jueves, 15 de octubre de 2009

SOLEDAD

HOY..CAMINARE COMO UN HIJO DE DIOS

“Mirad, cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” I Juan 3:1,2
Hoy quiero Percibir, en mi Espíritu la manera como el Padre me ha amado. Hoy quiero considerar en su presencia quien era yo y entender en mi corazón como el Padre me adoptó. Qué gran privilegio que la Biblia dice que soy un hijo de Dios. ¡Qué relación tan alta esta, de ser un hijo, y qué privilegios esto trae! ¡Qué cuidado y ternura el hijo espera de su padre, y qué amor el padre siente hacia el hijo!.
En lo que concierne a la desventaja temporal de sufrir con el hermano mayor, Hoy acepto eso como un honor: “Porque el mundo no nos conoce porque tampoco lo conoció a él”. Hoy estoy contento al ser un desconocido por el mundo, porque se que a él tampoco lo conoció.
Amados, ahora somos nosotros los hijos de Dios. ” ¡Qué fácil es leer, pero no es tan fácil el sentir! ¿ Cómo está tu corazón esta mañana? ¿Está usted en las profundidades del duelo? ¿Sube la corrupción dentro de su espíritu, y la gracia parece como una chispa pobre pisoteada debajo del pie? ¿Casi fracasa su fe en usted?
Con todas estas cosas contra nosotros, en las mismas profundidades de nuestro duelo, adondequiera que nosotros podamos estar – - ahora, en el valle o sobre la montaña. “Amados, ahora somos nosotros los hijos de Dios”.
Ah, pero, “usted dice: Pero ¿cómo puedo yo ser hijo de Dios si todavía no tengo mi vida totalmente ordenada, mis gracias no son tan nítidas; mi honradez no brilla con la gloria evidente?”. Escuche entonces lo que dice el próximo versículo: Aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
El Espíritu Santo purificará nuestras mentes, y el poder divino refinará nuestros cuerpos, entonces nosotros lo veremos como él tal es y seremos como él es.
Padre. Gracias por llamarme y hacerme tu hijo. Cuando no conocía la verdadera dimensión de un amor de Padre tu me amaste. Hoy soy un hijo de Dios, no porque lo digo yo, sino porque tu palabra lo dice. Amén.

TOMATÉ EL TIEMPO

Se cuenta una leyenda acerca de un rabí de una pequeña ciudad judía. El pueblo se reunió en la sinagoga la víspera de Yom Kippur (el día de expiación), pero cuando llegó el momento de comenzar el culto más importante del año judío, no encontraban al rabí por ninguna parte.
Durante el retraso, una joven madre fue a su casa a ver cómo estaba su hijita, a quien había dejado durmiendo. Para su sorpresa, vio al rabí sentado tranquilamente en una silla, con la niña en los brazos. Había pasado por la casa de la madre de camino a la sinagoga cuando escuchó llorar a la bebé y se detuvo a ayudar. Cargó a la niña en brazos hasta que se durmió.
Hay una lección para todos nosotros en el ejemplo del rabí y en el amor de Jesús por la gente (Mateo. 9:18-26). En nuestras agitadas y ocupadas vidas, tendemos a enredarnos tanto con nuestras propias preocupaciones que perdemos el sentido de la compasión por los demás. Debemos tomarnos el tiempo para observar y responder a las personas, ya sean niños pequeños, padres o creyentes mayores que nosotros.
En algún momento en medio de las demandas que tienes , tómate el tiempo de acariciar la mano de un creyente anciano, de consolar a una madre cansada, o de acunar a un bebé hasta que se duerma. -DCE
Marcos. 9:37
El que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí..

LOS USHPIZZIN

Lectura: Santiago 1:19-27.
“La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” Santiago 1:27
Una leyenda judía dice que los ushpizzin son invitados que visitan a los piadosos en Sucot, la Fiesta de los Tabernáculos. Se supone que son los grandes héroes del Antiguo Testamento que vienen a ofrecer consuelo y aliento a los fieles.
Según sabiduría popular judía, estos invitados invisibles sólo visitan la suca (enramada) donde los pobres son bienvenidos -un recordatorio de la responsabilidad que tiene cada persona de preocuparse por los demás. También les recuerda a los judíos que hay observadores invisibles que pueden estar observando su conducta.
Por supuesto que la historia de los ushpizzin no es verdad. Pero, más allá de la sabiduría popular y la leyenda, se nos recuerda que, como seguidores de Cristo, estamos viviendo vidas observadas. Hay otros que nos están observando; y nuestra preocupación por los demás, particularmente por los más humildes entre nosotros, es una expresión de la compasión que Cristo mostró hacia los sufrientes y los marginados de Su generación.
Santiago, el hermanastro de Jesús, desafió a los creyentes a poner en práctica el amor de Cristo. Escribió: «La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo» (Santiago 1:27).
El ejemplo de Cristo y las palabras de las Escrituras nos inspiran a preocuparnos por nuestro mundo en sufrimiento. ¿Quién nos está observando? Nuestro mundo está observando. ¡Lo mismo que nuestro Señor!
Cuando las personas observan tu vida, ¿ven el amor de Cristo?