martes, 20 de octubre de 2009

SANTIAGO 2: 15 - 17

1º DE JUAN 3: 18

LA FE SIN OBRAS ES MUERTA

TEXTO BIBLICO SANTIAGO 2:17

INTRODUCCIÓN:

Definitivamente no podemos decir que somos creyentes sino lo demostramos, no podemos ir por todo el mundo gritando a los vientos que somos cristianos si nuestras obras o frutos no lo demuestran, es por esa razón que un verdadero servidor debe mostrar frutos en lo que realiza.

I. LA FE SIN OBRAS ES MUERTA. (v. 17)

A) Desde el mismo momento que entregamos nuestra vida a Cristo comienza una renovación total.
B) Jamás volveremos hacer los mismo si realmente tuvimos un encuentro genuino con Jesús.
C) Pero no solo basta con decir que tuvimos un encuentro genuino con Jesús, puesto que si no tenemos obras en vano serian nuestras palabras.

II. UN SERVIDOR DEMUESTRA SU FE A TRAVÉS DE LAS OBRAS.

A) Un verdadero servidor es una persona que si se ha encontrado con Jesús y quiere agradarlo de todas las maneras posibles.
B) Esto lo llevara a realizar obras no para buscar salvación o el favor de Dios, sino mas bien porque esta agradecido de lo que Dios ha hecho en su vida.
C) Un verdadero servidor no será solo de palabras sino de hechos, recuerda las palabras se las lleva el viento, pero los hechos son los que cuentan.
D) Si realmente deseas agradar a Dios debes comenzar a dar frutos, tus obras tienen que demostrar la fe que tienes.

CONCLUSIÓN:
Una persona que realmente se encuentra con Jesús es una persona que desde ese mismo momento comenzara a demostrarlo. Es hora de que en lugar de tanto hablar comencemos a accionar, es hora de ir y demostrar nuestra FE pero a través de obras.

NO ES TIEMPO DE ESTAR SENTADO, ES TIEMPO DE “ID” Y SERVIR A DIOS

TRAMPA PAEA CONEJOS

AEn las heladas regiones de la América del Norte un indio hacía un caminito por entre la nieve, y además hacía otra cosa con unas ramas de abeto.
—¿Qué estás haciendo? —le preguntó un amigo que acertó a pasar por ese lugar.
—Una trampa para conejos —respondió el indio.
—Pero, ¿dónde está la trampa?
—¡Ah! —respondió el indio sonriente. —La trampa no la pondré sino hasta dentro de dos semanas.
Primero arreglo el caminito de modo que los conejos se acostumbren a él. Por ejemplo, hoy por la noche vendrán y tendrán temor de pasar por el caminito; pero mañana se acercarán más, y poco tiempo después uno de ellos lo cruzará, después caminará por él. Pocas noches después se familiarizarán con el camino y lo usarán frecuentemente sin ningún temor. Entonces pondré la trampa en medio, entre las ramas … después comeré conejo todos los días.
—Ya veo —contestó el amigo pasajero—, estas usando la misma táctica que Satanás usa con los cristianos: Primero los atrae a algo que da la impresión de que “no es malo ni bueno”, y cuando adquieren confianza él los atrapa y destruye.
Muchos son los cristianos que están continuamente siendo engañados por el enemigo de sus almas, quien los lleva a caminos que parecen atractivos que finalmente producirá su destrucción. Puede ser una amistad, una película, una lectura o el inernet. Dios te ha dado la capacidad para decir no y no permitir que seas arrastrado sutilmente. Recuerda, Cristo te llamó a una vida totalmente victoriosa.
En el desierto cedieron a sus propios deseos;en los páramos pusieron a prueba a Dios. Salmo 106:14
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Mateo 6:13
Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. Santiago 1:12

HAZ ALGO CON NADA

Lectura: Efesios 5:15-21.
"Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos" Efesios 5:15-16
Un aviso en el periódico mostraba a tres personas esperando un autobús urbano. Dos de ellas se veían aburridas y apáticas, mientras que la tercera estaba jugando feliz con un aparatito electrónico. «Haga algo con su nada -decía el anuncio-. Ese tiempo de nada. El tiempo entre todo lo demás que usted tiene que hacer». La idea era vender el juguete portátil para que las personas pudieran usar todos esos segmentos desperdiciados de tiempo «de espera».
Sospecho que muchos de nosotros ya usamos constructivamente aquellos pequeños incrementos de tiempo de espera para leer algún libro, memorizar algún versículo u orar por algún amigo. Son nuestros periodos de espera más largos llenos de incertidumbre e indecisión los que pueden dejarnos angustiados y frustrados.
Pablo desafió a los cristianos en Éfeso a «mira[r], pues, con diligencia cómo and[amos], no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» (Efesios 5:15-16). El erudito en griego Kenneth Wuest sugiere que esto se refiere al tiempo en sus «temporadas estratégicas y oportunas», y significa «hacer un uso sabio y sagrado de cada oportunidad para hacer el bien».
Durante dichas temporadas cuando nos preguntamos, «¿cómo llegué aquí y cuándo podré salir?», lo mejor es buscar nuestras oportunidades dadas por Dios en vez de centrarnos en los obstáculos. Esa es la manera de hacer algo con nuestro nada.
Cuando te encuentres con tiempo en las manos, júntalas en oración.

LA MANÍA DEL SUICIDIO

La mañana estaba fresca y hermosa: el cielo muy azul, los pájaros cantando, y grupos de chiquillos alegres caminando hacia la escuela. Entre ellos estaba Jackie Johnson, una niñita de seis años de edad.

Tenían que cruzar la vía del tren, en la ciudad de Diana, estado de Florida, así que todos los chicos cruzaron los rieles, excepto Jackie. Ella se quedó quieta, parada entre los rieles como hipnotizada. Alguien la escuchó decir: «Quiero ser ángel para ir a estar con mi mamá» escasos momentos antes que el tren llegó al cruce y arrolló a la chiquilla, dándole muerte instantánea.

«Es la suicida más joven en la historia del estado», anunciaron los diarios. ¡Increíble el caso de esta bella criatura de apenas seis años de edad!

¿Qué pudo haber ocurrido en la vida de esta niñita para que tomara esa determinación tan drástica? Es todo un caso trágico.

Su madre había muerto de cáncer inoperable, y Jackie la había visto sufrir. El dolor del cáncer había sido insoportable y la pobre madre, sin nadie más en la casa que su hijita Jackie, había volcado sobre ella la gravedad de su sufrimiento.

Un día Jackie la escuchó decir: «Me voy al cielo, a estar con los ángeles.» Y Jackie, en su inocencia, pensó que si ella se volvía ángel, seguiría viviendo junto a su mamá.

La niñita se había dado cuenta de que algunos morían al cruzar la vía férrea, y tomó su decisión: «Me pararé en los rieles y dejaré que el tren me arrolle. En un instante me convertiré en ángel.» Insólito razonamiento en una niña de apenas seis años de edad.

Ya se está viviendo la manía del suicidio. La idea de la auto-eliminación, cuando los problemas de la vida se hacen demasiado grandes, la tiene mucha gente. Hasta la televisión reproduce el mismo cuadro.

No es extraño que los niños también piensen en el suicidio. El aumento pavoroso en los suicidios juveniles revela el abaratamiento de la vida humana y el desplome de la fe en Dios. Nos estamos perdiendo y no sabemos qué hacer.

Pero ninguna persona que pone su confianza en Cristo considera el suicidio una opción viable. Con Cristo en nuestro corazón, nos libramos de esa clase de temores. Él desea darnos su cuidado pastoral. Con Él nos sentimos consolados y fortalecidos. Con Él la vida se hace soportable. Con Él siempre hay un amigo a nuestro lado. Con Él estamos eternamente seguros.

Hermano Pablo