lunes, 5 de enero de 2009

HOY..PODRE ESTAR DERRIBADO PERO NO DESTRUIDO


Perseguidos, más no desamparados; abatidos, mas no perecemos; 2 Corintios4:
Por mucho tiempo cuando leía las hazañas y prodigios alcanzados por hombres y mujeres de la Biblia, solo veía las hazañas y la manera como fueron ampliamente usados, pero olvidaba las sombras que a veces les rodearon y sobre todo ignoré como con la ayuda del Señor ellos pudieron vencer.
El Apóstol Pablo da a conocer a la Iglesia de Corinto parte de ese lado oscuro que rodeó a veces su vida, pero en medio de esas sombras él habla de rayos de esperanza cuando dijo: Estamos perseguidos más no desamparados, estamos abatidos, más no perecemos , estamos derribados pero no destruidos. Hoy quiero anhelo tener esa visión clara de la vida.
Hoy recuerdo otro cuadro que la Biblia pinta magistralmente. El pueblo de Israel huyendo de Egipto, el ejercito egipcio detrás en completa y abierta persecución. Los israelitas llegan al mar Rojo. El mar ruge con potencia y fuerza, el ejercito egipcio galopa con amenaza y rugir de odio y amargura, Israel tiembla como si fuera una pluma sacudida por el viento.
Cuando la esperanza parece esfumarse, el socorro llega de lo alto y esa voz potente ordena: “Dile a los hijos de Israel que marchen” y ante la señal de Moisés , el pueblo se lanza por fe en el Mar rojo , sus ojos parecían abrirse y abrirse al contemplar como el mar se abría…habían estado angustiados pero no desesperados, casi derribados pero no destruidos por que el socorro vino de lo alto.
Alguien ha dicho que el diablo podrá poner murallas alrededor de nosotros, pero que jamás podrá poner techo, por lo que siempre habrá esperanza. Así como el arca de Noé tenia una ventana al cielo , así la embarcación de mi vida siempre tendrá ventanilla a los cielos de donde viene mi socorro. Nuestras dificultades son desafíos de Dios y muchas veces él hace que esos desafíos se tornen duros para que nosotros podamos escalarlos sin problemas.
En la providencia de Dios cada hora nos capacita para posibilidades más altas en el mundo de la fe. Nosotros estamos empujados por cada emergencia para encontrar lo mejor de Dios. Se que hoy es la hora de Dios para mi vida. Como Jacob, iré a través de una noche en Peniel para no ser mas el confundido Jacob y llegar a ser el Victorioso Israel.
Señor, Gracias porque contigo yo siempre tendré una fresca y nueva oportunidad. Oh Padre, hoy puedo ver que en tu camino cada dificultad o problema realmente es un desafió, para encontrar lo mejor de ti, disponible para mi. Señor , algunas veces yo pierdo ante mis propios ojos el propósito claro que tienes para mi. Se que cada emergencia que encuentre hoy, me impulsará a encontrar lo mejor de ti. Amén.

UN AÑO MAS

Érase una vez un mago condenado a muerte por el rey del lugar. El día de su ejecución, el mago prometió al rey que, si lo dejaba vivir un año más, haría que su caballo hablara, dándole fama mundial. Pero, si llegaba a fallar, el rey podría ejecutarlo inmediatamente.
El rey aceptó. El mago fue perdonado por un año y colocado en el calabozo del Palacio Real. Un duque, amigo del mago, lo visitó en el calabozo y le dijo:
-Sin duda alguna, estás loco. Todos sabemos que no es posible hacer que el caballo hable, ¡No hay esperanza! Vas a morir.
El mago respondió:
-Pero, por lo menos, tengo un año más de vida. Quizá logre hacer hablar al caballo, de cualquier manera, ¡tengo todavía un año más!
Un nuevo año es siempre una esperanza de nuevos proyectos, deseos y sueños. Muchas cosas pueden pasar. ¿Qué escribiremos en las páginas en blanco de este nuevo año? Lo decidirá la manera en que vivamos cada día. Tratemos de no contaminarnos con el egoísmo y el orgullo; sino que, como buenos discípulos de Jesús, busquemos la fidelidad, la diligencia, la sinceridad y la honestidad.
Nota qué pensamiento tan interesante: Otro año abre sus páginas blancas ante nosotros. El ángel anotador está listo para escribir. El curso de tus acciones determinará lo que escribirá. Ustedes pueden hacer la vida futura buena o mala; y eso determinará si el año por delante será para ustedes un Feliz Año Nuevo. -Youth´s Instructor, enero 1881.
¿Qué haremos con este nuevo año que Dios nos está dando? Entreguemos nuestros caminos al Señor y hagamos de este año el más provechoso de nuestra vida.
Salmo 37:5Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él hará.

DIEZ PASOS PARA SEGUIR EN ESTE AÑO NUEVO

Sigamos estos diez pasos que el Señor le mandó a Josué para que todo lo que emprendamos sea de éxito.

Una diapositiva que bendecirá tu vida!

ROBAR SU PROPIO BANCO

Iba a ser el asalto perfecto, un asalto que no podría fallar, que no dejaría ninguna pista, y que produciría al asaltante una cuantiosa suma. El disfraz del asaltante, también, era perfecto: anteojos negros, peluca de color diferente, y nariz arreglada por un experto en maquillajes de teatro.

Así disfrazado, Wong Hoi Wan, de cincuenta y ocho años de edad, de Hong Kong, decidió asaltar un banco de su ciudad. Sólo que él era el presidente del banco. No se sabe si por el calor o por los nervios, la nariz se le desprendió. Y por si eso fuera poco, su enorme figura de 135 kilos de peso ya lo había denunciado a los guardias.

El titular en los diarios era interesante: «Intentó robar su propio banco».

¿Qué significa robar su propio banco? Es alzarse con el dinero que clientes desprevenidos, con toda confianza, han depositado en él. Es levantar una suma incalculable de dinero sin pensar en las consecuencias. Es arruinar honra, familia y porvenir. De ahí que Wong Hoi Wan tuviera que rendirle cuentas a la policía, al juez y a sus depositantes, expiando tras las rejas su maldad.

Si bien en esta vida pocos han de robar su propio banco literalmente, muchos lo han de hacer en sentido figurado. Pues robar su propio banco también es minar el prestigio que uno, con paciencia y cuidado, ha conquistado. Es derribar, por descuidos éticos, la posición que uno, en el mundo de los negocios, ha ganado.

Es destruir, por infidelidad conyugal, lo más hermoso y preciado que en este mundo existe: su matrimonio. Y junto con la destrucción de su matrimonio quedan, también, destruidos sus hijos, sus nietos y el resto de la familia.

Robar su propio banco es agredirse uno mismo con el uso de drogas y alcohol, destruyendo ánimo, cerebro y voluntad, haciéndose inútil para servicio benéfico y provechoso.

Es hacer caso omiso de la inquietud espiritual que toda persona tiene, destruyendo así la oportunidad de reconciliarse con Dios. Es llevar una vida materialista —efímera, volátil y falsa— sin preocuparse de lo espiritual. Es cerrar las puertas del cielo. «¿De qué le sirve a uno —afirmaba Jesucristo— ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo?» (Lucas 9:25).

Lo cierto es que podemos ganar millones y adquirir casas, joyas, lujos y placeres, pero si descuidamos nuestra alma nos estamos robando a nosotros mismos.

No sigamos robándonos así. Sometámonos más bien al señorío de Cristo. Él quiere ser nuestro Salvador. Dejemos de robar nuestro propio banco.

Hermano Pablo.