lunes, 9 de junio de 2008

PREDICACION


Este pasdo domingo vino a predicar a la iglesia La Paz, nuestro hermano ruben anciano de la iglesia de Canaán. En esta foto estan nuestros pastores y en medio Rubén.

ALABANZAS DE NIÑAS DEL ECUADOR

ALABANZAS

Este pasado domingo etuvo este grupo de niñas cantando alabanzas en la iglesia La Paz

FE CIEGA

¿Te has preguntado que tanto confías en el Señor realmente?, es muy fácil recomendar: “confía en Dios”, y también es muy fácil decir: “Yo confío en Dios”, pero ¿realmente es así?
Los seres humanos somos muy tendientes a creer solo lo que vemos o palpamos, así que no nos diferenciamos mucho de los escribas y fariseos; “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.” Lucas 11:38-41.
Por supuesto no es ese el tipo de fe que Dios quiere que le confiramos sus hijos. Hoy día, nuestros parientes y amigos “cultos y preparados” no pueden aceptar verdades tan simples como la que asegura que la raza humana inició con la creación de Adán y Eva, muchos prefieren creer la creencia seudo científica de que descendemos del mono, pese a los interminables vestigios que los simios de hace mas de mil años eran tan iguales a los simios de hoy, y para poner en duda nuestra fe, les resulta inexplicable que existan tantas razas y colores de piel cuando los origines “se supone” fue el mismo, es decir Adán y Eva, de la misma forma no aceptan que Dios haya confundido las lenguas en Babel y de ahí se hayan propiciado los diferentes idiomas que hoy día conocemos, y por supuesto menos aceptan que un hombre “común y corriente” como lo fue Jesucristo, halla sido Dios mismo. Recuerdo uno de estos “eruditos” que cierto día me dijo: -¿cómo es posible que seas tan ingenuo, y pienses que con cerrar los ojos y decir una oración, Dios te va a escuchar?
No dudo que en tu camino te encuentres con personajes que piensan así, y para sorpresa de muchos, hay quienes afirman ser Cristianos, y están en busca de la verdad mediante otras fuentes no Bíblicas como lo son la “ciencia”, la historia, los rollos del mar muerto, etc. Eso en mi concepto es tratar de justificar la fe.
Es claro que Jesús cuando dijo: “… De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. Mateo18:3, ¿Por qué como un niño?, Porque los niños todo lo creen sin cuestionar nada. Así de los adultos Jesús espera una Fe ciega en Él.
El caso más claro respecto de la fe que el Señor espera de nosotros, se ilustra en la respuesta que Jesús dio a Tomas: “ Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron y creyeron. Juan:20:29. Yo no vi, y creí, por tanto me considero bienaventurado por el Señor, ¿y tu?. Dime, ¿que caso tiene encontrar la respuesta a los “misterios no revelados”?, ¿para que desgastarse en ello cuando Jesús asegura que algún día todo será revelado?: “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni secreto que no haya de descubrirse”. Marcos 4:22. Así que seamos pacientes que en su debido tiempo sabremos todas las cosas.
Te animo a ejercitar la fe,
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” Romanos 1:17.
¡Dios les bendiga!
Amén

EPITAFIO

Lectura: Juan 10:40-42
. . . Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad. --Juan 10:41.
Juan el Bautista había muerto al menos dos años atrás, y el recuerdo de su ministerio se había empezado a desvanecer. Así sucede cuando una figura pública deja el escenario y queda opacada por un sucesor más ilustre.
Mientras las multitudes se reunieron alrededor de Jesús cerca del lugar adonde Juan había enseñado, recordaron la vida y las palabras del bautista: «Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad» (Juan 10:41).
Igual que Juan, nosotros no tenemos que hacer milagros para hablar a la gente de Jesús. Podemos contar lo que hemos aprendido de Él de la Biblia, lo que Él ha hecho para cambiar nuestros corazones y vidas, y lo que ha hecho por los demás. Si transmitimos fielmente las buenas nuevas sobre Jesús habremos servido bien nuestro propósito en la vida.
Incluso mucho después de que hayamos muerto, nuestras palabras podrían llegar a la mente de aquellos a quienes hemos testificado y ser el medio de llevarlos a la fe en el Señor Jesús. Igual que la semilla que se entierra en el suelo, la Palabra de Dios que hemos sembrado puede permanecer latente durante muchos años y luego brotar a la vida eterna.
Es un gran epitafio para la vida de uno: «No hizo milagros, pero todo lo que dijo de Jesús era verdad.»
ANDAR CON CRISTO DEJA HUELLAS QUE OTROS PUEDEN SEGUIR.