lunes, 26 de enero de 2009
CON EL AGUA HASTA EL CUELLO
“..invócame en el día de la angustia; te libraré y tu me honrarás” Salmo 50:15. Hace poco venía caminando por una laguna que se encuentra cerca de mi casa. Venía de visitar a una amiga, en eso veo que un niño se encuentra jugando en la orilla de la laguna, y presentí que el niño podía caerse desafortunadamente caí en lo cierto vi la terrible escena de como el niño se iba resbalando poco a poco y a su vez tratando de agarrarse por si solo sin poder sostenerse de algo, le era imposible porque todo estaba húmedo.
Vi como se iba hundiendo y cuando le llegó el agua hasta el cuello fue cuando el comenzó a pedir ayuda, gracias a Dios que yo estaba a escasos 10 metros de él y le pude extender mi mano.
Este caso se me hace familiar cuando nosotros los cristianos tenemos problemas, queremos darnos tiempo para solucionarlos. Y aun cuando no podemos solucionarnos nos seguimos aferrando a que nosotros podemos hacerlo y no pedimos ayuda, es más a veces hasta ni a Dios le queremos pedir ayuda. Y cuando sentimos el agua hasta el cuello lo hacemos. Pero lo hacemos a veces mal, por ejemplo: Bueno, Dios tengo un problema, no pienso pedir ayuda a ninguno de mis hermanos porque sé que tú me ayudarás… eso es ilógico.
Dios te ha provisto de una familia de hermanos en Cristo y definitivamente hay quien te puede ayudar, desde el pastor hasta cualquier hermano que menos te lo imagines, desafortunadamente nuestro orgullo a veces nos gobierna y pues es entonces cuando nos llega el agua hasta el cuello.
Dios siempre te va ayudar pero tu tienes que poner de tu parte en los problemas que a veces como cristianos padecemos, tal vez a veces pienses que Dios permanece callado pero no es así, Dios también quiere que crezcas espiritualmente ¿ahora imagínate si Dios te hace todo tu trabajo? Y algo importante no te olvides que todo obra para bien y que “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1).
No le dejes los problemas al tiempo…
Déjalos en las manos de Dios.
¡Dios te bendiga!
Amén
Un Nuevo Pacto.
POEMA - EL AMOR CRUCIFICADO
¿Por qué mirando a la cruz
nuestros ojos se humedecen?
¿Por qué el alma se enternece
cuando contempla a Jesús,
de tal manera sufriendo
por la humanidad perdida?
¿Será que el alma dormida
su pecado allí esta viendo?
Pensamos: ¿Cómo es posible
que nadie de El se conduela?
El corazón se rebela
ante un crimen tan horrible.
Siendo Dios muy bien podía
evitar aquel suplicio;
mas acepta el sacrificio
con estoica valentía.
Quien a la cruz le sujeta,
no son los clavos punzantes.
Es su Amor, Su Amor triunfante,
quien logra que allí esté quieta
Su incomparable figura.
Aquel cuerpo inmaculado,
que carga con el pecado
de las humanas criaturas.
No existe razón más fuerte.
Es ese Amor escondido
en la cruz, que reverente,
hasta el más indiferente
la contempla conmovido.
Viendo en ella, la Bondad.
El Amor crucificado
El Cordero Inmaculado
que salva a la humanidad.
Ante esa cruz soy culpable,
pues yo debía ocuparla.
¿Puede haber, quien al mirarla
no se sienta responsable?
Daniel Nuño
EN LOS MOMENTOS DE CRISIS
A fin de rescatar su colección de discos, un hombre se deslizó por el piso de su sala que tenía una inclinación de 45 grados.
Una joven de dieciocho años, resuelta a rescatar su loro que había quedado atrapado, paso a través de una ventana rota.
Así mismo un joven de veintiséis años, para recuperar la vieja Biblia de la familia, se metió en su apartamento cuando aún temblaba.EEEe
Todos estos, y muchos más casos, se registraron en el valle de San Fernando, California, después de uno de los fuertes terremotos que sacudió el lugar. «A la gente le gusta correr riesgos —explicó Carl Frederick, psicólogo de la Universidad de California—. Es una manera de hacerle frente a la desgracia.»
El terremoto inicial que sacudió todo el valle de San Fernando fue uno de los más desastrosos que ha sufrido el estado de California. En cuestión de segundos dejó sin hogar a más de quince mil personas, dando como resultado inmensas pérdidas materiales. Y así como en toda gran desgracia colectiva, el espíritu de solidaridad manifiesto, que es uno de los valores humanos más importantes, produjo emocionantes pruebas de consuelo y ayuda mutua. Las autoridades del estado acudieron de inmediato con toda clase de ayuda. Y la fe religiosa de muchos cobró nuevo impulso.
Andrés Rogers, un joven que neciamente entró a buscar sus zapatos en su apartamento derrumbado, dijo: «Dios salvó mi vida del terremoto. No me va a dejar morir ahora.» Otro hombre que desafió la orden policial de no entrar a su edificio fue a buscar una caja de clavos. «Tengo que colgar mis textos bíblicos en mi nuevo apartamento —dijo—. Cristo nunca falla.»
Es interesante ver cómo en los momentos de gran calamidad las víctimas piensan en Dios. Como que la fe se acrecienta en tiempos de angustia. Como que nos es más fácil orar cuando experimentamos la desventura.
Lo cierto es que fue también así en los días de Jesucristo. Haciendo un repaso de los cuatro historiadores de la vida de Jesús, vemos claramente que los que se acercaban a Cristo eran los que habían agotado todo recurso humano.
¿Será que sólo buscamos a Dios en los momentos de crisis? Es triste pensar que sólo nos acercamos a la Divina Majestad cuando estamos en derrota. La fe en Cristo es algo que necesitamos todos los días de la vida. La comunión con Dios debe ser habitual, una costumbre de cada momento.
Si no lo hemos hecho todavía, experimentemos el agrado de tener a Cristo como amigo constante. No esperemos llegar al fracaso para buscar a Dios. Él quiere ser nuestro amigo hoy mismo.
Hermano Pablo.
ES EXTRAÑO, ¿NO TEPARECE?
“El rey David dijo a Arauna: No, la comprare por su precio, porque no ofreceré a Jehová mi Dios, holocausto que no me cueste nada. Y compró David la era y los bueyes por cincuenta ciclos de plata” 2 Samuel 24:24
¿No te parece extraño cómo un billete de
$20.00 “parece” tan grande cuando lo
llevas a la Iglesia, pero tan pequeño
cuando lo llevas a un centro comercial?
¿No te parece extraño cuan larga parece una
hora cuando oímos de DIOS,
pero cuan corta cuando un equipo juega
fútbol por “solo” 90 minutos?
¿No te parece extraño que larga parece una
hora cuando estas en la Iglesia,
pero que corta es cuando estas
divirtiéndote en algún lugar?
¿No te parece extraño cuánto nos
emocionamos cuando un juego de fútbol
se extiende tiempo suplementario, pero
nos quejamos cuando el culto es
un poquito más largo que lo usual?
¿No te parece extraño lo difícil que
es leer un capitulo de la Biblia, pero
que fácil es leer 100 paginas de
cualquier revista popular?
¿No te parece extraño cómo las personas
desean los asientos del frente en
cualquier juego o concierto, pero
cuánto se esfuerzan por buscar los
asientos de atrás en las Iglesias?
¿No te parece extraño que
necesitemos 2 o 3 semanas de aviso
para incluir un evento de la Iglesia en nuestra
agenda, pero podemos ajustar nuestra
agenda para otros eventos en el último momento?
¿No te parece extraño lo difícil que
es aprender una verdad simple del
Evangelio para compartirla con otros,
pero que fácil es para las mismas
personas entender y repetir un chisme?
¿No te parece extraño cómo creemos
rápida y fácilmente lo que dicen
los periódicos, pero cuestionamos
lo que dice la Biblia?
¿No te parece extraño que todos
quieran ir al cielo, siempre y cuando
no tengan que creer, o pensar, o decir,
o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?
¿No te parece extraño cómo podemos
enviar miles de chistes por correo
electrónico y se esparcen como
reguero de pólvora, pero cuando
empezamos a enviar mensajes acerca de DIOS,
la gente lo piensa dos veces antes de
compartirlos con otros?
¿ES EXTRAÑO, NO TE PARECE?…..
¡Dios te bendiga!
Amén
HOY..ÉL ME LIBRARA DE LA MALDAD
Cada vez que leo el Salmo 51 veo en esa confesión solemne como David nombra su pecado sin ponerle ninguna agradable etiqueta. Él lo llama homicidio, el no habla de imprudencia, de falla humana o de trampa del diablo. David lo señala como Homicidio. Aunque él no mató por su propia mano al esposo de Betsabé, sin embargo si lo planificó, él organizó todo para que el esposo de ella muriera.
Hoy aprendo de David que lo que necesito para ser victorioso llamar mis propios pecados por su nombre. Aprendo a no darle nombres justos a los pecados sucios; porque aunque les ponga etiquetas agradables , estos pecados no cambiarán su olor, seguirán emanando nauseabundos olores. Dios ve mis pecados tales como son y que es lo que él espera de mi? Él espera de mi que también los vea como son.
En el salmo 51 yo encuentro que David se oprimió realmente con la oscuridad de su pecado. Es fácil usar palabras, pero es difícil sentir su significado. El Salmo 51 es la fotografía de un espíritu contrito y humillado. Allí vemos a David con el espíritu quebrantado. Yo puedo decir palabras como las de David y no sentir el dolor dentro de mi. No es asunto de palabras buenas sino de espíritu correcto detrás de las palabras. De que sirven las palabras correctas, si mi corazón no está consciente del infierno que existe detrás de esas palabras? Si es así jamás podré esperar recibir el perdón tan necesitado.
El Salmo 51 es la oración sincera de un pecador arrepentido y hoy quiero tener ese mismo espíritu. Esa oración se dirige al Dios de la salvación, porque es su prerrogativa perdonar. El verso 14 lo llama Dios de mi Salvación, porque cuando camino por el sendero de la cruz yo me puedo regocijar en que aún él es Dios de mi salvación. Y finalmente hoy quiero terminar como el salmista con un voto meritorio. Cantará mi lengua tu justicia, si porque nosotros debemos cantar al trabajo terminado de un Salvador precioso y quienes somos perdonados por él, terminamos cantando a la justicia de él.
Señor, Gracias por enseñarme a ser honesto. Gracias por enseñarme a llamar mi pecado por su verdadero nombre. Hoy quiero ser honesto y pedirte que me libres de mis maldades y de mis homicidios. Si Señor, yo no puedo seguir llamando el pecado como si fuera algo simple. Ayúdame a mirar el pecado como pecado y llamarlo como debe ser llamado, porque solo así podré ser libre de todo lo que quiere encerrarme y alejarme de ti. Gracias por tu amor oh Jesús. Amén.
.COLUMNAS DE PIEDRA
Un proceso similar ocurre dentro de cada uno de nosotros. Cuando un solo pensamiento llega a nuestra mente, deja sedimento que entra a lo más profundo de nuestra alma, formando nuestras propias columnas… columnas de carácter. Si permitimos que los pensamientos inmorales, egoístas y violentos llenen nuestra mente, formamos columnas de mal y fracaso. Si llenamos nuestra mente con la verdad y el amor, formamos columnas fuertes y bellas dentro de nuestra alma.
En Proverbios 23:7, el rey Salomón dijo: Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Salomón entendía que las cosas en que pensamos determinan la persona que llegamos a ser. Cuando buscamos a Dios, comenzamos a reflejar su carácter en nuestra vida.
¿Qué formaron las columnas de carácter en tu vida? ¿Te asemejas en algo a tu Padre Celestial?
Tú puedes llegar a ser la persona que Dios diseñó para que seas al renovar cada día tu mente con la Palabra de Dios. Al igual que las Cavernas de Carlsbad se crearon a través del tiempo, ocultas de la vista, así se forja nuestro verdadero carácter.
Filipenses 4:8Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.
UNA BRECHA ENLA MURALLA
Los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene[n] del Padre. —1 Juan 2:16
La Gran Muralla China, de 7.600 kilómetros de largo, fue construida para mantener fuera a los invasores del norte. El primer emperador de China, Shi Huangdi, quien vivió entre 259 y 210 a.C., construyó la primera muralla. Pero en 1644 d.C. los manchúes penetraron la Gran Muralla e invadieron China. Lo hicieron sobornando a un general de la dinastía Ming para que abriera las puertas.
Durante la reconstrucción de la antigua Jerusalén, Nehemías entendió el agudo peligro que representaban aquellos que se oponían a la reconstrucción de los muros derruidos de la ciudad. Así que ordenó una vigilancia constante. La mitad de los trabajadores debían mantener la guardia mientras que la otra mitad reconstruía los muros (Nehemías 4:13-18).
Como cristianos, debemos ser vigilantes para que nada haga una brecha en nuestras defensas espirituales. Ni siquiera el más maduro de los creyentes jamás puede darse el lujo de bajar la guardia.
El apóstol Juan nos advierte de los enemigos desde tres direcciones. Los identifica como «los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida» (1 Juan 2:16). Estos enemigos nos atraen alejándonos de Dios y Su Palabra, y dejando un espacio abierto para que el enemigo se cuele.
Estemos alertas a lo que nos seduce hoy. Un desliz abre la puerta al pecado, lo cual a su vez puede que se transforme en un hábito que nos sojuzgue. No permitas una brecha en la muralla. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. —1 Juan 2:17