martes, 10 de junio de 2008

DEPENDER DE DIOS

Un hombre agricultor de pocos recursos económicos marchaba de su isla natal en la costa occidental de Escocia, donde no había medios de comunicación por lo que, había visto pocas cosas. En el barco le contaban acerca de las maravillas que vería en la isla de Mull.
La isla de donde él venía llamada San Kilda, era muy poco fructífera y tenían que trabajar mucho para poder sacar fruto de la tierra.
Uno de los pasajeros, le preguntó al agricultor si había oído hablar de Dios alguna vez. El labriego, un tanto resentido de semejante pregunta, preguntó a su vez a ese compañero de viaje de dónde venía él.
El otro pasajero le respondió con mucho orgullo que él era de una tierra donde la naturaleza daba frutos abundantes y cuyas comodidades ofrecían a las gentes una vida maravillosa.
-Ah, entonces me explico por qué se olvidan de Dios. Nosotros como tenemos que depender de El jamás podemos olvidarlo.
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;Eclesiates 12:1

DE PESCA

Lectura: Mateo 4:18-22
Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres. --Mateo 4:19.
Un pescador experimentado bate su vara de atrás hacia adelante por encima de su cabeza. Luego libera el cordel y coloca el señuelo en forma de mosca sobre la superficie del agua, exactamente donde lo desea. Si tiene éxito, una trucha arco iris se levanta, golpea el señuelo y el pescador coloca el gancho. ¡Empieza la batalla!
Esa es una forma de atrapar peces. Los pescadores de hipogloso usan otro método. Salen al mar y dejan caer grandes ganchos con señuelos, a veces hasta 40 ó 50 metros de profundidad. Cuando uno de esos peces grandes y planos va en pos del señuelo y queda atrapado, empieza un largo recorrido hacia la superficie.
Jesús dijo a Pedro y a Andrés que lo siguieran y que Él los haría «pescadores de hombres» (Mateo 4:18-19).
Como seguidores de Cristo hoy, nosotros también hemos de estar «pescando» gente en nuestro mundo, usando diferentes métodos para propagar las buenas nuevas. Hemos de estar diciendo a hombres y mujeres, familiares y amigos, jóvenes y viejos acerca de su pecado, del amor de Dios y de Su oferta de salvación por medio de la fe en Jesús.
¿Estás pescando hombres? ¿Has tratado por diferentes métodos de hablar a otros de Cristo y del evangelio? ¿Te has acercado a tu vecindario y a la comunidad con las buenas nuevas? Continúa siguiendo a Cristo, y Él te enseñará a pescar.
SI SIGUES AL SALVADOR ÉL TE ENSEÑARÁ A PESCAR.

YESENIA, PASTORA Y NARCISA


Foto de nuestra herrmana Yesenia a la izquierda, nuestra hermana Narcisa a la derecha y en medio nuestra pastora Elena.

PASTORA E HIJA DE RUBEN


En esta foto se encuentra nuestra pastora Elena Flores y la hija de nuestro hermano Rubén, anciano de la iglesia Canaán.