martes, 23 de junio de 2009

VASELINA

Robert Chesebrough tenía un producto en el cual creía incondicionalmente. En realidad, era un invento propio. Chesebrough había transformado el sedimento que se forma en los ejes de los equipos de petróleo, cera de varillas, en una gelatina de petróleo que personalmente había comprobado que poseía grandes propiedades curativas.
Creyó tan profundamente en los aspectos curativos de su creación que se transformó en su propio “sujeto experimental”. Para demostrar a otros los beneficios de su producto, Chesebrough se quemó con ácidos y con fuego… y se cortó y raspó tan frecuentemente y profundamente… que durante toda su vida llevó las cicatrices de sus experimentos.
No obstante, Chesebriugh demostró su punto de vista y la gente se convenció. Solamente tenían que mirar sus heridas y cómo las mismas se habían curado para ver el valor de su producto… el cual sigue siendo todo un éxito. Lo conocemos como vaselina.
¿Qué ve usted actualmente como una posibilidad?
¿Está lo suficientemente convencido de su potencial para ayudar a otros como para estar dispuesto a invertir su tiempo, energías, recursos y esperanzas para desarrollarlo?
El futuro pertenece a los que ven las posibilidades antes de que ellas se vuelvan evidentes.
Habacuc 2:3Porque es aún visión para el tiempo señalado; porque ciertamente vendrá, no tardará.

UN MENSAJE PODEROSO

LEA: 1 Corintios 1:18-25
…el evangelio de Cristo… es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. —Romanos 1:16
El maestro bíblico Lehman Strauss llegó a Cristo por medio del poder de la Palabra cuando era joven. A sugerencia de su novia, leyó Romanos 3:23, 5:8 y 10:13. Cuando lo hizo, tuvo la convicción de su pecado. Lloró y creyó.
Cuando su hijo Richard tenía siete años, le preguntó a su padre cómo ser salvo. Lehman usó los mismos versículos que su novia (quien ahora era su esposa) había usado años antes. Su hijo también creyó, y finalmente llegó a ser pastor.
¡La Palabra de Dios tiene un poder tremendo! La primera vez que se registra que Dios habló, Él creó la luz (Génesis 1:3). Le hizo una promesa a Abraham (17:15-19) y dio capacidad a su esposa Sara, de 90 años de edad, para que tuviera un hijo (21:1-2). Dios sigue hablando con poder hoy, y todos los que oyen y creen el Evangelio son salvos (Romanos 1:16).
Sí, el mensaje de Cristo y Su obra salvadora en la cruz pueden cambiar la dirección de la vida de una persona. Tiene el poder para alcanzar el corazón de esa persona a la que amas y por la que has orado tantas veces.
Así que no te rindas en tu testimonio. Sé constante en tu caminar diario. Sigue orando y compartiendo el Evangelio con los demás.
Es un mensaje poderoso!