lunes, 26 de julio de 2010

VENENO EN LAS CALLES

La noticia cayó como una bomba en esa pequeña ciudad. Y no era para menos. La ciudad estaba envenenada. Sus calles estaban llenas de tóxico. Vivir ahí era exponerse al cáncer, a enfermedades nerviosas y aun a la muerte por intoxicación.

Era la ciudad de Times Beach en el estado de Missouri, Estados Unidos. Años atrás, la municipalidad había cubierto las calles no pavimentadas con una mezcla de aceite quemado y una sustancia llamada dioxina. Esa sustancia es eminentemente tóxica, y cuando las lluvias comenzaron a lavar las calles, la dioxina produjo emanaciones y contaminó las aguas.

«Hay muerte en esas calles —advirtió el gobierno—. Todos ustedes deben abandonar la ciudad.»

Fue notable el caso de la pequeña Times Beach. La dioxina usada para pavimento envenenó la ciudad. Lo mismo pasó en años anteriores en la ciudad de Sevesa, Italia, que usó la misma sustancia para pavimentar sus calles.

La gente respiraba veneno sin darse cuenta. Pisaba el veneno. Bebía el veneno que se infiltraba en las aguas, y el veneno comenzaba su obra funesta en las personas. Vivir en Times Beach era vivir muriendo.

Lo mismo podría decirse de casi cada ciudad grande o pequeña del mundo occidental. Porque las calles están llenas de veneno, y vivir en ellas es exponer el cuerpo, el alma y el espíritu. Vivir en una ciudad moderna es vivir en un arsenal, un cementerio, un lupanar expuesto y una cloaca abierta.

Se debe, en parte, al crimen violento al que nos vemos abocados cada vez que salimos a caminar; en parte, a la cantidad de cantinas y licorerías que ofrecen atractivamente su mercadería mortal; en parte, a la desvergonzada provocación de prostitutas y homosexuales.

Lo que se dijo de Sevesa y de Times Beach puede decirse de casi toda ciudad del mundo: «Hay muerte en esas calles.» Pero no es muerte por la dioxina sino muerte por el pecado. Sí, por el pecado del corazón humano que ya desborda para inundar todo: calles, casas, escuelas y oficinas.

Por eso es necesario reaccionar y tomar una decisión: la de no permitir que la corrupción de las calles invada nuestro hogar, nuestra familia y nuestro propio corazón. Invitemos a Cristo a que venga a vivir en nuestro corazón. Sólo así podremos librarnos de toda corrupción.

Hermano Pablo

A PESAR DE TODO... VUELA

Cuando el camino se hace cuesta arriba…
NO LO DEJES
Cuando las cosas andan mal…
NO ABANDONES
Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas…
NO TE RINDAS
Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar…
NO TE CAIGAS
Cuando la suerte, te sea adversa y no encuentres fuerzas para seguir…
NO RENUNCIES
Cuando no encuentres compañeros de lucha…
NO TE APURES
¡Hay manos que sostienen las tuyas!
Cree y siente cada minuto de tu vida, deja que tu alma “vuele libre” por los jardines hermosos de la confianza en Dios, que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.
¡Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo!
INTÉNTALO
Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener ya, resueltos todos nuestros problemas, pero podemos mirar con amor, cada minuto de nuestra vida..
Si pensamos que todo es pasajero, miremos con Amor lo negativo, que te encamina a la perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.
Nuestras faltas de hoy, también son las alegrías de mañana.
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente… no te quedes en el medio del camino porque allá, adelante… ¡te espera la recompensa de Jesús!
Autor Desconocido.
Dios te hizo para volar.
Para ir por encima de las circunstancias de la vida y mirar hacia el cielo.
Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Éxodo 19:4.
Y dije: !!Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Salmo 55:6
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos. Salmo 57:1

MODELOS DE CONDUCTA

Lectura: Filipenses 2:12-18.
"Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha" Filipenses 2:14-15
Durante un verano de escándalos deportivos internacionales que involucraban apuestas y abuso de sustancias prohibidas, dos atletas recibieron aplausos tanto por su carácter como por sus logros profesionales. Una multitud que alcanzó la cifra récord de 75.000 espectadores vitoreó a Cal Ripken Jr. y a Tonny Gwynn durante su inclusión en el Salón de la Fama del Béisbol del 2007. «Nos guste o no —dijo Ripken—, en nuestra calidad de jugadores de las grandes ligas somos también modelos de conducta. La única pregunta es, ¿será esto algo positivo o negativo?»
Gwynn hizo eco del sentimiento: «Hay mucho más en juego que simplemente jugar béisbol… Somos responsables, tenemos que tomar buenas decisiones y mostrar a las personas cómo se supone que se deben hacer las cosas».
Cada día, las personas nos observan. Como seguidores de Cristo, el desafío de Pablo nos guía a ser «irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo» (Filipenses 2:15).
Comprometernos hace que los demás se desilusionen, mientras que mostrar entereza de carácter alberga la esperanza. Cuando la vida de nuestro Salvador fluye desde nuestro interior, podemos alentar a los demás e indicarles el camino hacia Él.
¿Qué tipo de modelo de conducta seremos hoy para quienes nos están observando?
Los mejores modelos de conducta se parecen a Cristo.