lunes, 2 de febrero de 2009

PUENTES

Los puentes son como ciertas personas:
Su importancia se valora cuando ya no están, o cuando están rotos y no se los puede usar…….

Existe una cantidad impresionante de puentes:
Cortos y largos, anchos y estrechos, seguros e inseguros, caros y económicos…..

Todos tienen sin embargo, algo en común:
Sirven para unir dos orillas……

Atravesándolos, uno siente que, de algún modo, lleva un mensaje al otro lado……

También las personas estamos llamadas a ser puentes, para facilitar el encuentro, para superar aflicciones, para estimular el perdón……

Hacer de puente a veces cuesta, pero cuando da resultado, la gratificación es grande……

Quiero ser para ti como un puente sobre el río…

Del lado de acá está tu hoy….. Del lado de allá tu mañana……

Entre los dos lados, el río de la vida, a veces sereno, a veces turbulento, a veces traicionero y a veces profundo y revuelto……

ES NECESARIO ATRAVESARLO……

No soy Dios ni pretendo jugar a ser Dios..
Sólo Él puede llevarte con seguridad al otro lado……
Pero yo quiero ser el puente que haga más fácil la travesía……

Si crees que no es bueno pasar sólo, usa mis hombros…

Si me balanceara, no tengas temor…Dios me ha colocado en tu camino para ayudarte a cruzar el río……

No dudes en utilizarme, y cuando llegues, déjame, si quieres……

Si, me entiendes bien, déjame donde estoy. Otros han pasado por medio de mi, igual como tu pasaron……

Pero quiero que continúes tu marcha……

Soy tu puente para muchas travesías de la vida, pero aún tengo otro nombre……

SOY UN PUENTE LLAMADO AMISTAD …….

Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia..

Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.

1 Pedro 3:8-9 “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”

LA RUEDA LOCA

El circo daba su función en Buenos Aires, Argentina. Estaba repleto de gente que, entusiasmada, esperaba cada actuación con gritos y aplausos. Los payasos hacían desternillarse de risa a chicos y a grandes. Entre ellos se destacaba Peporrete, que con sus saltos y piruetas acaparaba la atención de todos.

Su acto final, cada noche, era tomarse de los tobillos, formar una rueda con el cuerpo y rodar así por toda la pista. La gente aplaudía a rabiar.

Esa noche Peporrete hizo lo mismo. Pero al rodar en la rueda loca, se le clavó en el pecho la punta de un tornillo que estaba oculto bajo la lona. El hombre sintió la punzada, pero siguió como si nada hubiera ocurrido. Sin embargo, la contusión interior, igual que la quebradura de un cristal que se raja, fue avanzando poco a poco. Una semana después, en plena actuación, Peporrete murió de un aneurisma.

¡A qué extremos llega un artista, exponiendo su arte, para traer felicidad al público! He aquí un hombre que vivió para hacer reír. Tenía una facultad inimitable. Su acto final, «La rueda loca», acto que él mismo había creado, lo ejecutaba con entusiasmo y dedicación. Pero esa dedicación le costó la vida.

Esto nos lleva a hacer dos reflexiones. La primera es que lo que no se hace con entusiasmo no merece hacerse. ¡Son tantas las personas que llevan una vida muerta, que no tienen pasión! Esa no es la vida que nuestro Creador quiso que tuviéramos. Él nos creó para vivir con entusiasmo, con arrebato. Él quiere vernos alegres y optimistas. Peporrete murió, pero la vida que llevó la vivió al máximo.

La otra reflexión es más emocional y sensible. Peporrete no es el único hombre que haya llevado una herida en el corazón. Y no es tampoco el único que haya muerto lentamente por esa herida.

¡Cuánta mujer, cuánta esposa fiel y buena, ha sido engañada por su marido, lastimando su corazón para siempre! ¡Y cuánto hombre hay, también fiel y bueno, a quien su esposa le falló, y aunque hubo reconciliación, la herida ha quedado, mucho más dolorosa que cualquier herida del cuerpo!

¿Hay alguna cura para las heridas del alma? Sí, la hay. El gran Médico divino, Jesucristo, sana por completo las heridas del corazón. Él alienta a los afligidos, devuelve la paz a los atribulados y consuela a los enlutados. Los que sufren no tienen que hacer más que acudir a Él, buscarlo de todo corazón y clamar desde el fondo de su angustia. Cristo, el Amante Pastor, viene entonces para consolar y curar.

Entreguémosle nuestro dolor a Cristo. Él transformará nuestras lágrimas en gozo.

Hermano Pablo

SEÑALES DE LOS TIEMPOS I PARTE

Mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin … todo esto será el principio de dolores. Mateo 24:6,8

Primera diapositiva de una serie de 3 sobre los eventos y acontecimientos cercanos al fin del mundo.

LA JOYA QUE PERDIÓ EL ÁRABE

Se cuenta que, cruzando el desierto, un viajero vio a un nómada sentado al pie de una palmera. A poca distancia descansaban sus caballos, pesadamente cargados con objetos de valor.

El viajero se le acercó y le preguntó: —¿Puedo ayudarle en algo? Me parece verlo muy preocupado. —Tiene razón —respondió el árabe—. Estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas. Extrañado, el viajero preguntó: —¿Y qué joya era esa?

—Era una joya como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la vida, y había sido hecha en el taller del tiempo. La adornaban veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta joyas más pequeñas. Prenda igual no podrá producirse jamás.

—Su joya debió haber sido preciosa —repuso el viajero—. ¿Pero no cree que con suficiente dinero se pueda fabricar otra igual?

—¡Imposible! —exclamó el árabe—. Es que la joya perdida era un día, y un día que se pierde no vuelve a recuperarse jamás.

Moisés, el legislador de Israel, le pide a Dios: «Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría» (Salmo 90:12).

Hay tres días en la vida de todo ser humano: ayer, hoy y mañana. El día de ayer no lo volveremos a vivir jamás. Una vez que se cumplan las veinticuatro horas del día, cae para siempre en el pasado irrecuperable.

El día de mañana no nos pertenece. El futuro pertenece al Autor del tiempo y de la vida. Desperdiciar el día de hoy sólo porque habrá un mañana es no reconocer que ese mañana no es nuestro.

El único día que es nuestro es hoy. Hoy es el día que podemos aprovechar para construir un mañana feliz, o desperdiciar y así echar a perder nuestro futuro. El hoy se nos ha dado con dos propósitos: prepararnos un buen mañana aquí en esta tierra, y preparar nuestra alma para toda la eternidad. Si queremos disfrutar de un buen fruto mañana, tenemos que sembrar buena semilla hoy. Y para nuestra alma, como dice la Biblia: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón» (Hebreos 3:7,8).

Este es el día más importante de nuestra vida. Tal como el nómada de Arabia, reconozcamos el valor de este día, que es nuestro. Con Cristo en el corazón, tendremos quien nos enseñe cómo aprovecharlo para vida eterna. Cuidemos esta joya así como cuidamos nuestra propia alma.

Hermano pablo.

HOY..ESTARE PREPARADO

“Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis el hijo del hombre vendrá” Lucas 12:40.
El Obrero cristiano y el hijo de Dios necesitamos estar listos para ver cara a cara a Jesús en cualquier momento y en cualquier instante. Quizá esto no sea fácil, pero cueste lo que cueste necesitamos pagar el precio de estar preparados. Las batallas más fuertes quizá no sean contra el pecado o las dificultades o circunstancias, pero contra el ser absorbidos por el trabajo de manera que no nos interesemos en estar alertas y preparados. Jesús siempre llega donde nosotros menos lo esperamos.
Él aparece donde nosotros menos imaginamos. Por lo tanto es necesario que hoy estemos preparados, porque podría ser hoy, cuando él aparezca.
Hoy quiero vivir de tal manera que pueda esperar al Señor en cada instante. Quiero hoy tener la actitud de un niño, quien esperar la llegada de su Padre en cualquier momento. Si quiero estar listo hoy para esperar al Señor, debo empezar por dejar de ser religioso y ser espiritualmente verdadero. Cuando solo soy religioso me lleno de formalismo pero la vida ser pierde, si soy espiritualmente verdadero la vida me inunda.
Cuando soy religioso dejo de ser práctico y me vuelvo somnoliento en mi vida espiritual, pero cuando soy espiritualmente verdadero estaré alerta y despierto y además soy práctico en mi vida cristiana. Quiero estar listo para esperar con una vida espiritual viva y llena de energía.. de la energía del Espíritu.
La vida es corta y pasajera, por lo tanto este es el día que Dios me ha dado para vivir lleno de la energía divina y con la esperanza más vida de que el Señor pronto vendrá y quiero estar lista para esperarle. Sin embargo hoy quiero trabajar como si él no viniera y estar preparado como si llegara ya. Si mantengo este equilibrio entonces seré un trabajador productivo pero lleno de esperanza…lleno de esperanza en su gloriosa vendía, la cual podría ser hoy mismo.
Señor, gracias por darme la salvación y la esperanza de tu venida, quiero hoy trabajar con esmero en tu obra y estar preparado para tu venida con un corazón sincero y humilde. Gracias por darme la gloriosa esperanza de tu venida y el encanto de tu presencia. Amén.

PERSONAS IMPORTANTES EN LA VIDA

Hoy quiero presentarse un pequeño test; no necesitas responderlo, es apenas para leer y pensar:
1. Di el nombre de las cinco personas más ricas del mundo.
2. Menciona el nombre de los últimos premios Nobel de la Paz.
3. Recuerda el nombre de las cinco últimas Miss Universo.
4. Nombra los equipos de fútbol que ganaron los últimos cinco Mundiales .
5. Cuál es el nombre de los seis cantantes pop latinos que tuvieron más éxito.
6. Enumera diez actores y actrices que ganaron premios Oscar.
¿Cómo te fue? el caso es que nadie puede recordar y guardar muchas noticias del pasado. Los aplausos terminan, los premios y las copas pierden el brillo, y las hazañas son olvidadas. Pero aquí te presento otro test. Vamos ver cómo sales en él:
1. Menciona algunos profesores que te hayan ayudado en la escuela.
2. Dí el nombre de tres amigos que te hayan ayudado.
3. Cita el nombre de cinco personas que te hayan enseñado alguna cosa buena.
4. Piensa en cuatro personas que te hicieron sentir especial.
5. Recuerda el nombre de cinco personas con quienes te gusta pasar tiempo.
6. Dí el nombre de, por lo menos, media docena de héroes cuya historias te inspiraron.
¿Fue más fácil ahora? Las personas que marcaron alguna diferencia en nuestra vida no son aquellas que tienen más dinero, más premios o mayor fama. Son aquellas que nos quieren de verdad y se preocupan por nuestra felicidad.
El mundo en el cual vivimos se va a acabar; nuestro paso por él es rápido. Podríamos decir que estamos de paso en él, viajando hacia un lugar lindo y maravilloso en el que seremos felices eternamente. Por lo tanto, da valor a las personas y las cosas que te ayudan en ese viaje. ¡Piensa en eso!
1Juan 2:17El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

ALGO LE SUCEDE A ENRIQUE

Lectura: 1 Pedro 2:9-17
El corazón alegre hermosea el rostro. —Proverbios 15:13
Cada mañana, Enrique, un cristiano, iba de camino a su oficina cantando una canción del musical Oklahoma, de Rodgers y Hammerstein: «¡Oh, qué bella mañana; oh qué bello día! ¡Tengo una linda sensación, todo me está saliendo bien!»
Pero una mañana se olvidó de cantar. Pronto Enrique notó que algo andaba mal en la oficina; todos a su alrededor parecían nerviosos. Cuando finalmente le preguntó a una compañera de trabajo qué pasaba, ella respondió: «¡No has cantado esta mañana y hemos pensado que estabas disgustado!»
Enrique se había hecho conocido por un espíritu tan alegre y positivo que sus compañeros de trabajo estaban seguros de que algo le pasaba esa mañana. Enrique no se había dado cuenta de cuán atentamente las personas le observaban y tomó la decisión de que de allí en adelante siempre vendría cantando al trabajo.
1 Pedro 2 nos recuerda que las personas están observando nuestras vidas (vv. 11-12). Para ser buenos representantes de Jesucristo, Pedro enseña que hemos de someternos a la autoridad, vivir una vida honorable, hacer buenas obras, dar honra a todas las personas y temer a Dios (vv. 12-17).
El testimonio de nuestras vidas puede darnos oportunidades para compartir las buenas nuevas de Jesús. Así que es posible que queramos preguntarnos: «¿Qué ven las personas en mí?»
¿Ven los demás a Jesús en ti?