martes, 21 de abril de 2009

RETORNO DE LA INVERSION

Lectura: 1 Corintios 6:12-20.
"Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios" 1 Corintios 6:20
Mucho antes de que la temporada de béisbol profesional de los Estados Unidos comience cada primavera, los dueños y los managers de los equipos están ocupados negociando cambios y contratos. Pagarán grandes cantidades de dinero para conseguir al deportista que los ayudará a ganar el campeonato. Cuando comienza la temporada, todos los ojos se posan sobre el talento recientemente adquirido para ver si valió la pena el costo. La medida final del éxito del jugador es saber si su contribución al equipo significó un buen retorno de la inversión. En 1 Corintios 6:20, Pablo nos recuerda que nosotros también hemos sido "comprados por precio". El contexto muestra una conmovedora imagen del gran sacrificio de Cristo. Él nos liberó del cruel amo esclavizante que es el pecado comprándonos con el elevado precio de Su propia vida. Captar la gran y amorosa inversión que Dios ha hecho en nosotros debe motivarnos a considerar gozosamente hacer que Su sacrificio sea rico en dividendos. ¿Cómo se mide ese retorno a Su inversión? ¡Viviendo para darle gloria a Él! Nuestros ojos, nuestras manos, nuestros pies, nuestros pensamientos, nuestros sueños y nuestros deseos han sido comprados para reflejar la maravillosa gloria de la voluntad y la sabiduría de Dios. En otras palabras, ya no nos pertenecemos a nosotros mismos. Pablo concluyó, "glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo" (v. 20). ¡Vivir para reflejar Su gloria es el retorno de la inversión que hace que el Dueño de nuestras vidas sea admirado!.
Nuestra elección de darle gloria a Dios produce un gran retorno de la inversión de Cristo.