miércoles, 3 de diciembre de 2008

HOY..NO QUIERO SER UN OBSTINADO DE CORAZON

“Más la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere oír a mi; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón” Ezequiel 3:7
La Biblia dice que no hay uno solo bueno, todos somos pecadores. Mi corazón necesita hoy entender que lo único que necesita es la misericordia de Dios, porque adentro solo hay obstinación y rebeldía. Mi corazón siempre está listo para tomar venganza y escoger su propio camino.
Si yo estuviera hoy ante una corte universal y el juez fuera el Señor, mi primer cargo sería la dureza de frente y la obstinación de corazón. Desde antes de mi conversión esa rebeldía ha estado allí, he estado listo para tomar venganza. Aún luego de la conversión, son muchas las veces en que mi corazón rebelde ha dudado de la presencia sublime del Señor.
Cuántas veces mi frente ha sido dura como el pedernal. Hace mucho tiempo debiera de haber temido al Señor y haber tenido contrición profunda de corazón.
Hoy no quiero tener dureza de corazón. Una vez en mi vida antes de conocer al Señor mi corazón fue de piedra, pero el Señor en su amor lo convirtió en corazón de carne. Sin embargo a veces ese corazón es invadido por la terquedad anterior y pareciera que no he sido afectado por la muerte de Jesús, como debiera.
El apóstol Pablo lo dijo, Ya no vivo yo, más vive Cristo en mi -. Mi corazón necesita hoy derretirse ante los sufrimientos y muerte de Jesús y dar paso a la sencillez y a la ternura. Hoy ofrezco mi corazón al Señor para que el lo trate a su manera.
Hoy quiero doblegarme ante el Señor, para que él en su forma justa y amorosa me libre de esta naturaleza de muerte que quiere imperar y morar en mi corazón. Bendito sea el nombre del Señor, la enfermedad de mi corazón no es incurable, la sangre de Jesús es el solvente universal para esa naturaleza y él con su amor lo suavizará y derretirá mi corazón como la cera ante el incendio. Ese corazón doblegado y partido por el amor divino servirá con gozo al Rey de los Reyes.

Señor. Ante tu presencia llego hoy con la disposición de ser tocado por la poderosa mano de tu presencia. Tú conoces mi corazón. Sabes lo duro, rebelde y obstinado a veces es. Más ante ti llego con humildad para pedirte que trates con tu poder en lo interno de mi ser.
Gracias porque ante tu presencia todo se derrite, aún este corazón rebelde. Quiero servirte con toda mi alma y caminar por la vida con la fe de un niño que sabe esperar en Dios su Salvador. Gracias Señor por los tratamientos que vienen de ti. Te amo y te amaré por siempre.- Amén.

NO TE PREOCUPES

A veces, cuando nada marcha de acuerdo con lo esperado, y la preocupación es quien reina.
Cuando el quebranto de lágrimas inunda nuestros ojos, y todo parece ser inútil.
Solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que queman y ciegan; alguien que suavemente te eche el brazo por encima y susurre: No te preocupes.
Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que nuestras preocupaciones se despejen al instante.
Sin embargo, cuando los problemas nos dan la bienvenida, podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás.
Cuando alguien suavemente te eche el brazo por encima y susurre: No te preocupes.
El amor que procede de tan suave caricia; debe ser amor verdadero.
Podría ser que un abrazo así, a tu corazón no traiga consuelo.
Pero si el amor es el móvil, dulce consuelo encontrarás,
Cuando alguien suavemente te eche el brazo por encima y susurre: ¡No te preocupes!
¡Este poema refleja el consuelo que solo se experimenta a través de un toque amoroso! Demuestra el amor que sientes por tus hijos en lo que dices y haces. Ese amor será devuelto a ti multiplicado.
Muchos de los que han estado enamorados toda una vida nos dicen menos sobre el tema, que el niño que ayer perdió a su perrito.
1 Juan 3:11Que nos amemos unos a otros.

SANTUARIO

Lectura: Salmos 71:1-16
Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme. -Salmos 71:3
Un atleta profesional mandó construir su hogar, un palacio de ocho dormitorios donde vive solo. Su aislada casa incluye una sala de cine, un gimnasio, una piscina y un garaje para cinco automóviles.
El atleta le contó al New York Times que no considera su propiedad de 8 millones de dólares como un monumento al éxito. En vez de ello, la considera un santuario de sus dolorosos recuerdos de una niñez llena de pobreza y maltrato. El joven está buscando algo mucho más profundo que el lujo y el entretenimiento. «Tengo que encontrar mi paz», dijo.
Todos nosotros sabemos qué se siente al estar angustiados. Cuando el presente es desalentador y el pasado nos trae inquietantes recuerdos, ¿a dónde podemos ir en busca de liberación? ¿A quién podemos recurrir para encontrar consuelo y paz?
El salmista escribió: «Socórreme y líbrame en Tu justicia; inclina Tu oído y sálvame. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente» (Sal. 71:2-3). Dios era su esperanza, su confianza y su refugio en las tormentas de la vida (vv. 5-8).
El poema de E. May Grimes capta ese concepto bíblico.
Un pequeño santuario eres Tú para mí,
Oh, Jesucristo amado, Contigo vivo yo,
Mi corazón ha encontrado su eterno hogar,
Su segura morada por dondequiera que yo haya de vagar.
Muy pocas personas pueden darse el lujo de una mansión, pero todo aquel que conoce al Señor puede encontrar refugio y paz en Su eterna presencia.
Cuando ponemos nuestros problemas en las manos de Dios, Él pone Su paz en nuestros corazones.

ALZA LA VISTA AL SEÑOR

Cuando te sientas triste, sola o desconsolada,
alza la vista al Señor y te dará lindas aves
que te cantarán bellas melodías para que te sientas relajada,
y, por las noches, te dará las estrellas para que te acompañen.

Cuando estés enojada, desesperada u olvidada,
alza la vista al Señor y te dará calma en la lluvia,
sentirás la fresca brisa en tu cara cual tierna caricia
y te dará la brillantez y el reflejo de la sublime luna.

Cuando te sientas defraudada, frustrada o engañada,
alza la vista al Señor que te dará el encanto de las flores,
y te perfumarán en una delicada y sutil fragancia
y te dará la fuerza de los mares y el suave murmullo de las olas
en la calmada noche

Cuando te sientas tranquila, contenta, alegre y feliz,
tal vez, sin saber, ya alzaste tu mirada al Señor,
que siempre te da señales que está aquí
y que siempre te abraza, te cuida y sostiene con amor.

El Señor no te deja sola, está siempre contigo,
está a tu lado, en la flor, en la hoja, en la piedra, en el aire…
te da la razón de vivir y seguir, te da el verdadero camino,
te da todo por amor a ti, te da el más bello paisaje.

Él te ofrece regalos día a día desde que te dio vida,
te ha entregado con amor todo lo que tienes a tu alrededor,
también te dio seres que te quieren, te aman y te cuidan,
y, me tienes a mí, que dondequiera que esté, te mando mi cariño sincero,
esta poesía y mi corazón.

Dios, El Señor te bendice siempre. Amén.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER - RIMA II


Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;

hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;

gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;

luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;

eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.

LA UNIDAD DE LA FUERZA

SONETO

A mi amigo el escultor Querol

Veo brotar de tu fecunda mano,
a que tantas creaciones son debidas,
la Unidad de las fuerzas conocidas,
que la vetusta alquimia buscó en vano.

Como para tu genio todo es llano,
das cima a las ideas concebidas,
y el mundo verá en mármol convertidas,
grandes conquistas del saber humano.

La unidad celular Haeckel proclama;
por la unidad de un Dios, con entereza,
van mártires cristianos a la llama;

uno es el Arte; una la Belleza;
uno es el hilo que las vidas trama,
y una, en su variedad, Naturaleza.