miércoles, 4 de enero de 2012

GASTADA

Lectura: Salmo 119:65.
"Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra" Salmo 119:65
Siempre recordaré al maestro bíblico que levantó su gastada Biblia y dijo: "Todo creyente debería destrozar un ejemplar de la Biblia cada diez años". En otras palabras, deberíamos usar tanto nuestras Biblias que, a la larga, se gasten. Su desafío también me recuerda el dicho: "El dueño de una Biblia que se está desmoronando, por lo general, no se desmorona". Esto, sin duda, se cumplió en mi caso.
No me siento orgullosa de los años en que mi Biblia fue bastante poco usada. Durante ese tiempo, la que se estaba desmotando era yo, no mi Biblia. Sorprendentemente, Dios utilizó mi condición como un medio para abrir el apetito por las Escrituras.
Un día, sentí que el Señor me estaba recordando que Su Palabra está llena de verdades que funcionan. Desde ese momento, deseé poner esas verdades en práctica en mi vida. Para mí, la Biblia ya no era algo que me hacía sentir culpable ni que acumulaba polvo. Poco a poco, a medida que la leía, la digería y subrayaba frases claves, ¡mi Biblia empezó a desmoronarse y no yo!
En el margen de muchas páginas de su Biblia, D. L. Moody escribió las letras P y C, que significaban "Probado y Comprobado". Había puesto en práctica pasajes de la Escritura y comprobado que daban resultado. Tú también puedes probar y comprobar la Palabra de Dios, la cual obra maravillas.
La Biblia debe ser el pan de cada día, no un pastel para ocasiones especiales