lunes, 25 de agosto de 2008

CUMPLEAÑOS

También se celebro el cumpleaños de nuestra pastora Elena se le hicieron unos obsequios de toda la iglesia y deseamos que los años que le queden (que serán muchos) que Dios la siga bendiciendo tanto o mas que ahora.

Te deseamos muchas, muchas, muchas felizidades y que Dios te colme de bendiciones.

CONVERSION

Estas tres personas aceptaron al Señor en sus corazones y la palabra de Dios dice, que han pasado de muerte a vida. Damos gracias a Dios por sus nuevas vidas en Cristo Jesús.

LAS SIETE REGLAS DEL GALLO

No digas nunca que no sirves, para Dios todos sirven (aunque no todos para lo mismo). Si Dios pudo usar un simple gallo para recuperar un misionero como Pedro, también puede usarte a ti.
Sigue sencillamente las 7 reglas del gallo:
1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).
2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.
3- El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.
4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.
5- El gallo proclama buenas noticias: Acaba de amanecer. Ante ti tienes por estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.
6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.
7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23

SOLO UNA PUERTA

Lectura: Juan 10:7-10
Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo. . . . --Juan 10:9.
Sir George Adam Smith, erudito del Antiguo Testamento, dice que cuando visitó la Tierra Santa se encontró con un pastor y sus ovejas de pie ante un redil. No había puerta en aquel cercado protector, sólo una apertura del ancho del cuerpo de un hombre.
Smith preguntó al pastor por qué no había puerta, y él explicó: "Yo soy la entrada. Yo me paro en la apertura y las ovejas pasan por debajo de mí para entrar en el cercado. Cuando están todas seguras dentro, me acuesto atravesando la apertura. No hay ladrón que pueda entrar ni oveja que pueda salir excepto pasando por encima de mi cuerpo. Yo soy la entrada."
Nosotros somos como ovejas que necesitan un Pastor (1 Pedro 2:25). Para la entrada al cielo, un lugar de felicidad eterna, Jesús hizo esta asombrosa afirmación: ". . . yo soy la puerta de las ovejas. . . . si alguno entra por mí, será salvo" (Juan 10:7,9). La gente que le escuchaba ese día no pensaba en una puerta de madera que giraba sobre bisagras. Ellos entendieron que Él en realidad estaba diciendo: "Yo soy la entrada a la tierra de Dios." Él podía afirmar ser el camino a la bendición eterna, la senda exclusiva para entrar en la gloria de Dios porque es el Hijo encarnado de Dios.
Jesús es el único camino al cielo (Juan 14:6). Entramos sólo poniendo nuestra fe en Él.
HAY MUCHOS CAMINOS QUE LLEVAN AL INFIERNO, PERO SÓLO UNO QUE LLEVA AL CIELO.