viernes, 11 de noviembre de 2011

LA METAMORFOSIS DE CORTÉS FERRUSQUILLA

Primero salió corriendo por las calles, dando furiosos ladridos. Tenía la boca espumosa y los ojos inyectados en sangre. Corrió en cuatro patas lanzando mordiscos a diestra y siniestra, sembrando espanto por toda la colonia.

Encontró en su camino a la niña Priscila Cortés, a la que mordió hasta sacarle sangre. Un agente de policía que quiso apresarlo resultó con el uniforme destrozado por uñas y dientes. Por fin, el enfurecido ser fue reducido por tres fuertes agentes.

Sin embargo, no era un can. Era Enrique Cortés Ferrusquilla, de treinta y tres años, habitante de la colonia Prado Churubusco de la ciudad de México. Una tremenda borrachera había producido en él una verdadera metamorfosis, convirtiéndolo poco menos que en un can atacado de hidrofobia.

¡Qué metamorfosis produce en los seres humanos el vicio del alcohol! Los diarios que comentaban la noticia decían que Cortés Ferrusquilla se convirtió, por el líquido de fuego metido en su sistema, no en una enorme cucaracha, como en la famosa Metamorfosis de Franz Kafka, sino en un perro, que salió en cuatro patas espantando a los tranquilos habitantes de la colonia, con «la boca espumosa y el ojo fatal», como dice Rubén Darío del lobo de Gubbia.

El alcohol se está constituyendo de nuevo en el azote de la sociedad. Su peligro está sobrepasando, si es posible, al de las drogas. Hoy no se concibe ninguna fiesta, ninguna celebración, homenaje o festejo sin que haya copas de licor circulando entre los concurrentes, y efectuando, con su ominoso poder, diversas metamorfosis.

No todos los que beben licor necesariamente van a hacer lo mismo que el embriagado de este caso. Pero siempre, lenta e inexorablemente, el alcohol comenzará a efectuar una metamorfosis en la mente y la conciencia del adicto a él.

No hace falta agregar argumentos médicos para darle más peso a este argumento. El poder destructivo del alcohol lo conoce el propio alcohólico mejor que nadie.

Sin embargo, hay una manera de librarse del alcoholismo. Hay una manera de volver a la sobriedad y al dominio propio, y a conservar bien el equilibrio, no sólo físico sino mental, moral y espiritual. Se logra mediante el poder del evangelio de Jesucristo. Porque Cristo, el Señor viviente y triunfante, tiene poder de sobra para regenerar, cambiar y ennoblecer a todo ser humano.

Hermano Pablo

UN AMOR VERDADERO


“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?
Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” Ecl. 4:9-12


Hay tres palabras en griego para definir, la que en español usamos como una: amor.
Veremos cada una de ellas:

Amor Eros:

Gn.1:28-31 Dios creó todas las partes del cuerpo buenas… no solamente para la procreación, sino para el mutuo placer. La palabra conocer en Génesis 2:25, 4:1 habla de conocerse sexualmente. Un conocimiento sagrado, íntimo, creado por Dios para mutuo gozo y bendición. La mejor canción de Salomón: 8 capítulos que nos hablan de la relación de amor entre dos esposos

Amor fileos:

Es un amor puro sin componentes eróticos, es querer con vehemencia, cariño entrañable es el tipo de amor que se tiene a los amigos, inquebrantable lealtad. Proverbios 17:17

 Tú debes ser su mejor amiga.
 Tú debes ser leal.
 Tú debes ser compañera.
 Tú debes ser su confidente.

Amor Ágape:1ª Co. 13:4-8

Recuerda que el amor es un acto de la voluntad, es un esfuerzo consciente, un compromiso. NO tiene que ver con nuestras emociones, sino con nuestra voluntad… puestas en las manos de Dios.
Puedo amor con un amor ágape, cuando primeramente tengo a Cristo en mi corazón y dejo que Él manifieste a través de mí, el verdadero amor.

 Un amor sufrido: ¿Cuánto estás dispuesta a sufrir por amor? En el transcurso del tiempo… lo experimentarás… un amor que ha sufrido… es un amor más fuerte. Tiene paciencia hacia los que lo ofenden. ¿Estás dispuesto a esperar y pasar por alto las imperfecciones?

 Un amor benigno: Un amor que busca siempre actuar en bondad, que se manifiesta en bondad para con el otro.

 Un amor que no tiene envidias: Su triunfo… es tu triunfo… porque le amo. Lo mejor para él… será lo mejor para ti. NUNCA compitas con tu esposo…

 Un amor humilde : No es jactancioso ni se envanece. NO actúa con orgullo, ni soberbia, ni arrogancia…

 Un amor que No hace nada indebido: El amor que actúa de una forma que agrada al Señor, en todo aspecto. No hace nada… que desagra daría a Dios.

 Un amor que no busca lo suyo: Un amor que no trata de satisfacer sus propios deseos…. Busca servir. Y no ser servido. Busca el bienestar del otro por sobre mi bienestar. Un amor dispuesto al servicio. Tus acciones, en respaldo a tus palabras, serán la evidencia de tu amor. NO espera nada a cambio… porque la recompensa… viene de Dios.

 Un amor que no se irrita: Un amor que sea apacible, que intente no explotar en furor, sino que sea amable.

 Un amor que no guarda rencor: Un amor que escoge perdonar, escoge no recordar las ofensas del pasado. Un amor que cubre multitud de pecados…

 UN amor que se goza en la verdad no en la injusticia: Un amor sin dobleces, real y transparente, que siempre busca la verdad.

 Un amor que todo lo soporta, todo lo cree: El amor permanece firme bajo el sufrimiento y las dificultades sin ceder… no juzga las intenciones del coraz ón y cree en el otro.

 Un amor que todo lo espera: Aun cuando parece que nada marcha bien, el amor espera el cumplimiento del plan de Dios y anticipa lo mejor. El amor deja al cuidado de Dios a tu esposo y espera en que El haga su voluntad en su vida.

 Un amor que no deja de ser: Jeremías 31:3

El amor que puede soportar las tempestades más firmes, un amor que se mantenga como un ancla en medio de un mar tormentoso, es aquel que ha sido arraigado y cimentado…en Él.

Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
www.iglesialatina.org
AlejandraL

DIOS EN LA IGLESIA



Vivan de manera digna del Señor…"Colosenses 1:10


Me encanta leer los letreros de las iglesias; esos que uno ve en las carteleras al frente de los edificios. Hace poco, observé uno que decía: «Entre y experimente la presencia de Dios». Esta frase me llamó la atención, fundamentalmente porque es una promesa importante de hacer y a veces difícil de cumplir. Difícil porque, si no tenemos cuidado, nuestras congregaciones pueden reflejar más la presencia de su gente que la de nuestro Dios.Por lo tanto, ¿qué debería hacer una iglesia para manifestar la presencia del Señor? ¡Sus integrantes tienen que vivir como Él! Una manera grandiosa de empezar sería poner en práctica acciones como la hospitalidad; la aceptación amorosa de toda clase de personas; la disposición a servir; el amor tangible de unos por otros, que hace que la gente se sienta segura e incluida sin importar el color o la posición social; y la tolerancia paciente ante las debilidades mutuas. Pablo dijo que deberíamos andar de un modo «digno del Señor» (Colosenses 1:10), y también señaló que ser digno significa que debemos ser humildes, amables, soportándonos unos a otros en amor, manteniendo con solicitud la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:2-3).Vivamos de tal manera que las demás personas experimenten la presencia del Dios que vive en nosotros… dondequiera que estemos, pero, en especial, en la iglesia.
Los que caminan con Cristo llevan la presencia de Dios ante quienes los rodean.