martes, 16 de junio de 2009

HOY..COMPREDERE MI POSICION FRENTE A LA VIDA

“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que ANDÉIS como es digno de la vocación con que fuisteis llamados; con toda humildad y mansedumbre. Andad como hijos de luz..comprobando lo que es agradable al Señor. Efe 4:1,2. 5:8-10.
Si bien la experiencia cristiana no comienza con el andar sino con el descansar, hoy debo recordar que frente a la vida necesito andar. Frente a Dios sentarme y descansar. Frente a la vida andar. Si aprendo a sentarme frente a Dios ganaré las fuerzas que necesito para andar en la vida. Andar es la experiencia práctica aquí en la tierra de ese lugar que ocupamos en los lugares celestiales. La vida me pide un constante andar en un estilo de vida que sea diferente a la de aquellos que aún no aprendido a estar sentado frente a Dios.
Andar…Mirad pues como andéis…tiene mucho que ver con relaciones. Si hoy viviera solo en este mundo no importaría mucho como andar, porque nadie me exigiría. Pero no estoy solo. Hoy estaré rodeado de gente que esperan ver en mi manera de andar el cumplimiento de lo que digo que he recibido al estar sentado en lugares celestiales. La Biblia me recuerda muchas normas que Dios espera que refleje y que el mundo espera recibir. Cosas como: Andad con toda humildad y mansedumbre. Desechando la mentira, hablad la verdad cada uno con su prójimo. Airaos ,pero no pequéis. No hurte más. Toda amargura sea quitada de vosotros.
Sed benignos los unos con los otros. Obedeced. No provoquéis. Haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas. Nada podría ser más práctico que esta lista de imperativos para mi andar.Mi andar debe ser una demostración diario de lo que está aconteciendo en mi corazón. No puedo desligar mi posición de estar sentado en lugares celestiales y mi andar diario. Una cosa dirá mucho de la otra y en este día no solo quiero estar rente a Dios sentado…pero frente a la vida andando de acuerdo a mi posición en Dios.

Señor. Gracias por darme la vida, gracias por darme tu amor. Gracias por dar la posición de estar sentado en lugares celestiales con Cristo Jesús. Ayúdame hoy a Andar frente a la vida de acuerdo con la posición que tengo en lugares de celestiales.
No quiero jamás tomar un camino y una forma de andar totalmente contrario a lo que ya en tu misericordia me has dado al estar sentado en lugares celestiales. Señor, sabes cuantas veces mi andar ha contradicho mi sentar en lugares celestiales, pero hoy quiero dar un paso de victoria en la reconciliación de estas dos posiciones, Se que me has rescatado para vivir como es digno de la vocación con que he sido llamado. Andar de tal forma, te exaltará a ti, quien eres el único y verdadero Dios. Amen

LA CAMISA

Paco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte. Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para una hablar. Paco lo acompañó desconfiado.
Antes que su padre hablara algo, Paco dijo irritado:- Padre, estoy con muchísima rabia. Joaquín no podría haberme hecho lo que hizo. Su padre, un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo mientras ese seguía con su reclamo.
- Joaquín me humilló delante de mis amigos. ¡Me gustaría que le pasase algo malo!
El padre escuchó todo callado mientras caminaba buscando una bolsa de carbón. Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Paco:
- Hijo, quiero hacerte una propuesta. Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal es tu amigo Joaquín y que cada trozo de carbón es un pensamiento malo que tu le envías. Quiero que tires todo ese carbón en la camisa, hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver como quedó.
Al niño le pareció un divertido juego, la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco. El padre que miraba todo, le preguntó:
- Hijo, ¿como estás ahora?- Estoy cansado, pero feliz porque acerté muchos trozos de carbón en la camisa.
El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:
- Ven, quiero que veas una cosa.
El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo. ¡Que susto! Paco solo conseguía ver sus dientes y ojos. Su padre, entonces, le dijo:
- Viste que la camisa casi no se ensució…. pero fíjate en ti mismo. Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti.
Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos.
Mateo 5:44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

ALEJANDOSE

LEA: Job 1:13-22
¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? —Job 2:10
Imagínate relajado sobre un bote de goma a poca distancia de la playa, con los ojos cerrados, recibiendo el sol y escuchando el suave retumbar de las olas contra la orilla. No tienes una sola preocupación en el mundo —¡hasta que abres los ojos! De repente, la orilla está alarmantemente lejos.
Así es como tendemos a alejarnos espiritualmente. Es algo que sucede de manera sutil, pero es espeluznante cuando de repente nos damos cuenta cuánto nos hemos alejado de Dios. El punto de partida comienza cuando Satanás nos roba el afecto por nuestro amoroso Creador colocando un giro engañoso en nuestras experiencias y haciendo que sospechemos de Dios en vez de confiar en Él.
Considera a Job y su esposa. Ambos tenían muchísimas razones para estar furiosos con Dios. Sus hijos habían muerto, su fortuna se había perdido y la salud de Job estaba destrozada. Su esposa le dijo: «Maldice a Dios, y muérete». Pero Job respondió: «¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?» (Job 2:9-10).
Hay muchas actitudes que nos pueden poner a la deriva: creer que necesitamos algo más que a Dios para ser felices; colocar relaciones significativas por encima de nuestra lealtad a Dios; pensar que Dios debe estar a la altura de nuestras expectativas; resistir Sus reprobaciones; hacernos los sordos cuando Su Palabra nos incomoda.
Si estás comenzando a alejarte, acuérdate de mantenerte cerca de Aquel que es la única fuente de satisfacción.