sábado, 18 de septiembre de 2010

FELICIDAD EN TODO

En Agosto del 2007, un gran puente en Minneapolis se derrumbó sobre el río Mississippi, matando a trece personas. En las semanas que siguieron, me fue difícil no pensar en dicha tragedia cada vez que cruzaba un puente.

Algún tiempo después, estaba viendo un episodio de Trabajos Sucios en el canal Discovery. El presentador, Mike Rowe, hablaba con un pintor industrial, cuyo trabajo estaba tratando de replicar, “Realmente no hay nada de qué vanagloriarse en lo que usted hace”, le dijo.

“Es cierto -Contesto el pintor-, pero es un trabajo que tiene hacerse”.

Este hombre pinta el interior de las torres del puente Mackinac en el norte de Michigan. Realiza su labor desapercibida para garantizar que el acero de la magnifica estructura suspendida no se oxide desde el interior y la integridad del puente no se vea comprometida.

La mayoría de las 12000 personas que cruzan los estrechos del Mackinac cada día ni siquiera son conscientes de que dependen de la fiel y concienzuda labor de obreros como este pintor.

Dios también ve nuestra fidelidad en las cosas que hacemos. Aunque pensemos que nuestras acciones -grandes y pequeñas- algunas veces pasan desapercibidas, la persona más importante de todas las está observando.

Cualquiera que sea nuestra labor hoy, hagámoslo “todo en el nombre del señor Jesús”

El trabajo diario adquiere valor eterno cuando se hace para Dios.

Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús. Colosenses 3:17

MAS ADELANTE

Lectura: Génesis 13:10-18.
"Las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" Romanos 8:18
Parece que hay dos clases de personas en este mundo: los que tienen una perspectiva eterna y los que están preocupados con el presente.
Unos están absortos en lo permanente; los otros, en lo pasajero. Unos almacenan tesoros en el cielo; los otros los acumulan aquí en la tierra. Unos se mantienen en un matrimonio difícil porque esto no lo es todo; los otros buscan la felicidad en otra pareja, creyendo que eso es todo lo que hay en esta vida. Unos están dispuestos a sufrir pobreza, hambre, humillación y vergüenza por «la gloria que en nosotros ha de manifestarse» (Romanos 8:18); los otros creen que la felicidad es ser rico y famoso. Todo es un asunto de perspectiva.
Abraham tenía la perspectiva del «otro mundo». Eso es lo que le permitió entregar un pedazo de tierra bien irrigada junto al Jordán (Génesis 13). Él sabía que Dios tenía algo mejor para él más adelante. El Señor le dijo que mirara en toda dirección hasta donde le alcanzara la vista y luego le dijo que, un día, su familia poseería todo aquello. ¡Qué adjudicación de terrenos! Y Dios le prometió que sus descendientes serían tan abundantes «como el polvo de la tierra» (v.16).
Esa es una actitud que muchas personas no pueden entender. Ellas van en busca de todo lo bueno ahora. Pero los del pueblo de Dios tienen otro punto de vista. ¡Ellos saben que Dios tiene algo mejor más adelante!
Vive para Jesús y vivirás para la eternidad.