domingo, 21 de septiembre de 2008

EL CURRICULUM DE JESUS

Dirección: Efesios 1:20
Teléfono: Romanos 10:13
Web site: La Biblia
Palabras claves: Cristo, Señor, Salvador & Jesús
Mi nombre es Jesús – El Cristo. ¡Muchos me llaman Señor! Te he enviado mi Currículum porque estoy buscando el puesto más alto de Dirección en tu corazón. Por favor toma en cuenta mis logros según están descritos en mi Currículum:

Cualidades:
• Fundé la tierra y establecí los Cielos, (Ver Proverbios 3:19)
• Formé al hombre del polvo, (Ver Génesis 2:7)
• Soplé al hombre aliento de vida, (Ver Génesis 2:7)
• Redimí al hombre de la maldición del pecado, (Ver Gálatas 3:13)
• Las bendiciones de la Alianza con Abraham te llegan a través de mí (Ver Gálatas 3:14)
Experiencia Ocupacional:
• Sólo he tenido un Patrón, (Ver San Lucas 2:49).
• Nunca he llegado tarde, ni he faltado, ni he sido desobediente, ni cínico ni he faltado al respeto.
• Mi Patrón sólo tiene excelentes recomendaciones sobre Mí (Ver San Mateo 3:15-17)
Habilidades y experiencia laboral:
Mis habilidades y experiencia laboral incluyen: capacitar a los pobres para salir de la pobreza, sanar a los que tienen el corazón roto, liberar a los cautivos, curar a los enfermos, devolver la vista a los ciegos, y dar la libertad a los oprimidos por el pecado (Ver San Lucas 4:18).
Soy un Magnífico Consejero, (Ver Isaías 9:6).
Quienes me escuchan vivirán seguros y no temerán al mal (Ver Proverbios 1:33).
Lo principal: tengo la autoridad, la capacidad y el poder para limpiar tus pecados, (Ver San Juan I 1:7-9)

Experiencia Académica:
Reúno en Mí la totalidad del conocimiento, sabiduría y entendimiento, (Ver Proverbios 2:6).
En Mí se esconden todos los tesoros de Sabiduría y Conocimiento, (Ver Colosenses 2:3).
Mi Palabra es Muy poderosa; ha sido descrita como una luz a tus pies y una luz en tu camino, (Ver Salmos 119:105)
Puedo hasta decirte todos los secretos de tu corazón (Ver Salmos 44:21).


Principales Logros:

Participé activamente en la Reunión Cumbre más grande de todos los tiempos (Ver Génesis 1:26).
Entregué mi Vida para que tú pudieras vivir, (Ver Corintios II, 5:15)
Vencí al archienemigo de Dios y de la humanidad y lo expuse abiertamente (Ver Colosenses 2:15).
He dado de comer a los pobres milagrosamente, curado enfermos y resucitado muertos
He logrado muchas otras cosas, demasiadas para poder mencionar aquí. Puedes leerlas en mi Página Web: www. La Biblia. No se necesita conexión a Internet ni computadora para acceder mi Página Web.
Referencias:
Creyentes y seguidores de todo el mundo testificarán sobre mis curaciones divinas, la salvación, liberación, milagros, redención y guía sobrenatural.
En Resumen:
Habiendo leído mi currículum, Estoy convencido de que comprenderás que soy el único candidato calificado para ocupar este puesto de vital importancia en tu corazón. En pocas palabras, dirigiré tus pasos correctamente (Ver Proverbios 3:5-6), y te llevaré a la vida eterna (Ver San Juan 6:47).
¿Cuándo puedo empezar? El Tiempo apremia (Ver Hebreos 3:15).

FIJATE EN LA HORMIGA

El desierto ardía como horno encendido. El sol llameante calcinaba la tierra, y fuertes vientos levantaban olas de arena que ennegrecían el cielo.

En medio del calor una caravana, que cruzaba el Sahara, se vio de pronto rodeada de negras nubes y debió buscar refugio donde lo hubiera. Pasado el simún, la caravana, larga y abatida, miró atentamente al cielo, y con paso firme regresó al rumbo que había perdido.

No eran personas ni eran camellos. Eran hormigas. Hormigas que con sólo mirar a las estrellas sabían cómo encontrar su ruta.

Las hormigas del Sahara tienen un maravilloso instinto de dirección. Si se desvían, con sólo mirar las estrellas vuelven a encontrar su rumbo.

El Dr. Rudiger Wehner, de la Universidad de Zurich, Suiza, lo explicó así: «Esta hormiga, al levantar su mirada a las estrellas, puede ver patrones de luz polarizada. Eso le basta para conducirse a través de la larga travesía.»

La Biblia también habla acerca de la hormiga. En el libro de los Proverbios dice: «¡Fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría» (Proverbios 6:6). La hormiga sabe, por instinto, interpretar las señales de los cielos. Sabe dirigirse a través de vastos desiertos sin perder la dirección. Labora todos los días de su vida y siempre está a la expectativa de algo nuevo. Nunca deja de actuar, nunca deja de trabajar, nunca deja de producir, pase lo que pase.

¿Qué le da ese ánimo? ¿Cómo es que nunca se da por vencida? La respuesta es una lección para todos nosotros. La hormiga se sujeta a leyes. En el caso de la hormiga, esas leyes forman parte de su instinto natural, y sin embargo son leyes. Ahí, precisamente, está la lección.

Muchos en este mundo, incluso algunos llamados sabios, no saben que el verdadero triunfo en la vida, incluyendo el dominio propio, consiste en vivir dentro de los parámetros de las leyes morales de Dios.

Todos los problemas personales y colectivos del ser humano vienen por no reconocer y someterse a los mandamientos morales y espirituales de Dios. Cuando ignora las leyes divinas, se encuentra sin brújula en medio de un desierto de confusiones. Es entonces que se da a las drogas, al alcohol y a la vida desenfrenada, y termina al fin deseando suicidarse.

Regresemos al consejo del proverbista: «¡Fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría.»

Hermano Pablo

EL CIERVO ORGULLOSO

En nuestro singular “zoológico” nos encontramos ahora con un ciervo. El animal había llegado hasta una fuente de agua cristalina.

Y mientras bebía del agua, observó cuán hermosos eran sus cuernos, qué gracia y distinción le daban. Pero además, también vio reflejadas en el agua sus largas patas. Y pensó para sí: “¡Cuán largas son, que feas, y qué pies tan chicos tengo, que deforme!”


Pero no terminó el ciervo de pensar en sus cuernos y en sus piernas, cuando a la distancia apareció un león. Rápidamente el ciervo echó a correr con sus veloces patas. Pero con tan mala suerte que sus cuernos se enredaron al pasar por los arbustos del bosque, y el león lo alcanzó y lo devoró. Los pies que tanto había despreciado lo salvaron del león, mientras que los cuernos que tanto orgullo le habían dado, fueron la causa de su destrucción.

El pobre ciervo del cuento, al igual que los otros animales que desfilan por el “zoológico” de estas páginas, encierran una importante lección humana.
Bien puede representar a las personas que desprecian ciertas características de su vida, y a la vez se enorgullecen por las virtudes que dicen poseer. Y como resultado de semejante actitud, cuántas veces las tales personas cosechan en su propia experiencia el triste fin del ciervo.

A menudo, lo que parece despreciable en la vida propia puede abrir las puertas del éxito, como también, lo aparentemente meritorio, puede ser apenas una carga inútil de arrogancia y vanidad. El que se queja de su salud precaria, de su timidez, de sus pocas luces intelectuales, o de sus modestos recursos económicos, puede encontrar en tal condición un estimulante desafío para superarse y alcanzar un noble ideal. En cambio, aquel que confía exageradamente en sus pretendidas aptitudes puede perder el espíritu de lucha, y quedar por fin a la zaga de quien parecía menos apto.

¿No vemos cada día - en todos los órdenes de la vida - a personas que con lo poco que tienen, igualmente triunfan, mientras que otras mejor dotadas lloran su fracaso? Este es un tema digno de reflexión y del mejor auto-análisis: por qué unos llegan, y otros quedan detenidos en el camino.

¿Qué tal si en este día hiciéramos una lista de todos nuestros defectos y virtudes? Tal vez nos sorprenderíamos al vernos retratados en dicha lista.
Pero lo importante será no envanecernos ante las virtudes, ni desalentarnos frente a los defectos que descubramos. Toda virtud debe ser acompañada de sensatez y modestia; y todo defecto puede superarse para embellecer el carácter.

¿De qué manera es posible lograr esta calidad de vida espiritual? El empeño y la fuerza de voluntad son insuficientes. Pero como dijera San Pablo, “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”…El “suplirá todo lo que os falta” (Filipenses 4:13, 19).

Sí, Dios lo puede hacer por nosotros, si se lo pedimos con fe en oración. Porque “lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios”. (Lucas 18:27)

CONFIAR A DIOS LO IMPOSIBLE

La doctora Amanda Whitworth se sentía frustrada, su auto era el noveno en una fila que subía muy despacio una colina debido a un camión que iba muy lentamente, y ella estaba apurada. Su último paciente había necesitado más atención de la requerida normalmente para los exámenes y se le había hecho tarde para recoger a su hija de la escuela.
Ahora susurraba una oración No volveré a llegar tarde y como sería la tercera vez que sucedía y la escuela no les permite tardanzas a sus padres, tendría que hacer arreglos para el cuidado de Allie por las tardes.
En silencio, Amanda protestaba por la lentitud del camión. Nadie se atrevía a pasarlo en la larga cuesta, ya que era imposible ver los autos que venían en dirección contraria. De repente, el chofer del camión movió su mano indicando que no venía ningún auto de frente.
Mientras Amanda pasaba por el lado del camión, pensó en que ese hombre era un extraño y nueve personas confiaban sus vidas y las de sus familias a él.
¡Qué representación tan tremenda de cómo hacemos todo lo que podemos hacer, y luego debemos confiar hasta el mínimo detalle de nuestras vidas al cuidado de Dios, que es un amante Padre Celestial!.
¡Y cómo nos consuela saber que Él siempre ve todo lo que tenemos por delante!
Mi trabajo es preocuparme por lo posible y confiar a Dios lo imposible.
Salmo 9:10En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Señor, no desamparaste a los que te buscaron.

EL MEJOR ARGUMENTO DEL CRISTIANISMO

Lectura: 1 Pedro 3:13-17
. . . estando . . . preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. . . . --1 Pedro 3:15.
¿Cuál es el mejor argumento que le podemos dar a quienes preguntan por qué hemos aceptado a Cristo como Salvador? ¿Cómo podemos testificar más persuasivamente de nuestra fe?
"Estando siempre preparados --apremió Pedro-- para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3:15). El término griego para "razón" es apología. Eso no se refiere a una excusa débil; se refiere a un argumento convincente.
El filósofo William Alston, de la Universidad de Siracusa, ha escrito libros muy útiles en defensa de la fe cristiana. Él tiene algo que decir que debería animarnos a todos: "La prueba final de la trama cristiana viene de practicarla en la vida de uno, probando las promesas que la trama nos dice que Dios ha hecho, siguiendo en los caminos de la Iglesia, y viendo si llevan a la nueva vida del Espíritu."
No creas que no puedes ser apologista porque no eres filósofo ni erudito. Puedes testificar de la verdad y el poder del evangelio. Tu vida puede ser tu mejor argumento --tu mejor defensa de tu fe en Jesucristo-- a cualquiera que pregunte por qué crees.
Entonces, pon tu fe en práctica. Deja que la gente vea la diferencia que marca Jesús.
LA GENTE TE VA A ESCUCHAR DETENIDAMENTE SI TE VE VIVIENDO FIELMENTE.