miércoles, 7 de enero de 2009

POEMA DE NICANOR PARRA - ES OLVIDO


Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas.
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida.
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.

Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.

LA GUILLOTINA

Llevaban a la guillotina a tres hombres. Le preguntaron al primero si quería estar boca arriba o boca abajo cuando le llegara la hora final.

El contestó que quería estar boca arriba, para estar mirando al cielo al morir. Levantaron la hoja de la
guillotina y la dejaron caer. La hoja cayó velozmente y de repente se detuvo, a unos cuantos centímetros de su cuello.

Las autoridades consideraron esto como una intervención Divina y liberaron al hombre.

Luego, llegó el turno del segundo, quien también decidió morir mirando al cielo, esperando tener la misma suerte del primero. La cuchilla fue levantada nuevamente, y soltada. Cayó velozmente y de pronto se detuvo apenas a centímetros del cuello del segundo hombre, por lo que también fue puesto en libertad.

Seguía el tercero, que era ingeniero mecánico de profesión, quien también optó por morir boca arriba.

Levantaron lentamente la hoja de la guillotina, cuando de repente el ingeniero, viendo un desperfecto en el mecanismo de la guillotina, dijo: “Hey, ya sé porqué no cae la hoja de la guillotina…”

Los verdugos, arreglaron el mecanismo, y el ingeniero fue puesto nuevamente en la guillotina, y esta vez, funcionó perfectamente.

Aun cuando podamos estar ansiosos de compartir con otros lo mucho que sabemos, ¡a veces es mejor no decirlo! A veces nos metemos en problemas por decir algo que debimos callar.

Proverbios 10

13 En los labios del sabio no falta la sabiduría; en la espalda del imprudente no faltan los garrotazos.

14 El sabio sabe callar; el tonto habla y causa problemas.

19 Hablar mucho es de tontos; saber callar es de sabios.

AQUEL DIA

En que mi sol se apagaba
Sola corría
De lágrimas inundada
En contra de la vía
Sin importarme nada
Gemía y Gemía
Hasta el aire me asfixiaba.

Aquel día
Sin luz ni esperanza
No veía
La muerte que amenaza ...
Tú mi guía
Pusiste tu confianza,
Compañía
Y ternura que me enlaza.

Aquel día
Dejó de ser lamento,
Sólo vida
Con Cristo mi sustento,
Sonreía
Libre de tormento,
Como niña
En los brazos del Maestro.

ES EL MOMENTO DE COMENZAR A CAMINAR CON JESÚS

Es el momento de comenzar a caminar con Jesús


Y despegó el año 2009. Sí, el nuevo año comenzó en medio de una gran incertidumbre, que no nace de meras suposiciones ni de simples pronósticos, sino que nace de crudas realidades: el mundo económico y financiero que se desplomó, el mundo político que busca desesperadamente alianzas estratégicas y el mundo social que aún se encuentra desbalanceado. Bajo estas circunstancias, se habla de buscar medidas de salvataje para contrarrestar estas problemáticas. Y esta palabra salvataje se acerca más a aquella expresión que muchos hoy por hoy esquivan y que escuchan soslayadamente: SALVACIÓN POR CRISTO.

Con estos síntomas no hay más remedio que concluir que el mundo va rumbo a una hecatombe de proporciones indeterminadas. ¿Pero alguien se ha puesto a pensar que la peor hecatombe es aquella que consiste en la ausencia de la vida de Jesús en la vida de las personas? Esta situación se denomina condenación eterna que no es otra cosa que estar alejado de Dios, es decir el que no va a Jesús. Ante este interrogante surgen dos reflexiones: primero, Dios ya realizó la medida histórica por excelencia de todos los tiempos que evita esta hecatombe personal. Dice Dios en Jn. 3:16a: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”, es decir, envió a su Hijo Jesucristo en forma de hombre, quien murió en la cruz por los pecados y resucitó como señal inequívoca que la medida realizada era eficaz y contundente. Esa es la acción realizada por Cristo en favor de la humanidad. La contraparte es muy sencilla, diciendo Dios en la segunda parte del versículo 16 (Jn. 3:16b) “…para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”, lo cual consiste en que tú puedes recibir la salvación por Cristo, reconociendo tu lejanía de Dios, pidiendo perdón a Jesús por tu incredulidad y aceptando a Jesús en tu corazón. En el momento en que tú ores (orar es conversar con Dios) y recibas a Jesús en tu corazón puedes estar seguro de que has pasado de condenación eterna a vida eterna, es decir, tienes las Salvación por Cristo. Esta salvación es eterna, de ahí que se llame vida eterna. Es sencillo, ¿no?

La segunda reflexión consiste en que la decisión tomada por Jesús es de tal magnitud que tienes ahora contacto con Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¿No es increíble? Y ahora puedes empezar a caminar con un nuevo estilo de vida acorde con un hijo de Dios. Este estilo de vida no es posible realizarlo solo, se requiere de la ayuda de alguien que conozca a la perfección en qué consiste ese nuevo camino y que conozca tus debilidades y fortalezas para moldear tu vida y transformar aquellas cosas que hasta ahora eran imposibles de cambiar. Esa persona es el Espíritu Santo quien tiene el p oder suficiente de ayudarte en tus decisiones de cambio (Hch. 1:8a: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”).

A partir de esta fase de tu vida es muy importante conocer de cerca a aquel quien ha rescatado tu vida y conocer en qué consiste el nuevo modelo de vida para ti, para lo cual se hace necesaria la lectura diaria y permanente del libro que revela en modo perfecto y preciso tanto a Jesús como tu nuevo caminar: La Palabra de Dios. Ver Col.3:16: “La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Así como también es importante tener una relación con Jesús de doble vía, no solo escuchando y leyendo la Biblia, sino también orando diariamente siendo agradecidos con El, alabándole y adorándole por lo que El es y también hay lugar desde luego para pedirle a El cuando estés necesitado (Ef. 5:19-20: “…cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, …”)

Es la mejor manera de iniciar un año, tanto para aquellos que aún no conocían de la salvación por Cristo, como para aquellos que ya conociéndole pueden mejorar y estrechar la relación con Jesús.

Les deseo a todos Uds. y sus familias un año 2009 lleno de bendiciones.

Enviado por: Gabriel Lelek

JUZGAR O NO JUZGAR

Lectura: Mateo 7:1-21
No juzguéis, para que no seáis juzgados. —Mateo 7:1
¿Qué mejor manera de decirles a las personas que no se metan en lo que no les importa sino citando a Jesús? Personas que rara vez leen la Biblia rápidamente citan Mateo 7:1 cuando quieren silenciar a alguien cuya opinión no les gusta. «No juzguéis, para que no seáis juzgados.» parecer ser la respuesta perfecta.
Sin embargo, en su contexto, el pasaje indica que, en efecto, hemos de juzgar: simplemente se supone que debemos evitar los juicios incorrectos. Más aún, nuestros juicios han de comenzar con nosotros mismos: «Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano», dijo Jesús (v. 5). Luego dijo: «Guardaos de los falsos profetas» (v. 15). Esto también requiere de juicio —necesitamos poder discernir la verdad de la falsedad.
Jesús utilizó la metáfora de la fruta para darnos los criterios apropiados para juzgar. «Así que, por sus frutos los conoceréis» (v. 20). Hemos de juzgar a las personas (incluyéndonos a nosotros mismos) por la calidad del fruto que producen. Este fruto no puede ser juzgado por valores terrenales tales como nuestra apariencia exterior (v. 15). Debe ser juzgado por valores celestiales: el fruto que el Espíritu produjo dentro de nosotros —amor, gozo, paz... (Gálatas 5:22).
Nuestra tendencia es juzgar por las apariencias. Pero Dios juzga por lo que producimos, y nosotros debemos hacer lo mismo.
Sé lento para juzgar a los demás y rápido para juzgarte a ti mismo.

HOY..DEBO ENTENDER LO QUE SIGNIFICA TENER AL ESPIRITU SANTO

Y acontecio que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino á Efeso, y hallando ciertos discípulos, Díjoles: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo. Hechos 19.
Qué significa realmente tener al Espíritu Santo dentro de mi? Tener al Espíritu y ser lleno de él, significa rendir completamente cada área de mi vida al señorío de Jesús. No mantener o reservar nada para mi. Darle a él todas las llaves de las puertas de mi vida. No tener espacio para la hipocresía. En el camino cristiano no se puede regatear con Dios.
Yo no puedo decirle a Dios, Señor, yo te daré tal área si tú me das tal bendición o regalo. No puedo negociar el camino de santidad con Dios. En la medida en que obedezco a Jesús y le permito a él tener absoluto control en mi vida, en esa medida seré lleno del Espíritu Santo. Dios entonces continuará expandiendo mi capacidad para ser lleno para el resto de mi vida, produciendo más y más de su carácter en mi y multiplicando los frutos del Espíritu en mi.
El proceso de ser lleno del Espíritu es un proceso sin fin, nunca termina acá en la tierra. Yo nunca podré medir las profundidades del amor de Dios. Nunca me cansaré de disfrutar de su frescura que suple todos los recursos de mi vida. No hay altura, ni profundidad, ni límite a cuán profundamente yo puedo crecer en Cristo. Su Espíritu continuará extendiendo sus límites y horizontes en mi. Esta es la razón por la cual la gente verdaderamente santa, rara vez es gente aburrida. Con el Espíritu Santo morando en mi, siempre habrá sorpresas y nuevas experiencias.
Pablo al encontrar ciertos discípulos les hizo una interesante pregunta: Habéis recibido el Espíritu Santo? Ellos respondieron, ni sabíamos que había Espíritu Santo. Ellos fueron introducidos en una nueva experiencia y sus vidas fueron nuevamente sorprendidas por el Señor. Hoy quiero ser sorprendido nuevamente por el Señor y abrirme para que el Espíritu Santo haga en mi y a través de mi lo que él quiera. No hay límites para la operación del Señor por su Espíritu en mi vida. Solo los límites que yo mismo pueda poner.
Señor. Gracias por tus bondades. Gracias por tus misericordias. Cuan infinito es tu amor. Se que caminando contigo y en obediencia mi vida siempre estará llena de sorpresas. Quiero abrirme totalmente a la operación de tu amor y la obra gloriosa de tu Espíritu. Grande eres oh Señor. Digno de ser alabado y glorificado. Hoy levanto mi mirada al cielo y al contemplar los cielos puedo decir, cuán grande es tu nombre oh Dios. Amén.

EL VALOR DEL TIEMPO

Para darse cuenta del valor de un año,Pregúntale a un estudiante que ha fallado en un examen final.
Para darse cuenta del valor de un mes,Pregúntale a una madre que ha dado a luz a un bebe prematuro.
Para darse cuenta del valor de una semana,Pregúntale al editor de un diario semanal.
Para darse cuenta del valor de una hora,Pregúntale a los novios que esperan para verse.
Para darse cuenta del valor de un minuto,Pregúntale a la persona que ha perdido el tren, el autobús o el avión.
Para darse cuenta del valor de un segundo,Pregúntale a la persona que ha sobrevivido de un accidente.
Para darse cuenta del valor de un milisegundo,Pregúntale a la persona que ha ganado una medalla de plata en las olimpiadas.
“El tiempo no espera a nadie, Atesora cada momento que tengas.lo atesoras mas cuando puedes compartirlo ……..con alguien especial”
Ya termino un año. Que hiciste en el año que termina?
Cuál ha sido el producto de tu vida?
Le diste a Dios gran parte de tu tiempo o simplemente lo gastaste?
Comienza de nuevo. Nunca es tarde si se quiere. Da el primer paso y Dios se acercará a ti.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Ecle 3:11
Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. Cantares 2:12
Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16