martes, 14 de julio de 2009

HOY..COMO SOLDADO DE CRISTO LE AGRADARE A EL

Toma tu parte en los sufrimientos como buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado en servicio activo se enreda en los asuntos de la vida civil, porque tiene que agradar a su superior” II Tim 2:3,4. Hoy nuevamente recordaré que soy un soldado de Cristo y como tal tengo delante de mi grandes compromisos y serios retos que asumir. Hoy entiendo que la guerra con mi vida egoísta es diaria e incluso a cada hora. Yo no puedo alcanzar un estado en el cual la guerra finaliza y yo estaré liberado permanentemente de esta guerra. No, por lo menos en esta vida, porque la vida egoísta es natural y después de cada victoria sobre el ego, las viejas tendencias comienzan a regresar. Estoy en una guerra permanente, una pelea continua, pero no sin esperanza, porque Cristo me imparte su vida para neutralizar la vida egoísta y yo hoy podré confiar en él, porque él llevó todo esto a la muerte. Hoy debo confiar en él totalmente y recordar que soy su soldado y el gobierna y dirige mi vida.Mi principal deseo en este día será agradarle a él quien me tomó por su amor y me dio un propósito muy definido para desenvolverme por la vida. Hoy estoy convencido que no necesitaré hacer otra cosa para agradarlo a él, sino simplemente obedecer y agradarle en todos mis caminos. Hoy no debo comprometer mi vida y enredarme en los negocios de esta vida…y placeres mundanales y pasiones terrenales porque nada de esto le agrada a mi maestro y Señor. A él le agrada una vida que tiene su fe y confianza puesta solo en él y un corazón contrito y humillado que solo quiere andar en sus senderos. Durante muchos años vague sin esperanza y sin alegría y un día mi vida fue conmovida por el encuentro más sublime que un ser humano puede tener y es el encuentro con el Señor de los Señores. Yo no he podido olvidar ese encuentro y jamás lo podré olvidar y ese recuerdo me hace caminar firme en el deseo de solo agradarle a él en espíritu y en verdad. Hoy, decido no enredarme en los negocios de este mundo y solo agradarle a él quien dio su vida por mi y ahora vive. Señor. No quiero caminar por la vida lleno de enredos sin sentido y enredos sin propósito. Hoy quiero agradarte recordando que como soldado me debo únicamente a ti. Perdóname las veces que me he enredado tristemente olvidando lo que realmente tiene sentido y felicidad. Señor, ayúdame a caminar con la seguridad que solo en ti puedo encontrar. Hoy puedo descansar sabiendo que para agradarte no tengo que hacer una larga lista de cosas, pues todo se resume en obedecerte y agradarte a ti, quien me ha tomado por soldado. Amén.

EL RUIDO DEL ALMA

Ira.
Es fácil definir: el ruido del alma.
Ira. El irritante invisible del corazón. Ira.El despiadado invasor del silencio. Cuanto más fuerte se hace, más nos desesperamos. Algunos estarán pensando: No tienes idea de lo difícil que ha sido mi vida. Y tienes razón, no la tengo. Pero sí tengo una idea muy clara de lo desdichado que será tu futuro a menos que logres dominar tu ira.
Toma una radiografía del mundo del vengativo y contemplarás un tumor de amargura: negro, amenazante, maligno. Carcinoma del espíritu. Sus fibras fatales trepan alrededor del corazón y lo destruyen.
El ayer no lo puedes alterar, pero tu reacción ante el ayer sí. El pasado no lo puedes cambiar, pero tu reacción a tu pasado sí. Lucado, M., & Gibbs, T. A. (2001). Promesas inspiradoras de Dios (Page 63). Nashville, TN: Caribe-Betania Editores.
Nunca dejes que el ruido del alma te impida disfrutar del silencio del espíritu. Es en el silencio de la quietud espiritual cuando podemos escuchar la susurrante voz del Maestro. Sòlo se escucha cuando ya hemos desterrado el ruido del alma…La Ira.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni dèis lugar al diablo. Efesios 4.26–27
Mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.Santiago 1:19–20.

EL MEJOR MOMENTO DE LA VIDA

Lectura: Gálatas 6:6-10.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. -Gálatas 6:9
¿Qué provecho le estoy sacando a la vida? Esa es la pregunta que a menudo se hacen aquellos que sólo se centran en sí mismos. Pero, como creyentes, tenemos que preguntarnos: ¿Cómo estoy contribuyendo a las vidas de los demás?
Años atrás, el Dr. Wilfred Grenfell sirvió como médico misionero en la región de Labrador. En una visita de reclutamiento, desafió a las enfermeras en el Hospital Johns Hopkins para que se le unieran un verano en su difícil ministerio. Les prometió penurias e incomodidades. Les advirtió que, en vez de ganar un salario, tendrían que pagar sus propios gastos. Pero también les prometió que experimentarían gozo porque «estar en el servicio de Cristo es el mejor momento de la vida de cualquiera».
Una enfermera que aceptó ese desafío escribió esto a su regreso de la región de Labrador: «Antes de esto nunca me había imaginado que la vida sirviese para algo más que para sacarle todo el jugo. Ahora sé que la verdadera diversión radica en ver cuánto puede uno contribuir en la vida de los demás». Si cambiamos la palabra diversión por bendición, tenemos la clave para la realización personal cristiana.
Tomemos el aliento que nos da el apóstol Pablo: «No nos cansemos, pues, de hacer bien; . . . hagamos bien a todos» (Gálatas 6:9-10). Ponte a ti mismo en las vidas de los demás por amor a Jesús. Experimentarás una realización personal más allá de toda comparación.
Estamos en nuestro mejor momento cuando servimos a los demás.