sábado, 21 de marzo de 2009

HOY.. VIVO PARA GOZARME

“ Y así mismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo” Filipenses 2:18
Horace Kallen en su 73 aniversario dijo: “ Hay personas que forman sus vidas por temor a la muerte y hay personas que forman sus vidas por que tienen regocijo y satisfacción de la vida. Los primeros aunque viven ya están muertos y los segundos aunque mueran seguirán viviendo. Viva de manera que cuando muera siga viviendo.
Abraham Lincoln dijo: “ La mayoría de la gente son felices en la medida en que están constituida su mente. Muchos al levantarse lo primero que dicen es: Hoy voy a ser miserable. El deseo del Señor es que seamos felices y que podamos regocijarnos.
El Apóstol Pablo menciona en su carta a los Filipenses 19 veces el que debemos gozarnos y regocijarnos. Hoy me pregunto si ya he aprendido a ser feliz aquí mismo ahora. Si esperamos que todo sea perfecto para ser felices, entonces probablemente nunca lo seremos -.
Tiene usted problemas? Entonces lo felicito. La única gente que no tiene problemas está muerta. El Señor nos habla en su palabra que a través de mucha tribulación entraremos en el Reino de Dios.
Hoy quiero ser agradecido por estar vivo y entender que los problemas que aún tengo tienen un propósito por eso Pablo dijo: “Yo me gozo en enfermedades, reproches , en necesidades, en persecuciones, en angustias, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
La depresión es un problema muy serio hoy. Sin embargo, en la Biblia encontramos mecanismos que nos ayudan a tratar con ese gran mal de la depresión. El Salmista un día dijo: Por qué te turbas o alma mía dentro de mi? Por qué te abates?, Enseguida el Salmista da la solución; Espera en Dios por que aún he de alabarle.
Hoy mientras más espere en Dios más feliz seré. Hoy debiera ser un siervo alegre de Dios y repetir esta verdad frecuentemente. Estar contento con el Señor es aceptar todas las circunstancias como aspectos indispensables en la formación que él Señor da a nuestra vida.
Hoy necesito llenar mi mente con el regocijo del Señor y encontrar plena satisfacción en cada cosa, aún por incomprensible que parezca ya que el Señor está obrando de una manera especial en mi vida.
Devoción con satisfacción es una cuenta que da gran ganancia. Si hoy aprendo a estar contento y a regocijarme en el Señor, entonces podré decir como el Apóstol Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Entonces estaré vivo mientras vivo y aún cuando muera seguiré viviendo y seré victorioso hasta el regreso del Señor.
Señor, Este es un día hermoso para vivir y saber vivir en el. Hoy quiero regocijarme en ti y entender en mi espíritu que mi vida está en tus manos y esa verdad me hace descansar plenamente en ti. Señor quiero en este día ser instrumento de gozo para inyectar aliento a quien triste se encuentra. Señor, en este mundo se necesita regocijo, el regocijo que viene de ti. Ayúdame a ser instrumento de regocijo Amén.

¿COMO CONVERTIR EL FRACASO EN EXITO?

Hace mucho tiempo, Harold Sherman escribió un libro titulado How to Turn Failure Into Success, (¿Cómo convertir el fracaso en éxito?), en el que da un «Código de Persistencia». Si usted se da por vencido muy fácilmente escriba lo que está a continuación y léalo a diario:
1. Nunca me daré por vencido mientras sepa que tengo la razón.
2. Creo que todas las cosas obrarán a mi favor si me sostengo hasta el final.
3. Tendré ánimo y no desmayaré frente a las probabilidades.
4. No permitiré que nadie me intimide ni me separe de mis metas.
5. Lucharé para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades.
6. Trataré una y otra vez, y todavía una vez más para realizar lo que quiero.
7. Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.
8. Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente.

Hay nuevos caminos en este día. Hay nuevos senderos que se abrirán para ti. Pero si dejas que tus ojos se empañen de lágrimas demasiado tiempo, ella te impedirán ver lo que necesitas. Recuerda la base de todo éxito está en poner nuestra confianza en Dios y saber que solo él nos puede llevar al lugar correcto y en el tiempo correcto. En medio del fracaso que encontramos en el camino al éxito, Dios es nuestro socorro.
Deuteronomio 33:29Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por el Señor, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.
Salmo 63:7Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Salmo 121:1,2Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor.

JAMAS SE ES DEMASIADO VIEJO

Lectura: Génesis 18:1-15
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? —Génesis 18:14
Las mujeres de la Casa Brown habían criado a sus familias y se habían jubilado de sus carreras. Ahora ya no podían vivir solas así que vinieron a la Casa Brown, como una especie de «última parada antes del cielo». Disfrutaban de la compañía mutua pero a menudo luchaban con sentimientos de inutilidad. Algunas veces incluso cuestionaban por qué Dios tardaba tanto en llevárselas al cielo.
Una de las mujeres, que había pasado años tocando el piano, a menudo tocaba himnos en el piano de la casa. Otras mujeres se le unían y juntas elevaban sus voces en alabanza a Dios.
Un día, un auditor gubernamental estaba llevando a cabo una inspección de rutina durante uno de los servicios religiosos espontáneos de estas mujeres. Cuando las escuchó cantar «¿Qué harás con Jesús?», el espíritu de Dios conmovió su corazón. Recordó la canción de su niñez y supo que había elegido dejar atrás a Jesús. Ese día, Dios le habló otra vez y le dio otra oportunidad para responder a la pregunta de manera diferente. Y lo hizo.
Al igual que las mujeres de la Casa Brown, Sara pensó que estaba demasiado vieja para ser usada por Dios (Génesis 18:11). Pero Dios le dio un hijo en su vejez, quien habría de ser el ancestro de Jesús (21:1-3; Mateo 1:2,17). Al igual que Sara y las mujeres de la Casa Brown, jamás somos demasiado viejos para ser usados por Dios.
Dios te puede usar a cualquier edad… si estás dispuesto.