Oye, papá del cielo,
me gustaría que vinieras,
pero de verdad,
no solo para besarme después de apagar la luz,
o para jugar al escalestric
cuando nadie nos ve.
De verdad,
aunque nadie aquí me hable bien de tí,
y nadie crea que puedes hacerme felíz.
Papá, papá del cielo,
me gustaría que...
...que...
...que salieses en la tele,
para que te viera mamá,
o que tuvieses un teléfono
de esos para llevar en el bolsillo,
para que te conociera papá.
Serían felices
con tu beso de cada noche,
y con tu bendición de cada mañana...
Gracias papá,
porque me quieres.
Quiérelos a ellos también,
y no hagas caso
de todo eso malo que dicen de tí...