el impacto de nuestras elecciones. Una elección puede producir consecuencias para toda la vida, ya sea para bien o para mal.
El consejo de Josué es un buen punto de partida. «Escogeos hoy a quién sirváis -le dijo a Israel-. Pero yo y mi casa serviremos a Jehová» (Josué 24:15).
Servir a Dios no siempre será la elección fácil. Pero es una elección que conlleva el tipo de consecuencia con la que podemos vivir.
Lo que serás mañana depende de las elecciones que hagas hoy.