lunes, 19 de octubre de 2009

AMOR

CANCIÓN DE ADORACION EN EL RETIRO DE MUJERES

SI SE PIERDE NO SE ENCUENTRA

Cierto día salieron a pasear juntas por un lugar, donde se celebraba una hermosa fiesta, la Ciencia, la Fortuna, la Resignación y la Honradez.
En el camino dijo la Ciencia: Amigas, como puede darse el caso de que nos perdamos unas de otras en la fiesta, es bueno convenir el lugar donde podamos encontrarnos de nuevo: a mí podéis encontrarme en la Biblioteca de aquel sabio médico, el doctor X que, como sabéis, es uno de mis viejos y mejores amigos.
La Fortuna dijo: —Yo me iré a esperarlas en el lujoso palacio de aquel poderoso millonario a quien, como sabéis, siempre acompaño.
La Resignación dijo a su vez: —A mí me encontraréis en la pobre y triste choza de aquel viejecito a quien con tanta frecuencia veo, y quien, sin exhalar jamás una queja, ha vivido tantos años sufriendo los horrores de su negra suerte.
Como notasen las compañeras que la Honradez se mantenía callada, le preguntaron: —A ti, amiga, ¿dónde te encontraremos? La Honradez, bajando tristemente la frente, respondió: —A mí, quien una vez me pierde, difícilmente me vuelve a encontrar.—J. R. C.
La honradez es una perla de gran precio. O vale la pena extraviarla. Cualquier otra cosa podría perderse, pero jamás juegues con la honradez. La pierden muchos en la política, en los negocios, en los estudios o en la religión. Ella determinará el grado de credibilidad que tenremos en la vida.
Y que no se les tome cuenta del dinero cuyo manejo se les confiare, porque ellos proceden con honradez. II Reyes 22:7
Así dice El Señor: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Jeremías 2:2

LAS APARIENCIAS PUEDEN ENGAÑAR

Lectura: Mateo 15:1-11.
"Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí" Mateo 15:8
El 22 de junio del 2002, un jugador estrella del béisbol que lanzaba para un renombrado equipo fue encontrado muerto en su habitación en un hotel de Chicago. Era joven, físicamente activo y parecía estar bien de salud. Sin embargo, la autopsia reveló que el 90% de dos de sus tres arterias coronarias estaban bloqueadas, su corazón era demasiado grande, y tenía un coágulo de sangre en una de las arterias. Su apariencia indujo erróneamente a muchos a pensar que él era físicamente sano.
Jesús dijo que las apariencias pueden engañar a las personas llevándolas a pensar que son espiritualmente sanas. Después de que los fariseos Le acusaran a Él y a Sus seguidores de quebrantar las tradiciones religiosas al no lavarse las manos antes de comer, Jesús dijo que los fariseos habían sustituido los mandamientos de Dios por tradiciones religiosas creadas por los hombres. Él les recordó que la justicia del reino no era un trabajo que se hiciera de afuera hacia adentro sino una obra de Dios que se hacía de adentro hacia fuera. Jesús dijo que parecían impresionantes espiritualmente, pero sus corazones estaban enfermos y distantes: «[Ellos] de labios Me honra[n]; mas su corazón está lejos de Mí» (Mateo 15:8). Sus palabras jamás coincidían con sus acciones, generando así el hijo ilegítimo de la hipocresía.
La salud espiritual no se determina por la manera en que se nos ve, sino por la manera en que vivimos. Pidámosle a Dios que nos examine, conozca nuestros corazones, nos pruebe y nos guíe en Su camino (Salmos 139:23-24).
Al hablar de lo que tengamos que hablar, asegurémonos de andar por donde debemos andar.