miércoles, 30 de septiembre de 2009

PORQUE SUS MANOS NOS SUSTENTAN

TITANIC

El naufragio del Titanic dejó, pues, una imborrable huella en la memoria humana. El descubrimiento de los restos, hace unos años, permitió que los expertos emitieran una hipótesis que explicara cómo ese espléndido transatlántico, maravilla de la técnica, zozobró en tres horas después de chocar con el iceberg.
Muchas fueron las causas secundarias, pero una de las explicaciones de los expertos, después de haber examinado algunas muestras de los restos del buque, fue la poca resistencia de los remaches de ensamblaje del casco. Unos cuantos de ellos parecen haberse soltado, abriendo unas vías de agua que inevitablemente condenaron al naufragio al palacio flotante, reputado como insumergible.
“Dios mismo no lo podría hundir”, repitieron algunos. Tal desafío nos impresiona. Bastaron unos remaches defectuosos para que ese 15 de abril de 1912 la humanidad recibiera una severa y magistral lección de humildad, al ver que su obra de arte se hundía en las heladas aguas del Atlántico.
¡Qué contraste con el primer “gigante de los mares”, el arca, construida por Noé y dirigida por Dios mismo! Navegó cerca de un año en medio de un diluvio sin parangón en la historia, y preservó a todos los pasajeros.
A los que quieren vivir sin Dios se les dice:
“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban… vino el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:26-27).
Esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.
1 Pedro 3:20

martes, 29 de septiembre de 2009

PARA QUE SEPAS

Lectura: 1 Juan 5:6-13.
"Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna" 1 Juan 5:13
Un día, mientras Wim estaba en el mercado en Holanda, entabló conversación con una mujer que hizo la observación de que se puede llegar al cielo haciendo buenas obras.
El intento de Wim por explicar que es por la gracia de Dios que somos «salvos por medio de la fe» (Efesios 2:8) provocó una sonrisa en la mujer mientras ésta repetía con confianza: «y . . . haciendo buenas obras». Luego otra mujer se ofreció a comentar: «Usted puede tener la esperanza de que irá al cielo, pero no puede estar seguro». La afirmación de Wim de que lo sabía con certeza recibió un «nadie lo sabe con certeza» entre dientes.
Wim le mostró luego a la mujer lo que 1 Juan 5:11-13 dice. Le explicó: Vea, aquí no dice para que esperéis, sino para que sepáis. No convencida, ella respondió: «Al igual que usted, mi pastor dice que tenemos que tener fe, pero en realidad nunca sabemos si hemos sido lo suficientemente buenos. Puede que usted piense que lo ha sido, pero, ¿quién puede estar seguro de ello?»
Para algunos, puede que la confianza de Wim parezca increíble. Pero él basó sus palabras en esta declaración: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras» (Efesios 2:8-9).
Es verdad. No podemos ser lo suficientemente buenos. Nunca podemos hacer suficientes cosas buenas. Pero podemos estar seguros del cielo si simplemente creemos en el Señor (Hechos 16:31).
Somos salvos por la misericordia de Dios, no por nuestro propio mérito; por medio de la muerte de Cristo, no por nuestras acciones.

CUANDO SE PARAN LOS MOTORES

El aeropuerto de Anchorage, Alaska, reportaba cielo azul y visibilidad ilimitada. El avión volaba a veinte minutos del aeropuerto, y no había pronósticos de mal tiempo. Pero de pronto el jet de la línea holandesa KLM entró en una nube espesa. Sólo que no era nube de agua; era nube de ceniza volcánica. Los motores del avión se pararon, y el capitán dio el anuncio de aterrizaje forzoso.

Pero en eso el capitán Vanderlest hizo virar violentamente el avión 45 grados a la derecha. Logró así salir de la ceniza. Aire puro comenzó a entrar en los motores, éstos se encendieron de nuevo, y las 268 personas que venían a bordo del KLM llegaron sanas y salvas a su destino.

Hay aquí una poderosa lección. El capitán Vanderlest sabía, por la interrupción del funcionamiento de los motores, que había un problema, y él sabía que el problema no eran los motores. El problema era la nube de ceniza. Él también sabía que tendría que hacer algo drástico para hacer reaccionar los motores. ¿Cuál fue la solución? Hacer virar violentamente el avión hasta salir de la nube.

Nosotros también, aun sin estar a quince mil metros de altura, sufrimos dificultades. Nuestro mundo está pasando por muy serios problemas. Algunos son problemas políticos: gobiernos en confusión, guerras civiles, conflictos internacionales. Otros son problemas sociales: drogadicción, asaltos, robos, homicidios. Y otros son problemas familiares: hogares en bancarrota, hijos perdidos, matrimonios destruidos. Los motores de la nave están fallando, y estamos a punto de ser destruidos.

Pero el problema no son los motores, es decir, no son los gobiernos, ni la sociedad, ni la familia ni el individuo. El problema es el quebrantamiento de las leyes morales de Dios. Ese pecado es la nube de ceniza que nos está ahogando.

¿Qué podemos hacer? Tenemos que darle un giro violento a nuestra nave para salir de la nube. Tenemos que regresar al aire fresco y puro de las normas divinas, pues si no lo hacemos, todo continuará yéndonos mal. Fallará la sociedad, así como fallarán las relaciones con nuestro cónyuge y con nuestros hijos, y la vida entera continuará siendo un desastre. Y todo esto porque no vivimos de acuerdo con las leyes morales de Dios.

Sólo cuando Jesús es nuestro Señor absoluto, y sólo cuando le rendimos a Él nuestra voluntad, es que nuestra vida se endereza. Él desea ser nuestro Señor. Más vale que nosotros deseemos ser súbditos suyos.

Hermano Pablo

HOY.. QUIERO APRENDER A VELAR

“Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza” Apocalipsis 16:15.
El apóstol dijo que a diario estamos sujetos a muerte y él lo dijo porque esa era la vida diaria de los primeros cristianos, ellos iban todos los días por los caminos , valles y montañas exponiendo sus vidas.
Quizá nosotros, no sentimos en el presente lo que es pasar y sufrir persecuciones en el mismo grado en que ellos lo sufrieron y si tuviéramos que pasarlo el Señor nos daría de su gracia para soportar las pruebas.
Las pruebas de la vida cristiana en los momentos actuales aunque exteriormente no son tan terribles sin embargo no dejan de ser fuertes, porque tenemos que soportar las mofas del mundo, sus lisonjas, sus desgastadas palabras y sus discursos aceitosos, su hipocresía que ya son bastante para soportar.
Hoy estoy consciente que por encima de las persecuciones que sufrieron los primeros cristianos , yo estoy enfrentando otro tipo de peligros de los cuales debo estar alerta y por ello el Señor me invita a velar. El peligro de creernos ricos y llegar a ser orgullosos y ese orgullo me exige que yo este en la misma onda de moda de este mundo perverso y terminar perdiendo la fe.
El enemigo de mi alma anhela destruir mi amor por Cristo y por ello necesito velar. Me temo que en los días y en la época en que vivo, la Iglesia Cristiana tiene la probabilidad de perder la honradez en estos días sedosos en contraste con la pureza de la iglesia primitiva en los días ásperos en que vivía.
Hoy necesito aprender a velar y estar despierto y para ello es importante que me asegure de que la fe en Jesús sea un realidad y mi amor por Cristo una llama ardiente. Muchos en estos días de profesión evangélica fácil son presa fácil de las trampas mundanales y caen fácilmente en el camino de los hipócritas con máscaras justas y yo no quiero caer en ese camino.
Hoy retomo fuerza para aprender a velar ante las intrincadas trampas del mundo con las palabras : Soy más que vencedor en aquel que me amó y se entregó así mismo por mi.
Señor, gracias porque a pesar de los ataques e insidiosas trampas que el mundo, la carne y el demonio preparan, en ti soy más que vencedor. En ti he encontrado la victoria real.
Hoy comprendiendo lo que he recibido de tu mano me propongo aprender a velar ya que en el versículo de esta semana tu promesa es: Bienaventurado el que vela….Realmente feliz el que vela, quién no se descuida y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Amén.

AFAN EFIMERO

La araña teje su tela a costa de un largo trabajo y de numerosas idas y vueltas. Entreteje sus innumerables hilos, sin economizar su sustancia, pues saca el material de sus propias entrañas. Pero basta un escobazo para destruir esa obra de arte. El mismo insecto corre el riesgo de terminar brutalmente sus días bajo los pies de quien hace la limpieza.
¿No ocurre lo mismo con los humanos? Se agotan buscando riquezas o una situación mejor, más bienestar o reconocimiento de parte de sus semejantes, diversas clases de distracciones… Gastan su energía, su inteligencia y su salud tratando de lograr las metas terrenales que se proponen. ¡Y cuando creen haber acabado su obra, se dan cuenta de que se parece a una telaraña!
“Engrandecí mis obras” –escribió el rey Salomón–, “edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; me hice huertos y jardines… fui engrandecido… y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu” (Eclesiastés 2:4-11).
Aprendamos a medir lo que hacemos, no en la escala del tiempo que pasa, sino en la de la eternidad. Sin descuidar el trabajo, es necesario dar prioridad a la salvación del alma por la fe en Jesucristo.
“¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36).

PREGUNTAME AHORA

Lectura: Santiago 1:1-8.
"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" Santiago 1:5
Ya sea que necesites un pronóstico del tiempo para Singapur o direcciones para conducir a algún restaurante en Chicago, puede que la respuesta esté tan sólo a una llamada de teléfono móvil de distancia. Un servicio de teléfonos móviles con sede en California, llamado AskMeNow (PregúntaMeAhora) utiliza fuentes de contenido en Internet para enviar respuestas de mensaje de texto a dudas de los usuarios registrados simplemente sobre cualquier tema. En muchos casos, una respuesta de mensaje de texto puede recibirse en cuestión de minutos después de haber enviado una pregunta.
En un sentido, la invitación a preguntar cualquier cosa, en cualquier momento, en cualquier lugar, refleja el llamado de Dios a todos los que siguen a Jesús: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche» (Santiago 1:5). Pero esto es más que un servicio de información de teléfono móvil. Es la promesa de nuestro Padre celestial de proveer la guía que necesitamos, especialmente durante los tiempos de prueba.
Todo lo que necesitamos es un sincero deseo de seguir la dirección de Dios y la fe de que Su camino es el mejor. Debido a que el Señor «da a todos en abundancia sin echárselo en cara» podemos pedir con fe y sin dudar (vv. 5-6, la Biblia en Lenguaje sencillo).
Internet es un gran lugar para encontrar información útil, pero sólo hay una fuente de sabiduría divina para dirigir nuestros pasos cada día. El Padre nos invita a hacer nuestras solicitudes sinceras en cualquier momento, en cualquier lugar.
Sé inteligente -pide la sabiduría a Dios.

lunes, 28 de septiembre de 2009

ELENA FLORES

Esta es nuestra guapa Pastora Elena Flores

ANA KENIA Y SANDRA


Etas son dos chicas del grupo de danza Jehová Nissi, a la derecha esta Ana Kenia y en la izquierda esta nuestra hermana Sandra.

2 DE CRONICAS 7:14

domingo, 27 de septiembre de 2009

[Sonrie+Cristo+te+Ama.jpg]

NO TE PREOCUPES

HOY..QUIERO RECONCER A LOSDEMAS

“Por lo cual animaos los unos a los otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. I Tes 5:1
Hoy, sé que no vivo solo, estoy rodeado de gente que me acompaña en casa, por la calle o en el trabajo.
Hay algo que necesito hacer por ellos y para ellos. Conocer a los demás es una virtud dada por Dios y que sale de su propio corazón.
Hoy necesito animar y edificar a alguien, para que mi vida no sea como lo que expresó el poeta cuando dijo:
Nunca estamos conformes del que hacer de los demás..Y vivimos a solas sin pensar en los demás. Como lobos hambrientos acechando a los demás..convencidos de que son nuestro alimento..los demás.
Los errores son tiestos que tirar a los demás..Los aciertos son nuestros y jamás de los demás. Cada paso es un intento de pisar a los demás…Cada vez más violento es el portazo de los demás- Las verdades ofenden si las dicen los demás..Las mentiras se venden cuando compran los demás..
Somos jueces mezquinos del valor de los demás..pero no permitimos que nos juzguen los demás.
Apagamos la luz que por amor a los demás, encendió e una cruz el que murió por los demás, porque son ataduras comprender a los demás.
Caminamos siempre a oscuras sin pensar en los demás…
Nuestro tiempo es valioso pero no el de los demás..nuestro espacio precioso pero no el de los demás. Nos pensamos pilotos del andar de los demás.
Donde estemos nosotros que se aguanten los demás.
Condenamos la envidia cuando envidian los demás, cuando lo nuestro es desidia que no entienden los demás.
Nos creemos electos entre todos los demás, seres pluscuanperfectos con respecto a los demás, olvidando que somos los demás de los demás.
Que tenemos el lomo como todos los demás..que llevamos a cuestas unos menos y otros más..Vanidad y modestia como todos los demás y olvidando que somos los demás de los demás.
Nos hacemos los sordos cuando llaman los demás, porque son tonterías escuchar a los demás. Tildamos de manía al amor por los demas.Y se nos olvida que él murió por los demás.
Que puedo yo hacer por los demás…Animarlos, sostenerlos, apoyarnos y edificarlos como el Señor lo demostró…..Porque él si penso en los demás,.
Señor: Gracias por darme hoy la oportunidad de pensar en los demás- Ya no quiero hundirme más en el pozo del egoísmo y la vanidad. Bastante egoísmo hay en el mundo…bastante vanidad a nuestro alrededor. Creo que este día una gran oportunidad para pensar en los demás. Animarlos, sostenerlos. fortalecerlos y sobre todo amarlos…como tú me has amado.
En tu nombre lo haré. Amén.

CIRCULO DE ODIO

Un importante señor gritó al director de su empresa, porque estaba enojado en ese momento.
El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado, porque había un abundante almuerzo en la mesa.
Su esposa gritó a la empleada porque rompió un plato.
La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar.
El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porque estaba obstaculizando su salida por la puerta.
Esa señora fue al hospital para ponerse la vacuna y que le curaran la herida, y gritó al joven médico, porque le dolió la vacuna al ser aplicada.
El joven médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la comida no era de su agrado.
Su madre, tolerante y con un manantial de amor y perdón, acarició sus cabellos diciéndole: “Hijo querido, prometo que mañana haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho, estás cansado y precisas una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas, para que puedas descansar en paz. Mañana te sentirás mejor.”
Bendijo a su hijo y abandonó la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos…
En ese momento, se interrumpió el CÍRCULO DEL ODIO, porque chocó con la TOLERANCIA, la DULZURA, el PERDÓN y el AMOR.
Si usted es uno de los que ingresaron en un CÍRCULO DE ODIO, acuérdese que puede romperlo con TOLERANCIA, DULZURA, PERDÓN Y AMOR.
Proverbios 12:18 “Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 19:11 “La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa.”
Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.”
Proverbios 10:14 “Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana.

LAS PALABRAS FAMOSAS

Lectura: 2 Timoteo 4:9-18.
"En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta" 2 Timoteo 4:16
Tan sólo unos días antes de su muerte, Gandhi escribió: «Todo a mi alrededor es oscuridad; estoy orando por luz». En contraste, las últimas palabras que se registran de D. L. Moody son: «¡Este es mi triunfo; este es mi día de coronación! ¡Es glorioso!» En ambos casos, estas últimas palabras fueron expresiones significativas por parte de quienes las pronunciaron, de sus perspectivas en cuanto a la vida, la muerte y todo lo que había entre ellas.
Aparte de algunos saludos personales, las últimas palabras registradas de Pablo no sólo trataron acerca de lo que él había hecho en su vida y su ministerio, sino más bien acerca de cómo veía a las personas. Lo que lo hace aún más significativo es que algunas de estas palabras eran acerca de personas que le habían decepcionado.
Con respecto a una persona que le había hecho daño al oponerse a su ministerio, Pablo confió en que el Señor trataría con ella. Y al considerar a aquellos que le habían abandonado cuando fue encarcelado, les pidió a los demás que les trataran con gracia: «En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta» (2 Timoteo 4:16). Sus últimas palabras fueron de compasión y amabilidad en vez de dureza y represalia.
¿Mostrarán nuestras últimas palabras la gracia de Cristo o la amargura de un corazón herido? Nuestra respuesta debe hacer impacto en las palabras que usamos hoy.
¿Qué palabras serán tu legado?

sábado, 26 de septiembre de 2009

SOY SU CONSENTIDA

MILES Y MILES DE CARTAS


La cantidad fue creciendo y creciendo. Al principio sólo era una cuenta de interés local. Después se hizo de alcance mundial. Eran cartas: cartas y tarjetas que llegaban de todas partes del mundo.

Craig Shergold, niño inglés de diez años de edad, se moría de cáncer. Su caso, cáncer inoperable al cerebro, despertó simpatía a nivel mundial, y como que el mundo entero volcó su interés en favor del niño.

Entre las miles de cartas que recibió había una que decía: «Yo me haré cargo de la operación del niño.» La carta venía de John Kluge, un millonario norteamericano. Él había hablado con Neal Kasell, eminente neurocirujano, y éste se había comprometido a ver al niño.

Todo fue minuciosamente preparado: el vuelo a Inglaterra, el diálogo con el doctor del niño, el examen y la fecha para la cirugía. Por fin llegó la hora, y la operación, sumamente difícil, fue todo un éxito, y el niño recuperó la salud.

Quizá nunca nadie recibió tantas cartas en toda su vida como este chico inglés. Pero fue una sola, la carta de John Kluge, la que le trajo la salud.

Son muchas las cartas que se escriben diariamente en este mundo. Y uno se pregunta: ¿Qué dicen todas esas cartas? ¿Qué cuentan? ¿Qué informan? La respuesta es obvia: cosas y asuntos humanos.

¿Cuántas de esas cartas traerán alivio? ¿Cuántas levantarán el ánimo? ¿Cuántas mitigarán penas y dolores? ¿Cuántas producirán alegría y felicidad?

Cada uno de nosotros puede escribir esa carta que traerá salud al moribundo. Siendo así, escribámosla. Escribamos cartas, pero no de odio ni de resentimiento. Escribamos cartas de ánimo, de alegría, de consuelo. Levantemos el corazón del triste. Infundámosle fuerzas al débil. Calmemos al atormentado. Consolemos al desconsolado. Quizá uno de nosotros sea la única persona que pueda traer esperanza al que ya no quiere vivir.

¿Hay alguna persona en nuestra vida que necesita aliento? Escribámosle, y digámosle que la amamos. Digámosle también que Dios le ama. No tenemos que aconsejarla ni sermonearla. Lo único que tenemos que hacer es amarla. Esa es la medicina que traerá la salud que nuestros conocidos tanto necesitan.

Si nos cuesta trabajo escribir una carta así, pidámosle a Jesucristo que entre en nuestro corazón. El amor de Cristo invadirá nuestra alma y se desbordará en amor hacia aquel amigo que necesita aliento. Escribamos esa carta. Escribámosla hoy mismo.

Hermano Pablo

HOY..QUIERO TENER LA SENSIBILIDAD DE CISTO

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” Gálatas 4:19.
Hoy como discípulo necesito entender mi vida en un mundo que exige un costo o precio. Cuando Dios se encarnó, él penetró el tiempo y el espacio en Cristo Jesús, para redimir al hombre caído, pero Dios no podía hacer esto sin costo alguno.
Pablo nos dice que él ahora sufre dolores de parto hasta que Cristo sea formado en los creyentes y se que dolores de parto habla indudablemente de un costo y de un precio. Hasta que Cristo sea formado. Yo hoy debo estar dispuesto a pagar el precio de tener la sensibilidad de Cristo.
Dietrich Bonhoeffer dice que la imagen de Cristo es formada en nosotros solo cuando sufrimos por él. Esto es debatible, pero por lo menos si es verdad que para Dios venir a ser hombre en Cristo significó, rechazo, soledad y finalmente la muerte. Cuando Cristo viene a morar a mi vida él trae la intensidad de sus sentimientos con él.
Esta es la razón por la cual un cristiano es más sensible que una persona no salvada en relación al mal y a lo errado. Mientras Cristo más me posee y me gobierna, más sensible soy. El Señor Jesús es la persona más sensible que ha existido en el mundo. Yo no puedo caminar por la vida con Cristo sin llegar a sentir el profundo sentimiento al ver que se pierden y viven sin Dios.
Una cosa de la cual estoy consciente es que así como Cristo es el ser más sensible que ha caminado por la tierra, Satanás es el ser más insensible. Si él poseyera algún sentimiento noble y puro no sería Satanás. Él es el lo opuesto a Dios. Hoy se que una marca de un verdadero discípulo es: La expresión sensitiva hacia el mal y la expresión de compasión por los atados a ese mal.
Quiero en este día sentir los dolores de parto que sintió Pablo hasta que Cristo sea formado en aquellos que aún no le conocen y el precio que debo pagar es el precio de sentir lo Cristo sintió por los perdidos y los atados al pecado.
“Señor. Gracias por devolverme los sentimientos que había perdido por el pecado y la maldad. En tu Cruz no solo encontré perdón pero también me devolviste la sensibilidad. Hoy quiero ser sensible a aquellos que aún no te conocen. Amén.

BAJO SUS ALAS

Un artículo en National Geographic varios años atrás mostraban una foto impactante de las Alas de Dios.
Después de un incendio forestal en el Parque Nacional de Yellowstone, los guardabosques iniciaron una larga jornada montaña arriba para valorar los daños del incendio.
Un guardabosque encontró un pájaro literalmente petrificado en cenizas, posado cual estatua en la base de un árbol. Un poco asombrado por el espeluznante espectáculo, dio unos golpecitos al pajarillo con una vara.
Cuando lo hizo tres diminutos polluelos se escabulleron bajo las alas de su madre ya muerta.
La amorosa madre, en su afán de impedir el desastre, había llevado a sus hijos a la base del árbol y los había acurrucado bajo sus alas, instintivamente conociendo que el humo tóxico ascendería. Ella podía haber volado para encontrar su seguridad, pero se había negado a abandonar a sus bebes.
Cuando las llamas llegaron y quemaron su pequeño cuerpo ella permaneció firme. Porque había decidido morir para que aquellos que estaban bajo sus alas pudiesen vivir.
Salmo 91:4 “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; ”
“Ser amado de esta manera debería marcar una diferencia en tu vida. No olvides a Aquél que te amó y murió por ti.
…Tu vida debería ser diferente sólo por eso.”

jueves, 24 de septiembre de 2009

EL MANTEL

Una linda historia que confirma que las casualidades no existen.

El nuevo Sacerdote, recién asignado a su primer ministerio para reabrir una iglesia en los suburbios de Brooklyn, New York, llegó a comienzo de octubre entusiasmado con sus primeras oportunidades. Cuando vio la iglesia se encontró conque estaba en pésimas condiciones y requería de mucho trabajo de reparación. Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para oficiar su primer servicio en la Nochebuena. Trabajó arduamente, reparando los bancos, empañetando las paredes, pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya habían casi concluido con los trabajos, adelantándose a la meta trazada. El 19 de diciembre cayo una terrible tempestad que azotó el área por dos días completos. El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo Cuando vio que el agua se había filtrado a través del techo, causando que un área considerable del pañote, de unos 20 pies por 8 pies cayo de la pared frontal del santuario, exactamente detrás del pulpito, dejando un Hueco que empezaba como a la altura de la cabeza. El sacerdote limpio el Desastre en el piso, y no sabiendo que mas hacer sino posponer el Servicio de Nochebuena, salió para su casa. En el camino noto que una tienda local estaba llevando a cabo una venta Del tipo “mercado de pulgas”, con fines caritativos, y decidió entrar Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz bordada en el centro. Era justamente el tamaño adecuado para cubrir el hueco en la pared frontal Lo compró y volvió atrás camino a la iglesia. Ya para ese entonces había comenzado a nevar. Una mujer mayor iba corriendo desde la dirección opuesta tratando de alcanzar el autobús, pero finalmente lo perdió. El Sacerdote la invito a esperar en la iglesia donde había calefacción por el próximo autobús que tardaría 45 minutos mas en llegar La señora se sentó en el banco sin prestar atención al pastor mientras este buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como Tapiz en la pared. El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que lucia y Como cubría todo el área de problema. Entonces él miro a la mujer que venia caminando hacia abajo, desde el pasillo del centro. Su cara estaba blanca como una hoja de papel “Padre,¿donde consiguió usted ese mantel?” El padre le explico. La mujer le pidió revisar la esquina inferior derecha para ver si las iniciales EBG aparecían bordadas allí. Si, estaban.. Estas eran las iniciales de la mujer y ella había hecho ese mantel 35 anos atrás en Austria. La mujer apenas podía creerlo cuando el pastor le contó como acababa obtener el mantel. La mujer le explico que antes de la guerra ella y su esposo tenían una posición económica holgada en Austria.
Cuando los Nazis llegaron, la forzaron a irse. Su esposo debía seguirla la semana siguiente. Ella fue capturada, enviada a prisión y nunca volvió a ver a su esposo ni su casa.
El pastor la llevo en el carro hasta su casa y ofreció regalarle el mantel, pero ella lo rechazo diciéndole que era lo menos que podía hacer. Se sentía muy agradecida pues vivía al otro lado de Staten Island y solamente estaba en Brooklyn por el día para un trabajo de limpieza de casa. Que maravilloso fue el servicio de la Nochebuena! La iglesia estaba casi llena. La música y el espíritu que reinaban eran increíbles. Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en la puerta y muchos expresaron que volverían.
Un hombre mayor, que el pastor reconoció del vecindario, seguía sentado en uno de los bancos mirando hacia el frente, y el padre se preguntaba por que no se iba. El hombre le pregunto donde había obtenido ese mantel que estaba en la pared del frente, porque era idéntico al que su esposa había hecho años atrás en Austria antes de la guerra y como podían haber dos manteles tan idénticos? El le relato al padre como llegaron los Nazis y como el forzó a su esposa a irse, para la seguridad de ella, y como el estaba supuesto a seguirla, pero había sido arrestado y enviado a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni su hogar en todos aquellos 35 años. El pastor le pregunto si le permitiría llevarlo con el a dar una vuelta. Se dirigieron en el carro hacia Staten Island, hasta la misma casa donde el padre había llevado la mujer tres días atrás.
El ayudo al hombre a Subir los tres pisos de escalera que conducían al apartamento de la mujer, toco en la puerta y presencio la mas bella reunión de Navidad que pudo haber imaginado.

Una historia real – ofrecida por el Padre Rob Reid.

Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Dios mío, tú eres bueno y siempre actúas con justicia. Enseñas a los pecadores a hacer lo bueno; enseñas a los humildes a hacer lo bueno y lo justo. Con quienes cumplen tu pacto y obedecen tus mandamientos tú siempre actúas con amor y fidelidad. Salm 25:8

CAMAS ADICIONALES

Lectura: Hebreos 13:1-6.
“No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” Hebreos 13:2
En el 2004, Casey Fenton fue co-fundador de un servicio sin fines de lucro que ayuda a los viajeros a encontrar una «alternativa más amistosa» a los hoteles que son poco acogedores. Encuentran a dueños de casas que estén dispuestos a ofrecer sus camas adicionales y sus sofás a los demás.
El grupo alardea de tener casi un cuarto de millón de amistades que se han formado a partir de su servicio. «Cuanto más ampliemos la red -dice Fenton-, tanto mejores oportunidades tendremos de que este mundo sea un mejor lugar».
Dicho servicio se parece mucho a la hospitalidad bíblica. En las últimas páginas de su carta a los Hebreos, el autor instruyó a los creyentes a que practicaran su fe en Jesucristo por medio de la hospitalidad (13:2). Los primeros seguidores de Cristo definieron eso como actos de generosidad hacia personas extrañas.
En el primer siglo, la hospitalidad a menudo incluía darle alojamiento a un invitado. Esto era lo más difícil de hacer durante una época de persecución. Estos creyentes no sabían si la persona era un espía o un compañero creyente que estaba siendo perseguido. Pero al recibir a extraños, el autor dijo que en efecto podrían estar invitando una bendición a sus hogares.
Como pueblo de Dios, estamos llamados a ser hospitalarios con los demás como parte de nuestra gratitud por la salvación que hemos recibido de Dios.
Las personas con Dios en su corazón también tienen a las personas en su corazón.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

YO TAMBIEN ¿ Y TU ?

«GAMINES», «GOLFOS», «PUNGAS» Y «VAGOS»

La caravana se organizó sola. Nadie la convocó. Nadie la dirigió. De todas las esquinas y plazoletas, de todos los cines y mercados, de todos los barrios de la ciudad, comenzaron a caminar. ¿Quiénes hacían esto? Niños. Decenas de niños. Niños pobres. Niños desamparados. Niños que caminaban solidarios con un rumbo fijo: «La Nueva Jerusalén», uno de los barrios de la gran ciudad.

Iban para asistir al funeral de un compañero muerto, un chico callejero de doce años de edad llamado Wellington Barboza. Lo habían asesinado los narcotraficantes. Uno más, añadido a la lista de víctimas. Era uno de los chicos abandonados, de ocho a doce años de edad, que viven en las calles de Río de Janeiro.

Todas las grandes ciudades tienen sus niños pobres. Son los huérfanos, los desheredados, los corridos de sus casas sin amor y sin cuidado. Irónicamente el niño Wellington Barboza había sido asesinado en un barrio llamado «La Nueva Jerusalén», el nombre que la Biblia da a la eterna ciudad celestial.

Estos niños brasileños, como sus congéneres de todo el mundo, se dedican necesariamente al delito: al robo y al narcotráfico. Y a veces, por la misma vida que llevan, cometen homicidios.

En Bogotá se les llama «gamines», en España, «golfos», en otras ciudades, «pungas» o «vagos», pero todos por igual son víctimas del desamor y la indiferencia. Y su destino es la droga, la agresión, la cárcel y la muerte.

¿Habrá algo que nosotros, los adultos de este tiempo, podemos hacer? Sí, lo hay. En primer lugar, debemos reconocer la honda herida que motiva este comportamiento. Ellos son quienes son, y hacen lo que hacen, porque son víctimas de una sociedad que los ha herido, desamparado y abandonado.

Luego debemos levantar nuestra voz para hacer que tomen conciencia todos —padres, maestros, clérigos, autoridades— de que no hay modo de justificar el abandono de nuestros niños. La realidad es que son nuestros, y su comportamiento refleja el mal que aflige a nuestra sociedad.

Algo más. Padres, cuidemos con amor y atención a los hijos que todavía tenemos en casa. La Biblia dice: «Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor» (Efesios 6:4).

Pidamos de Dios la sabiduría espiritual para librar a nuestros hijos de la ruina moral. Si Cristo es nuestro Señor, hará de nuestro hogar un nido de paz. Invitémosle a que sea el huésped invisible de nuestro hogar. Así aseguraremos a nuestros hijos.

Hermano Pablo

LA VERDAD DE LA VERDAD

En 1692, la Universidad de Harvard adoptó el lema de Veritas Christo et Ecclesiae, que quiere decir “Verdad por Cristo y la Iglesia”. Su emblema mostraba tres libros, uno de ellos boca abajo, para simbolizar la limitación del conocimiento humano. Pero en décadas recientes, ese libro ha sido puesto boca arriba para representar la capacidad ilimitada de la mente humana. Y el lema ha sido cambiado a Veritas: “Verdad.”
La búsqueda del conocimiento es digna de alabar, y sin embargo, puede llevar rápidamente al orgullo y la negativa a reconocer cualquier límite de nuestras capacidades mentales. Cuando eso sucede, la verdad bíblica se ignora o se rechaza.
¿Cuál, entonces, es la verdad de la verdad? Un rey sabio escribió hace siglos: “El temor del Señor es el principio de la sabiduría” (Proverbios 1:7). Debemos reconocer la relación que existe entre Dios y la verdad. Sin la ayuda del Espíritu Santo y la instrucción de la Palabra de Dios, los hombres estarán “siempre aprendiendo, pero . . . nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 3:7). Sin embargo, cuando reconocemos y obedecemos su verdad somos liberados de la ignorancia espiritual y del error (Juan 8:32; 17:17).
Es por eso que debemos ser diligentes en nuestro estudio de la Biblia (2 Timoteo 2:15). Es el único libro que nos dice la verdad de la verdad.

EL VELA POR NOSOTROS

Lectura: Salmos 33:8-22.
“Desde el lugar de Su morada miró sobre todos los moradores de la tierra” Salmos 33:14
A principios de la década de los 60 leí la novela 1984 por George Orwell, la cual hizo famosa la frase: «El hermano mayor te está observando». En esta sociedad imaginaria, todos los aspectos de la vida están bajo vigilancia.
¡Hoy en día se estima que sólo en el Reino Unido hay unos 4.2 millones de cámaras de vídeo de circuito cerrado! Londres está saturada de ellas. Estas cámaras observan los salones y las veredas por razones de seguridad. Incluso monitorean el tráfico.
El Salmo 33 nos dice que Dios también está observando desde lo alto (v. 14). Él no sólo ve las imágenes y las actividades, sino que discierne los pensamientos y los motivos.
En su calidad de Dios Creador, se hará según Su Palabra (v. 9). Sus propósitos eternos siguen su marcha sin obstáculo alguno (vv. 10-11). Los obstáculos terrenales son sólo peldaños para Él. Aunque puede que muchos dependan de la fortaleza militar para obtener liberación y seguridad, su esperanza es en vano (vv. 16-17).
Pero los que confiamos en el Señor no tenemos que huir de este Dios imponente. El salmista afirma: «He aquí el ojo de Jehová sobre los que Le temen, sobre los que esperan en Su misericordia…. nuestra ayuda y nuestro escudo es Él» (vv. 18, 20).
Puede que el ojo de Jehová sea aterrador, pero los que confiamos en Él nos regocijamos. Él no es un «Hermano Mayor» entrometido sino nuestro Padre celestial amoroso que vela por nosotros.
Mantén tus ojos puestos en el Señor; Él nunca quita Sus ojos de ti.

martes, 22 de septiembre de 2009


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ADOPTE UNA AUTOPISTA

En los Estados Unidos hay un programa comunitario que se llama «Adopte una Autopista», y cuando uno viaja por una de ellas ve muchos carteles que dicen:
LAS PRÓXIMAS 2 MILLAS HAN SIDO ADOPTADAS POR LOS EMPLEADOS DE INDUSTRIAS KANE.
O podría ser cualquier otra compañía del área. En el estado de Michigan, el grupo que adopta una sección de una autopista se compromete a limpiar de basura ese trecho dos o tres veces al año.
El pastor Don Logue hizo el siguiente comentario sobre esta práctica: «Podemos aprender una gran lección si comparamos la adopción de una autopista con las responsabilidades de los cristianos. Supongamos que los cristianos adoptasen el pedazo de tierra más cercano al lugar donde viven o trabajan, y asumiesen la responsabilidad de testificar para Cristo de alguna manera durante el año en las casas que más cerca les quedan.»
Cuando Felipe recorrió el camino desde Jerusalén a Gaza, no fue para recoger arreos rotos ni ruedas de carros destrozadas. Fue enviado por el Espíritu Santo para presentar a Cristo a un etíope.
Como creyentes hemos sido llamados por Dios a testificar para Cristo en nuestras áreas de influencia. Utilicemos sabiamente las oportunidades que Él nos da.
Hch. 8:35
Entonces Felipe, abriendo su boca, . . . le anunció el evangelio de Jesús. -

ISAIAS45:8

BRAZOS DE AMOR

Lectura: 1 Juan 3:16-20.
“No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” 1 Juan 3:18
Muchos estudiantes universitarios hacen viajes misioneros en el verano. Pero rara vez alguno de ellos regresa con planes para rescatar un bebé. Mallery Thurlow, una estudiante de la Universidad Cornerstone en Grand Rapids, fue a Haití para ayudar a repartir comida. Un día, una madre se presentó en el centro de repartición con una niña muy enferma en sus brazos. La mujer no tenía opción alguna. El bebé necesitaba una operación, pero nadie la iba a realizar. Sin la intervención quirúrgica, la niña moriría. Mallery tomó a la pequeña Rosa en sus brazos -y en su corazón.
Después de regresar a los Estados Unidos, Mallery buscó a alguien que pudiera operar a Rosa. La mayoría de los doctores daban muy poca esperanza. Finalmente, a Rosa se le concedió un visado para viajar fuera de Haití y Mallery regresó para recogerla. El Hospital Infantil de Detroit donó la operación de US$ 100.000 y fue un éxito. Se salvó una pequeña vida.
Es improbable que tengamos un impacto tan dramático en los demás. Pero, desafiados por la disposición de esta estudiante, podemos encontrar maneras de brindar ayuda. Ella no dejó que las circunstancias, su juventud, o los obstáculos la detuvieran de salvar la vida de Rosa.
Al igual que Mallery, estamos llamados a amar «de hecho y en verdad» (1 Juan 3:18). ¿Quién necesita que seas los brazos de amor de Dios para él o para ella hoy?
La compasión pone al amor en acción.

lunes, 21 de septiembre de 2009

TAMBIEN EN MI

¿DEBEMOS EJECUTAR AL QUE DIOS PERDONA?

El crimen había sido espantoso: secuestro, violación y homicidio. Todas las leyes del mundo aplicarían la pena máxima. De ahí que el estado de Washington, Estados Unidos, condenara a Westley Allan Dodd a morir ahorcado.

Dodd no se opuso al largo juicio, ni a la decisión del jurado ni a la sentencia que dictó el juez. Su rostro evidenciaba cierta humildad. Tanto es así que estando de pie en el cadalso, y con la soga al cuello, manifestó: «Yo estaba convencido de que en este mundo no había paz, pero me equivoqué. Aquí en mi celda he hallado paz y esperanza en el Señor Jesucristo.»

Momentos después, su cuerpo se balanceaba al extremo de la cuerda.

Dodd había sido un hombre malvado que, con toda conciencia y a sabiendas, secuestró a tres niñas, las violó y las mató simplemente por el placer que le produjo. Nunca en su breve vida, de sólo treinta y un años, mostró buenos sentimientos.

Sin embargo, en la cárcel alguien le dio el mensaje que todo ser humano debe escuchar siquiera una vez en la vida: el mensaje de Cristo. Y Dodd lo comprendió y aceptó a Cristo como Señor de su vida.

Este hombre, cargado de tremendas culpas, hizo dos cosas. Reconoció que era pecador, de lo cual ningún jurado ni ningún juez lo hubiera convencido. Y arrepentido sinceramente, aceptó a Jesucristo como su único Salvador. En los últimos días de su vida, halló la paz y la esperanza que nunca había tenido.

Surge la pregunta: ¿Será justo que un criminal, que ha cometido tantos hechos horrendos, reciba tan fácilmente la vida eterna?

Otra pregunta: ¿Debe aplicársele la pena capital al que humildemente se arrepiente y demuestra un cambio total de carácter y de vida?

Respecto a esta última pregunta, la relación con Dios, por sincera que sea, por profundo que haya sido el arrepentimiento y por maravilloso que haya sido el cambio de vida, no anula la deuda que alguien tiene con la ley. La deuda tiene que pagarse.

En cuanto a la primera pregunta, la Biblia dice que Dios no muestra favoritismos. Todo el que a Él viene, cualquiera que haya sido su pecado, si con absoluto arrepentimiento se humilla ante Él como su Señor, recibe perdón. Es más, la muerte de Cristo en la cruz borra todos sus pecados.

Entreguémosle nuestra vida a Cristo. La gracia de Dios nos ayudará a someternos a las leyes humanas, y tendremos además la vida eterna. Lo más importante que poseemos es nuestra alma. Entreguémonos a Jesucristo. Él nos salvará.

Hermano Pablo

EL EXITO ES ACCION

Los necios, con todos sus otros pensamientos, también tienen este: siempre se están preparando para vivir, pero nunca viven.
Nuestro éxito comenzará cuando comencemos a trabajar por él. Para alcanzar nuestras metas o lograr el éxito, no necesitamos tener todas las respuestas por adelantado.
Sólo necesitamos tener una idea clara de cuál es nuestra meta.
No demos vueltas sin sentido al enfrentar un problema difícil. Dividamos nuestros problemas en pedacitos y enfrentémoslos uno a la vez.
Desarrollemos tendencias hacia la acción. Podemos hacer que las cosas pasen ahora.
Dividamos nuestro gran plan en pequeños pasos y tomemos ese primer paso de una vez. Todos los que llegaron a donde están, tuvieron que comenzar donde alguna vez estuvieron.
Nuestra gran oportunidad está donde estamos ahora mismo. Una travesía de mil millas comienza con un primer paso…démoslo.
Max Stein
Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Ef 3:14

USANDO BIEN LA PALABRA DE VERDAD

Lectura: 2 Timoteo 2:14-19.
"Procura con diligencia... usa bien la palabra de verdad" 2 Timoteo 2:15
En 1879, James Murray fue contratado como el editor de El Diccionario Inglés Oxford. Apenas si había alcanzado la educación superior, pero era un talentoso lingüista. Murray reclutó a un gran número de voluntarios en todo el mundo para que leyeran profusamente y le enviaran los usos de las palabras que les fueran asignadas. En Oxford, él y un pequeño equipo de eruditos catalogaban y editaban las definiciones que recibían.
Durante su vida, Murray recibió el título de caballero y se le confirió un doctorado honoris causa de la Universidad de Oxford. Hoy en día, El Diccionario Inglés Oxford de 20 volúmenes sigue siendo reconocido como uno de los diccionarios más precisos y completos del mundo.
El legado de precisión y exactitud de Murray me recuerda lo que el apóstol Pablo le escribió a Timoteo, un joven pastor de la iglesia en Éfeso: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15). La frase «que usa bien» es una metáfora derivada del arte del picapedrero de cortar piedras con precisión para que éstas encajen perfectamente en su lugar apropiado en una construcción.
La precisión con las palabras es esencial para una interpretación exacta de la Palabra de Dios. Seamos personas profundamente preocupadas por lo que la Biblia dice y por lo que quiere decir.
Usar bien la Palabra de verdad multiplica nuestro entendimiento.

domingo, 20 de septiembre de 2009

GRACIAS POR NO QUEJARSE

En un viaje que hice recientemente estaba sentado detrás de dos niños pequeños que no estaban nada contentos de estar en aquel avión. Sus llantos de queja llenaban la cabina.
Justo antes de despegar, una azafata se detuvo junto a ellos y les dijo con una gran sonrisa: “¿De qué se trata todo este quejido?” Luego de hacerle gracia al irritable niño de 3 años y a su hermanita por unos minutos, la azafata se inclinó y les susurró muy seriamente: “Debo recordarles que en este vuelo no se permiten las quejas.”
Los pequeños se quedaron increíblemente callados. Eso hizo sentir mejor a todo el mundo. El viaje se hace muy largo cuando uno se tiene que sentar en la sección de quejas.
Estoy seguro de que Dios quisiera recordarme cada mañana que Él desea que el día de hoy sea un vuelo donde no se permiten las quejas. Filipenses 2:14 dice que hagamos todo “sin murmuraciones y contiendas”. Aunque mi tendencia natural es quejarme, Dios desea otro abordamiento: uno que permita que su luz brille a través de mí y anime a los demás (v. 15).
Si no nos quejásemos nunca, ¿cómo afectaría eso a nuestra familia y amigos? ¿Qué podemos decir de nuestra capacidad de compartir la Palabra de vida con otros? (vv. 15, 16).¿Quejarnos o no quejarnos? He ahí nuestra elección.
Filipenses 2:14.
Haced todo sin murmuraciones y contiendas.

sábado, 19 de septiembre de 2009

NADIE ES LO SUFICIENTEMENTE BUENO

Lectura: 1 Timoteo 1:12-17.
“Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos” Isaías 1:18
Un amigo me contó recientemente acerca de una madre joven que estaba tratando de explicarle la muerte de su padre a su hijita de cuatro años. La niña se preguntaba dónde estaría el abuelo. «Estoy segura de que está en el cielo -respondió la madre-, porque él era muy bueno». La niña respondió con tristeza, «Supongo que yo no iré al cielo». «¿Por qué no?» le preguntó su madre sorprendida. «Porque yo no soy muy buena».
La historia me entristeció, así como me entristece saber de otros que creen que deben ser muy buenos para entrar al cielo, y más todavía cuando todos sabemos en lo más profundo de nuestro corazón que no somos muy buenos en absoluto.
Tal vez, al igual que esta niñita, estés pensando en tus pecados y preguntándote: «¿Qué debo hacer para entrar en el cielo?» La respuesta ya nos ha sido dada: Jesús, por medio de Su muerte, ha pagado la totalidad del precio de tus pecados, sin importar cuán sórdidos, escabrosos o vergonzosos puedan ser éstos. Tu salvación es gratis.
Dios promete: «Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana» (Isaías 1:18). John Donne escribe:
Oh, lávate en la sangre de Cristo, la cual tiene este poder
Que, siendo roja, tiñe las almas rojas de blanco.
Nadie es lo suficientemente bueno para entrar al cielo. La vida eterna es un regalo. Recibe a Jesús por fe.
Nadie es lo suficientemente bueno para salvarse a sí mismo; nadie es tan malo que Dios no le pueda salvar.

SOLO SUS MANOS

Jennifer acababa de escuchar un informe perturbador acerca de un aumento en los casos de depresión entre las mujeres. El informe citaba un incremento del alcoholismo relacionado con la depresión y una mayor dependencia en las drogas que requieren prescripción médica. “Y, ¿qué estás haciendo al respecto, Señor?” –oró Jennifer. Pero mientras más lo pensaba, más sentía que Dios le estaba pidiendo a ella que hiciese algo. Sin embargo, todo lo que podía ver eran sus propias limitaciones. Para ayudarse a meditar sobre el asunto hizo una lista de algunas de las razones que le impedían tomar acción: timidez, temor de involucrarse, falta de tiempo, un corazón indiferente, sensación de no ser adecuada, temor al fracaso ¡una lista de cobardías! Cuando terminó de hacer su lista era hora de recoger a los niños en la escuela. Se puso su abrigo y fue a buscar sus guantes. Los guantes estaban allí tirados, flácidos e inútiles hasta que ella deslizó las manos dentro. En ese momento se dio cuenta de que Dios no quería que pensase en sus limitaciones. Más bien quería poner Su poder en las manos de Jennifer y obrar por medio de ella, tal como los guantes se hacían útiles cuando ella entraba las manos. ¿Por qué nos sentimos inadecuados para la obra que Dios nos ha dado? Él quiere amar a los demás por medio de nosotros, “según el poder que actúa en nosotros” (Ef. 3:20). El llamamiento de Dios a una tarea incluye la fortaleza para llevarla a cabo. Efesios 3:20Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.

viernes, 18 de septiembre de 2009

JESUS EL SEÑOR

UNA CÁLIDA SEGUNDA LUNA DE MIEL

Estaban celebrando otro aniversario de bodas, el número treinta. Y para darle un tono especial y diferente al evento, Bill y Helen Thayer, de Estocolmo, Suecia, decidieron tener una segunda luna de miel.

No escogieron la Costa Azul de Francia, ni las playas de Tahití ni las costas de Australia. Decidieron, más bien, pasar su segunda luna de miel en el Polo Sur.

¿Qué los hizo escoger esa frígida e inhóspita región? Buscaban —dijeron— algo nuevo, algo diferente, algo que le diera, otra vez, la chispa a su matrimonio que en los primeros años tuvo. Y su comentario, al regresar, fue: «Hemos vuelto de este viaje más amigos que nunca.»

¿Qué podrá inyectar nueva vida en las venas de un matrimonio raquítico? No todos podemos darnos el lujo de celebrar nuestro aniversario de bodas con una luna de miel en el antártico. Además, no hay seguridad de que regresaríamos con nuestra unión rejuvenecida. ¿Qué puede una pareja introducirle a su matrimonio que le devuelva el calor que una vez tuvo?

En primer lugar, deben traer a la memoria ese día mágico en que como novios se pronunciaron esas palabras sagradas de unión: «hasta que la muerte nos separe». Allí no había hipocresía, no había falsedad. Se dijeron que se amarían el uno a la otra y la una al otro para siempre porque se querían de todo corazón. En ese momento encantador el tiempo se detuvo y dos corazones se convirtieron en uno. ¿Cómo se les iba a ocurrir que podría venir el día en que ese amor se enfriaría?

Pero algo pasó. La ilusión se deshizo y la chispa se apagó. ¿Qué hacer en casos como este?

Juntos deben decidir que, pase lo que pase, su matrimonio no se va a destruir. El amor es el producto de una determinación, no de un sentimiento, y cuando los dos determinan que la separación no es, ni nunca será, una opción, esa determinación le dará a su matrimonio nueva esperanza.

En segundo lugar, deben invertir tiempo —tiempo de calidad— en su matrimonio. Eso incluye gozarse juntos, respetarse juntos, favorecerse juntos, pasar noches juntos con el televisor apagado, y compartir confidencias juntos.

Finalmente, deben perseguir las mismas metas espirituales: leer la Biblia juntos, orar juntos, ir a la iglesia juntos y buscar a Dios juntos. Si tienen, de veras, la determinación de salvar su matrimonio, juntos pueden tomar control de esa unión en lugar de abandonarla al azar. Las riendas de ese enlace están en sus manos. Con férrea determinación pueden pedirle a Dios que les ayude a salvarlo.

Hermano Pablo

jueves, 17 de septiembre de 2009

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LECCION DE UNA ABEJA

Hace años puse un panal de abejas para alimentar a algunas de ellas que tenían una colmena a poca distancia. Para comenzar el proceso capturé una abeja en un vaso, la coloqué sobre el panal, y esperé hasta que la abeja descubriera el tesoro. Cuando estuvo llena y satisfecha, voló directamente a la colmena. Después de un momento, la abeja regresó con una docena de abejas más. Éstas, a su vez, trajeron muchas más, hasta que finalmente un enjambre de abejas cubrió el panal. Al poco tiempo habían transportado toda la miel a la colmena.
¡Qué lección para nosotros! ¿Estamos hablándoles a los demás de Aquel a quien encontramos? Cristo nos ha encargado la proclamación de las «buenas nuevas». ¿Debemos nosotros, los que hemos encontrado miel en la Roca –Jesucristo– ser menos considerados con los demás que las abejas?
Los cuatro leprosos que se sentaron fuera de la puerta de Samaria, después que encontraron comida en las tiendas de los sirios que habían huido por la noche, comunicaron las buenas nuevas. Se dijeron unos a otros: «No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas nuevas, pero nosotros estamos callados. . . . Vamos pues, ahora, y entremos a dar la noticia a la casa del rey» (2 Reyes 7:9).
Salmo 107:2Díganlo los redimidos del Señor. . . .

EL ESTA ALLI TODO EL TIEMPO

Lectura: Isaías 45:18-25.
“No dije…: En vano Me buscáis” Isaías 45:19
Nunca olvidaré una frustrante experiencia cuando fui a la estación Union Station de Chicago temprano una mañana para recoger a una pariente anciana que había viajado en tren. Cuando llegué al lugar, ella no estaba donde yo creía que estaría. Cada vez más angustiado registré todo el lugar -en vano. Pensando que ella había perdido su tren, estaba a punto de irme cuando eché un vistazo por el pasillo hacia el área del equipaje. Allí estaba ella, con el equipaje a sus pies, esperando pacientemente a que yo llegara. Había estado allí todo el tiempo. Y, para mi pesar, estaba justo donde se suponía que debía estar.
Así sucede con Dios. Él está allí, esperándonos pacientemente. Él nos tranquiliza asegurándonos, «no dije…:En vano Me buscáis» (Isaías 45:19). ¿Por qué, entonces, a menudo tenemos problemas para encontrarle? Probablemente porque estamos buscando en todos los lugares equivocados.
Le encontrarás justo donde se supone que deba estar: en Su Palabra, en la oración y en la voz del Espíritu Santo que vive dentro de ti. El Dios que dice «buscad, y hallaréis» (Mateo 7:7) también promete que «es galardonador de los que Le buscan» (Hebreos 11:6). Así que puedes regocijarte en que Dios está justo donde se supone que debe estar y en que está esperándote en este mismo momento.
¿Has estado buscando a Dios en todos los lugares equivocados?

miércoles, 16 de septiembre de 2009

DIOS DIJO ESO

Cuando mi nieto Jacob, de 8 años de edad, me visitó en el hospital, diseñó su propia tarjeta para desearme recuperación. Era un papel tieso y blanco, tamaño 81/2 x 11 pulgadas, doblado por la mitad. En el frente escribió: “Espero que pronto te sientas bien.” Por dentro, en grandes letras de molde, había este mensaje:
Estaré contigo adondequiera que vayas.
No había pasaje bíblico de referencia, por lo que Jacob agregó estas palabras: “Dios dijo eso.” Él quería estar seguro de que yo no esperaba que él estuviera a mi lado durante toda mi estancia en el hospital.
Esa nota adicional comunicó una verdad no intencionada y más profunda que produjo una sonrisa en mi rostro y trajo consuelo a mi corazón. El hospital puede ser un lugar solitario. Es un mundo de caras no conocidas, procedimientos médicos que se hacen por primera vez y diagnósticos inciertos. Pero es justo en ese marco adonde Dios puede aquietar un corazón ansioso y dar la seguridad de que Él irá con nosotros por todos los pasillos, todas las puertas nuevas, hacia cualquier futuro desconocido. . . sí, incluso por “el valle de la sombra de muerte” (Salmo 23:4).
Tal vez hayas tenido un revés o hayas sufrido una pérdida inesperada. Tu futuro es desconocido. Al confiar en Jesús como Salvador y Señor puedes estar seguro de esto: Él irá contigo adondequiera que vayas. Lo puedes creer. Dios dijo eso.
. . . tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. –Salmo 23:4.
. . . no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. –Josué 1:9

¿CUAL ES TU HISTORIA?

Lectura: Hechos 26:9-18.
"Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" Hechos 16:31
Todo creyente tiene una historia única de su encuentro con Cristo. Ana, una recepcionista en Ministerios RBC, me contó que ha usado un diario la mayor parte de su vida. Ella atesora el relato que registró acerca de su conversión cuando tenía 15 años. He aquí un extracto: «Fui a ver a Billy Graham. ¡Fui salva! Estoy muy feliz... Cuando recibí la salvación sentí calidez en mi corazón».
Hace años, en un curso que impartí acerca de evangelismo personal, les pedí a los estudiantes que escribieran la historia de cómo habían llegado a la fe en Cristo. Me quedé pasmado ante cuán diferente era cada peregrinaje. Algunos fueron salvos de una vida de drogas e inmoralidad. Otros eran miembros de alguna iglesia y llegaron a Cristo después de años de instrucción bíblica.
Las conversiones varían. El apóstol Pablo tuvo un encuentro de crisis con el Salvador que le hizo cambiar de perseguidor en predicador del Evangelio (Hechos 26). En contraste, Timoteo fue alimentado tranquilamente en las Escrituras desde su primera infancia, dando como resultado la experiencia de su salvación (2 Timoteo 3:14-15). No hay dos peregrinajes de fe que sean idénticos. Pero cada uno tiene el elemento común de volverse al Señor Jesús con fe para recibir la salvación del pecado y recibir un nuevo corazón.
¿Puedes volver sobre tus propios pasos hasta el momento en que Dios te ayudó a venir a Cristo? ¿Cuál es tu historia?.
Necesitamos más que un nuevo comienzo: ¡Necesitamos un nuevo corazón!

martes, 15 de septiembre de 2009

MENSAJE URGENTE

Quiero dirigirme a ti - Con mensaje muy urgente
Que Cristo puede salvarte - En salvación permanente.
Salvación presente y eterna - Que es que Cristo ha ganado
Muriendo en la cruz por ti - Por tu mal, por tu pecado
Dándote la libertad - Del presente y del pasado
En perspectiva eternal - De un futuro esperanzado.

Tan cierto como Él dice, - En amor inmensurado
El que por mí entrare al Padre - De cierto será aceptado.

¿Por qué no has de tener tú - esta certidumbre interna
De salvación y de paz - De gozo y de vida eterna?
Si Cristo murió por tí - y resucitó en victoria
Pagando a Dios tu rescate - En su muerte expiatoria.

Tú no puedes hacer nada, - Y ya no tienes excusa
En tu condición humana,
Con razón Satanás te acusa.

Sólo tienes que acudir - A Cristo en este momento
y aceptar su salvación
Tendrás paz, tendrás contento
Y gozarás de la dicha - de una salvación completa
Que perdura eternamente - con Cristo y en su presencia.
Y ya la vida para ti - tendrá un sentido precioso
Lleno de gozo y paz - con un porvenir hermoso.

PASTOR FALÍN


Foto de nuestro pastor falín que salio en la foto muy favorecido, casi tanto como yo.

TESTIMONIO

TESTIMONIO

CORO DE LA PAZ

CORO DE LA PAZ

lunes, 14 de septiembre de 2009

ESPERO QUE TAMBIÉN DEL TUYO

UNA BALA EN LA CABEZA

Llevaba diez años de sufrir dolores de cabeza. Primero pensó que era exceso de trabajo. Después le dijeron que podría ser migraña. Un médico le diagnosticó sinusitis. Pero Bruce Levón no hallaba alivio de ninguna manera, y por fin le sacaron una radiografía. El resultado fue interesante. Bruce tenía una bala incrustada en la base del cráneo.

Diez años atrás, en un baile, alguien había disparado al azar. Bruce recibió el plomo en la cabeza, aunque sólo sintió un rasguño. Más temprano, camino al baile, Bruce había tenido un accidente de automóvil, y él siempre pensó que el rasguño había sido el resultado de algún vidrio del parabrisas.

No es nada común vivir diez años con una bala en la cabeza, aunque es cierto que casos como éste se encuentran en los archivos médicos. El cuerpo es un mecanismo maravilloso que se adapta a muchas interferencias, pero vivir diez años con una bala en la cabeza es extraordinario.

Sin embargo, hay miles de personas que sí llevan algo en la cabeza y en el corazón que daña y hiere y agravia y deteriora. Son las ofensas no perdonadas. Nada produce más daño en el corazón que cargar una injuria, un daño, una ofensa no perdonada.

La reacción normal es defendernos diciendo: «Fue él quien me hizo el mal. Que venga él a mí y me pida perdón.»

Jesucristo, en su Sermón del Monte, dijo algo muy interesante: «Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda» (Mateo 5:23-24).

Tomemos nota de la importantísima frase: «y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti.» Esto quiere decir que es el ofendido quien debe buscar la paz con el que lo ofendió. De no ser así, si no nos busca el que nos ofendió, nunca estaremos en paz. Y es que importa mucho que no carguemos toda la vida un resentimiento no perdonado. Porque nada produce más daño personal que cargar en la mente y en el corazón una ofensa no perdonada.

Nosotros somos los únicos que podemos extraer la bala que tenemos en el corazón. Busquemos al que nos ofendió y reconciliémonos con él. Si no lo hacemos, llevaremos esa carga hasta la muerte. Jesucristo nos dará la gracia para hacerlo. Nuestra tranquilidad depende de eso. No perdamos más tiempo. Busquemos la ayuda de Dios.

Hermano Pablo

JUEGO DE NIÑOS

Después que una tormenta sorpresa cubriera de nieve el Medio Oriente, una foto del periódico mostró a cuatro hombres armados sonriendo mientras construían un muñeco de nieve fuera de las maltrechas murallas de un cuartel general militar. El clima invernal también hizo que se cancelara una protesta y se retrasara un debate sobre asuntos parlamentarios de mucha importancia. Se vieron jugando en la nieve hombres con túnicas largas y mujeres con vestidos negros tradicionales y pañuelos en la cabeza. Hay algo en la nieve que saca el niño que hay en todos nosotros.
Y hay algo en el evangelio que nos llama a abandonar nuestras profundas hostilidades y sentimientos de importancia propia en favor de una humildad y una fe infantiles. Cuando a Jesús le preguntaron: “¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?” (Mateo 18:1), llamó a un niño pequeño para que se le acercara y dijo: “Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (v.3).
Se ha dicho que la edad disminuye nuestra imaginación, esperanzas y posibilidades. Mientras más envejecemos, más fácilmente decimos: “Eso nunca podría suceder.” Pero en la mente de un niño, Dios puede hacer cualquier cosa. Una fe infantil maravillada y con confianza en Dios abre la puerta del reino de los cielos.
La fe brilla más en un corazón que es como el de un niño.
. . si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. –Mateo 18:3