miércoles, 5 de marzo de 2008

UNA CARTA

Me gustaria ser una carta de las que lleva en su bolsa el cartero despues de volar en avion y cruzar los mares.Me gustaria llevar noticias agradables, o consuelo cuando las noticias son desagradables, palabras de perdon, de disculpa o aliento.
Me gustaria ser una carta escrita por un niño, con sus rasgos vasilantes, pidiendo ingenuamente juguetes a los Reyes magos. Y si fuera la humilde carta dirigida a un campesino, seria muy feliz de poder decirle muchas cosas que alentaran su vida.
Tambien me gustaria ser una carta escrita por un gran personaje para asi ser guardada y poder llegar a ser un dia una pieza de museo. sifuera unacarta me gustaria transmitir algo hermoso y recibir un beso lleno de emocion despues de ser leida.
Y la Biblia me dice que puedo serlo, que realmente lo soy, una carta abierta donde todos pueden leer mi testimonio. el mensaje vivo de mi fe,la transmision de mi amor y la fuerza de mi esperanza.

1 Timoteo 4:12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,conducta, amor, espíritu, fe y pureza

SALVADO DOS VECES

"Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo... Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él."
2ª Corintios 5:18 y 21

"Agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas... haciendo la paz mediante la sangre de su cruz."
Colosenses 1:19-20

"Dios nuestro Salvador... quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad."
1ª Timoteo 2:3-4

Uno de mis amigos iba regularmente los jueves por la noche a una piscina cubierta. Allí siempre veía a un hombre que le llamaba la atención: tenía la costumbre de correr hacia el agua y mojar primeramente sólo el dedo gordo de su pie. Luego iba al trampolín más alto y con un espléndido salto se zambullía en el agua. Era un excelente nadador. No es de extrañar, pues, que mi amigo se preguntara por qué ese hombre tenía la rara costumbre de mojar su dedo gordo antes de saltar al agua. Un día se armó de coraje y fue a preguntarle el por qué de su hábito. El hombre sonrió y contestó: Sí, tengo un motivo para hacerlo. Hace unos años era profesor de natación de un grupo de hombres. Mi deber era enseñarles a nadar y saltar del trampolín. Una noche en que no podía dormirme, decidí ir a la piscina y nadar un poco; siendo profesor de natación tenía una llave para entrar allí. No prendí la luz porque conocía bien el lugar. La luz de la luna brillaba a través del techo de vidrio. Cuando estuve sobre el trampolín vi la sombra de mi cuerpo contra la pared de enfrente. Con los brazos abiertos mi silueta formaba una magnífica cruz. En lugar de saltar, me quedé parado, contemplando esa imagen. En ese momento pensé en la cruz de Cristo y su significado. Yo no era creyente, pero de niño había aprendido un cántico cuyas palabras me volvieron a la mente y me recordaron que Jesús había muerto para salvarnos por medio de su preciosa sangre. No sé cuánto tiempo me quedé sobre el trampolín con los brazos extendidos ni por qué no salté al agua. Finalmente me di vuelta, bajé del trampolín y me dirigí hacia la escalera de la piscina para sumergirme en el agua. Bajé por la escalera y mis pies tocaron el duro y liso piso... ¡la noche anterior habían vaciado el agua de la piscina sin que yo me diera cuenta!. Me estremecí y un escalofrío me corrió por la espalda. Si hubiese saltado, ése habría sido mi último salto. Esa noche la imagen de la cruz en la pared me salvó la vida. Quedé tan agradecido a Dios –quien en su gracia me había dejado vivir- que me arrodillé al borde de la piscina. Fui consciente de que no sólo mi vida sino también mi alma precisaba ser salvada. Para eso había sido necesaria otra cruz, aquella en la cual Jesús murió para salvarnos a usted y a mí. Él me salvó cuando le confesé mi culpa y me entregué a él. Esa noche fuí salvado dos veces. Ahora tengo todavía un cuerpo sano, pero, lo que es mucho más importante, soy salvo por la eternidad. Quizás usted pueda comprender por qué me mojo primeramente el dedo gordo antes de saltar al agua.
Reflexión de

TIPOS DE CRISTANOS

Estos son algunos tipos de cristianos a ver si se identifican con uno:

Cristiano Telescópico : Desde lejos se nota que es cristiano .

Cristiano Fosforescente: Hasta en la oscuridad se le nota lo cristiano.

Cristiano Esférico: Por el lado que se le vea se nota que es cristiano.

Cristiano Enciclopédico: El que sabe un montón de cristianadas.

Cristiano Campana: Es tan... tan.... tan... pero tan...cristiano

Cristiano Clandestino: El que se esconde para hacer sus cristianadas

Cristiano de la secreta: Su mision es que nadie se entere de que es cristiano.

Cristiano Ecológico: Es cristiano por naturaleza

Cristiano Invisible: Es tan cristiano que nadie lo puede ver .

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EL ANCIANO DIÁCONO

Le llamaremos Juan. Está despeinado, descalzo, su camisa agujereada; su pantalón anda por las mismas. Así vistió durante sus cuatro años de estudios universitarios. Es brillante... mas, un tanto callado. Se convirtió a Cristo mientras estudiaba. Frente a la universidad había una iglesia: conservadora, de gente refinada. Tienen deseos de poder ministrar a los jóvenes estudiantes, mas, no saben cómo hacerlo.Un buen día, Juan decide visitar dicha iglesia. Entra: descalzo, con su vieja y rota ropa, su cabello despeinado. El culto ha comenzado; camina por el pasillo en busca de un lugar para sentarse. Como está llena la iglesia, no halla lugar. La gente se ve algo incómoda, mas, nadie se atreve hablar. Juan se acerca al púlpito, mas, no hallando lugar, se sienta en el piso alfombrado (conducta aceptada en la universidad, pero que jamás había ocurrido así en esta iglesia).¡Hay tensión en el medio ambiente... la gente está incómoda! Ahora el ministro observa cómo un bien vestido, anciano y canoso diácono se encamina lentamente hacia Juan. Es un hombre piadoso, culto y refinado. Mientras caminaba hacia Juan, la gente piensa dentro de sí: "No podemos culparle por lo que va hacer. Después de todo, no es de esperar que un anciano comprenda a un joven sentado, así, en el piso.Tarda en llegar hasta el frente... su bastón va sonando según camina. El silencio es absoluto. Ni siquiera se oye el respirar de los presentes. Tampoco puede predicar el ministro ante su espectativa de lo que habrá de hacer el anciano diácono.De momento, observan cómo éste suelta su bastón sobre el piso y con gran dificultad se sienta en el piso junto a Juan con el fin de, junto a éste, adorar a Dios. La emoción no tarda en embargar a todos los presentes. Luego de que el ministro logra calmar sus propias emociones, le dijo a los presentes: "Lo que yo voy a predicar, ustedes nunca lo recordarán. Mas, lo que acaban de ver, jamás lo olvidarán. Tengan sumo cuidado de la manera en que viven. Podría ser que ustedes sean la única "Biblia" que algunas personas alcancen leer."
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EL COCHE Y LA BIBLIA

Un joven muchacho estaba a punto de graduarse , hacia muchos meses que admiraba un hermoso coche deportivo que vió en un concesionario, sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese coche era todo lo que quería.Conforme se acercaba el día de graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el coche. Finalmente, en la mañana del día de graduación, su padre le llamó a que fuera a su habitación. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba.El padre tenia en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja y lo que encontró fue una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro. Enojado le gritó a su padre diciendo: "con todo el dinero que tienes, y lo único que me das es esta Biblia" y salió de la casa.Fue tanta la decepción del joven que se fué de la casa a hacer su vida.Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenia una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre que ya era anciano estaba muy enfermo, pensó en visitarlo.No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes que pudiera partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los tramites de inmediato.Cuando llegó a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón . De pronto, empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenia y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lagrimas, la abrió y empezó a hojear sus paginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11
"Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan"
Mientras leía esas palabras, unas llaves de coche cayeron de la Biblia. Tenían una tarjeta del concesionario de coches donde había visto ese coche deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: TOTALMENTE PAGADO.
¿Cuantas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en paquetes hermosos, como nosotros esperamos y por no abrir su Palabra, la Biblia?
AUTOR DESCONOCIDO
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HUELLAS

"y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." Juan10:28

Una noche tuve un sueño...

Soñé que estaba caminando por la playa con el Señor, y a través del cielo, pasaban escenas de mí vida.

Por cada escena que pasaba percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena, uno era mío y el otro del Señor.

Cuando la última escena pasó delante de nosotros, miré hacia atrás y noté que algunas veces, en el camino de mi vida, quedaba solo un par de pisadas en la arena.

Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles y angustiosos de mi vida.

Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor:

Señor, tú me dijiste cuando decidí seguirte que estarías siempre conmigo durante todo el camino, pero durante los peores momentos de mi vida había solo un par de pisadas... No comprendo por qué tú me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba.

Y el Señor me respondió:
"Mi querido hijo, Yo te amo y jamás te abandonaría en los momentos de sufrimiento. Cuando viste en la arena solo un par de pisadas, fue justamente allí donde Yo te cargué en mis brazos."

Jesús dice: "Vengan a mí todos los que están cansados, trabajados y cargados, y yo os haré descansar."

¡Dios les bendiga!
Amén

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