domingo, 12 de julio de 2009

CENA DE PAREJAS








.







Este sábado se celebro una reunion sobre el tema del matrimonio
la charla que por cierto fue muy buena estuvo a cargo del Pastor
Moises y su esposa Patricia.
Despues nos fuimos de cena todas las parejas donde cenemos
muy bien y también hicimos juegos...

HOY..QUIERO SER COMO ARBOL DE BUEN FRUTO

“Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. El árbol bueno no puedo dar fruto malo, ni el árbol malo dar fruto bueno” Mateo 7:17,18
En Sudáfrica hay varias enfermedades que afectan los naranjos. Una de ella se conoce popularmente como el mal de las raíces. Un árbol puede seguir dando frutos, de modo que un observador ordinario no note nada malo; sin embargo, un experto detectaría el comienzo de la muerte lenta. En las viñas, la filoxera ataca las raíces y se ha descubierto que la única cura es arrancar las raíces viejas y proporcionar otras nuevas.
La especie antigua de la vid se injerta en una raíz americana y, con el tiempo, se tienen las mismas cepas, con las mismas ramas y los mismos frutos que antes; pero las raíces son nuevas y tienen capacidad ara resistir la filoxera. La enfermedad se presenta en la parte de la planta que no se ve y que es donde se puede buscar la sanidad.
Cuantos son los que están batallando con ellos mismos sin ir directamente a la raíz. Hoy quiero ir a la raíz para ser un árbol que da buenos frutos y lo que hoy necesito es alimentar mis raíces con la palabra de Dios y con una entrega total de mi existencia.
Esa entrega comienza con una vida de conversación privada con el Maestro. Es la falta de oración en secreto lo que explica muchas de las debilidades externas y una vida diaria sin un fruto consistente, permanente y vivo. Es el descuido del mantenimiento de esta vida oculta enraizada en Cristo, basada y cimentada en amor lo que explica por que no hay frutos abundantes. Lo único que puede lograr que cambie todo esto en mi vida hoy es la restauración de mi morada interior.
Si hoy logro entender lo que significa el hacer que el establecimiento de una comunión personal y secreta con Dios sea mi mayor interés, la verdadera vida espiritual entonces florecerá. “Si la raíz es santa también lo serán las ramas” .
Si mi primer tiempo hoy es para el Señor el día con todas la tareas tendrán otro tinte y tendrán otro color. Hoy quiero que mis raíces están profundamente cimentadas en la roca eterna de los siglos y bebiendo del agua clara del manantial del río de mi Dios.
Señor. Gracias por ser la fuente de mi existencia y gracias por ser mi Padre . Hoy quiero tener mis raíces sanas y bien cimentadas en tì. Si mis raíces están bien cimentadas, el fruto de mi vida no solo será bueno sino abundante. Señor con profundidad lo haces a través de tu Santo Espíritu en mi. Ayúdame hoy a examinar mis raíces y asegurarme que ellas están plantadas en tu palabra y alimentadas por el fuego de tu amor que lo recibo en la diaria comunión de la oración.
Gracias Señor porque hoy se que el fruto de mi vida no es algo que yo hago, sino algo que nace de la relación real contigo- Amen.

OBRANDO BIEN

-Esperé y esperé, y Morgan nunca regresó.Los ojos de Will se llenaron de lágrimas. Estas brotaron y rodaron por sus mejillas, mientras entre sollozos contaba la historia a su padre. Ya él se sentía como un “adulto” de cuatro años, no quería llorar, pero no pudo contenerse.-Está bien que llores, Will -respondió su padre-. Cuéntame que ocurrió.Con un gran supiro, Will continuó:- Sé que no debo pasar al fondo del edificio. Morgan jugaba conmigo. Él dijo que quería ir a la piscina y que regresaría. Esperé y esperé, pero nunca regresó a jugar con migo.
Con un latigazo en su pecho, el padre de Will se arrodilló y le tomó en sus brazos. Mientras Will se desahogaba contra su pecho, el llanto aminoraba y su padre dijo: -Will, estoy orgulloso de ti. Cuando estamos juntos me obedeces, eso me hace feliz; pero nada se compara al bienestar que experimento si haces lo correcto incluso si estoy ausente. Gracias. Te amo mucho, mi pequeño hombrecito.
Las lágrimas pronto se enjugaron y Will continuó su juego. Su herido corazón percibió un bálsamo; las cosas estuvieron mejor por causa del amor y la seguridad que recibió de su padre. De hecho, él irradió felicidad cuando su progenitor se enorgulleció de él.
Dios el Padre es comparable a eso. Él se conmueve por el dolor que sus hijos se causan entre sí y su corazón rebosa de gozo cuando obedecemos simplemente porque es lo correcto.
Mateo 3:17Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.

CONSERVADORES DE LO AJENO

Lectura: Mateo 25:31-40.
“De cierto os digo que, en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí lo hicisteis” Mateo 25:40
Las personas que encuentran algo de valor por lo general están ansiosas por conservarlo. En tales casos, la idea de «conservadores de lo ajeno» parece algo bueno. Pero, ¿qué pasa si lo que encontramos es un problema? En ese caso, estamos ansiosos por renunciar a ello.
Mientras trabajaba para el Departamento de Justicia de los EE.UU., Gary Haugen descubrió un gran problema. «Alguien tiene que hacer algo al respecto», pensó. Miró a su alrededor en busca de alguien que pudiera asumir la injusticia y el abuso de autoridad que había descubierto. Pero pronto se dio cuenta de que Dios le estaba mirando a él. En 1997, Haugen fundó la Misión Internacional de Justicia para rescatar a las víctimas de violencia, explotación sexual, esclavitud y opresión.
Así como Moisés fue la respuesta de Dios a la esclavitud de Su pueblo en Egipto (Éxodo 3:9-10), también Haugen y su equipo se están convirtiendo en la respuesta de Dios para aquellos que están en la esclavitud hoy. Como dice Haugen, «Dios no tiene un Plan B. Tú eres Su plan. Tú eres la respuesta».
Dios nos coloca en circunstancias únicas donde nuestras capacidades son perfectas para resolver el problema que Él quiere arreglar. Jesús dijo que lo que hacemos por aquellos que están en necesidad, lo hacemos para Él (Mateo 25:35-40).
¿Has encontrado algún problema? ¿Cómo podrías ser la solución de Dios? Puede que Dios quiera que seas una respuesta a la oración de alguien.
Cuando Dios te muestra un problema, puede que te esté pidiendo que seas Su solución.