martes, 21 de octubre de 2008

INVITACION DE BODA

UNA INVITACIÓN A LA BODA
El matrimonio es un cuadro de la relación entre Cristo y la
iglesia. Jesús refiere a su iglesia como su novia, y la Biblia dice
que Jesús es el novio. La iglesia está compuesta de todos los que
han creído en Jesucristo como su salvador. Tanto la lealtad, como
el amor sacrificial y la fidelidad del esposo y la esposa son un
retrato de la relación entre Cristo y su iglesia. La promesa de su
boda se cumplirá cuando Jesús regresa por su novia.
¿Y qué de usted? ¿Cuál es su relación con Cristo? ¿Es usted
parte de la iglesia, su novia, por medio de la fe en él? ¿O se
dejará atrás a su venida porque no ha confiado en él?
La manera de estar seguro del cielo es por medio de la fe. Si
reconoce que es un pecador y no se puede salvarse a sí mismo
como nos enseña Romanos 3:23 y Efesios 2:8 y 9, y si confía en
Jesucristo como su salvador, llegará a ser parte de la novia de
Cristo. Él vino a la tierra para vivir la vida sin pecado que usted
no puede vivir. Murió en la cruz para pagar la deuda de su
pecado. Y por la resurrección de los muertos de Cristo, Dios
mostró que su sacrificio había sido acepto, que la deuda del
pecado había sido pagado en su totalidad.
Su parte es creer. Por cuanto Dios amó al mundo
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16. Confíe en Cristo hoy. Experimentará la
promesa de una maravillosa relación con Cristo y
estará en espera de la promesa del cielo
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UNA INVITACIÓN A LA BODA
El matrimonio es un cuadro de la relación entre Cristo y la
iglesia. Jesús refiere a su iglesia como su novia, y la Biblia dice
que Jesús es el novio. La iglesia está compuesta de todos los que
han creído en Jesucristo como su salvador. Tanto la lealtad, como
el amor sacrificial y la fidelidad del esposo y la esposa son un
retrato de la relación entre Cristo y su iglesia. La promesa de su
boda se cumplirá cuando Jesús regresa por su novia.
¿Y qué de usted? ¿Cuál es su relación con Cristo? ¿Es usted
parte de la iglesia, su novia, por medio de la fe en él? ¿O se
dejará atrás a su venida porque no ha confiado en él?
La manera de estar seguro del cielo es por medio de la fe. Si
reconoce que es un pecador y no se puede salvarse a sí mismo
como nos enseña Romanos 3:23 y Efesios 2:8 y 9, y si confía en
Jesucristo como su salvador, llegará a ser parte de la novia de
Cristo. Él vino a la tierra para vivir la vida sin pecado que usted
no puede vivir. Murió en la cruz para pagar la deuda de su
pecado. Y por la resurrección de los muertos de Cristo, Dios
mostró que su sacrificio había sido acepto, que la deuda del
pecado había sido pagado en su totalidad.
Su parte es creer. Por cuanto Dios amó al mundo
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16. Confíe en Cristo hoy. Experimentará la
promesa de una maravillosa relación con Cristo y
estará en espera de la promesa del cielo.

QUE YO TE HARÉ DESCANSAR

San Mateo 11: 28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
El pecado sin duda es una carga muy pesada que nos hace trabajar en pos de los deseos engañosos de la carne. Desde un principio cuando el hombre decidió alejarse de la voluntad de Dios por medio del pecado, todos fuimos destituidos del reino de los cielos.

Desde ahí el hombre ha tenido que venir cargando el peso del pecado sobre su vida. Ese pecado es el que no nos permite ser felices a totalidad, ya que la felicidad que el mundo ofrece es pasajera y momentánea.

Sin duda todos los que un día estábamos sin Cristo sabemos que es estar trabajado y cargado de pecado, todos hemos experimentado lo difícil que es tratar de ser feliz sin Cristo, lo duro que es enfrentar los problemas creyendo que somos buenos como para afrontarlos y no es así.

Pero en medio de todas esas crisis que pasamos en la vida, se escucha una dulce voz diciendo: “Venid a mí”, Jesús te llama para que puedas disfrutar de una nueva vida, esa vida que nada ni nadie fuera de El te la puede dar.

Si realmente estas cansado de la vida que llevas, si estas cansado de luchar por tu propia cuenta, si estas cansado de sobrellevar cargas de pecado muy pesada, es hora que por un momento abras tu oído espiritual y escuches la palabra que Jesús te da hoy y es: “Venid a mí”.

Cuando Jesús te llama no es porque te quiere hacer algún daño, sino mas bien porque quiere hacerte descansar, el único que puede perdonar tus pecados se llama Jesús y fuera de El nadie mas lo puede hacer.

El esta dispuesta a perdonarte, y a darte libertad, esa libertad que el pecado no te permite disfrutar, pero para eso tienes que venir a El.

Venir a Jesús significa negarte a ti mismo, hacer no lo que tu carne quiere, sino lo que no quiere, venir a Jesús significa reconocer que ya no puedes mas, reconocer que has estado luchando en tus propias capacidades y que ahora te rindes por completo porque estas casando de no ver respuestas para tu vida. Venir a Jesús significa comenzar una nueva vida, una vida en la que tu objetivo principal será tratar de agradar lo.

Amigo mío, Jesús te llama en esta hora y te dice:

“Hijo mío, ven a mi, ya no quiero que sigas sufriendo alejado de mi, yo puedo darte descanso y puedo hacer de ti una nueva persona, solo ven a mi, porque yo te haré descansar”

Autor: Enrique Monterroza

AMOR PARA TODA LA VIDA

En este tiempo, que el enemigo de nuestras vidas, esta atacando también de una forma cruda, a los matrimonios cristianos, esta presentación es una forma bastante completa e innovadora de entender la relación de pareja.

EL SOL VOLVERA A BRILLAR

“No temas, cree solamente” (Marcos 5:36).
Hace muchos años atrás, un joven vendedor de diarios, delgado y con las ropas mojadas por la lluvia, continuaba trabajando de igual forma sintiendo escalofrios en aquel día de invierno. Primero descalzaba uno de los pies y lo encogia a la otra pierna intentando conseguir un poco de calor. Después hacía el mismo con el otro pie. A todo momento él gritaba de forma estridente: “¡Diario matutino!
¡Diario matutino!” Un hombre que pasaba cerca de él y estaba bien protegido por su abrigo y paraguas, paró para comprar el diario y notando el desaliento del niño, dijo: “Este tiempo es muy malo para usted, ¿no lo es?” Mirando para arriba, el niño miro al hombre y, con una sonrisa, contestó: “No me importa mucho, señor. El sol brillará nuevamente”.
¡Qué bello cuadro de la vida cristiana! Los vientos helados de las adversidades y los cielos cenizos de un ambiente pecador pueden fácilmente desanimar. Pero podemos contar siempre con días mejores porque sabemos que Dios está trabajando en nuestras vidas.
Quizá estemos enfrentando el tiempo malo de las crisis y chascos. Los vestídos de nuestra fe están fríos y no sentimos ninguna motivación para persistir en la busqueda de nuestros sueños. Todas las circunstancias susurran en nuestros oídos espirituales: “No hay solución… desiste”.
Pero nosotros somos hijos de Dios y no podemos ser dirigidos por la situación momentánea. Aprendemos, desde que Jesus vino morar en nuestro corazón, que hay un Dios que nos ama y que nos ayuda cuando la desesperanza se presenta atrevida en nuestro camino. Será siempre derrotada porque mayor es Aquél que está en nosotros. Más temprano o más tarde la victoria vendrá.
Si los vientos en contra de nosotros son Fuertes, luego habrá bonanza. Si la tristeza nos invade el alma, luego nuestro corazón estará regocijando de alegría. Si las lluvias de los chascos están mojando nuestras aspiraciones, luego volverá a brillar el sol de las incontables bendiciones del Señor.

HOY.. TENDRE MEMORIA DE EL

Y habiendo dado gracias lo partió y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mi” I Corintios 11:24
Cuán propenso estoy de olvidar las cosas importantes, pero aún más triste es cuando olvido las personas importantes.
El Señor me ha hecho para desenvolverme en la vida alrededor de otros. No estoy diseñado para vivir solo, más para compartir con otros y en especial compartir con Dios y si él forma parte de mi compañía no debo jamás olvidarlo, más siempre tener memoria de él.
Cuando el Señor en la última cena dijo las palabras, en memoria de mi, estaba indicando la posibilidad de poderme olvidar de Cristo. No sería necesaria esta advertencia si no existiera la posibilidad de olvidarme. Hoy se que esto no solo es una posibilidad más es un hecho lamentable y hoy no quiero llegar a esa condición.
Pareciera casi imposible pensar que quien ha sido redimido por la sangre del cordero de Dios y quién ha experimentado su amor perpetuo puede llegar a olvidarse del grandioso Salvador, pero aunque parezca imposible….esto si es posible. Es fácil en medio del mundo en que me desenvuelvo olvidarme de quién jamás se olvido de mi.
Olvidarme de quién vertió su sangre preciosa para lavarme de todos mis pecados. Olvidarme de quién me amó hasta la muerte. Puede ser eso posible? Sí, es muy posible y además de eso es muy frecuente. A veces me doy cuenta de que aquel quién debiera ser el residente permanente en mi mente, a veces se convierte por mi descuido en el visitante semanal.
Acaso mi conciencia no se despierta ante esta realidad y me confronta con el hecho de que soy un olvidadizo constante de Jesús. Son muchas las veces en que un negocio terrenal acapara toda mi atención cuando en ese momento debiera fijar mi vista en la persona gloriosa de Jesús. El alboroto incesante de este mundo, la atracción constante de las cosas de este mundo envuelven y dopan mi alma y la llevan lejos de Cristo.
Mi memoria está lista a conservar la hierba venenosa de este mundo mientras en mi mente se marchita la Rosa de Sarón y el Lirio de los valles.
Hoy no quiero ser un olvidadizo… más quiero tener memoria de aquel quien siempre piensa en mi y me acompaña de día y de noche, en la prueba y en la adversidad.
Señor, Cuán olvidadizo soy, propenso a ser arrastrado por las corrientes mundanales y olvidarme de tu amor, de tu gracia y de tu misericordia. Hoy, quiero tener memoria de ti. Vivir la vida sin acercarme con seguridad ante tu trono es tomar el camino de la confusión. Quiero recordarte .

LODO ATONIZADOR

LEA: 2 Timoteo 3:1-9
Teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita. -2 Timoteo 3:5
Una compañía británica ha desarrollado un producto llamado «Lodo en atomizador» para que los que viven en la ciudad puedan darle a sus costosos vehículos de doble tracción la apariencia de haber estado fuera en un día de caza o pesca sin haber salido de la ciudad jamás. El lodo incluso ha sido filtrado para eliminar piedras y escombros que podrían arañar la pintura. Según la compañía, las ventas van bien.
Hay algo dentro de cada uno de nosotros que valora más cómo nos vemos por fuera que lo que somos por dentro. Hace que algunas personas rellenen sus curriculos o adornen sus memorias. Pero no tiene lugar en nuestras vidas como seguidores de Jesús.
Pablo le advirtió a Timoteo acerca de personas en la iglesia que tenían una forma de piedad pero que negaban el poder de ésta. «Teniendo una fachada de ‘religión’, pero habiendo su conducta negado su validez. Debes mantenerte alejado de personas así» (2 Ti. 3:5). La realidad interior de Cristo es lo que cuenta, porque producirá las señales exteriores de la fe.
La autoridad de Pablo de instruir a la iglesia acerca de la autenticidad espiritual vino por medio de su sufrimiento, no de «rociar lodo». «Yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús», dijo el apóstol (Gál. 6:17).
Dios nos llama a una vida auténtica hoy.