domingo, 31 de enero de 2010

CITAS CITABLES

Desde niño me atrajo una sección de la revista Seleciones. Esa sección es Citas Citables. Valiosas citas que se pueden citar.
Valoremos y apreciemos las citas que nos envían de la manera que sea. Mucha gente las desestima y las considera meras citas. Si tan solo pudieran darse cuenta de que una mera cita puede ser mucho más. Aquí les presento algunas observaciones desde mi punto de vista:
Las citas son creadas por sus autores porque algo les tocó y desean que sintamos el mismo efecto.
Las citas pueden resumir una lección aprendida. No vivimos una vida para aprender todas las lecciones; permitamos que las lecciones de los demás sean nuestras también.
Las palabras tienen poder. Una cita ponderosa puede hacer la diferencia, cambiar una vida, levantar nuestro espíritu y animarnos con positivismo.
Una cita es también una forma de recordarnos que quien la envió nos valora y ama y que se preocupa por nosotros.
No se trata de una cita no más. Si podemos leer entre líneas e intentamos descifrarla, palabra por palabra, nos daremos cuenta de la brillantez del mensaje que intenta comunicar.
Una cita puede definir una experiencia sentida por otros, ya sea triste o jovial, momentos de dolor, momentos para recordar nuestro espíritu.
Estas son solo unas pocas razones y estamos seguros de que hay muchas más. Así que, la próxima vez que recibamos una cita, hallemos tiempo para leerla, reflexionar sobre ella y abrazar su sabiduría. Porque tarde o temprano, esa cita nos será útil de alguna manera y podrá ayudarnos a ser una mejor persona.
Intercambiemos pensamientos y sabiduría… manteniéndolos para nosotros no ayuda a nadie, ya que es al compartir con los demás que nuestra vida adquiere significado.
James Padilla, copyright 2005
Fuente: www.motivateus.com
El mejor libro que nos presenta cada día citas citables es sin duda la Biblia. La Palabra de Dios nos da la oportunidad cada día de encontranos cara a cara con las citas de la misma boca de Dios. Puedes imaginar ese gran milagro? Dios, el creador de todo cuanto existe nos comparte su palabra en forma de citas y ellas pyeden aún cambiar una vida entera. Ya lo has oido hoy?
Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra. Salmo 119:16
Confirma a tu siervo tu palabra, que inspira reverencia por ti. Salmo 119:38
Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado. Salmo 119:50

TIEMPO DE COSECHA

Lectura: Gálatas 6:6-10.
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" Gálatas 6:7
En este preciso momento, en algún lugar en el mundo, algún agricultor está echando semillas en la tierra. Pronto esas semillas comenzarán a cambiar el lugar donde fueron plantadas. El suelo cuidadosamente preparado que hoy parece yermo se convertirá en un campo listo para la cosecha.
De igual modo, los buenos propósitos de año nuevo pueden ser semillas echadas para alterar el paisaje de la vida para los demás y nosotros mismos. Esta oración de San Francisco de Asís es un poderoso modelo de este anhelo de traer un cambio positivo a este mundo en sufrimiento:
Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz. Donde haya odio, déjame plantar amor; donde haya daño, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; y donde haya tristeza, gozo.
El agricultor que siembra trigo jamás se sorprende cuando brota la espiga del suelo donde ha sido plantada. Así es la ley universal de la siembra y la cosecha: «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6:7). Nuestra naturaleza pecaminosa dice: «Complácete», mientras que el Espíritu nos insta a agradar a Dios (v. 8).
Hoy es tiempo de plantar. Dios ha prometido: «A su tiempo segaremos, si no desmayamos» (v. 9).
Siembra hoy lo que quieras cosechar mañana.