domingo, 19 de abril de 2009

HOY..ESTIMARE A LOS DEMAS COMO SUPERIORES

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” Fil 2:3-5
Muchos han sido los días cuando he invertido horas y horas pensando en mi mismo y evaluándome como .mejor que los demás.
Resultado? Insatisfacción y mezquindad. No fui hecho para mirarme en un espejo y olvidar los que me .rodean.
Hoy quiero caminar por el sendero de la humildad y no mirar por lo mío propio sino por lo de los demás.
Tengo como modelo al Señor Jesús. Quiero hoy estimar a los demás como superiores en muchas áreas a mi mismo.
Hoy recuerdo las palabras de J.B. Phillips quién modificando las bienaventuranzas del Señor , las adaptó a los que continuamente vemos en nuestro confundido mundo: El dijo: “ Bienaventurados los arremetedores, porque ellos avanzan en el mundo.
Bienaventurados los inflexibles, porque no permiten que la vida los lesione. Bienaventurados los que se quejan, porque ellos consiguen que se haga su propio capricho hasta el fin. Bienaventurados los indiferentes, porque ellos no se preocupan por sus pecados. Bienaventurados los que explotan a los semejantes, porque ellos obtienen resultados.
Bienaventurados los hombres bien informados del mundo, porque ellos saben por donde van. Bienaventurados son los que causan problemas, porque así logran que la gente les preste atención”. Qué triste, así es como piensa el mundo, pero la realidad es otra, no son bienaventurados sino desdichados, porque a la postre recogerán lo que han sembrado.
El mundo en sus desdichas, no piensa sino en si mismo. La gente egoísta solo quiere ver sus éxitos y abrirse camino aunque tenga que derribar al que esta sentado junto al camino. Hoy, quiero hacer todo lo contrario, seguir el ejemplo de Jesús, quien no se aferró a si mismo, más se humilló y pensó en mí y me alcanzó en su misericordia.
Señor. Que vacío hay en el mundo. Puedo palpar ese vacío en la calle, en el mercado, en la oficina y aun en .las casas.
Cada uno luchando por si mismo, pensando en si mismo y vanagloriándose en si mismo, pero yo no quiero seguir ese camino hoy.
Hoy quiero mirar a los demás como superiores a mi mismo en diferentes áreas.
Quiero tener en mente Señor, tu gran amor y bondad que me enseña a dar pasos firmes por el sendero de la humildad.

Señor, ayúdame hoy a no hacer nada por contienda, ni por vanagloria, a no mirar lo mío propio, sino pensar en lo de los demás. Amen

UN SUEÑO ROTO

El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.
Pero pronto todo iba a parecer como si su sueño se fuera a hacer añicos. Durante su preparación para vivir entre otras culturas él y su esposa se percataron de que ella nunca resistiría los rigores de vivir en el extranjero. Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella moriría.
Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la Santa Cena en las iglesias.
Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.
Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día. Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.
Mantendría su promesa sosteniendo financieramente a otros que podrían ir al extranjero como misioneros.
Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se llamaba?
Welch.
Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.
Extraído de “El Poder de una Alianza en la Iglesia”, EditorialBethania, porJohn C. Maxwell
Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizas hay otras puertas que no has visto y que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. Cuál fue la última puerta que se cerró?
Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de nosotros.
De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Gen 22:17
Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Apoc 3:8

DE MENTIRILLAS

Lectura: Juan 17:6-19
"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,... mas cuando ya fui hombre dejé lo que era de niño" 1 Corintios 13:11
A nuestro nieto de cuatro años le encanta jugar con la abuela. Viene a nuestra casa una vez a la semana, y Ma-Ma (así es como él la llama) le lleva al supermercado, al jardín botánico para alimentar a los peces y las tortugas, y al metro -¡todo sin salir de la casa!. Él protege este juego de hacer las cosas de mentirillas entre Ma-Ma y él con tanto celo que un día cuando íbamos de verdad en el metro, preguntó: "¿Por qué hay otras personas en nuestro tren?".Jugar a las mentirillas es normal para un niño pequeño. Pero algunos mantienen este hábito aun en la vida adulta cuando van a la iglesia. Lo que hacen allí no tiene nada que ver con lo que hacen el resto de la semana. El domingo alaban a Dios efusivamente, pero el lunes se convierten en personas diferentes. Lo que expresan en su adoración no se ve en su comportamiento.Nuestro Señor Jesucristo sabe que podemos caer en esta trampa fácilmente. Esa es la razón por la que en Su oración a Su Padre, dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:15).Dios nos ha puesto aquí para marcar una diferencia en nuestro mundo. Mientras nos protege de caer ante las artimañas del maligno, Él quiere que vivamos consistentemente según las mismas normas en cada aspecto de nuestras vidas -no sólo el domingo.
Algunas personas tienen el cielo en sus bocas, pero el mundo en sus corazones.