sábado, 28 de marzo de 2009

HOY..QUIERO VOLVER A SERVIR

“Y el que de vosotros quiera ser el primero deberá ser el siervo de los demás” Marcos 10:44
Soy el número uno, el más grande, el más fuerte, el más bonito o el que más se defiende. Estos son los titulares que día a día se leen en los periódicos . Esos anuncios reclaman la supremacía y todos parecen que quieren ser los ganadores. En contraste directo se encuentran las palabras de Jesús.
Él nos pide que no busquemos ser el número uno sino el último, el que sirve. Jesús es el más grande, Dios hecho carne y nuestro Mesías, pero entró en la historia de la humanidad como un siervo. El Presidente Kennedy dijo: “ No pregunte que es lo que el país puede hacer por usted, sino más bien que puedes hacer tú, por el país. Jesús hubiera agregado: No preguntes que es lo que los demás harán por usted, sino que puedes hacer tu por los demás.
Hoy quiero abrir esa puerta para que los demás pasen con tranquilidad. Hoy quiero dejar pasar el auto que viene tocando corneta detrás de mi, y lo quiero hacer con un buen espíritu.
Hoy tendré muchas oportunidades para demostrar ese espíritu de servicio en mi casa con aquellos que viven conmigo. En el trabajo con mis compañeros. Cada momento tendré puertas que se presentan para abrirlas para otros.
En el supermercado podré darle la oportunidad al que tiene menos artículos que pagar. En este mundo tendré muchas oportunidades para ejercer el servicio que se me ha encomendado.
Ya me cansé de la carrera para ser número uno y quiero comenzar a seguir las pisadas del Maestro. Hoy quiero tomar el lebrillo y la toalla para lavar los pies de los demás.
Ejemplo vivo tengo en el maestro quién se ha entregado por mi. Satisfacción muy grande llenará mi alma, porque fui diseñado para servir y caminar en la vida dándome a los demás. Jamás el egoísmo ha podido llenar la vida humana, siempre la deja con un gran vacío.

Señor, Gracias por darme la oportunidad de servirte y de servir a los demás. Hoy quiero acercarme al necesitado para servir por tu amor. Amén.

HONOR

El ambiente estaba Cargado de mucha tensión. Rosa Elliot llegó a la cuarta ronda del concurso nacional de ortografía en Washington. Se le había pedido a la pequeña de 11 años de Carolina del Sur que deletreara la palabra “admisión”. Ella lo hizo con su suave acento sureño, pero los jueces no fueron capaces de determinar si había pronunciado una “o” o una “a” como letra al lado de la última.
Debatieron entre sí por varios minutos mientras escuchaban las grabaciones. Sin embargo, la letra decisiva tenía su acento demasiado marcado como para descifrarla. Finalmente el jefe de los jueces le preguntó a la única persona que conocía la respuesta.
- Era una letra “a” o una “o” ?. Le preguntó a Rosa. En ese momento estando rodeada por jóvenes concursantes que murmuraban entre ellos, Rosa sabía el correcto deletreo de la palabra. Tranquilamente, sin titubear, contestó que había pronunciado mal la palabra y se fue del escenario.
Todo el auditorio se puso de pie y aplaudió, incluyendo unos cincuenta reporteros gráficos. El momento fue emocionante y lleno de orgullo para sus padres. Aun vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, ¡se escribió más acerca e Rosa Elliot que sobre el “desconocido” ganador del concurso!
Ser una persona que ama la verdad, aun cuando esta va en contra de uno, nos reviste de gran honor…

…EL HONOR ES MEJOR QUE LOS HONORES...
I Samuel 2:30…Porque yo honraré a los que me honran…
Salmos 25:21…Integridad y rectitud me guarden; Porque en ti he esperado.
Salmos 84:11…Porque sol y escudo es Dios: Gracia y gloria dará el Señor: No quitará el bien á los que en integridad andan.
Proverbios 20:7…El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él…

FIDELIDAD EN TODO

Lectura: Colosenses: 3:12-17
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús. —Colosenses 3:17
En agosto del 2007, un gran puente en Minneapolis se derrumbó sobre el Río Mississippi, matando a 13 personas. En las semanas que siguieron, me fue difícil no pensar en dicha tragedia cada vez que cruzaba un puente.
Algún tiempo después estaba viendo un episodio de Trabajos Sucios en el Canal Discovery. El presentador, Mike Rowe, hablaba con un pintor industrial, cuyo trabajo estaba tratando de replicar. «Realmente no hay nada de qué vanagloriarse en lo que usted hace», le dijo. «Es cierto —contestó el pintor—, pero es un trabajo que tiene que hacerse».
Este hombre pinta el interior de las torres del Puente Mackinac en el norte de Michigan. Realiza su labor desapercibida para garantizar que el acero de la magnífica estructura suspendida no se oxide desde el interior y la integridad del puente no se vea comprometida. La mayoría de las 12 mil personas que cruzan los Estrechos del Mackinac cada día ni siquiera son conscientes de que dependen de la fiel y concienzuda labor de obreros como este pintor.
Dios también ve nuestra fidelidad en las cosas que hacemos. Aunque pensemos que nuestras acciones —grandes y pequeñas— algunas veces pasan desapercibidas, la Persona más importante de todas las está observando. Cualquiera que sea nuestra labor hoy, hagámoslo «todo en el nombre del Señor Jesús» (Colosenses 3:17).
El trabajo diario adquiere valor eterno cuando se hace para Dios.