martes, 9 de junio de 2009

HOY..TOMARE DECISIONES

“Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas” Hechos 6:2
El crecimiento nos impulsa a tomar decisiones. “En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos….” Hechos 6:1Cuando hay crecimiento de la Iglesia se experimenta nos veremos obligados atomar decisiones, pero si no hay discernimiento no podremos captar la urgenciay el efecto que esas decisiones van a hacer en toda la congregación. Vienendías cuando el crecimiento de la vida, de la iglesia y ministerios serán mucho másimpresionante y el discernimiento será vital.La falta de decisiones produce murmuraciones justas. “se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea, de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos” Hechos 6:1Cuando las decisiones importantes se tardan en tomarse la murmuración comienza. Como siervos en el pueblo de Dios necesitamos tener el discernimiento agudo para captar las tales actitudes y no simplemente arremeter contra aquellos que hablan. Un siervo con discernimiento no se dejará llevar por las primeras actitudes sin antes pesar lo que produce tal actitud.El liderazgo sabio no ignora las reacciones del pueblo…. más las estudia.El liderazgo con discernimiento no va a ignorar las reacciones del pueblo sino que las estudia para tomar así las decisiones correctas. Muchos lideres han dejado de tomar las decisiones correctas o peor aún no han sabido escuchar al pueblo.
El estudio cuidadoso de las reacciones de la gente puede darme un enriquecimiento personal y ministerial muy impactante. Discernimiento y decisiones sabias van tomadas de la mano.El liderazgo sabio toma decisiones justas, correctas y equilibradas.“Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra”.6:3,4.Hoy necesito estar abierto para observar las cosas que van a determinar mis próximas decisiones con la sabiduría del Señor.
Señor, te damos gracias por tu amor tan infinito y por darnos la capacidad de entender cuando tomar decisiones. Hoy, estaré listo para tomar esas decisiones claves. En el Nombre de Jesús. Amén.

EL GUSANITO

Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un Chapulín:
- Hacia donde te diriges?, le preguntó.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó:
- Tuve un sueño anoche; soñé que desde la punta de la gran montaña miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo.
Sorprendido, el chapulín dijo, mientras su amigo se alejaba:-Debes estar loco! ¿Cómo podrías llegar hasta aquel lugar? !Tú, una simple oruga!.
Una piedra será para ti una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable.
Pero, … el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó . Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto se oyó la voz de un Escarabajo:
-¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?
Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante:
- Tuve un sueno y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo.
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo:
- Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa.
Y se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.
Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir de su sueño!
-No lo lograrás jamás! - le dijeron-, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar:
- Estaré mejor, fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió “por querer realizar un sueño irrealizable”.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una ADVERTENCIA PARA LOS ATREVIDOS. De pronto quedaron atónitos.
Aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta.
Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: UNA MARIPOSA.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.
“Todos se habían equivocado”.
Dios no nos hubiera dado la posibilidad de soñar, si no nos hubiera dado la oportunidad de hacer realidad nuestros sueños.
Josué 1: 9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

VERDAD LIBERADORA

Lectura: Efesios 1:3-10.
"Nos hizo aceptos en el Amado" Efesios 1:6
Una misionera soltera se había estado menospreciando a sí misma. Era infeliz con su vida en general, pero en especial le disgustaba pensar en lo que ella creía que era su bajo nivel de crecimiento espiritual.Una mañana se miró en el espejo de manera escudriñadora. Luego, muy lentamente, dijo: "Dios, te agradezco que sea yo misma y que jamás pueda ser alguien más".Ese fue su momento de auto-aceptación liberadora. Se dio cuenta de que, por el diseño de Dios, ella era una persona absolutamente única, un ser humano redimido por Cristo que jamás podría ser reemplazado o duplicado.¿Te condenas a ti mismo porque no eres tan espiritual como crees que debieras serlo? ¿Te ves como un discípulo de segundo orden, que carece de los dones y las gracias que poseen tus compañeros creyentes que parecen ser modelos de oración, testimonio y servicio? Podemos elevarnos por encima del desánimo producido por el auto-rechazo y disfrutar de la auto-aceptación agradecida cuando ponemos nuestras vidas en las manos de Jesús, las cuales muestran las marcas de los clavos. "En quien tenemos redención por Su sangre, [y] el perdón de pecados" (Efesios 1:7). Somos aceptados y elegidos por Él (vv. 4-6).Si el Señor nos ha aceptado, ¡seguramente podemos aceptarnos a nosotros mismos! Esa es la verdad libertadora.
Aceptar el regalo gratis de la salvación de parte de Jesús nos libera para aceptarnos a nosotros mismos.

DESTINO: LA BASURA

La policía halló a la recién nacida, Ascensión Meléndez, tirada en la basura. La madre vivía en una habitación pobre, sin luz, sin calor, sin muebles y sin servicios higiénicos. Tres niños pequeños, sucios y sin ropa, jugaban en el piso. Y otra criaturita de diez meses estaba descuidada en un rincón.

Al detener los agentes a la madre, Jésica Chávez, de veinticinco años de edad, ella dijo: «¿Qué puedo hacer? No tengo trabajo, no tengo dinero, no tengo marido. Y mis hijos, como quiera, no tienen otro destino que la basura.»

Cinco hijos. Cinco hermanos. Cinco niños. Todos con un solo destino: la basura. Así reflexiona esta pobre madre de apenas veinticinco años de edad.

El confrontarse con situaciones como ésta confunde a muchos. Cuando una madre siente que tiene que tirar sus hijos a la basura porque no tiene lo necesario para cuidar de ellos, algo en nuestra sociedad anda mal.

¿Quién tiene la culpa? ¿Será culpable la sociedad materialista, fría e implacable? ¿Será culpable el machismo, que tiene a la mujer sólo como un utensilio de placer y abuso? ¿Será culpable una religión sin fuerza espiritual, que sólo ofrece ceremonias inertes y creencias vacías? ¿Será culpable la familia, que no le da a los hijos la fuerza moral para vencer en la vida?

Lo más fácil, pero también lo más deshonesto, es buscar a quién echarle la culpa. Racionalizaciones y criterios hay muchos. Los gobiernos deben cuidar de sus pobres. Son muchos los necesitados y no hay manera de resolver los problemas de todos. Los hombres deben dejar el vicio y trabajar para que no exista tal indigencia. La vida es así, y nadie va a cambiarla.

Estas, y otras muchas razones como ellas que sólo son excusas, son las que pretendemos dar, y con esto aparentamos no ser responsables.

Un niñito andaba por la playa tirando de vuelta al mar, una por una, bastantes estrellas de mar que se habían encallado. Alguien le dijo:

—¿Crees tú que con eso podrás marcar una diferencia?

El niño miró al pez que tenía en la mano y contestó:

—Para éste sí.

Y con eso lo regresó al agua.

No seamos indiferentes ante el dolor del mundo. Si no fuera por la gracia de Dios, así seríamos todos. Tengamos compasión. Si no podemos solucionarlo todo, cuando menos resolvamos el problema del que está cerca de nosotros. Nosotros somos las únicas manos que Dios tiene en esta tierra. Hagamos lo que está a nuestro alcance.

HermanoPablo

La policía halló a la recién nacida, Ascensión Meléndez, tirada en la basura. La madre vivía en una habitación pobre, sin luz, sin calor, sin muebles y sin servicios higiénicos. Tres niños pequeños, sucios y sin ropa, jugaban en el piso. Y otra criaturita de diez meses estaba descuidada en un rincón.

Al detener los agentes a la madre, Jésica Chávez, de veinticinco años de edad, ella dijo: «¿Qué puedo hacer? No tengo trabajo, no tengo dinero, no tengo marido. Y mis hijos, como quiera, no tienen otro destino que la basura.»

Cinco hijos. Cinco hermanos. Cinco niños. Todos con un solo destino: la basura. Así reflexiona esta pobre madre de apenas veinticinco años de edad.

El confrontarse con situaciones como ésta confunde a muchos. Cuando una madre siente que tiene que tirar sus hijos a la basura porque no tiene lo necesario para cuidar de ellos, algo en nuestra sociedad anda mal.

¿Quién tiene la culpa? ¿Será culpable la sociedad materialista, fría e implacable? ¿Será culpable el machismo, que tiene a la mujer sólo como un utensilio de placer y abuso? ¿Será culpable una religión sin fuerza espiritual, que sólo ofrece ceremonias inertes y creencias vacías? ¿Será culpable la familia, que no le da a los hijos la fuerza moral para vencer en la vida?

Lo más fácil, pero también lo más deshonesto, es buscar a quién echarle la culpa. Racionalizaciones y criterios hay muchos. Los gobiernos deben cuidar de sus pobres. Son muchos los necesitados y no hay manera de resolver los problemas de todos. Los hombres deben dejar el vicio y trabajar para que no exista tal indigencia. La vida es así, y nadie va a cambiarla.

Estas, y otras muchas razones como ellas que sólo son excusas, son las que pretendemos dar, y con esto aparentamos no ser responsables.

Un niñito andaba por la playa tirando de vuelta al mar, una por una, bastantes estrellas de mar que se habían encallado. Alguien le dijo:

—¿Crees tú que con eso podrás marcar una diferencia?

El niño miró al pez que tenía en la mano y contestó:

—Para éste sí.

Y con eso lo regresó al agua.

No seamos indiferentes ante el dolor del mundo. Si no fuera por la gracia de Dios, así seríamos todos. Tengamos compasión. Si no podemos solucionarlo todo, cuando menos resolvamos el problema del que está cerca de nosotros. Nosotros somos las únicas manos que Dios tiene en esta tierra. Hagamos lo que está a nuestro alcance.

HermanoPablo

RESERVAS OCULTAS EN EL AVIÓN

Una noche de 1968 el piloto de un avión de pasajeros con destino a Nueva York se dio cuenta de que el tren de aterrizaje de su jet estaba trabado.

Al acercarse cada vez más a su destino, continuaba luchando con los controles tratando de que las ruedas cayeran en su lugar, pero sin éxito.

Dando vueltas alrededor del aeropuerto, pidió instrucciones a la torre de control. El personal de tierra, respondiendo a la inminente crisis, roció la pista con espuma y los vehículos de emergencia se colocaron en posición. Le dieron instrucciones al piloto de que aterrizara lo mejor que pudiera.

Les pidieron a los pasajeros que se prepararan para lo peor y se colocaran en posición de descenso.

Momentos antes del aterrizaje el piloto anunció por el intercomunicador: «Estamos comenzando nuestro descenso final. De acuerdo con los códigos internacionales de aviación establecidos en Ginebra, es mi obligación informarles que si creen en Dios, deben comenzar a orar». Entonces el avión hizo un aterrizaje de barriga y milagrosamente se detuvo sin causar daños a los pasajeros.

Si aquel piloto no se hubiera encontrado en una crisis ese día, sus pasajeros nunca hubieran sabido que en aquel avión había reservas ocultas para la oración. Pero, ¿no ocurre lo mismo con la mayoría de las personas? Mientras todo va bien, rara vez piensan en hablar con Dios. Mas cuando el asunto es de vida o muerte, se vuelven a Él para pedir ayuda.

Esa manera de pensar se puede esperar de los incrédulos. Muchos tienen una «mentalidad de llanta desinflada». Al cruzar por la carretera de la vida, si el auto anda bien, todo va de manera estupenda. Pero cuando la llanta se descompone, se vuelven a Dios.

Por qué tenemos que esperar que las cosas se compliquen para orar? Hay una belleza en la vida cuando la oración fluye en todo tiempo. Con rostro resplandeciente podemos orar en momentos de crisis, cuando en tiempos soleados aún hemos orado.

Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti. 1 Reyes 8:28

Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona. 1 Reyes 8:30

Tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás justicia. 1 Reyes 8:45