miércoles, 23 de abril de 2008

EL SABIO

Cierta vez un hombre decidió consultar a un sabio sobre sus problemas.

Luego de un largo viaje hasta el paraje donde aquel Maestro vivía, el hombre finalmente pudo dar con él:

- Maestro, vengo a usted porque estoy desesperado, todo me sale mal y no se que más hacer para salir adelante.
El sabio le dijo:

- Puedo ayudarte con esto ¿sabes remar ?
Un poco confundido, el hombre contestó que sí.Entonces el maestro lo llevó hasta el borde de un lago. Juntos subieron a un bote y el hombre empezó a remar hacia el centro a pedido del maestro.

- ¿Va a explicarme ahora cómo mejorar mi vida ? -dijo el hombre advirtiendo que el anciano gozaba del viaje sin más preocupaciones.
- Sigue, sigue -dijo éste- que debemos llegar al centro mismo del lago.

Al llegar al centro exacto del lago, el maestro le dijo:

- Arrima tu cara todo lo que puedas al agua y dime qué ves...

El hombre, pasó casi todo su cuerpo por encima de la borda del pequeño bote y tratando de no perder el equilibrio acercó su rostro todo lo que pudo al agua aunque sin entender mucho para qué estaba haciendo esto.

De repente, el anciano lo empujó y el hombre cayó al agua.
Al intentar salir, aquel tomó su cabeza con ambas manos e impidió que el hombre llegara a la superficie.

Desesperado, el hombre manoteó, pataleó, gritó inútilmente bajo el agua hasta que casi a punto de morir ahogado el sabio lo soltó y le permitió subir a la superficie y luego al bote.

Al llegar arriba el hombre, entre toses ya ahogos le gritó:

- ¡¿Usted está loco ?! ¿no se da cuenta que casi me ahoga ?

Con el rostro plácido, el maestro le preguntó:

- Cuándo estabas abajo del agua ¿en qué pensabas ? ¿qué era lo qué más deseabas en ese momento?

- ¡¡En respirar por supuesto!!

- Bien, cuando pienses en triunfar, con la misma vehemencia con la que pensabas en respirar, en ese momento y no antes estarás preparado para triunfar.

LA FELICIDAD DE NO DEPENDER

La historia se refiere a un individuo que se mudó de aldea, en la India, y se encontró con lo que allí llaman un sennyasi. Este es un mendicante errante, una persona que, tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su Padre, que cuidará de él. Entonces se traslada de un lugar al otro. Tal como tú y yo nos trasladaríamos de una habitación a otra de nuestro hogar.

Al encontrarse con el sennyasi, el aldeano dijo:-¡No lo puedo creer! Anoche soñé con usted. Soñé que el Señor me decía: "Mañana por la mañana abandonarás la aldea, hacia las once, y te encontrarás con este sennyasi errante", y aquí me encontré con usted."

-¿Qué más le dijo el Señor?-. Preguntó el sennyasi.

-Me dijo: "Si el hombre te diera lo valioso que posée, serás el hombre más rico del mundo".

Entonces el sennyasi revolvió en un pequeño zurrón que llevaba y dijo:
"¿Será esto lo que buscas?"
El aldeano no podía dar crédito a sus ojos, porque era un diamante, el diamante más grande del mundo.
-¿Me lo daría usted?

-Por supuesto, puede conservarlo; lo encontré en un bosque. Es para usted.

Tomando el diamante el hombre siguió su camino y se sentó bajo un árbol en las afueras de la aldea. Mirando el diamante ¡qué inmensa era su dicha! Como lo es la nuestra el día en que obtenemos algo que realmente deseamos.El aldeano en vez de ir a su hogar, se sentó bajo un árbol y permaneció todo el día sentado, sumido en meditación.Al caer la tarde, se dirigió al árbol bajo el cual estaba sentado el sennyasi, le devolvió a éste el diamante y dijo:
-¿Podría hacerme un favor?

-¿Cuál?- le pregunto el sennyasi.

-¿Podría darme la riqueza que le permite a usted deshacerse de esta piedra preciosa tan fácilmente?

EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó, lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar.

Mientras lo llevaba a su casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos me invitó a conocer su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando la punta de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió una puerta, ocurrió sorprendentemente una transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el carro.

Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. " Oh, ese es mi árbol de problemas ", contestó. " Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego mañana los recojo otra vez ".

" Lo divertido es ", dijo sonriendo, " que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior ".

CONVERSIONES



Mismas personas que antes pero la foto fue tomada desde la parte derecha de la iglesia.

HICIERON LA ORACION PARA ACEPTAR AL SEÑOR EN SUS VIDAS

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Estas personas este pasado domingo saliero al frente para aceptar al Señor en sus corazones. (esta foto fue tomada de la pate izquierda de la Iglesia)

ANCIANO DE CANAAN


El anciano de Canaan Ruben, estuvo este domingo pasado predicando en la iglesia La Paz.

¿CUANTO CUESTA UN MILAGRO ?

.Tess era una niña precoz de 8 años. Un día escuchó a su madre y a su Padre hablar acerca de su hermanito Andrew. Ella solo sabía que su hermano estaba muy enfermo y que su familia no tenía dinero.
.Planeaban mudarse para un complejo de apartamentos el siguiente mes porque su padre no tenía el dinero para las facturas médicas y la hipoteca.
.Solo una operación costosísima podría salvar a Andrew. Escuchó que su padre estaba gestionando un préstamo pero no lo conseguía.
.Escuchó a su padre murmurarle a su madre, quien tenia los ojos llenos de lágrimas, “Solo un milagro puede salvarlo.”
.Tess fue a su cuarto y sacó un frasco de jalea lleno de monedas que mantenía escondido en el closet. Vació todo su contenido en el suelo y lo contó cuidadosamente. Lo contó una segunda vez, ¡una tercera! . La cantidad tenía que ser perfecta. No había margen para errores.
.Luego colocó todas las monedas en el frasco nuevamente, lo tapó y se escabulló por la puerta trasera y caminó 6 cuadras hasta la farmacia del pueblo. Esperó pacientemente su turno. El farmacéutico parecía muy ocupado con un cliente y no le prestaba atención.
.Tess movió su pie haciendo un ruido. Nada. Se aclaró la garganta con el peor sonido que pudo producir. Nada. Finalmente, sacó una moneda del frasco y golpeó el mostrador.
.“¿Qué deseas?- le preguntó el farmacéutico en un tono bastante desagradable.Y le dijo sin esperar respuesta: “¿No ves que estoy hablando con mi hermano que acaba de llegar de Chicago y no lo he visto en años?”.
.“Bueno, yo también quiero hablarle acerca de mi hermanito,” le contestó Tess en el mismo tono que usara el farmacéutico. “Está muy enfermo y quiero comprar un milagro.”
.“¿Qué dices?” dijo el farmacéutico
.“Su nombre es Andrew y tiene algo creciéndole dentro de la cabeza y mi padre dice que solo un milagro lo puede salvar. Así que, ¿cuánto cuesta un milagro?
.“Aquí no vendemos milagros, pequeña. Lo siento pero no te puedo ayudar” le contestó el farmacéutico ahora en un tono más dulce.
.“Mire, yo tengo el dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré el resto. Solo dígame cuanto cuesta. El hermano del farmacéutico era un hombre elegante. Se inclinó y le preguntó a la niña:
.“¿Qué clase de milagro necesita tu hermanito?”
.“No lo se.” Contestó Tess con los ojos a punto de explotar. “Solo se que está bien enfermo y mi mami dice que necesita una operación. Pero mi papá no puede pagarla, así que yo quiero usar mi dinero.”
.“¿Cuánto dinero tienes?- le preguntó el hombre de Chicago..“Un dólar con once centavos”- contestó Tess en una voz que casi no se entendió. “Es todo el dinero que tengo pero puedo conseguir más si lo necesita.”
.“Pues que coincidencia.” Dijo el hombre sonriendo. “Un dólar con once centavos, es justo el precio de un milagro para hermanos menores.” Tomó el dinero en una mano y con la otra cogió a la niña del brazo y le dijo: “Llévame a tu casa. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres. Veamos si yo tengo el milagro que tu necesitas.”
.Ese hombre de buena apariencia era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especialista en neurocirugía. La operación se efectuó sin cargos y en poco tiempo Andrew estaba de regreso a casa y de buena salud. Los padres de Tess hablaban felices de las circunstancias que llevaron a este doctor hasta su puerta.
.“Esa cirugía,” dijo su madre. “fue un verdadero milagro. Me pregunto cuanto habría costado.
.Tess sonrió. Ella sabía exactamente cuanto costaba un milagro: un dólar con once centavos más la fe de una pequeña.
.La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perseverar en lo imposible” Hay una frase muy bella que dice: ” Si le pides a Dios un árbol te lo dará, en forma de semilla”.
...Hebreos 11:1.“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
.Mateo 21:22.“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.”
Juan 15:16.“No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.”

EL PROBLEMA DE LA SRA. CRAIG

Lectura: Salmo 122
Yo me alegré cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor. --Salmo 122:1.
El asistir a la iglesia es un privilegio. Entendemos que algunas personas no pueden asistir debido a problemas físicos u otras razones legítimas. Pero los que pueden estar en la iglesia deberían estar allí. Los cánticos, las oraciones, la comunión con los demás y la enseñanza de la Palabra de Dios son justo lo que necesitamos para la semana que tenemos por delante.
Un periódico de Tennessee informó que Ella Craig, de 81 años de edad, había asistido a la escuela dominical durante 20 años sin faltar un solo día. ¡Esos son 1.040 domingos! El artículo luego planteaba estas preguntas:
¿Es que la Sra. Craig nunca tiene visitas los domingos que le impidan ir a la iglesia?
¿Nunca le dan dolores de cabeza, ni gripe, ni ataques de nervios ni se siente cansada?
¿Nunca se va de viaje un fin de semana?
¿Nunca duerme hasta tarde un domingo en la mañana?
¿Nunca llueve ni nieva los domingos en la mañana?
¿Nunca nadie la ofende en la iglesia?
El artículo concluía preguntando: «¿Cuál es el problema de la Sra. Craig? ¿La respuesta? Ninguno. Pero si no estamos en la iglesia los domingos, cuando podríamos estar, algo anda mal en nosotros. Tenemos que aprender una lección de la Sra. Craig.
SEMANA TRAS SEMANA, LA GENTE DEJA DE IR A LA IGLESIA POR EXCUSAS DÉBILES.