martes, 19 de mayo de 2009

HOY..VIVIRE Y EJERCERE AUTORIDAD

“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”. Mateo 10:1
El Señor ejerció su autoridad en todo su ministerio. El decidió transferir a sus Discípulos esa misma autoridad y por ende a todos los creyentes. Hoy quiero comprender mi papel ejerciendo la autoridad en todas las áreas de mi vida. Este mundo no conoce lo que es la verdadera autoridad.Autoridad no es controlar. Autoridad no es imponer. Autoridad no es gritar. “Dios me ha dado autoridad en el cielo y en la tierra” Dijo el Señor Jesús. Pero esa autoridad no fue impuesta pero fue demostrada en su manera de vivir. La autoridad de un creyente cuando es impuesta destruye vidas….Para él lo más importante es el reglamento. Para el siervo lo más importante es demostrar con su vida que la autoridad le ha sido transferida. La autoridad del siervo es demostrada en su propia vida y cuando la ejerce, aunque no guste, todos saben que es necesaria.No hay autoridad más fuerte e impresionante que la vida misma. La credibilidad, la honestidad, la vida de carácter es la fibra central, la médula indiscutible de la autoridad. Hoy, la gente ya no busca tener líderes con carisma, verbo y estilo, lo que el pueblo busca hoy son siervos con una autoridad que fluye del corazón.La autoridad del cielo se extiende hacia la tierra a través de hombres y mujeres que saben someter todas las áreas de su vida a la autoridad del Señor.Señorío de Cristo en mi vida no puede seguir siendo una frase desnutrida y descolorida, sino una vivencia clara y real de someter mis amhelos, proyectos y deseosa la aprobación de Dios.Cuando la autoridad de Dios en mi define mi existencia entonces la bendicion de Dios no se hace esperar.
Señor, Gracias por ser el Señor en todas las áreas de mi vida. Hoy me someto a ti continua y totalmente para que de esa manera pueda ejercer tu autoridad en los eventos, circunstancias y personas que quiera manipular o manejar mi vida. Creo firmemente en tu poder que actua hoy en mi. Amén.

UN JARRON DE BUENAS INTENCIONES

En una tira cómica de Rabanitos, de Charles Schulz, Marcie regala unas flores a su maestra. Para no quedarse atrás, Peppermint Patty dice a la maestra: «Yo pensé en hacer lo mismo, señora, pero nunca lo hice. ¿Le sería útil un jarrón lleno de buenas intenciones?»
Todos hemos tenido intenciones de hacer algo bueno pero no lo hemos hecho. Tal vez querramos hacer una llamada para ver cómo está un amigo, o visitar a un vecino enfermo, o escribir una nota de aliento a un ser querido. Pero no sacamos el tiempo para hacerlo.
Algunas personas saben que Jesucristo es el único camino al cielo y piensan confiar en Él un día. Sin embargo, se la pasan posponiéndolo. Puede que tengan buenas intenciones, pero eso no da salvación.
Tal vez como cristianos digamos que queremos estar más cerca del Señor, pero de alguna manera no sacamos el tiempo para leer la Palabra de Dios ni orar.
Santiago tiene palabras fuertes acerca de este problema de no hacer nada:

«A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado» (4:17).

UNA CUESTION DE MOTIVO

Lectura: Hebreos 4:11-16.
"Porque la palabra de dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos,... y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" Hebreos 4:12
Mi esposa y yo nos detuvimos en un cruce de vías férreas para permitirle el paso a un tren. Mientras esperábamos en la fila de automóviles, el conductor junto a nosotros de repente se fue como una flecha a través de un parque de estacionamiento cercano y se dirigió hacia la sigueinte vía férrea disponible.Me volví hacia Marlene y dije, con cierta indignación justificada: "Mira a ese tipo. Está tratando de darle la vuelta al tren en vez de esperar como el resto de nosotros". Tan pronto como dije esas palabras, el hombre, cámara en mano, saltó de su vehículo para tomarle fotografías al tren que se aproximaba. Había juzgado sus motivos, y estaba totalmente equivocado.Aunque podemos observar el comportamiento y la apariencia externa, sólo Dios puede ver lo que hay en el corazón. Esa es una razón por la que todos necesitamos la Palabra de Dios tan desesperadamente. Hebreos 4:12 dice: "Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las conyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".Cuando nos encontremos listos para juzgar los motivos de otra persona, hagamos una pausa y recordemos que sólo Dios puede ver el corazón, y sólo Su Palabra puede exponer sus motivos. Nuestra responsabilidad es dejar que el Señor y Su Palabra nos convenzan en cuanto a nuestros propios corazones.
Las personas serán juzgadas por la manera en que Dios las ve, no por la manera en que nosotros las vemos.