domingo, 21 de diciembre de 2008

LA BAILARINA

Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión.

Deseaba llegar a ser la primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.

Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no se si tengo el talento necesario o que me hace falta.
Dame una demostración, le dijo el maestro.
Transcurrido apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.

No, no tiene usted condiciones.

La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado.

Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado, luego agregó: Hay algo que nunca he terminado de entender.
Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?

Ahhh, apenas la miré cuando Ud. bailó delante de mi, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.
Pero eso es imperdonable! Exclamó ella, arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina!

- No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.

Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, pues no podrás.
Si quieres hacer algo pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás.

En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa, tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible.
Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente;no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estara contigodonde quiera que vayas. Josué 1:9

Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión.

Deseaba llegar a ser la primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.

Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no se si tengo el talento necesario o que me hace falta.
Dame una demostración, le dijo el maestro.
Transcurrido apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.

No, no tiene usted condiciones.

La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado.

Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado, luego agregó: Hay algo que nunca he terminado de entender.
Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?

Ahhh, apenas la miré cuando Ud. bailó delante de mi, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.
Pero eso es imperdonable! Exclamó ella, arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina!

- No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.

Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, pues no podrás.
Si quieres hacer algo pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás.

En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa, tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible.
Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente;no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo donde quiera que vayas. Josué 1:9

HOY REHUSARE A LOS PLACERES DEL MUNDO

“ Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado” Hebreos 11:24,25.
Cuando Dios nos muestra que él está llevándonos por un camino de servicio a él, regularmente nosotros tendemos a pensar que eso sucederá la próxima semana o quizás dos. En realidad ocurre que eso viene acontecer después de un largo tiempo. Dios primero nos habla y nos muestra que nos va usar, pero entre el momento en que él nos muestra y el momento de la realización, regularmente pasa mucho tiempo. Dios tiene un proceso y ese proceso toma su tiempo.
Cuando Moisés creció, el rehusó ser llamado el hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes sufrir la aflicción con su pueblo. Moisés pensó que cuando él dejó el palacio y se identificaba con sus hermanos, ellos lo aplaudirían y dirían…Bienvenido…ven, te estábamos esperando. Pero la verdad fue otra él, fue rechazado y Moisés entró en cuarenta años de preparación en el desierto.
Hoy quiero nuevamente rehusar a los placeres de este mundo porque he escogido servir al Señor. Yo entiendo que de inmediato no seré introducido en lo que Dios quiere, pero por lo menos se que hoy, si yo rehuso gozarme en los placeres, Dios adelantará todo su proceso de formación en mi. Se que el Señor me dice hoy…El fin de tu camino todavía no ha llegado, el final de tu historia todavía no es, todavía estoy escribiendo en ti mis propósitos.
Señor, Gracias porque tu mano aún está trabajando en mi vida. Gracias por la realización de tus propósitos en mi. Yo hoy quiero nuevamente rehusar a los placeres de este mundo que me desvían de tus propósitos y quiero caminar con gozo, fe y entusiasmo sabiendo esperar completamente en ti. Quiero entender que de inmediato no seré introducido en tus planes finales, pero que me estás preparando para ello. Amén.

NACIDO PARA MORIR

Aunque millones de personas celebran el nacimiento de Cristo, pocas parecen ser conscientes de su verdadero significado.
Reconocemos que su nacimiento fue inusitado porque nació de una virgen. Su vida también fue singular porque fue el único que vivió sin pecar. Su muerte también fue inusual. Jesús no fue un mártir. No fue una víctima de circunstancias desafortunadas que moría por una causa digna. Tampoco dio su vida para dar un buen ejemplo.
Hay mucho más en su historia. El Señor Jesús vino a este mundo para ser nuestro Salvador.
EL mismo Jesús dijo que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10). ¿Quiénes son los perdidos? La Biblia nos dice que todos pecaron y que la paga del pecado es muerte (Romanos 3:23; 6:23). Para salvar al mundo, Jesús tuvo que morir por él. Vino y vivió una vida perfecta y luego sufrió la muerte que nosotros debíamos haber sufrido. El verdadero significado de la Navidad es que Jesús nació para morir. Puesto que fue crucificado y luego resucitó de entre los muertos, el perdón de pecados y la seguridad del cielo ahora se ofrecen a todos los que creen (Juan 1:12).
¿Has aceptado el regalo de salvación de Dios? Si no lo has hecho hazlo hoy, y ésta será la Navidad más significativa que hayas vivido jamás.
Si no entendemos que la cruz es más importante que el pesebre, hemos perdido el verdadero significado del nacimiento de Cristo.
Mateo 20:28…el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

¡ALELUYA!

Lectura: Isaías 9:1-7
Yo sé que mi redentor vive. —Job 19:25
El compositor Jorge Federico Haendel estaba en la bancarrota cuando en 1741 un grupo de organizaciones de caridad de Dublín le encargó componer una obra musical. Era para un acto de beneficencia en el que se recaudarían fondos para liberar a hombres de la cárcel por deudas. Aceptó el encargo y se entregó sin desmayo a su composición.
En tan sólo 24 días, Haendel compuso la famosa obra maestra El Mesías, la cual contiene «El Coro del Aleluya». Durante ese tiempo, jamás salió de su casa y a menudo estuvo sin comer. En algún momento, un sirviente lo encontró gimiendo sobre las partituras que estaba elaborando. Al narrar su experiencia, Haendel escribió: «Si estaba en mi cuerpo o fuera de mi cuerpo cuando lo escribí, no lo sé. Dios lo sabe». Posteriormente también dijo: «Creo que vi a todo el cielo delante de mí y al mismo gran Dios».
Cada vez que lo escucho, «El Coro del Aleluya» conmueve mi alma, y estoy seguro que la tuya también. Pero asegurémonos de hacer más que tan sólo admirarnos ante dicha música magnífica. Abramos nuestros corazones con fe y adoración al Mesías prometido en el libro de Isaías (Isaías 9:1-7). Él ha venido a nosotros en la persona de Jesucristo para ser nuestro Salvador. «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro» (v. 6).
El Regalo más elevado de Dios despierta nuestra más profunda gratitud.