viernes, 28 de marzo de 2008

CONTINUA CAVANDO

El médico escocés A. J. Cronin (1896-1981) se vio obligado a ausentarse de su práctica de la medicina por razones de salud. Entonces decidió escribir una novela. Pero cuando iba por la mitad, se descorazonó y tiró el manuscrito en el bote de la basura..
Totalmente decepcionado, Cronin se encontraba caminando por las tierras montañosas de Escocia y vio a un hombre cavando en un pantano tratando de sacarle el agua para usarlo como pasto. Cuando Cronin conversó con él, el hombre dijo: «Mi padre cavó en este pantano y nunca consiguió hacer pasto. Pero mi padre sabía, y yo lo sé también, que es sólo cavando que se consigue hacer pasto. Así que sigo cavando.».Sintiéndose reprendido y motivado de nuevo, Cronin fue a su casa, sacó su manuscrito de la basura, y lo terminó. De esa novela, Hatter’’s Castle [El castillo de Hatter], se vendieron tres millones de ejemplares. Cronin abandonó la práctica de la medicina y se convirtió en un escritor mundialmente famoso..A veces, tú y yo podríamos sentirnos atrapados por circunstancias que exigen paciencia y persistencia. ¿Estamos dispuestos a seguir cavando cualquier «pantano» que Dios nos haya asignado?.El libro de Hebreos nos dice que tenemos «necesidad de paciencia» (10:36), y que debemos correr «con paciencia la carrera que tenemos por delante» (12:1). ¿Cómo? «Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe» (v.2). Con Cristo como ejemplo, ¡sigamos cavando!

CRUZ Y CORONA

Lectura: Juan 3:13-21
. . . así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna. --Juan 3:14-15.
En abril del 2002, junto con otros miles de personas en Londres, desfilé para ver el ataúd de la reina madre de Inglaterra cuando su cuerpo fue expuesto a la vista pública. En el silencio apagado de Westminster Hall, me impresionó ver la magnífica corona que descansaba encima del ataúd, y la cruz que colocaron cerca, símbolos de su vida y su fe. Habíamos ido a presentar nuestro respeto a una miembro muy querida de la familia real. Pero aquella noche, fue muy evidente para mí que la cruz del Señor Jesucristo importa mucho más que cualquier corona.
Para todos los que confían en Cristo, la cruz simboliza nuestra esperanza tanto en la vida como en la muerte. Cualquiera que sea la posición de poder que heredemos o alcancemos, ninguna de ellas nos seguirá más allá de la tumba. Sin embargo, Cristo es el dador de la vida abundante ahora y para siempre.
Antes de su muerte en la cruz Jesús dijo: «Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna» (Juan 3:14-15).
La cruz habla de perdón y de paz con Dios. Señala los méritos de Cristo y no los nuestros. Cuando pasemos por el portal de la muerte debemos dejar de lado nuestras «coronas terrenales». Nuestra única esperanza es aferrarnos a nuestro Salvador, el cual murió para que nosotros pudiéramos tener vida eterna. LA CRUZ DEL CALVARIO ES EL ÚNICO PUENTE A LA VIDA ETERNA.