lunes, 7 de abril de 2008

EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIÉN SE LLEVA AL HIJO?

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección, desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, padre e hijo se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte.

Cuando el conflicto de Vietnam surgió, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes más tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos le dijo al padre: “Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. El salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. El hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte.
”El muchacho extendió el paquete: “Yo se que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.
”El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo pintado por el joven soldado. El contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se inundaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.
“ Oh no señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un regalo.
”El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.
El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta para todas las pinturas que poseía. Mucha gente importante y de influencia acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección.
Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. “Empezaremos los remates con este retrato titulado "El Hijo". ¿Quién ofrece por este retrato?” Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación gritó: “¡Queremos ver las pinturas famosas! ¡Olvídese de ésta!” Sin embargo el subastador persistió: ¿Alguien ofrece algo por esta pintura?, ¿$100.00 dólares?, ¿$200.00 dólares?”.

Otra voz gritó con enojo: “¡No venimos por ésta pintura! Venimos a ver los Van Goghs, los Rembrants. ¡Vamos a las ofertas de verdad!”

Pero aun así el subastador continuaba su labor: “¡El Hijo!, ¡El Hijo! ¡¿Quién se lleva "El Hijo"?!
Finalmente, una voz se oyó desde muy atrás del cuarto: “¡Yo doy diez dólares por la pintura!” Era el viejo jardinero que por muchos años había servido en la casa con el padre y el hijo. Siendo muy pobre, no podía ofrecer más.
“¡Tenemos $10 dólares!, ¡¿Quién da $20?!” gritó el subastador.

“¡Dásela por $10! ¡Muéstranos de una vez las obras maestras!”, dijo otro exasperado.

“¡$10 dólares es la oferta! ¡¿Dará alguien $20?! ¿Alguien da $20?”
La multitud se estaba poniendo bien enojada. Nadie mas quería aquella pintura,
"El Hijo". Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.
El subastador golpeó por fin el mazo: “Va una, van dos, ¡VENDIDA por $10 dólares!”
Un hombre que estaba sentado en segunda fila gritó feliz: “¡Ahora empecemos con la colección!”
El subastador soltó su mazo y dijo: “Lo siento mucho damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final.”
“Pero, ¿qué de las pinturas?”

“Lo siento. Cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me informó de un secreto estipulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de "EL HIJO" sería subastada. Aquel que la comprara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. ¡El hombre que compró EL HIJO se queda con todo!
Reflexión:

Dios nos ha entregado a su Hijo Jesús que murió para salvarnos. Así, como el subastador, su mensaje hoy es: "¡EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIÉN SE LLEVA EL HIJO?" Quien ama al Hijo lo tiene todo.

Mateo 6:33 "Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura."

NAUFRAGO

Desde una isla remota, el único sobreviviente de un naufragio oraba fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.

Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Un día, después de andar buscando comida, encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Todo lo perdió en aquel incendio. Confundido y enojado con Dios le decía: “¿Cómo pudiste hacerme esto?” y se quedó dormido sobre la arena.

Temprano en la mañana del siguiente día, escuchó asombrado la sirena de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo. Les preguntó, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?. Y sus rescatadores le contestaron, "vimos las señales de humo que nos hiciste...."

"Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio". Romanos 8,28

Moraleja: Permite que Dios actúe aunque no entiendas sus caminos.

CORTA LA CUERDA

Un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo tanto subió sin compañeros.
Su afán por subir lo llevó a continuar cuando ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire. El alpinista solo podía sentir la terrible sensación de la caída en medio de la total oscuridad. En esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida. De repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.
En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar: ¡¡¡AYÚDAME DIOS MIO¡¡¡
De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
- ¿QUE QUIERES MI HIJO?
- Sálvame Dios mío
- ¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDA SALVAR?
- Por supuesto Señor
- ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE...
Aquel alpinista, aterrorizado, se aferró más aún a la cuerda.

Al siguiente día el equipo de rescate encontró al alpinista muerto, colgado de la soga ... A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...
¿Y tu? ¿Confías en Dios cuando te pide lo que parece contrario a tus intereses?, ¿Cortarías la cuerda?

LA PALABRA DE DIOS:

¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho,
sin compadecerse del hijo de sus entrañas?
Pues aunque ésas llegasen a olvidar,
yo no te olvido. -Isaías 49, 15
Pues hemos tenido sobre nosotros mismos la sentencia de
muerte, para que no pongamos nuestra confianza en nosotros
mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. -II Corintios 1, 9

QUEDATE CON TU TENEDOR

Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus cosas "en orden". Contactó con su pastor y lo citó en su casa para discutir algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo qué canciones quería que se cantaran en su funeral de cuerpo presente, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada. La mujer también solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Todo estaba en orden y el pastor estaba preparandose para irse cuando la mujer recordó algo muy importante para ella. - Hay algo más, dijo ella exaltada. - ¿Qué es?, preguntó el pastor. - Ésto es muy importante, continuó la mujer. Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha.
El pastor quedó impávido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir. - Eso lo sorprende ¿no? preguntó la mujer - Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud, dijo el pastor. La mujer explicó: - En todos los años que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía, "Quédate con tu tenedor". Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor estaba por venir... como pastel de chocolate o pastel de manzana. Algo maravillosos y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten: "¿Qué hace con el tenedor?" Después quiero que usted les diga: "Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por venir.
"Los ojos del pastor se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose. El sabía que ésta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un concepto mejor de la esperanza cristiana que él mismo. Ella sabía que algo mejor estaba por venir. Durante el funeral, la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano derecha. Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta: "¿Qué hace con el tenedor?". Y una y otra vez sonrió.
Durante su mensaje, el pastor les platicó a las personas la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. También les habló acerca del tenedor y qué era lo que significaba para ella. El pastor les dijo a las personas cómo él no podía dejar de pensar en el tenedor y también que probablemente ellos tampoco podrían dejar de pensar en él. Estaba en lo cierto. Así que, la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte que lo mejor está aún por venir...
Moraleja de la Historia RO. 8: 18;18
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

IGLESIA DE CANAAN



El nuevo local de la igesia de Canaan, que se inaguro este sabado pasado.

¿LA SALVACION ES POR OBRAS?


AMOR DE PADRE

Esta historia comenzó en Winchester, Massachusetts, hace 43 años, cuando nació Rick Hoyt.
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De alguna manera se le enredó el cordón umbilical alrededor de su cuello, dañando su cerebro y sus extremidades.
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Los doctores le dijeron a los padres de Rick que iba a ser un vegetal para el resto de su vida. Pero Dick Hoyt, el padre de Rick, notó la manera en que los ojos de Rick le siguieron por la habitación y en ese momento inició su esperanza.
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Cuando Rick cumplió 11 años de edad, lo llevó al departamento de ingeniería en la Universidad Tufts y preguntó si había algo para ayudar al niño a comunicarse. -”De ninguna manera,” le respóndieron. “no ocurre nada en su cerebro.”
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“Cuéntale un chiste,” Dick le dijo a uno de los ingenieros de la Unversidad. Lo hicieron. Rick sonrió.
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Resulta que mucho ocurría en su cerebro. lograrón crear un sistema en el que a través de un equipo, le permitió controlar el cursor al tocar un interruptor con el lateral de la cabeza, Rick finalmente pudo comunicarse, escribiendo a través del computador. Primeras palabras: “arriba Bruins! ” (Un famoso equipo de hockey sobre hielo).
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Después de un tiempo escuchó que un joven de secundaria había quedado paralizado en un accidente y la escuela organizó un maratón de caridad para él, Rick le logró escribir a su padre, “Papá, quiero participar”.
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“Sí claro” dijo el Papá de Rick de una manera sarcástica . Jamás he corridó más de una milla seguida, cómo voy a empujar a mi hijo cinco millas? Sin embargo, lo intentó”. Después de la carrera, “parecía yo el minusválido, por dos semanas estuve adolorido como nunca antes” dijo Dick el Padre.
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Ese día cambió la vida de Rick por completo. “Papá,” Le escribió, en el monitor “cuando estábamos en la carrera, pude sentir como si ya no era más discapacitado”.
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Y esa frase le cambió la vida de Dick. A partir de ese momento se propuso a darle a Rick ese sentimiento tan a menudo como podía. Logró desarrollar una condición física lo suficientemente fuerte que él y Rick estaban dispuestos a tratar la Maratón de Boston en 1979.
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“De ninguna manera”, se le dijo a Dick. Los Hoyt’s no eran un solo corredor, y que esta no era una carrera para gente en silla de ruedas. Así que, por los primeros años, y Rick Dick sólo se unían a la carrera en forma extra oficial corriendo de todos modos con el resto de la gente sin ser parte formal del evento.
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Unos años después, encontraron la manera de entrar en la carrera oficial: En 1983, corrieron en otro maratón tan rápido que lograron hacer el tiempo requerido para calificar en la carrera de Boston al año siguiente.
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Entonces alguien dijo: “Oye, Dick, ¿por qué no un triatlón?”
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¿Cómo es que un tipo, que nunca aprendió a nadar y no ha andado en bicicleta desde que tenía seis años, iba a arrastrar a su hijo de 110 libras a través de un triatlón?
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Sin embargo, Dick Lo intentó pór su hijo.
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EL día de hoy han hecho 212 triatlones, incluyendo cuatro agotadoras competencias de 15 horas en la famosa carrera de Ironman en Hawai.
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Este año, con las edades 65 y 43, Dick y Rick terminaron su 24vo Maratón de Boston, llegando en la posición número 5083, en una carrera donde corren más 20,000 participantes. Su mejor momento? Dos horas y 40 minutos en 1992 - sólo a 35 minutos del récord mundial, que, si te pones a pensar este record, fué hecho por una persona que empujaba a otro hombre en una silla de ruedas.
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Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a tí cerca de mi corazón…
Isaías 40:11
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Para realmente apreciar la grandeza de esta historia de amor, te invitamos a ver el siguiente vídeo … Se presenta aquí, cortesía de YouTube.(Estás dispuesto a ser inspirado?


HOY.. ME CEÑIRE DEL CINTO DE LA VERDAD


“Estad, pues , firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia”. Efesios 6:14
Cuando tantas cosas parecen tambalearse y estremecerse. Hoy, comprendo que no debo tambalearme ni desvanecerme, sino que necesito estar firme.
Para que esa firmeza se haga realidad, puedo ver que Dios me provee de toda la armadura para resistir. Dos partes especiales que decido ponerme hoy es el cinto de la verdad y la coraza de la justicia.
Sé que en el tiempo de Pablo esta parte de la armadura ajustaba la túnica y sostenía la espada y aseguraba que no tuviera el soldado impedimentos para su carrera. Abrocharse el cinto le daba sentido de fuerza y confianza.
Hoy en un mundo lleno de mentira, es indispensable ajustarme el cinto de la verdad. Primero el cinto de la verdad de Dios expresada en la vida de Jesús, quien dijo Yo soy la verdad y en segundo lugar el cinto de la verdad practica. Vivir en sinceridad.
Hoy , Dios requiere “verdad en el ser interior”. Hoy, en casa, en el trabajo y con mis amigos deseo ser honesto y verdadero a cualquier precio.
Si este día, tomo el camino de engañar, caer en hipocresías, unirme a intrigas y mentiras, es jugar el juego de el diablo y cuando yo juego en su juego, no puedo vencerlo en su terreno. Pero cuando me ajusto el cinto de la verdad…eso me da seguridad y confianza en Dios y en mi mismo y podré resistir todos los ataques de mentiras que vendrán sobre mi hoy…porque yo se que lo que el enemigo más abomina es la trasparencia y la verdad….él ama la oscuridad…y cuando la luz llega él tiene que huir.
Las mentiras abundan en las familias, los negocios, los medios de comunicación y los gobiernos. Muchos viven engañando y siendo engañados.
Pero ninguno de los que viven de la mentira y con la mentira tienen seguridad y confianza en la vida..porque temen un día ser descubiertos. Los que tienen el cinto de la verdad bien ajustados marchan por la vida con seguridad y confianza , porque nada los asusta…saben que no tienen nada que esconder y nada de que ser descubierto y hoy…yo quiero ser uno de ellos.
Señor. Cuando conocí tu verdad porque me la revelaste, mi vida cambio..porque vivía un mundo de mentira y me vida era una mentira en sí..Pero hoy…que conozco tu verdad y que me enseñas a vivir en la verdad … Pido de ti la fuerza para ceñirme el cinto de la verdad y resistir un ambiente oscuro de mentira que me rodeará donde quiera que vaya. Por que tu eres mi verdad. Amén.

DA BRILLO A LA VIDA

Lectura: Salmo 119:1-16
Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra. --Salmo 119:16.
Mientras viajaba en el trasatlántico Vistafjord, Eleanor Sass y varios otros pasajeros fueron invitados por el capitán a visitar el puente del barco. Allí el ingeniero explicó cómo trabaja el complicado equipo, tales como la brújula y el radar.
Sin embargo, lo que más impresionó a muchos de los pasajeros fue todo el bronce, el cual brillaba como oro. «¿Con qué frecuencia pule todo esto?» --preguntó un hombre al oficial. «Todos los días --fue la respuesta--. Porque al momento en que deja usted de pulir, el bronce empieza a perder el brillo.»
Esa respuesta puso a Eleanor a pensar en algo que había dejado de hacer: leer la Palabra de Dios todas las noches. Reconoció que por su negligencia hacia la Palabra de Dios estaba perdiendo el «brillo» de su vida. Por eso, a la hora de acostarse esa noche tomó la Biblia que había visto en la cómoda. Comenzó de nuevo a acudir a Dios en Su Palabra.
¿Has estado leyendo la Biblia, o has descuidado esa disciplina? El Salmo 119 nos exhorta a buscar al Señor con todo nuestro corazón, a deleitarnos en sus estatutos, y a no olvidar Su Palabra (vv.10,16).
Si tu relación con Dios ha perdido su brillo espiritual, necesita pulirse por medio del hábito fiel de la lectura diaria de las Escrituras.
SI DESEAS CONOCER AL AUTOR DE LA BIBLIA, LEE SU LIBRO.