domingo, 13 de julio de 2008

DE QUE TAMAÑO

Cuentan que un dia, muy temprano, salio a pescar una persona con mucho animo y contento, ya que presentia que pescaria mucho.Tenia todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca.
Se monta en su bote, comenzo a remar y llegando no muy lejos de la orilla, alli lanzo el ancla.Prepara el hilo, prepara la carnada, pero antes de comenzar a pescar se puso en pie y comenzo a hacer una oracion a Dios dando gracias por un dia tan precioso y declarando la gran pesca de ese dia.Acto seguido, comenzo a pescar.
Mientras el pescaba, a pocos metros de distancia habia una persona observandolo con mucha atencion.Esta persona notaba que cuando el pescador cogia un pez, lo media y decia: “Este mide 15 centimetros”; lo sacaba y lo colocaba en una cesta donde acomodaria toda la pesca del dia, y continuaba pescando.
Luego saca otro pez, y haciendo lo mismo dijo: “Este mide 16 cm.”; lo echa en la cesta y continua su pesca.El observador nota que el proximo pez que el pescador saca era bien grande, mas del triple de los que habia sacado anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: “Este mide mucho”, al tiempo que lo devuelve al agua.
Este patron fue repetido en varias ocasiones, lo que llamo la atencion de tal manera al observador, que decidido, comenzo a remar acercandose sutilmente al bote; saludando al pescador le pregunta: -”He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua. Por que siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los de menor medida?
-El pescador contesto: ” Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sarten que solo mide 16 centimetros”.
A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y no estamos preparados para recibir todo lo bueno que El tiene para nosotros.Debemos expandir nuestra mente para poder recibir las cosas grandes que Dios nos tiene preparadas.
Cuanto mide tu sarten?
Pide con fe, y espera con la certeza de que Dios te escucha… y que eres su hijo muy amado. Recuerda que nada es mucho para el que AMA

Mateo 25:21 (Reina-Valera 1960)
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

ORACION SOLICITA

Lectura: Romanos 15:30-33
Os ruego . . . que os esforcéis juntamente conmigo en vuestras oraciones a Dios por mí. --Romanos 15:30.
Hace poco recibí un mensaje electrónico de alguien que no conocía. Era de un adolescente que dio un gran ejemplo del que todos podemos aprender. Su mensaje demostraba lo mucho que él creía en el poder de la oración.
Contó de una adolescente de su ciudad natal que había salido embarazada sin estar casada. Sus padres la estaban amenazando con obligarla a abortar. Cuando el joven se enteró, se fue a su computadora y envió un mensaje electrónico a más de 100 personas en el que hablaba del apuro de la chica y decía una y otra vez: «Por favor, oren por esta muchacha.» Su compasión hacia ella era evidente, así como también su fe en que Dios contestaría la oración.
Este adolescente pudo haber empleado el tiempo en su computadora haciendo muchas otras cosas: buscando información sobre autos, jugando con videos, enviando chistes a sus amigos. Pero en lugar de eso usó el tiempo para compilar todas esas direcciones electrónicas, y luego escribió una nota solícita y sincera. En Romanos 15:30-33, el apóstol Pablo demostró que conocía el valor de la oración concertada, ya sea por nosotros o por alguien más que lo necesite.
¡Qué lección! Nos recuerda aferrarnos al Señor en oración, y nos da un ejemplo de la compasión que nos lleva a unirnos a los demás en una oración solícita.
CUANDO NO PUEDES ESTAR PRESENTE PUEDES AYUDAR POR MEDIO DE LA ORACIÓN.