jueves, 16 de julio de 2009

HOY..NO ECHARE MI SALARIO EN SACO ROTO

Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen pero no se sienten satisfechos; beben, pero se quedan con sed; se abrigan , pero no entran en calor y el que trabaja a jornal, echa su salario en saco roto” Haggeo 1:6.

El profeta Haggeo levantó una voz de reclamo al pueblo porque habían descuidado lo más importante, la reconstrucción del templo, mientras que todos los pobladores se concentraron en construir sus buenos palacios. Ellos habían invertido las inversiones del banco celestial al banco terrenal y cuando examinaron sus depósitos encontraron que los intereses logrados eran demasiado bajos.

Muchas veces en mi vida lo he experimentado y hoy no quiero repetirlo. Esas veces han sido aquellas cuando he hecho mucho y logrado muy poco. He gastado días enteros pensando y pensando mientras mi alma entra en turbación acerca de más cosas materiales, más ahorros, más compañías de seguros y hasta en mi jubilación.

Hoy necesito vivir en la perspectiva del cielo y pensar en la inversión del Reino, sin dejar de ser cuidadoso con lo que pertenece a la tierra.

La Palabra del Señor dice que él suplirá lo que hace falta conforme a sus riquezas en gloria. Lo que Dios me enseña es que mi corazón jamás debe estar cimentado en lo humano y terreno, sino en lo eterno y divino. Cuando invierto mi corazón aquí descubro que siembro mucho y recojo poco, bebo mucho y siempre tengo sed….como y no quedo satisfecho. Me abrigo y no tengo calor aun me siento frío y lo mas triste recibo mi salario y lo hecho en bolsillo roto.

Que triste es vivir así..sin perspectiva divina… Así vive la gente en el mundo…ese es el desespero de los que no tiene a Dios, pero quienes tenemos a Dios vivimos para otra dimensión. La dimensión de lo eterno y de lo que siempre trae satisfacción.

Cuando pienso en la multiplicación de los panes y los peces para alimentar a cinco mil además de encontrar allí el poder de Jesús como hijo de Dios y Dios mismo, también puedo ver la ejecución de las leyes del Reino de los cielos, una de esas leyes es que lo poco en las manos de Dios basta para cinco mil y todavía sobra, pero que los cinco mil en las manos del hombre no alcanzan para alimentar a una sola persona.

Señor. Que grande es tu amor. Lo has hecho todo para derramar tu amor sobre nosotros los pecadores. Ayúdame Señor a invertir cada minuto de mi vida hoy, cada centavo de mis ganancias hoy y cada pensamiento de mente hoy para lo eterno. Señor cuando no te tomo en cuenta mis días son corto y llenos de insatisfacción, pero cuando tú eres el primero en mi vida , mis días son largos y mis inversiones se prolongan y sobre todo la genuina satisfacción inunda mi corazón. Señor, quiero invertir mi vida y lo que tengo no en saco roto, sino en los depósitos de tu amor en el Reino. Amén.

UN PEQUEÑO GUSANO

La atención mundial estaba centrada en el Sudán, a comienzos de 1995, cuando Jimmy Carter se involucró en una misión de paz que trataba de resolver la sangrienta guerra civil allí. Salió de ese lugar con la promesa de un cese al fuego por dos meses.

Por demasiados años habían estado en guerra el gobierno musulmán del Sudán en el norte y los rebeldes anmistas cristianos en el sur. En disputa estaba la imposición de la ley islámica del gobierno del norte para todo el país. Las armas iban desde la muerte voluntaria por inanición, a bombas y balas. En total se perdieron más de un millón trescientas mil vidas.

El acuerdo para el cese al fuego fue hecho en la época que tradicionalmente era la de la lucha más escarnizada. ¿Fueron solamente los poderes de persuación de Carter los que lograron el acuerdo? Lamentablemente no, dijo un oficial del Departamento de Estado: “El cese al fuego fue negociado a causa del parásito de guinea”. Parece que los combatientes aceptaron el cese de las hostilidades por largo rato para permitir a los médicos tratar a los que sufrían de una terrible enfermedad parasitaria.

Toda interrupción en un conflicto tan sangriento es bienvenido… ¡Aun si para ello es necesario un pequeño gusano!

Marcos 10:27
Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.

EL CHICO DE LA BIBLIA

Lectura: 1 Corintios 12:4-11.
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada,… úsense” Romanos 12:6
Cuando el grupo juvenil en la iglesia de Ricardo necesitó Biblias para estudiar, él fue en busca de más de 70 ejemplares. Consiguió lo que necesitaba, pero jamás dejó de recoger y distribuir Biblias.
Las personas y las empresas le donan dinero; otros le dan Biblias nuevas y usadas para que las comparta con otros. El lema que se lee a un lado de la furgoneta que Ricardo usa para este ministerio explica su sencillo deseo: «¿Necesitas una Biblia? Pídeme una». Ricardo es un muchacho común y corriente, un técnico en calefacción y fontanería, que desarrolla este ministerio en su tiempo libre. Su apodo en la iglesia es «el chico de la Biblia».
¿Alguna vez desearías poder tener un ministerio especial como el de Ricardo? El Señor nos ha dado a cada uno de nosotros al menos un don espiritual para usarlo para los propósitos de Su reino. El apóstol Pablo enumera varios de estos dones en 1 Corintios 12 y Romanos 12 y varios también se mencionan en 1 Pedro 4:9-11.
Si no sabes qué dones tienes, ofrécete en tu iglesia para algún ministerio que te interese, o suple alguna necesidad de la que te enteres. Luego pregúntate si viste a Dios obrando a través de ti y si tuviste gozo mientras servías. Pregúntales a tus amigos creyentes si creen que tienes el don para ese área. Y pídele al Señor que te ayude a determinar dónde encajas en Sus planes.
El Señor te quiere usar a ti también.
Los cristianos que entierran sus dones cometen un grave error.